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LA LIBERTAD
- Por miguel-galindo
- El 19/02/2024
(de Derecho Romano)
Un día, un señor romano decidió conceder la libertad a sus esclavos. Así que los reunió, y les dijo: “sois libres, podéis marchar y hacer de vuestra vida lo que deseéis”…
Y sus esclavos le respondieron: “¿quién eres tú para quitarnos la libertad de optar por ser esclavos?.. ¿acaso no podemos ser esclavos libremente?”..
Es la imagen del hombre actual. Nos esclavizamos a un hedonismo y consumismo de los que no queremos liberarnos. Preferimos ser gente a ser personas. Somos pensados por nuestros amos y nos negamos a pensar por nosotros mismos… ¿Quién eres tú para liberarnos de nuestras cadenas, tradiciones, hormas, dogmas y hormas?, contestamos a nuestro señor.
DECÍAMOS AYER...
- Por miguel-galindo
- El 15/02/2024
(de Rtve.es)
Bien jovencito yo iba para impresor, pero las circunstancias de la vida me empujaron a otro camino. Aprendí el oficio completo: desde los tamaños y cortes de papel; la impresión en diferentes máquinas, manuales y eléctricas; encuadernación en blocs, talonarios, etc… pasando, por supuesto, por el alma de todo: por la composición de moldes en tipos de plomo (de ahí lo de tipografía). Con don Emilio, al que mucho quise, que me enseñó a juntar y justificar las letras que componen los textos: tipos, tamaños, familias; regletas de dos, cuatro, seis, ocho o doce puntos… Y he terminado mi andadura juntando letras también, ¡qué cosas!, pero esta vez directamente sobre el soporte (ya casi nunca papel), y no copiadas del original dado, sino de mi mente que me las dicta, y me las elige, ora esto, luego lo otro… Empecé como impresor y termino como escribidor.
Pero esa mente es selectiva, aunque me conceda una parte de libertad creativa… Por ejemplo: leo en letras de molde bien gordas una cabecera de periódico regional (LO-20/11) algo que me sobresalta la atención, y es “el Mar Menor amenazado por fármacos y cosméticos”. Decenas de años echándole la culpa a la agricultura (toda la culpa, sin tenerla toda), y cuando se la condena aparece esto… Busco industrias cosméticas y farmacéuticas por acá y acuyá, y no encuentro ninguna, pues lo de las múltiples e incontrolables, y macro, piaras, de la cría de cerdos, no lo veo compatible con el perifollo.
Así que me pongo a leer el estudio… y me encuentro con que a eso se les llama “contaminantes emergentes”, osea, que empiezan a florecer ahora, en la actualidad. Vale. Un nuevo foco el que amenaza a la laguna. “La mayor presencia de estos contaminantes se dan en las zonas costeras, donde hay una mayor presión humana”, apuntan los investigadores. Esto es: los focos ya no vienen tanto del interior, sino que están “in situ”. Va a ser, me temo, que ahora toca prohibir que los visitantes, veraneantes, vecinos y turistas, se tiñan el pelo, usen rimmel y demás cremosidades, y, lo peor, que vayan enfermos y podridos, como los que tomamos una docena de pastillas al día para mantener nuestra apariencia de sanos.
“Los fármacos de uso humano tienen su principal vía de entrada a través de los efluentes de las plantas de tratamientos de aguas residuales”, sigo informándome en el detalle de las causas… Está más o menos claro: evacuamos vía WaterClouse toda la porquería química con la que nutrimos y embadurnamos nuestros patéticos organismos (la alimentación propiamente dicha ya lleva su propia carga de contaminantes químicos), y todo va a parar al mar al que, matarile-rile-rile, le damos día a día, a todas horas, desde nuestras estancias costeras, en una transfusión lenta, pero mortal, acelerada a tope en temporada alta… Los propios de las manifas de “salvemos al soldado Ryan” son eliminadores activos de las sustancias farmacosméticas que joden mogollón a nuestro muy querido medio. ¿Qué hacer, pues, ahora?, ¿qué decir entonces?. A mí no me pregunten.
