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LOS BUENOS Y LOS MALOS

 

La otra noche, liándome como un porro una antigua película de un antiguo James Bond, me entró la risa floja… Pero una risa floja desasosegante, desestabilizante; una risa floja que tenía mucho de aquella risa histérica que se desata en los entierros; esa risa nerviosa de algunos en los pésames, ya saben; una contradicción interna que te hace reír para no tener que gritar y salir corriendo del duelo, como le pasaba a algunas amigas mías de mi primera juventud.

Y no era, claro está, por el inocente y pueril machismo de aquel 007 al servicio de los bolsos y sombreros de su majestad, cuyas protagonistas y antagonistas estaban al suyo; y que se derretían como el hielo de sus Martinis con vodka poco agitados. Ni tampoco por la calidad de aquellos malvados que ponían en peligro cataclismico al mundo con su mal adquirido poder y riquezas. Pobres e infelices magnates mangantes de medio pelo empeñados en cutres chantajes de opereta. Tan poderosos e insignificantes a la vez, que el concurso de un solo hombre los desarbolaba en un tris tras y sin despeinarse el tupé… Imagínense tan solo que hoy ese superagente especial sería un vulgar funcionario de Boris Johnson. Como para mearse.

No… El desasosiego viene al comparar aquellos villanos de tebeo barato con las mafias oligárquicas de hoy, esta vez de verdad y en serio, que se reparten el poder en el mundo, y que mandan, incluso, sobre todos los Bonds y sus respectivos gobiernos… Porque ésta, y no otra, es la auténtica y genuina realidad. Aquel Goldfinger, o aquel otro Doctor No, eran unos risibles e irrisorios desgraciados, y ninguno de ellos podía soñar el poseer, por ejemplo, toda la información sobre toda la gente que puebla este mundo, como Google; ni la acumulación financiera de Elon Musk; ni otros tantos que se reparten el poder, que no digo yo que lo sean, pero sí digo que pueden serlo, si no lo son ya, y no lo sabemos porque no conviene que lo sepamos. El invento se llama globalización, esto es: lo que una vez fue de todos, o de muchos, y hoy está en manos de unos pocos… Desde al agua a los alimentos pasando por la energía y los recursos de todo el planeta. Ni más ni menos.

En la actualidad vivimos una época sombría y de alto riesgo en que nos estamos jugando mucho, quizá demasiado. De hecho nos lo estamos jugando todo. La pandemia de Cóvid no ha terminado, y se vislumbran otras por el oscuro horizonte; la guerra de Ucrania ha agravado los problemas de carestía e inflación; la crisis energética y económica, y la de los refugiados; y ha abierto la posibilidad de que aparezcan otras, como la expansión del conflicto y el uso de armamento nuclear por parte de un demente descontrolado como Putin… En un horizonte no muy lejano acecha la carestía, de nuevo las hambrunas en las zonas más pobres del planeta y en otras impensables hasta ahora; así como un frenazo brutal en la economía. Todo, como consecuencia de una guerra que ha puesto en valor, demostrativamente, que los recursos globales están en manos de unos pocos.

En este punto, se me opondrá, y yo me alegraré de ello, no crean, mi visión pesimista de los acontecimientos; y me contestarán que las cosas no tienen por qué rodar así. Cierto. Pero el examen de la ONU, la UE, y los propios EE.UU., y de muchas cancillerías occidentales, apuntan a ello… Y es la zona europea la que va a pagar el pato. Y eso en un escaparate cuyo más inmediato horizonte son las consecuencias de un cambio climático, encima, cuyas soluciones urgentes hemos dejado colgadas e inconclusas, incluso torpedeadas y zancadilleadas, tanto por gobiernos como por nosotros mismos, los ciudadanos… Porque hay dos: los que no quieren verlo, y los que lo vemos llegar, mal que nos pese. Por mi parte, sincera y honestamente, celebraría mucho estar equivocado, pero nada ni nadie ha dado razones contrarias mínimamente convincentes… al menos, de momento y que yo sepa. Más bien todo lo contrario.

La cuestión es que toda esta merder nos pilla a todo el mundo con los recursos del planeta en las zarpas de unas oligarquías económicas que son más poderosas que los propios gobiernos de ese mismo mundo; y que son las que van a imponer (ya lo están haciendo) el precio y las condiciones de esa supervivencia, tanto en lo económico, como en lo político y lo social… Y sin tener ningún James Bond con licencia para matar cucarachas, por la sencilla razón que los 007 de hoy están en sus nóminas, y trabajan para ellos. Este es el panorama con el que cada día nos vamos a la cama, bella dama..

En tal contexto, resulta un tanto difícil poder evitar la sensación de que nuestra muy aborregada existencia cotidiana se disocie de la realidad, ya que por el grifo sigue saliendo agua, los enchufes siguen disponibles, los mercados abiertos, los destinos de ocio dispuestos, y nuestras vidas aún transcurren apaciblemente, más o menos… Otra cosa es hasta cuándo podremos pagar su impuesto precio. Mientras tanto, la prensa, los medios de comunicación dedicados a señalar lo que va mal (hasta dónde le permitan los poderes públicos y/o privados, claro) cada vez son menos libres para recordar al público que la incompetencia y la maldad aún conviven con su contrario. Y que eso, bien mirado, pudiera ser un signo de esperanza. Pero no tienen – apesebrados como están – libertad para proclamarlo, ni siquiera para justificarse a sí mismos… Que me lo digan a mí.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ www.escriburgo.com miguel@galindofi.com

HAY QUE JOERSE...

 

La Región de Murcia pierde el mejor helicóptero contraincendios de que dispone, porque es un Kamov ruso, y la guerra nos ha dejado sin repuestos si se rompe.

De mi pueblo también han retirado el servicio del Seprona de nuestros campos. Espero que no sea porque sus motos funcionan con bujías ucranianas, y se hayan quedado en dique seco…

Ojalá y nuestros tanques, barcos y aviones no dependan sus piezas de otras guerras ajenas, porque, si no, estamos aviados… Los que no se quedan parados son los miles de coches oficiales que pasean a sendos miles de políticos por cuenta del erario público… ¡Hay que ver, joer..!

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ www.escriburgo.com miguel@galindofi.com

CIUDAD CONTRA CIUDADANOS

 

Escribe José Nicolás: “Fuentes sin agua; plazas sin nombre; aceras en las que no cabe el carrito de la compra, o que han sido asaltadas por patines y bicicletas, por contenedores de basura, o por las mesas y las sillas de los bares; contaminación acústica en las calles…”. Y dice en su doloroso y dolorido artículo que esas son las muy concretas agresiones de las que se quejan la inmensa mayoría de los ciudadanos de este atribulado país… Habla de muchos peatones que se lamentan en redes y Cartas al Director de los periódicos, por las cada vez mayores dificultades que encuentran para poder vivir, caminar, descansar o disfrutar de sus poblaciones. La pregunta es: ¿la ciudad es de los ciudadanos, o los ciudadanos son (somos) de las ciudades?.. ¿quiénes sirven a quiénes?.. ¿está hecha la ciudad para su ciudadanía, o, al revés, al ciudadanaje nos convierten cada vez más en ciudad?..