Decíamos ayer… Bueno, eso era Fray Luís de León desde su cátedra de la University of Salamanca; pero decía yo muy ayer desde mi cátedra de la vida; desde mi espadaña de ver las cosas y de recibir pedradas, sin dejarme llevar por la marea de lo que toca (o nos hacen que toque) en cada momento, y los sentimientos impostados de aluvión, que sí, que claro, que naturalmente, que la agricultura intensiva tenía-tiene una buena parte de culpa en el desastre ecológico y natural de la laguna… Pero eso: que solo una parte. Que había otra parte de producción de veneno aportada por los propios hacinamientos humanos que soporta el litoral, en espiral intensa creciente, y que no son ángeles que (con perdón) no comen, no mean, no cagan, no se lavan ellos ni lavan sus ropas, no usan lavavajillas…
Pero esa parte, nunca, jamás, se ha querido ver. Seguimos masificando la costa de bares, servicios, hoteles, chiringuitos, urbanizaciones y proyectos constructivos a mogollón, y más los que vendrán a partir de la suspensión de la moratoria. Esas construcciones invasivas – para eso se hacen – se petarán de humanos que se maquillan por dentro y por fuera a diario (aparte, claro, el aporte de su cada vez mayor menage), y que, al tercer día, resucitará todo en forma de excremento, que, a pesar de toda su depuración – que no sé yo tampoco – al final, cuesta abajo como van todas las cosas, amanecen y aparecen en nuestros basureros de siempre: los mares.
El agente contaminante es el hombre, el ser humano, las personas. Directamente. Lo otro son los medios de los que nos servimos… El demonizar la agricultura masiva y santificar el turismo igual de masivo es una miopía consentida, disimulada e interesada, de según qué recorrido… Contaminar el Mediterráneo, o los océanos (que también lo hacemos) parece notarse menos gracias a las amplitudes (la mierda se nota más en envase pequeño que en envase grande), por eso hacerlo en un medio reducido, como nuestro Mar Menor, tiene sus graves y muy directas consecuencias, porque igual es directamente proporcional, como nos enseñan los profes de mates antíguos y modernos…
En realidad, reconozcámoslo, no hace falta que haya venido Vox ha pasarse por el rulé esos principios, y abogue por un campo produciendo a degüello y la producción turística a mayor tope aún… Eso ya lo hicimos nosotros antes, y deseamos seguir haciéndolo hoy. De hecho, para eso mismo hemos votado a ese partido, y aquí casi más que en ningún otro lado: para ahora tener a unas siglas a quiénes echarle la culpabilidad mañana de nuestra irresponsabilidad de siempre.
Estaba yo ayer, como decía, juntando los tipos de plomo bajo la batuta del Sr. Salmerón, sin parar en mi conciencia, menos aún en mi consciencia, lo que significaba aquello que estaba componiendo… Yo montaba línea sobre línea, según el modelo plantado ante mis narices. Luego, al final, en la prueba impresa, el Corrector haría su trabajo, desempeñaría su rol, corrrigiendo errores con oficio… Sin embargo, ¿quién corrige lo que hoy levantamos?, ¿quién es el corrector de todo este desaguisado?, ¿ánde andará?.
Miguel Galindo Sánchez / info@escriburgo.com / www.escriburgo.com
OPTIPESIM
- Por miguel-galindo
- El 15/02/2024
(de Deia)
El otro día me llama un amigo mío, del que hacía tiempo no sabía… “Yo sí sé de ti”, me dice, “pues te sigo en tus escritos”, me halaga, pues él es un estupendo periodista en activo, y una persona positivamente comprometida, como pocos.
Me dá a entender, en nuestra corta charla, “lo acertado” de mis escriturajos, y yo le opongo el parecer de muchos que me dicen sin tapujos que me he vuelto un redomado pesimista.
Y me hace el mejor regalo que nunca he creído merecer, dadas las circunstancias: “Te seré sincero (me contesta) yo te veo como un optimista bien informado”… ¿Dios mío! – me digo a mí mismo - ¿cómo será hoy un pesimista?..
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ – www.escriburgo.com – info@escriburgo.com
VALORES
- Por miguel-galindo
- El 13/02/2024
(de Quora)
Me da la sensación de que estamos perdiendo el sentido de la proporción. Y me atrevo a decir que incluso el de la ética… Por otro lado me parece lógico, porque, miren ustedes: en el momento en que desproporcionamos las medidas, nos cargamos la estética; y como la estética es la madre de la ética; pues aquí lo tienen, blanco y en botella. Lo malo es que la ética afecta directamente a la justicia, que es, o debe de ser, el equilibrio de los casos y las cosas (por eso se simboliza con una balanza); de la buena convivencia; e incluso de la lógica, del razonamiento y hasta del sentido común.
Me voy a permitir poner dos o tres ejemplos sacados de la reciente cotidianidad, y que vienen a cuento de lo que quiero ilustrarles: leo en un periódico cercano el caso de un padre que, al tirarle su hijo de nueve años las gafas del abuelo al suelo, en una rabieta infantil, le propinó una cachetada en el culo, por la cual la Audiencia Provincial ha condenado al progenitor a no acercarse a su vástago a menos de trescientos metros del zagalico durante tres meses.
Otro, mucho más conocido, es el del escritor Fernando Sabater, que ha sido condenado socialmente a descrédito público, e incluso despedido como colaborador habitual de El País (periódico que yo creía liberal) por un artículo en el que critica lo que él cree como excesos del malentendido feminismo… Por un lado, decimos defender la libertad de opinión, y por otro la castigamos, aplicando además inquisitorialmente métodos desmedidos para lo que se estima “políticamente incorrecto”.
Entre medio de estos casos, leo un suelto en uno de esos dos mismos diarios, donde el recién estrenado Ministro de Economía, un tal Carlos Cuerpo, creo, nada más asumido el cargo, su primer acto ha sido nombrar a su mujer como Directora General de no sé qué cosa de su Departamento… Esto es, o así lo creo entender yo, un claro acto del más descarado nepotismo, y que ha pasado sin pena ni gloria, como la cosa más natural y normal del mundo.
Por supuesto, hay muchos, muchísimos más ejemplos, de estos carices tan distintos como distantes, y como opuestos… Me refiero a que castigamos desmedidamente actos más que superficiales y veniales, y, aún así, relativamente dudosos; y, por otro lado, dejamos escapar, sin un solo guiño, otros que, si no otra cosa, sí que son francamente amorales. Lo que demuestra, aparte la legalidad o ilegalidad en función a tales leyes, que la legislación no siempre se ajusta a un código ético… Yo siempre he dicho que la gente suele confundir Ley y Justicia. Pero son dos algos distintos. La Primera sirve a la segunda, pero no siempre la segunda tiene un sentido justo. Piensen – por mal ejemplo – que el genocidio nazi fue legal según las leyes alemanas de entonces. Aunque éstas fueran inhumanas en tal sentido.
Al final, todos estos matices, emanan y desembocan a la vez, de y en una misma tabla de valores, cuya escala la veríamos según los tiempos que nos toca vivir; y de esa escala de valores elaboramos unos principios que son los que usamos en nuestro día a día enmarcados en normas, reglas y leyes… Luego, a ese pack no tenemos empacho en llamarlo “moral”, y nos quedamos tan panchos. Nos decimos a nosotros mismos que todo lo que es legal es moral, pero nos engañamos.
Moral viene de la raíz latina “mor, mores”, y no significa otra cosa que “costumbre”… Entonces nosotros, como gente pensada, que no pensante, de las costumbres hacemos tradiciones, y a éstas les concedemos el valor de principio moral. Tremendo error, puesto que existen tradiciones abominables, y ningún valor, ninguno, es inamovible. Todos evolucionamos, o estamos obligados a evolucionar, para mejorar a la humanidad, no para su involución. Todos hemos de estar al servicio de las utopías, no de las distopías.
Sin embargo, al menos aparentemente, se adivina una crisis en el sistema (crisis de valores, la llamamos)… Están como trastocados, y, claro, lo que producimos son esas también aparentes inmoralidades en nuestras leyes, reglas y normas, que `producen esos disparates de los que al principio he hecho ejemplo: le damos importancia a lo que no tiene ninguna, y no se la damos a lo que debería tenerla; castigamos y absolvemos sin fuste ni principio alguno; y hemos perdido el sentido del justo equilibrio. Y lo que es peor, lo que hacemos mal, encima, lo utilizamos como excusa.