No solo este prototipo es el de la gran urbe. También en los pueblos se mimetiza el modelo. Yo salgo a pasear en el mío, y tengo que bajarme muy a menudo de las aceras que deben proteger al peatón del tráfico rodado de las calles, ya no solo porque parte de este tráfico rodado invade las propias aceras, sino porque también están ocupadas por las terrazas de los bares… ¿de quién y para qué son entonces las aceras?.. Naturalmente, para salvar tal inconveniente, basta con sentarse y consumir, claro, pues allí se le brinda lugar, asiento y protección donde descansar, sombra bajo la que guarecerse, y algo con lo que refrescarse… Ese, y no otro, es el cambio sutil de concepto, el nuevo paradigma del plato de lentejas que, o lo tomas, o lo dejas…

¿La culpa (la responsabilidad) es de los gestores públicos o de los propios ciudadanos?.. A los primeros, que esto ocurra les da lo mismo – de hecho, más ingresan por ocupación de vía pública, de circulación, o de aparcamientos – tan solo hay que entrar en las redes y ver las quejas de los vecinos, algunos, incluso, no solo tienen dificultades para transitar, sino incluso ni siquiera para poder descansar por las noches… Y los segundos, en realidad somos el propio medio transmisor de que las ciudades se vuelvan contra sus habitantes. Tan solo voy a poner un único ejemplo: cuando vaciamos nuestras ciudades y petamos nuestros lugares de veraneo, o de lo que sean, trasladamos a éstos todos los problemas, molestias e inconvenientes de nuestro origen, lo mismo que, cuando nos vamos, les devolvemos la placidez que les quitamos cuando llegamos.

La puñetera realidad es que esos gestores públicos se limitan a maquillar en lo posible el hecho de lo que es y lo que debería ser. La verdad es que la tranquilidad de la gente, su placidez, su paz y su salud, en definitiva, no le son rentables. Así que se limitan a dar una pincelada que disimule la cosa, con sus carriles-bicis y sucedáneos, y a otra cosa, mariposa… Total, cada vez hay menos comercios y escaparates ante los que pararse a mirar, así que ¿para qué leches quiere usted la acera, abuela?.. Que su nieto la lleve al parque comercial más próximo, y no incordie…

Existe una cuenta que se le atribuye a la Guardia Civil, que, de vez en cuando sale en Twiter, con un suelto: “Peatón, ese caminico rojo tan molón por el que andas tan tranquilo, no es para ti, si no para los ciclistas y los de los patinetes. Evita sustos y usa las aceras”. El mensaje va acompañado de una foto de una acera en la que varias personas paseaban por el carril-bici, mientras esa zona indicada para los peatones estaba ocupada por una terraza aquí y una terraza allí… Los twiteros no quedaron indiferentes: “gracias a la Guardia Civil por enseñar tan clarito uno de los problemas principales: los peatones invadimos lo de las bicis, porque lo nuestro lo invaden los bares”…

Un tal Fernando de Córdoba dejó caer: “cuando sea alcalde, mi primera medida será que las aceras solo sean para peatones, con bancos dónde poder sentarse a descansar, porque eso sí que es un servicio público, y no lo otro”… En pocas palabras: reponer cuanto se ha quitado. Ignoro si esto va de cachondeo o en serio. Pronto empezaremos los ciudadanos a ser bombardeados por alcaldables y concejables con promesas de todo tipo. La mayoría, falsas y populistas. Luego, con no cumplirlas, se acabó. Engañar al votante aquí sale barato. Las ciudades y pueblos han sido despojadas de bancos, sombras, aceras, fuentes, árboles, jardines, que no se han repuesto o se han malpuesto. Espacio que se han cedido a ruidosos coches y motos a escape y volumen de música libre, incordiantes bicicletas, embestidores patines e invasoras terrazas. En suma: dar prioridad a consumir, no a pasear. Prometer lo contrario a lo que se hace en España es fácil, muy, pero que muy fácil. Su mejor negocio es el embuste.

Pero no tendría por qué ser así. Cada pueblo debería de registrar una Asociación de Electores, con gente de todas las ideas pero de ningún partido, y nada militante ni aspirante, ya me entienden… No es difícil: en uno como el de donde escribo, bastaría con 500 firmas, no crean. Y estar al loro de lo que dicen, prometen y meten; hacen y deshacen sus políticos locales (les aseguro que empobrecen al pueblo más que lo enriquecen). Y quitarles el sillón del culo en cuanto solo se sirvan a ellos mismos sin servir a su pueblo. O en el momento en que “se olviden” de aquello con lo que le comieron la oreja al ciudadano-vecino, que es lo que normalmente hacen.

Yo… con permiso y con perdón, haría comprometerse a los candidatos con la gente en sus necesidades, sí, pero que de sus propuestas levantara acta un notario. Para su real cumplimiento. Y, a ver qué carajo pasaba… El que, o la que, quiera cobrar del bolsillo público, que cumpla sus promesas, y que no mienta, que es lo que ahora hacen para asegurarse cuatro años de pesebre… Pero, lo mismo que digo esto, igual digo que la ciudadanía también tenemos nuestra parte de responsabilidad, y de irresponsabilidad, en esto de hacer nuestros pueblos habitables para nosotros mismos… Precisamente de eso, y por eso, se aprovechan nuestros políticos locales. Si las ciudades, hoy, están contra sus ciudadanos, será porque sus ciudadanos están en contra de sí mismos… A ciudadanos maleducados, corresponden políticos aprovechados.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ www.escriburgo.com miguel@galindofi.com

EN ESTO, SILENCIO.

 

Lo ha dicho Fernando Valladares, un biólogo del CSIC: “el Campo de Cartagena lleva camino de volverse tóxico e inhabitable”, y aclara que es debido al uso y vertido indiscriminado de fertilizantes, unido a el ya inevitable cambio climático.

Añade que ya existen “zonas muertas” en California, que es una hermana adelantada nuestra en clima y explotación, y que “hay que plantear otro modelo de agricultura y turismo para Murcia, pues, con el actual, mucha gente acabará sin trabajo en pocos años”.

¡Qué raro!... porque aquí, los agricultores y ganaderos no parecen haberse enterado. Ellos y sus tractores van a lo suyo en busca de la subvención, y no ven el futuro que aguarda a la vuelta de la esquina… ¿o sí, y se lo callan?..

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ www.escriburgo.com miguel@galindofi.com

QUEMA DE BRUJAS

 

Se lo leí a Fernando Aramburu. Dice que estamos en “la cultura de las cancelaciones”, y lleva razón el hombre. Existe una especie de revisionismo moral, unos cruzados, y cruzadas, de inquisidores e inquisidoras, que se encargan de imponer y propagar la negación de la existencia de cuantos, según ellos y ellas, y elles, han contravenido las normas del nuevo puritanismo… Ya no se trata de que se le castigue y señale por haber sido reo de culpa y delito, que estaría bien, si no que se le niega su propia existencia. Aunque en lo suyo hubieran destacado como artistas, como científicos, o como humanistas. Es igual. No tienen derecho a ser reconocidos por nada y para nada. Su falta los condena a la inexistencia.

Es algo muy parecido a aquellos censores políticos de la dictadura franquista, que, tan solo por ser de ideas izquierdistas, por ejemplo, pretendieron y procuraron que ni Miguel Hernández, ni García Lorca, ni León Felipe, ni Salvador de Madariaga, ni Antonio Machado, ni tanta y tanta gente hubiera existido, incluidas sus obras, reconocidas en todo el mundo, claro… Era una negación, absoluta y absolutista, de la realidad.