Está meridianamente claro – yo así lo veo – que vivimos tiempos líquidos (como bien analiza Baümann en su obra); tiempos de cambio profundo, tanto en pensamiento como en estructuras; que nos viene un cambio de paradigma en todas sus extensiones; un cambio de era evolutiva (algunos la llamarán astrológica, aunque sí que es astronómica), incluso impulsada por nuestros propios actos y acciones erradas; y que antes de salir a la nueva luz habremos de afrontar la imponderable oscuridad… Los cambios de ciclo llevan un tiempo de depuración, y eso es inevitable; como inevitable resulta las consecuencias de la Ley universal de Causa y Efecto.
En esta tesitura, tan solo existen un par de posturas: Oponerse al cambio, o colaborar con el cambio. Optar libremente por la involución o por la evolución, eligiendo de qué lado de la revolución se pone uno… Sobrevivirán los que sepan escoger y su edad se lo permita, naturalmente… Yo, por la mía seré tan solo que un testigo del final, que no del principio, y crean que lo siento de veras, pero así son las cosas. En una década veremos tambalearse ideas e instituciones que creemos sólidas; sentiremos caducar principios que pensábamos increíblemente eternos; y asistiremos a cambios estructurales de enorme profundidad para lo que ha de seguir después…
Ojo, ni esto es el Apocalipsis ni yo soy San Juan. Los que empiecen a abrir su mente lo vislumbrarán, y los que la mantengan cerrada me lo achacarán en su ceguera, por ser “un agente de la disolución”, como últimamente me han sobretiquetado… Vale, con eso ya cuento: ¿qué más..?
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / info@escriburgo.com / www.escriburgo.com
CUMPLEAÑOS FELIIIIZ
- Por miguel-galindo
- El 12/02/2024
(de Cope)
Me disgustan todas las modas anglosajonas, pero muy especialmente entre todas ellas la apagada de velas en cumpleaños con el tonto estribillo cantado y todo eso. Me parece estúpido y patético.
Y es que yo asocio vela apagada con vida apagada, y no le veo la gracia por ninguna parte… He cumplido muchísimos años, y los de mi generación, sin ese bobo protocolo, hemos sobrevivido sin ningún problema.
Pero lo que más me molesta es la absurda insistencia y la obligación que te imponen, porque “un cumpleaños sin velas no es un cumpleaños ni es nada”… No sé quién dicta las normas que se convierten en dogmas. Pero deberían respetar la voluntad del que cumple, al menos.
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ – www.escriburgo.com – info@escriburgo.com
EL SER RELIGIOSO
- Por miguel-galindo
- El 11/02/2024
(de MagisNet)
La religión (sentimiento religioso) y el ser humano nacieron juntos, se desarrollaron a la vez y se están cuestionando por separado, si bien el Plan, con mayúscula, es el mismo… En aquel Jardín del Edén que dicen, al que le cambiaron las “aes” por las “es” tras echar al inquilino con su Adn puesto, el sentimiento de haber pasado de animal a humano en aquel paraíso lo ha acompañado en su genética ética y estética hasta la más actual actualidad, valga la redundancia actualizante. Y lo ha sentido y vestido según su experiencia y trascendencia de cada momento histórico de su largo – o corto – camino, según se mire, o según se mida, en los eones del tiempo.
El hombre primitivo elaboró la religión del miedo como explicación a su desnudez y fragilidad: miedo al hambre, al clima, a los animales salvajes, a la enfermedad, a la muerte… Como en aquellas épocas primarias las personas no habían desarrollado la comprensión de las conexiones causales, tuvo que inventar dioses y diosas para cada efecto y asociarlos a los acontecimientos más sobrecogedores y menos entendibles… La religión del miedo intenta que las potencias deíficas (naturales) sean propicias a los mortales ofreciéndoles sacrificios, propios o ajenos, personales o sociales, esto es: comprándoles, sobornándoles, ofreciéndoles un trato.