Y a los que nos arriesgábamos a resucitarlos, rescatándolos del exilio, se nos amenazaba con autos de fé de escarmiento en la picota de los humilladeros de los pueblos, levantados y regidos por aquellos fundamentalistas del Movimiento. Pues bien, hoy, esos supuestos extremoideólogos de la extremaizquierda, pretenden hacer lo mismo: una negación de la realidad… Esta gente, ya digo, de aparente ideología contraria, funcionan exactamente igual que aquellos fanáticos de la pureza de pensamiento…. Los de ayer tenían el poder de aplicarlo por la fuerza, y los de hoy (aún) no, pero actúan con la misma fatalista ceguera. Si algún día obtienen ese poder, los que conocimos aquello no veremos ninguna diferencia. Lo mismo actuó Hitler con sus campos de concentración que Stalin con sus progromos. Y es que – lo he dicho muchas veces – los extremos no solamente se tocan, sino que son los mismos perros pero con diferentes pintas.

Si estos “canceladores” de la época actual, estos celosos guardianes del Índex Prohibitórum, los “vaderetros” de hoy, adquiriesen la cultura de la que carecen, y descubrieran que la Historia está plagada de seres imperfectos y de vergüenzas humanas, aún en personas dignas de admiración por otras causas, su Líber Vitae se reduciría a haber nacido y muerto, si no alcanzan a borrarlos del Registro Civil; pues estos acechadores de la moral y las buenas costumbres, estos bufones de la realidad, son capaces de eso y de mucho más… Sobre todo si son integristas-racistas, sexistas, clasistas, o lo que su catecismo del Nuovo Órdine estime que son faltas de purgar. Tanto han de ser purgadas, que la pena es borrar el alma de su existencia humana.

Si se aplicara con su estricto rigor la hegemonía de sus valores, Van Gogh, Sartre, o Shubert, adictos a los prostíbulos y a las bajezas humanas, serían reos de borrado o de “cancelación”… De Caravaggio, que se cargó a un joven aristócrata castrándolo, habría que suprimir toda su obra; de Althusser, que estranguló a su esposa, ni le cuento… O Anne Perry, que ayudó a una amiga a matar a su madre a ladrillazos… Pablo Neruda no solo confesó que había vivido en su inolvidable obra, sino que también violó a una chica ceilandesa que tenía por sirvienta, así que cancélesele a él también… No me digan Gil de Biedma, que contrataba adolescentes para sodomizarlos… O hasta su propio Marx, que le hizo un crío a su ama de llaves y luego los tiró a ambos a la calle. Cancélense, bórrense, elimínense, suprímanse todos y cada uno de ellos…

Entiéndaseme, please… No estoy hablando de que no se reprueben y castiguen sus actos censurables. Claro que sí. Naturalmente que hay que ejercer la acusación. Pero también reconociendo las virtudes que tienen en otros campos. Es lo justo. Que se sea un genio de la literatura, como Proust, por ejemplo, no quiere decir que no fuera un borde redomado para con los próximos que le rodeaban. Ni siquiera debe ser justificable. Por supuesto que no. Pero ponerse por encima de Dios y postular que ese ser no ha existido porque lo decimos nosotros, o nosotras, o nosotres, es ya demasiado… Esta gente, no solo está negando el perdón, sino que también niegan la propia redención.

A ellos y a ellas, tan puritanos y puritanas, y tan formados y formadas, habría que ponerles un Evangelio delante con las palabras escritas a fuego de “quiénes están libres de pecado, tiren la primera piedra”, y ver si no arremeterían contra el mismo Jesucristo por atreverse a perdonar al pecador… Eso es lo que me parecen esta clase de puristas y moralistas de nuevo cuño y viejo estilo, que han suprimido hasta el título de “Los Siete Negritos” de la novela de Agatha Christie, o que persiguen borrar del mapa “Lo que el Viento se Llevó”, por muy joya cinematográfica que sea… Ayatolah´s del pensamiento, secuestradores de la expresión, perseguidores de la libertad, Atilas de la genuina cultura…

No sé si prosperarán estas nuevas formas de barbarie, o se extinguirán con el razonable transcurrir del tiempo… No quisiera vivir un “Farenheit 451”, ni una nueva dictadura de tan brutal calaña. Soy demasiado mayor como para tener que soportarlo… En esto, el ser viejo es una ventaja, porque ya poco tiempo pueden quitarnos del que escasamente nos queda… Pero lástima tengo de las generaciones que soporten semejante tiranía… Hay que ser burros… y burras.


MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ www.escriburgo.com miguel@galindofi.com

LA PEPERA REALIDAD

 

Lo dijo mi amigo Alberto Garre el otro día en el periódico: si el PP murciano ha bajado en intención de voto un par de escaños es porque ha bajado de 25.000 afiliados a poco más de 4.000… Aunque López Miras siga lustrándose a sí mismo en su espejo-espejito-mágico.

Su método es el de Perogrullo: lo poco bueno es gracias a él, y lo mucho malo es culpa del gobierno central. Eso, y apuntarse hasta para las fotos de cualquier comunión a mano a fin de lanzar su cansino y repetitivo mensaje. Pura demagogia.

El PP de Murcia es cada vez más pobre y necesitado de pactos (para eso está Vox) pero él saca cada vez más pecho… o barriga.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ www.escriburgo.com miguel@galindofi.com

LA CULTURA / PROGRAMA RADIOFÓNICO

LA VERDAD ES QUE ME ENCANTARÍA QUE GUSTASE A ALGUIEN:

https://youtu.be/URVy-MlYlLk

 

QUE CADA CUAL SE CONTESTE

 

¿La carestía de la vida, viene para irse o para quedarse?.. Es una pregunta ésta que deberíamos de plantearnos muy en serio. Aquí, en España al menos, vivíamos una placentera existencia en que el equilibrio entre ingresos y costo de la vida, por lo general, nos permitía una digna subsistencia, salvando por otra parte (que no debería ser olvidado) que somos el país de Europa con una mayor desigualdad estructural, y que soporta unos nieles de pobreza dentro de su población verdaderamente vergonzosos… y peligrosos. Lo que pasa es que uno ve las terrazas llenas, el chiringuito al completo y la hostelería petada, y eso enmascara la realidad una cosa mala… o buena. Pero ahí, entre camareros y clientes, está el cromo de nuestra sociedad…

…Pero también la estampa de nuestra realidad. Porque el “modus operandi” enmascara bastante el “modus vivendi”. La cuestión es que el precio de la luz, de la cesta de la compra, de la gasolina, de nuestras necesidades básicas; el costo de nuestra existencia, en definitiva, se nos ha disparado a índices preocupantes y escandalosos. Sobre todo, y muy especialmente, a los que vivimos de un más o menos justo – de justeza, no de justicia – emeritaje. Nuestras pensiones se quedan cortas a ojos vistas, y, una de dos: o habremos de hacer economías de recorte y rescate, o habremos de buscarnos algún remiendo que llevarnos a casa en algo que podamos ser útiles, si es que aún lo somos para algo…

Esas postales que nos ponen los medios de comunicación ante las narices de venerables ancianas recién marcadas de peluquería de barrio y acompañadas de venerablos ancianos que somos su perfecto complemento, ocupando mesa de terraza y vermut con olivas, y quejándose agriamente al reportero o reportera de que con estas alzas de precios no se puede vivir, están empezando a ser un poco versallescas, y nos están pintando al óleo unas formas que no se corresponden a las realidades… Y que, desgraciadamente, si las aguas no vuelven a su cauce (y dudo que vuelvan) no vamos a poder mantener el falso tipo por mucho tiempo, y nos veremos obligados a tener que priorizar lo que consideremos más importante: si bajar el consumo doméstico para darnos algún homenaje de vez en cuando, o si bajar los homenajes para mantener el consumo doméstico; pero, me temo que, por lo general, ambas cosas no van a poder mantenerse, visto lo visto.