Es en ese momento (se estaba pidiendo a gritos) cuando se gestan las castas sacerdotales, que se erigen como mediadores y representantes exclusivos, entre la tribu y el tótem primero, luego entre el pueblo temeroso y el diós al que temen, en base a una hegemonía propia, faltaría más… En el momento en que susurraron a la oreja de los reyes que ellos podían hacer creer que los monarcas recibían su corona y poder por la gracia de Dios, y que ese mismo Dios los entronizaba a través de los sacerdotes, el invento quedó sellado y patentado por milenios, prácticamente hasta los mismos umbrales de la era moderna. Una asociación muy rentable para ambos elementos: monarquía y religión.
Y de tal punto nació un concepto social de la religión: el Dios de la Providencia que protege, dispone, recompensa y castiga; e incluso añade en el kit, como oferta especial de lanzamiento, la custodia del alma de “nuestros” muertos, y entrecomillo lo de “nuestros”, porque no vayan a ser los de los otros… Aquí ya hay una especie de acuerdo contractual, que de ahí viene “contrato”: la religión se convierte en una especie de oficina de Aduanas en que, en base a misas, regalías y bulas subrogadas, pasaportes purgatoriales y venta de favores con el divino, diezmos y primicias, le dá el toque de religión social.
La Iglesia es la cúpula visible, la puerta del cielo en la tierra; y la curia y sacerdocio es el inmenso funcionariado que la sirve y que se sirve sin contemplaciones. Ya no son necesarios los sacrificios de la religión del miedo, luego basta con pagar las tasas e impuestos y gabelas pertinentes para evitar que el alma sea pesada en la balanza de Anubis. Pase por taquilla y será salvo, se dice en los confesionarios, como fielato de absoluciones.
El paso evolutivo a la religión moral se empezó a intentar - a suponer - a partir de Jesucristo, que descubrió un trato directo con un Dios que era más padre que diós. Lo moral y normal es el trato directo, cordial, íntimo, confiado, abierto e incondicional… Y digo que se comenzó a suponer, porque en realidad fue un intento más que un logro, pues la propia religión entonces dominante desbarató un tanto el intento, quitando de en medio al mensajero y manipulando su mensaje; y erigiendo una nueva, remozada y retocada religión con los restos del tal mensaje. Osea, más de lo mismo salvando los detalles…
Pero aquél Cartero de aquél Zar, dejó dicho que el Dios-Padre había que buscarlo en nuestro interior y no en Templo alguno, incluso soltó que “no dejaré piedra sobre piedra”; y en el cemento de la falsa religión, gemelar a la judia, incrustó una carga que estalló en el Concilio Vaticano II de Juan XXIII (1.962), en que comenzó a abrirse grietas que han ido a más aún y a pesar de los vanos y frenéticos intentos de meter el freno y marcha atrás; y que Francisco quiere revisar lo que su curia quiere seguir ocultando. Se empezó a vislumbrar la religión moral donde hasta sus curas tenían que trabajar para poder comer, como los antíguos cristianos; y donde la “Palabra de Dios” se daba nueva, gratuíta, conciliatoria, entre obreros y andamios. Todo estaba entonces en deconstrucción para su reconstrucción.
Mas todo quedó en agua de borrajas. La todopoderosa curia se dio cuenta que se estaba desmantelando el montaje, y se dio prisa en cancelar la apertura, satanizarlo todo (el humo de Satanás había entrado en la Iglesia, mentían, y les creimos); y si había que pasar por las armas a algún Papa, pues se pasaba, tampoco sería la primera vez, ni quizá la última (recuerden a Juan Pablo I)… Y la tumba volvió a cerrarse, y el oscurantismo volvió a la religión. Pero la semilla moral quedó plantada, y ya nunca, jamás, después, se ha secado del todo. Y está pronta a dar su fruto.
Hoy, en la actualidad, a pesar de la aparente ruindad y ruinosidad, empieza el amanecer de la… yo la llamo Religión Cósmica… Newton, Képler, Galileo, fueron abatidos, pero ya Laplace, Einstein, Hawkings, tuvieron que ser escuchados. Ya no sirve la concepción antropomórfica de Dios. Incluso en Salmos de David y en algunos antíguos profetas ya lo anunciaban. El budismo y el aire fresco de Shopenhauer se han hecho presentes en el mundo, pese a la oposición pétrea de la aún vigente religión del miedo mantenida por una Iglesia santoral-profesional.