La echada de culpas y responsabilidades a la guerra de Ucrania y al facineroso de Putin ya no creo que dé para tanto… Luego se intentará dirigir a la reconstrucción de esa misma Ucrania y de una economía europea y/o mundial que habrá de quedar maltrecha por el conflicto. O a cualquier otra plaga que venga dispuesta a cargar con el muerto, pero todos sabemos (o deberíamos saber) que se debe al fracaso de un sistema, conocido por globalización o lo que quiera llamarse, que ha enriquecido a media docena de mangantes y oligarcas a cambio de adueñarse y controlar los mercados, con la inestimable ayuda de nuestros gobiernos y nuestra desaforada colaboración consumista. Y que esta carestía y escasez ha venido para quedarse y habitar entre nosotros, me temo… Como también me temo que la lección la habrán de aprender y pagar nuestros hijos y nietos más que nosotros, que nos quedan cuatro telediarios que desliar. Espero, y confío, y deseo, que ellos sepan dar un golpe de timón, y enderezar el rumbo que nosotros, entre todos, con nuestra torpeza, hemos dado al Titánic en el que vamos embarcados… Y que se den cuenta que los hemos educado en un sistema hedonista y de consumo que no se corresponde con los resultados finales.

Si no… peor para ellos, más que para nosotros. El cambio climático también espera a la vuelta de la esquina, y no para enderezar lo que hemos torcido, precisamente, si no para pedirnos cuentas por el desastre que hemos logrado entre todos. Pero el debate está sobre la mesa: ¿recuperaremos la famosa “sociedad del bienestar” que se está viniendo abajo por momentos?, ¿salvaremos los muebles sobre la marcha?, ¿se nos irá todo al carajo y habrá que empezar de nuevo desde antesdeayer?.. Hagamos una porra como fin de fiesta, y rifemos en ella los restos del banquete.

Yo creo que habremos de priorizar lo que sea más importante para nosotros, dentro de lo que nos podamos permitir… Puede que hasta juntarse a vivir parejas de jubilatas afines para compartir gastos y recursos sea una posible solución (no sé si de compromiso o no, pero solución al fin y al cabo), pero lo que dudo es que la escala de valores que nos hemos dado, modelo black friday, nos siga siendo, moral o prácticamente, útil… “Es que, el salir es una necesidad, óiga”, es un falso mantra erigido sobre unas necesidades cubiertas, pero embustero como él solo. En tiempos anteriores no existían ni las vacaciones, y a nadie le pasaba nada… por ejemplo.

Quiero ser más realista que catastrofista, pero no debemos perder la perspectiva real de las cosas: ¿ya no se puede costear la compra del super, ni el gasto del coche, ni la factura de la luz?.. ¿es definitiva esta carestía de vida, o vidorra, o de lo que sea?.. Pues, simplemente, habremos de obrar en consecuencia, y que cada cual, o cuala, currante o emeritante, se atenga a sus posibilidades y valore lo que es, en realidad, importante… Existen oasis como existen espejismos, pero habremos de escoger nosotros mismos…

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ www.escriburgo.com miguel@galindofi.com

PROPUESTA

 

Tengo una pregunta que me gustaría trasladar a todo el mundo: ¿creen que los responsables de la abstención de votantes en las urnas son los partidos políticos?.. Si la abstención es el resultado del desencanto, entonces sí que sí…

Pues, en consecuencia, los cargos electos deberían bajarse el sueldo el mismo porcentaje de la abstención sufrida en esas mismas elecciones… Si en Andalucía, por ejemplo, hubo un 41% de abstención, las nóminas de los elegidos deberían reducirse el mismo 41%...

Lo otro, no es justicia democrática, si no abuso partitocrático. No se corresponde lo uno con lo otro. Lo que sigue demostrando que esto es furufalla y glea, compadre…

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ www.escriburgo.com miguel@galindofi.com

HACIENDA SEMOS TÓS

 

Dentro de mis cuarentytantos años de vida profesional, como jodido y puñetero autónomo, solo una vez fuÍ inspeccionado in profundis por Hacienda. Y fueron, los meses que duró aquello, peores que un dolor de muelas, hasta robarme el jodido sueño… El inspector de turno se basaba, maldito sea su estampa, en un supuesto sin pruebas tangibles: si lleva una serie de años con el negocio en alza, ¿cómo es posible que existan un par de ellos con declaraciones a la baja, según lo considerado en Vd.?, ese era su planteamiento. Simplemente, hubo dos años malos, era mi contestación… Pero sin existencia de pruebas objetivas concretas con las que se me pudiera probar nada. Mi asesor fiscal, tras un montón de semanas lidiando con la Inspección, y la Inspección haciéndome la vida imposible, exigiéndome papeles y documentos inverosímiles, hasta el punto de amargarme la vida y no dejarme hacer mi trabajo, negoció – o chantajeó – o lo que fuere aquello: si usted no quiere que sigamos así ad eternum (dijo el de Hacienda) fijemos una cantidad que pueda pagar y finiquitamos el tormento malayo al que le estamos sometiendo.

Este procedimiento que se llevó conmigo es el normal y natural en todas las empresas, pymes, profesionales liberales, y gentes de este país, pequeños y grandes, evasores o enmendadores, y se está haciendo todos los días. A veces, existen reclamaciones probadas y concretas, y otras solo estimaciones más o menos lógicas y fundadas, o infundadas… Aquí he de hacer el inciso personal – para aclarar – que jamás fui tan feliz y despreocupado que el tiempo en que dependí de una escueta nómina. Dicho esto, prosigo: este mismo proceso, si bien que asumiendo las enormes diferencias de importancia, calidad, medios y paciencia, es el que también se sigue con las grandes empresas, multinacionales, ídolos mediáticos como futbolistas, artistas, políticos y demás ganadería fina, solo que éstos, al ser más poderosos que el general del morral, pueden pagarse toda una artillería de asesores, abogados y conseguidores que pueden alargar el proceso durante años, a ver quién se cansa antes… Pero el final siempre es el mismo: echarse un pulso, la negociación entre las partes buscando un acuerdo que satisfaga a Ntra. Sra. de la Hacienda Pública.

Y suelto toda esta reparandoria, porque, lo reconozcamos o no, nos guste o no nos guste, el proceso ejecutivo que se ha llevado, y/o se sigue llevando, con Juan Carlos I, igualmente salvando las estelares distancias, es el mismo… Yo tenía a un asesor fiscal que conocía a un inspector que era amigo de un secretario del Delegado… y su majéstic tendría hilo más o menos directo con algunos picatostes, y, por lo tanto, como cada quisque, obtuvo trato de cierto favor y es que le avisaran de cuándo le soltaban los perros. Y, a lo mejor, hasta le han hecho una rebajita, que estoy seguro de ello – aquí cada uno se las busca como puede a la hora de aplacar al fisco – pero, al final, ha tenido que apoquinar en un acuerdo entre partes. Y una vez soltada la mosca, viene el finiquito y el “no vuelvas a pecar más…”.