Acusan a la ciencia de socavarle la moral, pero eso es porque las religiones se han apropiado la tal moral, cuando la moral no es suya ni de nadie. Nunca lo ha sido. Como tampoco la fe… La religión cósmica, universal, holística, no necesita de Iglesias. Para nada. Cristo tampoco las necesitaba. La Iglesia ya no sirve al hombre, ya tan solo se sirve a sí misma.
“Es el sentimiento religioso cósmico lo que proporciona fuerza al hombre… en estos tiempos materialistas que vivimos la única gente profundamente religiosa que conozco son los investigadores científicos honestos y serios” (Albert Einstein)
Miguel Galindo Sánchez / info@escriburgo.com / www.escriburgo.com
DEBERÍAMOS FIJARNOS MÁS
- Por miguel-galindo
- El 09/02/2024
(de Gurena)
Lo mismo que en un tren, si miras el paisaje cercano, te parecerá ir a una velocidad increíble; si te fijas en el lejano, por el contrario, te parecerá viajar a una gran lentitud…Igual pasa con la vida.
Si quieres manejar los acontecimientos cercanos, te sobrepasan, actúas sin pensar, por reflejo, con precipitación… Pero si los ves venir de lejos, cuando llegan ya los conoces, los tienes estudiados, y obras con mayor sabiduría.
Y es que, si nos fijáramos más en las leyes físicas, nos educarían en nuestro comportamiento, pues ellas no son ajenas a nosotros, y nosotros estamos sujetos a ellas… A veces nos creemos por encima de lo que no lo estamos.
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ – www.escriburgo.com – info@escriburgo.com
LO QUE SE COCINA
- Por miguel-galindo
- El 06/02/2024
(de Imida)
“Profesionales de la cocina acuden al Banco de Semillas del Imida en busca de recuperar sabores tradicionales” (LO,28.11) Esta noticia pone a las claras que los sabores que nos suministran en la cesta de la compra no son los tradicionales.
Son otra cosa, otros sabores y otros saberes…La manipulación en la explotación alimentaria los han convertido en sucedáneos de lo que fueron, así que se nos hace olvidar el sabor que tuvieron, y listo…
Por lo que los dioses del guisado, que lo saben mejor que nadie, procuran rescatar la pureza inicial de los alimentos, para hacernos adeptos a sus depuradas cocinas y cantarles aleluyas de adoración… No es cuestión de arte, sino de rescate.
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ – www.escriburgo.com – info@escriburgo.com
LA VERDAD OS HARÁ LIBRES
- Por miguel-galindo
- El 06/02/2024
(de NoDualidad)
Imaginaos a Catalina Emmerich misma, por ejemplo entre otros conocidos, bajo su estructura mental archicatólica de entonces (creo que ya fue santificada por la Iglesia) que hubiera accedido a un nivel de percepción en el que su visión le manifestara lo que ella creería a pies juntillas como el mismísimo infierno: fuego, clamor de las almas en pena, talmente convencida y abducida por la imagen del mismo creada por la religión. Nada que objetar y mucho que transmitir en aquella época (1.774)… Algo perfectamente plausible, dadas las circunstancias.
Hoy, en la actualidad, podríamos pensar que, casi, casi con seguridad, le fue dado a ver lo que ahora conocemos por un “Agujero Negro” de nuestra misma galaxia… La imagen y el sonido, captado por Hubble, y que ha difundido la Nasa, no necesita de muchos comentarios:
https://Youtube.com/shorts/ioR5np1fmEc?si=EWT2kaBMqYm73al
Si logran conectar con este link y ponen atención, ustedes mismos podrán escuchar el ulular doloroso de las almas en un medio absolutamente infernal, según nuestra percepción… o mejor dicho, según nuestra concepción de las cosas; según nos las han hecho ver desde confesionarios y púlpitos. Que el Papa últimamente se cayese de la santa higuera y dijese que el infierno no existe, dice muy poco a estas alturas.