La cuestión está en que, ni a mí en aquella lejana época, ni a todas las pequeñas, medianas y grandes empresas, ni a todos los ídolos mediáticos de todos los que son en este país, por tener líos con Hacienda, se nos ha negado el pan y la sal, y la estancia y la vida, y la venida, y el visitar a los amigos, o el dar un abrazo a la familia, ni para enterrarnos, o no, dónde nos dé la gana… Y, sin embargo, al Juanca, por el hecho de haber sido rey, se le condena a un linchamiento politicomediático de odio y colmillo retorcido, sobre todo por parte de los ultramontanos de Stalin y muy terror mío, y de una determinada ciudadanía de arrastre. Un ejemplo conciso y concreto: Messi le ha distraído más a Hacienda, y, por lo tanto a robado a España un monto de millones de euros, que luego ha repuesto en parte, pero a él no se le trata con la virulencia que al del armiño… más bien casi que, al contrario, se le siguen lamiendo las botas.

Se podrá objetar, claro, que la responsabilidad de un rey no es la de un súbdito, y es verdad. Pero ante las leyes fiscales solo cuenta la deuda, no su estatus social, ni siquiera moral. Y si usted ha pagado, aparte esa responsabilidad moral, usted queda libre del tal delito… de momento, al menos, y salvo distraimiento posterior, que se irá de nuevo a por usted, sea usted un tú o un usía o un majestad de los c… Por eso mismo yo entiendo que tiene todo el derecho del mundo a dar explicaciones públicas, tanto como a no darlas si no quiere. Y que el débito moral para con su pueblo ha de demostrárselo ese pueblo con su indiferencia, pero no con su odio… Y dejar que sea su conciencia la que determine su actitud, y la nuestra la que nos guíe en nuestra respuesta.

Yo no estoy justificando lo que ha hecho. Ni siquiera la propia Corona, esta vez representada por su hijo, lo está haciendo. Ni creo que esto se le olvide mientras viva. Pero si al evasor empresarioligarca no le exigimos tales reparaciones morales, a este hombre tampoco tenemos derecho a exigírselas… Bien, o mal, no lo sé, el erario defraudado le ha emitido carta de “estamos en paz hasta el día de la fecha”, por lo que ya son iguales ante la misma ley. Y claro que yo tengo mi derecho, por supuestísimo, a ser monárquico, o republicano, o granhermanista o estilista, es mi voluntad y mi libertad, pero respetando la forma de gobierno que, aún no siendo la mía, ha elegido la mayoría, si es que en algo aprecio la democracia… Por que en lo otro, en lo de birlar al fisco, en toas partes cuecen habas, y en mi casa a calderás…

Y la enorme, brutal y sangrante ignorancia reside en creer que la República es la izquierda, porque es de izquierdas (banderas republicanas = puños en alto), cuando una república democrática es de izquierdas, derechas, centro, orillas, o lo que se tercie. No es propiedad de ninguna izquierda – en la II República española también hubo gobiernos de derechas – ni de ninguna otra ideología… Lo demás es una manipulación con muy mala baba. Ninguna forma de gobierno ni ninguna institución es mejor que otra si es democrática. Son las personas las que son mejores o peores… Y, a veces, la incultura y la mala voluntad saca lo peor de nosotros mismos.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ www.escriburgo.com miguel@galindofi.com

ELMENSAJE

 

El mensaje de las elecciones andaluzas a izquierda y derecha es meridianamente claro: al Psoe le está diciendo que se busque socios con sentido de Estado, y no como los dinamiteros que tiene, de poco fiar…

Y a los del PP, que más les vale practicar una política de moderación y centrismo tipo Juanma, y no coquetear con el extremismo al que le tientan su sector más ultra y sus vecinos ideológicos y demagógicos…

Que la cuestión es buscar el entendimiento entre fuerzas moderadas… yo diría, educadas. Todo lo contrario a lo que se ha dado hasta hoy. Ojalá y sepan captarlo. Sería muy bueno para todos.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ www.escriburgo.com miguel@galindofi.com

GÉNESIS O REALITY programa de radio

QUIZÁ TE RESULTE CURIOSO E INTERESANTE:

https://youtu.be/BjYbfj3lHws

 

LAS COSAS COMO SON

 

No me duelen prendas. Tengo algunos amigos, y amigas, que me ponen a caldo de hierbas amargas cada vez que critico a Perisancho. Lo mismo exactamente igual que los que tengo al otro lado cuando lo hago con la derecha. Y ocurre lo mismo cuando es al revés: si comento algo favorable a los unos, son los otros los que se me rebotan. Como igual al contrario. No terminan de creerse que, aparte mis naturales tendencias, o no, me esfuerzo por no verme sometido a la… lamemosle “obligaciónes ideológicas” de destacar “lo ajeno” y/o defender a “los míos”, y quiero cultivar la independencia de mis juicios dentro de lo posible… Pienso que estamos sometidos a un desaforado partidismo como para, encima, ser yo también partidista. Así que, a pesar de no estar con nadie, y que nadie está conmigo, prefiero romper todas las cadenas, pese a quién pese y según cada momento y circunstancia.

Y hoy me toca reconocer la buena labor del tal Perisancho en la última cumbre de Davos, sin dejar de señalar también sus últimas meteduras de pata internas. Las cosas como sean. Sánchez se multiplicó allí: protagonizó un Plenario en la Sala Principal; también en tres paneles (energía, futuro europeo y orden mundial); se reunió con fondos soberanos y multinacionales para traer inversiones en tecnología de semiconductores – para los que el gobierno ha aprobado un proyecto estratégico en la producción de microchips de 12.000 millones de euros – y unas cuantas cosicas más por el estilo. Lo suficiente como para suscitar el comentario-pregunta del titular del Foro Económico Mundial, el conservador Bronque Brenda: “¿Cuál es la receta del éxito del reinicio de la economía española?”… un tanto sorprendido y escamado por la sincronización entre gobierno y empresarios (Jaime Martorell) en un inédito golpe mediático en la historia del Foro de la pragmática Suiza.

La acogida y el respeto con que se aceptó la iniciativa se plasma en las palabras de Úrsula Von der Leyen, no en las mías, claro: “país líder en energía limpia… pionero en los fondos NGEU… defensor de todos los pasos más recientes en favor de la integración en Europa… Habéis estado entre los más golpeados de la pandemia, y, sin embargo, vuestra recuperación tiene bases sólidas”. Otras voces son las del Canciller alemán Olaft Scholz: “Pedro Sánchez ha representado de forma muy exitosa los intereses de su país”; o la de Antonio Costa: “han garantizado que hay opciones para que Portugal y España puedan actuar”; o incluso la de un socialdemócrata competencia directa de España en el pulso energético: “han hecho un buen trabajo”…

Todo esto es justo reconocerlo. No lo digo yo, naturalmente, son líderes europeos los que lo están diciendo y reconociendo. Luego están otras cosas: que Davos es solo un hito, pero no es un mito. Que lo logrado allí puede trasladarse aquí si todos queremos y cerramos filas en torno a unas posibilidades muy bien representadas y mejor presentadas… Otra posibilidad es que nos dispongamos a destruir lo poco allí construido, algo en lo que en este país somos consumados especialistas, por cierto… Y todo esto aparte de la enorme, brutal y gran cagada, con la pifia de Argelia y Marruecos, por la que ha pedido la ayuda a su primo el de Zumosol (Europa), y cuyo solo hecho hubiera merecido una moción de censura por parte del parlamento.