Primero, claro, forzado por los hechos, y segundo, porque el infierno sí que existe… lo que no existe es “su” infierno, el montado por la curia, eterno, rebozado de demonios y con pecadores como pelets en estufa, y toda su interesada parafernalia. Porque sí que existe el que nos hacemos la propia humanidad aquí, entre nosotros mismos, sin la ayuda ni colaboración de más diablos que los que aquí somos, y que es parte de nuestra propia experiencia de vida… Resulta pateticurioso pensar que el Santo Oficio de esa misma Iglesia, creía (porque quería) mandar al infierno a todos sus perseguidos, cuando, en realidad estaba librándolos de él precisamente. Esa es la precisa justicia divina, y no la que ellos se auto-otorgaban practicar.
Las últimas investigaciones en fotónica han dado un paso mágico, un cuasi milagro: se ha logrado transmitir imágenes sin que la información viaje entre dos puntos (nada de emisor-receptor); lo llaman teletransportación quántica, y se ha usado hasta ahora en estados bidimensionales. Lo que la nueva física dice es que pueden estar en dos lugares al mismo tiempo… En 1887, el milagroso y apabullante Padre Pío de Pietrelcina practicaba la bilocación sin pestañear y sin conocimiento de las redes quánticas. En el caso de los santos, la Católica lo justificaba como milagros; en el caso de las consideradas brujas, decían que era cosa del diablo. La Iglesia, como siempre, tendiendo puentes… Menos mal que la ciencia está a lo suyo.
Pero uno de los últimos más acojonantes descubrimientos de la Nasa (en realidad no lo son, lo cierto es que son re-descubrimientos), es lo que han venido en llamar la “luz prohibida”, y que aseguran que desafía hasta a las propias leyes quánticas… Está en una remota galaxia en espiral, a 275 millones de años luz de la Tierra, y lo comparan a un gigantesco e inimaginable Acelerador de Electrones. Esto es, nosotros aquí, “inventando” mierdecicas de Aceleradores de Partículas, y resulta que Algo/Alguien ha estado construyendo e instalando por el Cosmos macroaceleradores para dar energía y ponerle las pilas a los Universos… Y eso, infinitamente antes que nos hicieran a los humanos de aquí.
Comentando en voz alta este último… acontecimiento (pues es lo que es) científico, ante un próximo – por cercanía – abre los ojos como platos, y suelta: ¡Arrea!, si ya descubrieron la “Partícula de Dios” (el Bossón de Higgs), a ver si han dado con el propio Dios… No caerá esa breva, pienso yo, pues cuando lo encontremos nos habremos encontrado a nosotros mismos, y habremos vuelto a la casa paterna de la que nos escapamos echando leches, o algo muy parecido nos sopló el mismo Cristo. Y no, no caerá esa breva, dados los caminos que aún andamos, y lo que es peor: cómo los andamos.
Además, no me imagino yo a Dios así, como una tormenta de rayos y truenos, y fogonazos, por muy inteligente que sea ese chisporroteo. Así lo vieron los antiguos patriarcas (leer Libro de Enoc), o Elías y otros profetas… Como tampoco me veo charlando con un Dios antropomorfo, con su barba, su nube, y su boina triangular, aunque la empoderada mente es sobradamente capaz de disfrazarlo de lo que nosotros íntimamente queramos, con el fin de darnos la razón nosotros mismos.
Yo creo que a Dios no lo veré, que lo sentiré; que me diré a mí mismo: esto es Dios, estoy en Dios; resulta que no es que haya llegado, es que ya estaba aquí y no lo sabía; que lo creía perdido y estaba encontrado; o sea: lo veía fuera de pista, y por eso estaba des-pistado; y resulta que no me he movido del sitio… Así mismo creo que será, como el que despierta de un sueño jodido que había tomado por la realidad sin serlo ni parecerlo, pero sí padecerlo.
Vivimos un mundo de sensaciones que nos hemos construido a nosotros mismos… Y me da el tufo que estamos empezando a deconstruirlo sin tener ni p… idea de lo que hacemos; como deconstruye la nueva cocina cuentista una tortilla de patatas. Igual nos construimos a Dios, a nuestra mala imagen y peor semejanza; y ahora la ciencia parece deconstruirlo también. Sin embargo, corremos la aventura de identificarlo POR su obra; estamos descubriéndolo EN ella, pero no debemos confundirlo CON ella… El día en que la Libertad venga de manos de la Verdad, puede que lo entendamos.