Rajoy, por ejemplo tuvo siete Cumbres de Davos y no fue a ninguna. Su excusa era que no sabía inglés. Como si allí no hubiera intérpretes. Su antecesor, Aznar, acudía aún con el inglés macarrónico que le sirvió para compartir mesa con Bush en las Azores. Pero iba. A epatar de amiguete del americano en la guerra de Irak, pero iba… Y no quiero con esto (ya me veo espadas y alfanjes en alto) criticar ni justificar partidos ni opciones políticas o ideológicas. No. Estoy hablando de capacidades personales – no sé si se me entiende, o de si querrán entenderme – estoy dejando al margen siglas y cainismos, o que si uno es de izquierdas o de derechas, por favor… Yo intuyo que el actual líder conservador, Feijóo, está capacitado para desempeñar esta labor, como otro ejemplo que abunda en lo que intento decir. Y es que estoy tratando de los intereses de un país, el nuestro, no de los intereses de ninguna sigla, por muy nuestras que las consideremos…

Y quizá ahí mismo esté la puñetera clave. En las últimas palabras de Brende: “el paro está bajando, crecen las inversiones y también ha habido nuevas reformas. Muchos economistas dicen que no se pueden hacer reformas laborales y de pensiones y que haya crecimiento. Ustedes lo han conseguido. ¿Pueden estos países aprender de su ejemplo?”… fin de la cita. Yo no soy economista, no tengo estudios, y mis matemáticas se limitan a la “cuenta de la vieja”. Pero no se me despista que todo esto se está haciendo en base a deuda pública. Y que eso entraña mucho peligro. Pero también es cierto que somos un país de la UE, y que, de no serlo, no lo podríamos hacer por falta de aval y medios. Y todo eso cuenta, ¿no?..

De ahí que, al menos para mí, y ustedes sepan perdonarme, todas esas opciones del más rancio populismo, de extremas derechas y extremas izquierdas, que son antieuropeístas por no sé qué historias jamás razonadas ni demostradas, no me sirven ninguna de ellas. Ni me vale volver a ser un país ombliguista y fandanguero lleno de camareros que se alimenta de sus propias palmas y olés de “semos los mejores”. Como tampoco comprendo que haya millones de ciudadanos que se dejen embaucar por semejantes ultras desfasados y desprovistos de todo sentido común. Yo solo entiendo de las personas que valen, que hacen cosas, que sirven para algo, sin importarme el color de su puto carnet. Lo demás es parafernalia y demagogia pura y dura... Me ratifico: somos aún muy poca democracia y mucha partitocracia. Así nos va..

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ www.escriburgo.com miguel@galindofi.com

AGUAS OSCURAS

 

… Es el título de una película que les recomiendo muy encarecidamente. Búsquenla y siéntense a verla con buen ánimo pero con mejor sentido crítico. Son hechos reales, nada de ficticios.

Se refiere a uno de los mayores envenenamientos mundiales masivos realizado por una compañía norteamericana, Dupont, con uno de sus productos más popularizados: el tefflón… Verán de qué forma difusa se trata una responsabilidad universal sobre la salud humana, sus intereses y sus consecuencias…

Después de eso, tan solo queda nuestra propia, sola y personal responsabilidad ciudadana sobre su uso. A veces se asume un suicidio colectivo por pura comodidad. Es posible que éste sea un caso entre muchos otros…

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ www.escriburgo.com miguel@galindofi.com

VIDA DE PERROS

Permítanme hacerles una simple pregunta: ¿a un amigo leal, a un compañero incondicional, lo considerarían ustedes una simple mascota?.. Yo no. En el reino animal, al cual también pertenecemos todos nosotros por cierto, existe una gama casi infinita de niveles de conciencia. Una iguana, por ejemplo, un hámster, una serpiente, por exótica que pueda ser, un ave, aunque sea la del paraíso, no tienen el mismo grado de, yo diría autoconsciencia, que tiene un gato, un caballo, un mono, un perro… los cuales pueden desarrollar hasta ciertos sentimientos con respecto a sus dueños y sus personas más próximas. Por eso no se les puede, no se les debe, incluir genéricamente como simples y vulgares mascotas…

Pero ninguno desarrolla una relación tan estrecha e intensa con sus amos – o así lo creo yo – como un perro. Estos animales, descendientes directos de los lobos, tienen la capacidad de desarrollar una simbiosis y relación de lealtad con los seres humanos directa y sin fisuras. Su vínculo para con el hombre es de naturaleza casi eterna. Tan solo tienen que pararse a mirar a un perro abandonado. En sus ojos solo verán la mayor tristeza del mundo y la súplica de ser adoptado por quiénes ellos consideran, quizá, el único ser superior digno de ser su compañero. Pero no es eso lo que en realidad ofrecen, si no una amistad hasta el final de sus días. Y sin condiciones.

Solo hay un problema: estos nobles animales solo nos acompañan una quinta o sexta parte de nuestra existencia. Su ciclo de vida es demasiado corto comparado con el nuestro, y no digamos con los casi 200 años de una tortuga, por ejemplo… Quizá exista un propósito oculto en ello, no lo sé. Quizá tengamos que sufrir esa dolorosa experiencia de separación por algún motivo que se nos escapa. Es posible que su generosa entrega y la sensación de pérdida que nos provoca esté establecida para indicarnos el camino de algo importante entre las personas humanas y los animales personas. Puede que sea precisamente para eso mismo: para hacernos más humanos. Puede que nunca logremos averiguarlo. Pero todos los que han pasado por esta manifiesta orfandad, sin duda alguna saben de qué estoy hablando. Es un duelo que siembra en el alma humana recuerdos de nobleza, lealtad, entrega, calor, afecto, acompañamiento… y eso nos mejora con respecto a nosotros mismos.

Hace poco que yo perdí esa compañía. Duque era un magnífico ejemplar de hasking con mezcla de pastor alemán, de una magnífica estampa… Vino a nosotros como una pequeña bola peluda de pocas semanas, y nos entregó doce años de su entrañable existencia. Toda su vida. No es mi deseo idealizar nada, pues la crianza de un animal de tales características no está exenta de problemas, preocupaciones y dificultades, pero su fidelidad es eterna, y cubre de sobra la cuenta de inconvenientes. Su madurez fue lo más espléndido y generoso de su naturaleza, y no les voy a aburrir aquí con los cantos y los cuentos de su vida entre nosotros… Mi nieto más pequeño, le hizo, tras que nos dejara, un conseguido dibujo con una aureola amarilla sobre la cabeza: “porque se ha muerto un perro bueno”, me aclara el detalle…

A su final, empezó a padecer artrosis severa en los cuartos traseros. Le costaba un trabajo ímprobo el levantarse. Luego se le complicó con la médula, que se vio afectada, y ya ni los chutes de corticoides le procuraban una mínima dignidad. Después comenzó a fallarle el sistema digestivo, por su cada vez mayor inmovilidad. Y se impuso el sufrimiento o el sacrificio… “Los que se les muere su perro durmiendo no saben el regalo que Dios les hace”, me dice nuestro veterinario… Cierto. Yo le rogué a los ángeles del cielo y de la tierra se lo concedieran, pero se ve que no lo merecíamos. No él, Duque, si no yo, que tuve que arrostrar el trago por el que no deseo que pase nadie. Una muerte digna implica una conciencia no siempre convencida de hacer lo mejor para él y lo correcto por nosotros. Pero no es ya la buena intención eutanásica, si no la tristísima sensación de acelerar su liberación de la cadena de sufrimientos por tu propia mano. Eso supone una despedida tan intensa que no puedes evitar el romperte por dentro.

…Y, en el momento final de ver partir su aliento último, o su cuerpo en el furgón veterinario, te sorprendes a ti mismo musitando una especie de plegaria entre lágrimas: “adiós, Duque, viejo amigo, adiós compañero…” Y solo entonces le otorgas con toda tu alma la categoría de camarada, de compañero de vida que le corresponde. Y, en ese momento, te das realmente cuenta que esa despedida lleva implícito un destino. Algo que tú le otorgas en tu deseo de que le vaya bien allí dónde vaya. En algún lugar que disponga de la plenitud, libertad y felicidad que merece… ¿por qué no va a haber un cielo para los perros, si estoy convencido que los perros tienen su propia alma?.. Ahora me parece verlo saliéndome al encuentro, o en sus lugares comunes, mirándome a los ojos, y sé que ese lugar existe, aún fuera de mi propio pensamiento. Solo espero que ese cielo para los perros pueda comunicarse con este infierno de los hombres… aunque sea en otra dimensión… ya saben.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ www.escriburgo.com miguel@galindofi.com

¡ MENUDA JUGADA !

 

Argelia suspende su Tratado de Amistad con España, tras 20 años de acuerdos, por la puñalada de Sánchez sobre el Sáhara, y su entrega a Marruecos. Nuestro ministro de Exteriores asegura que no teme perder el suministro de gas.

Este hombre no es que tenga cara de tonto, es que lo es... Aunque nos cubra Europa, nos va a costar uno ovoide y parte del otro a los españoles.

Lo cierto es que perdemos un socio fiable y estable a cambio de uno que jamás ha sido fiable y que siempre será inestable. El que nos aseguraba la energía, por el que solo da navajazos con su gumia.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ www.escriburgo.com miguel@galindofi.com

UN PRÓLOGO, UN LIBRO.

 

Mi buen amigo Pedro Pozas Terrados, me pide que le prologue su último libro: Hojas Caídas, un regalo de sí mismo a cuántos lo lean, aunque esté dedicado a su siempre amada y añorada Leonor, así pasen los siglos, y a sus queridas hijas… No solo me siento honrado, también me siento agradecido. Prologar un libro que se ha escrito con los entresijos del alma supone un privilegio para cualquier emborronapáginas como yo, y a cuyo pedido me apresto con la mejor, y más temerosa también, de las disposiciones. La mejor que puedo hacer, por la voluntad en regalar mi humilde aportación, y la más temerosa quizá por no saber estar a la altura de sus textos y vivencias.

Solicita mi aportación el mismo día que estoy escribiendo, por motivo del Día del Libro, uno de mis artículos: “Lectores y Escritores”… Y al ponerme a leer su preámbulo del libro que me envía, no puedo otra cosa que sorprenderme, porque, al inicio de uno de sus párrafos, escribe que “para todo escritor hace falta que exista un lector que lea sus llamadas”, algo casi exacto a lo que yo mismo había razonado en otro párrafo de ese mismo artículo. Esas… llamémosle “sinergias”, porque de alguna forma hay que nombrarlas, suelen darse cuando existe cierto grado de coincidencia en el pensamiento… Y Pedro y yo, a lo largo del tiempo en que nos conocemos, coincidimos en los ejes centrales de lo que consideramos importante, aunque en nuestras mutuas periferias luzcamos distintos “avíos”…

Afirma el autor que, a veces, compagina la prosa con la rima “porque los versos libres abren más caminos que los marcados por reglas”. Efectivamente, así es. Pero a eso creo que se le llama versatilidad, amigo mío… Un escritor así, es como la persona ambidiestra, que escribe igual de suelto con ambas manos; y el que vierte su sentimiento tanto en prosa como en verso es un autor versátil, como lo es también en aficiones y materias… En el origen de nuestro conocimiento, él me pidió mi colaboración en un capítulo para uno de sus libros sobre sus queridos simios… no por mi entendimiento en la materia, claro, si no por mi sentimiento hacia ella, tema del que más sabe sin ningún género de duda, y del que yo soy lerdo, aunque sensible.

Sin embargo, coincidimos en la escritura, y en “buscar el camino en el sendero cósmico de las estrellas”, remedando sus propias palabras. Por eso también que, posteriormente, igual le pedí yo a él que me prologase mi libro “Cosmogénesis”, porque sabía que podía interpretar, en toda su profundidad, mis locas elucubraciones… Poco, muy poco importa que moldeemos figuras diferentes, incluso con materiales distintos si, en el fondo, nos anima el mismo espíritu universal de entendimiento. No es éste un ditirambo mutuo traído por las circunstancias, que nadie se llame a engaño ni tome esta aportación por lo que no es. Tan solo es la constatación de un hecho.

Hojas Caídas” está estructurado en cuatro estaciones, como la sinfonía de Vivaldi, puesto que es la música de las palabras: cuatro cantos en el nacer del día, maitines, laudes, prima y vísperas, como en los esclarecidos claustros de la sabiduría del recogimiento. En Pedro Pozas son el Canto a la Naturaleza, el Canto a la Tierra, el Canto a la Esperanza y el Canto al Amor… Y no es un capricho en un autor dónde, como los monjes con sus rezos, la naturaleza, la tierra, la esperanza y el amor se funden en su mismo y único concepto: la causa y el efecto, y el fin de todo. Es el alma del mundo.

El primero de ellos es como un abrir los ojos a nuestros actuales días, llenos de rabia, indignación, y dolor por la aparente maldad y patente ignorancia. Es como un canto – yo diría mejor un grito – a la humanidad que conforma la sociedad de hoy, e intenta penetrar en las mentes de las personas antes de convertirse en gente, y que es insensible a los puntos neurálgicos que necesitan de sensibilidad. Y donde clama que la realidad que estamos construyendo no es la realidad real… El segundo, nos devuelve a la existencia armónica de la naturaleza. Su mensaje lo basa en que “un poeta es sensible al mundo natural”, sin embargo, la esfera de la creación que él dibuja en su visión cósmica y de ecosistemas está dentro de los seres humanos desde ese mismo acto creacional Si el poeta es capaz de sentirlo y transmitirlo, el resto deberíamos ser capaces de captarlo en nuestro interior… “buscad dentro de vosotros y lo hallaréis”, dijo aquel profeta galileo.

El tercero, es un intento de unir el hoy con un mañana mejor. Por eso mismo es un canto a la esperanza. Es una especie de búsqueda de un sendero blando y suave en un camino abrupto y pedregoso; o como buscar la luz entre girones de oscuridad; o cómo encontrar para nuestro cansado “yo” una almohada donde reposar logros y anhelos incumplidos o interrumpidos, que luchan entre sí dentro de nuestra cabeza… El último, es como el culmen de todo, el núcleo final, la piedra filosofal. La armonía del Universo que habrá de fundir la desarmonía de la Tierra por nuestra propia acción desarmónica. El pegamento del amor, que no es igual que el amor al pegamento, que nosotros practicamos por entenderlo así.

Y así que el autor, querido lector y señor mío, le invita a perderse en el piélago de palabras que forman y conforman sus vivencias… Pues, si se fija, y después de leer su prosa y su verso, lo repasa con detenimiento, todo lo que se escribe en este libro no es solo lírica. Dentro palpitan experiencias vivas y humanas de gozos y sufrimientos comunes a todos los seres humanos…

Declara su primera admiración por Julio Verne, sin embargo, no se deja capturar por la imaginación desbordada, ni se entrega a raptos de fantasías. Sus composiciones tienen un poso real, de experiencias gozosas y dolorosas, que estallan como un volcán enredado en sus versos. Su imaginación reside en la riqueza de sus metáforas, no en irreales aventuras… Quizá sus contactos con Félix Rodríguez de Lafuente, o con Jean Cousteau, sean los que más le hayan influido en sus arraigos y querencias a los animales, a nuestros hermanos primates muy especialmente, a toda la naturaleza como Gaya, e incluso al orden natural en general… Y así, equipado de tales parámetros, hay que leer este libro que me permito recomendarles.

…Porque no es un libro de comprar, leer y estanterizar (permítanme el palabro inventado, y sepan disculpármelo). Es un libro de cabecera, para leer a pequeños sorbos, paladeándolos y pensándolos; digeriéndolos y dirigiéndolos (al espíritu, al alma) y buscándoles hasta la médula. Es un libro de mesa, no de estante, para tener a mano cuando se tenga la necesidad de echar un trago de su potente ambrosía… no sé si me entienden… Ya saben: HOJAS CAÍDAS, de Pedro López Terrados, editado por Visión Libros.

Pero, sea como fuera, mi deseo es participárselo a Vds. y compartirlo con Vds… Que lo gocen tanto como yo lo he gozado, aunque nunca se dé por acabado… Buen provecho, y queden ustedes satisfechos.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ www.escriburgo.com miguel@galindofi.com

INÚTILES TODOS

Se quejan aquí, en Murcia, que la crisis con Argelia impedirá la exportación de 70.000 reses de la región… Bueno, al menos bajará el precio del cordero, digo yo… ¿o tampoco?..

Encima somos la comunidad autónoma con mayor inflación de toda España: un 9´2% nada menos. Y esto no es precisamente una llamada al turismo… Vengan, óigan, visítennos, disfruten de la región más cara del país…

Luego, saldrán López Miras y sus mariachis cantando el corrido de excelencias regionales: que semos los mejores, vénganse p´acá… Aquí, todo lo malo es culpa del gobierno central, y lo poco bueno es gracias a nosotros… ¡Menudo par de patas un banco!..

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ www.escriburgo.com miguel@galindofi.com

PROGRAMA RADIO PEDERASTIGLESIA

PERDONEN MI ATREVIMIENTO, PERO...

https://youtu.be/_QQEE_OOotE

 

ELVIRUS DE LA VIDA

 

Me he empanado un tocho científico de más de seiscientas páginas, “El Código de la Vida”, de Walter Isaacson (Pengüin Libros)… Es la biografía de la genetista y premio Nóbel Jennifer Doudna, parte de la historia en la laaarga investigación genética desde sus inicios, su participación en ella, y su influencia, determinante, en el futuro de la especie humana… Sus últimos capítulos están dedicados a nuestro reciente Coronavirus, y a por qué, cómo, cuándo, y de qué forma y manera, y a qué se debe que se pusieran en marcha la batería de vacunas que, en tan corto espacio de tiempo, inmunizó, y logró “gripalizar” – permítaseme el vulgar símil – lo que comenzó como una pandemia, mortal de necesidad.

No pretendo aburrirles, a estas alturas, con cuestiones científicas, por muy divulgativas y sencillas que sean de entender, ni mucho menos. Como tampoco es mi intención montar una controversia entre defensores y “condenadores”, negacionistas y afirmacionistas, provacunas y antivacunas, o terraplanistas y evolucionistas. Ni hablar. A lo largo de los dos últimos años he podido comprobar sobradamente que el “no es no” es una fuerza oscura y ancestral que el ser humano lleva enredada a sus tripas genéticas, que se opone a cada salto evolutivo y a cada descubrimiento (como ocurrió cuando Galileo, Miguel Servet, Darwin y otros); que se mantiene, más o menos oculto, a lo largo de los siglos, y que reaparece cada vez que hay un cambio decisivo para la humanidad; y que no se atiene a razones intelectuales, científicas o lógicas algunas, si no a la más estricta negación de todo.

Pero lo cierto y verdad, es que se debe a esta fuerza natural y regresiva, de resistencia al cambio… ¿Qué cuál ha sido el cambio?.. pues, en este caso, ni más ni menos que la propia naturaleza de las vacunas. Por circunstancias, yo diría que por obligada evolución en las investigaciones científicas, se ha dado un salto de la vacuna biológica a la vacuna genética. Eso es todo. Los adelantos en investigación genética, de enormes posibilidades, por cierto, tienen sus poderosos detractores, con el freno y marcha atrás echado desde el principio, con el temor y la moralina como diques a sus evidentes ventajas. Y tienen capacidad, medios, dinero y potencial suficiente como para armar todo un universo de temores, bulos, fake news, etc. engendrados y abonados en los miedos más recónditos de la especie humana. La conservación es enemiga visceral del riesgo de avanzar desde que el mundo es mundo.

La cuestión era que, cuando se abrieron las puertas del infierno del Coronavirus, las investigaciones para erradicar el cáncer, el alhzéimer, el sida, la leucemia mieloide, o la anemia calciforme, entre otras enfermedades degenerativas, estaban en fase adelantada de estudio a través de la genética, y la comunidad científica puso el foco en priorizar una solución para dar respuesta a la epidemia coronavírica que amenazaba convertirse en la peste del siglo XXI, ya que por el método biológico hubiera costado años y millones de muertos… A estas alturas, completado el Mapa del Genoma Humano, el usar el ARN como “mensajero” de una enzima para que las células “fabriquen” anticuerpos, en vez de inoculando los virus de la propia enfermedad, supone ganar veinte veces un tiempo que se necesita para salvar esos mismos millones de vidas… La respuesta, pues, es lógica y de estricto sentido común.

Si tiramos de Historia, la llamada Peste Antonina (siglo II) mató a diez millones de personas en un mundo la cuarta parte poblado del actual. En la época de Justiniano (siglo VI) se cobró 50 millones de vidas humanas. La llamada Peste Negra del siglo XIV se llevó por delante a 200 millones de personas. La moderna Gripe Española, se cobró más de 40 millones de vidas… Y nuestro Coronavirus actual apenas ha sobrepasado el millón y medio de fallecidos, en un mundo superpoblado como el nuestro. El negar esta evidencia es negar la propia historia. Y el no querer ver que la diferencia está en la pronta vacunación masiva, rozaría la más ciega irracionalidad y fundamentalismo.

Se dice que la ciencia es evidencia, y el no reconocimiento falta de conciencia… Y lo que es evidente es que, a partir de ahora, todas las vacunas serán genéticas, o no serán. Guste o no guste. Lo contrario sería fanatismo e ir en contra de la propia evolución científica, e incluso humana… Para bien o para mal, lo sepamos usar mejor o peor, la eficiencia de la ciencia siempre ha prevalecido sobre los prejuicios humanos… aún cuando éstos sean interesados. Si hemos avanzado en algo ha sido gracias a ella, y las personas, al final, siempre han acudido al médico después de haber consultado al brujo de la tribu…

Esto no quiere decir que los hechiceros no tuvieran su tiempo y su lugar en la historia. Y que haya que reconocerles el nivel de su sabiduría en su momento. Pero si Dios (ya que los inmovilistas suelen hablar en su nombre) hubiera querido inmovilizarnos en la edad de piedra, o en la edad media, no hubiéramos llegado al punto de poder recrearnos a nosotros mismos… Por eso nunca entenderé a los que niegan el Plan de Dios en nombre de Dios mismo. No comprenden nada, pero son capaces de enmendarle y negarle al propio Dios lo que está concediendo… Y eso mismo, y no otra cosa, es lo que está ocurriendo.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ www.escriburgo.com miguel@galindofi.com