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ – www.escriburgo.com – info@escriburgo.com
MENUDA ELEMENTA !!
- Por miguel-galindo
- El 05/02/2024
(de Adobe Stok)
Un embuste más de Isabel Díaz Ayuso: “Madrid aporta al fondo común casi el 70% de todo con lo que sufragan los servicios públicos de España entera”… Mentira. La aportación es del 24%, según la Fundación de Estudios de Economía Aplicada.
Y lo que calla esta reina católica son las descomunales ventajas por ser capital de España; el ser el núcleo del poder político, financiero y empresarial del país, con más de 150.000 funcionarios, entre otras enormes chupetas...
Deberíamos terminar con esa estructura radial que viene de Felipe II, y que no encaja con la filosofía federal de las Comunidades Autónomas… Esta política es infinitamente peor que sus denostados separatismos. Quiere acaparar a España entera para ella sola. ¿A esto no dice nada López Miras?..
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ – www.escriburgo.com – info@escriburgo.com
DECÍA QUE...
- Por miguel-galindo
- El 02/02/2024
(de Jan Anguita)
Hace poco tiempo, a causa de uno de estos artículos míos, ¿QUÉ KARMA? creo que se titulaba, personas allegadas y queridas manifestaron el temor, a través de mi santa (esposa), de que estuviera atravesando una seria depresión, ya que, aparentemente, interpretaban un trasluz de coger el tranvía y ahí te quedas mundo amargo… Les agradezco “in profundis” su preocupación, pues demuestran que me estiman a pesar de todo; y doblemente además puesto que eso me permitió una charla con mi mujer a un respecto que no me es normal hacerlo por personal disposición.
Baste con eso… Pero quizá me vea moralmente obligado a seguir ahondando en lo posible en el tema que me ocupó, a fin de aclarar algún malentendido que otro en tal dirección. Y es que, llegado a mi edad, lo lógico – o eso creo yo - es plantearse lo cerca que tenemos el trole de tal tranvía de recogida, y lo lejos que quedamos del que nos dejó en esta parada. Y aprovechar para hacer una, aún somera, revisión de fondo de almario, con ele, ya me entienden ustedes si quieren entenderme. Lo que puede pasar, que no digo yo que no, es que se pueda confundir el “me tendré que ir”, con un “me voy”…
Realmente, estas revisiones, por salud de espíritu, las deberíamos de hacer todos regularmente a lo largo de toda nuestra vida, y no cuando las orejas del lobo asoman por la cuesta, y nos acordamos que toda venida tiene una vuelta, pero bueno, enfín, más vale tarde que nunca… Yo me planteaba en ese artículo de marras, en voz alta, que en mi caso es en voz escrita, si he convertido mi dote de talentos en cosecha de talantes, o he optado por el “virgencica mía que me quede como estaba”, tan católico pero tan poco cristiano. Decía S.Agustín que prefería a los sucios y astrosos de trabajar que a los limpios e inmaculados de rezar…
…Y hacía un repasico, pero no me veía yo como para llegarme con exigencias a la hora de poner pié en el estribo, ya me entienden… Así como escasillo de equipaje. Y decía que no me quedaba ya, practicamente, mucho tiempo para recogerme los cromos que le faltan al álbum, que son más de los que quisiera. Ese era el contenido y la valoración de tal escrito. Lo que pasa es que lo hacía extensivo también a los demás, porque, igual argumentaba, que mi tasación sería muy subjetiva, ya que trataba de mí mismo, y así no se puede ser objetivo, ¿verdad?..
Sin embargo, y esto es digno de poner en negro sobre blanco, ese test, ese exámen, nos lo vamos a hacer nosotros mismos. La cultura egipcia decía que Osiris, con su balanza, era el encargado del pesaje de almas. Esto, postisteado por la Iglesia Católica, es San Miguel, el arcángel, el nominado para la faena… Sin embargo, fuera de todo folklore religioso, ni vá a haber romana ninguna, ni el de la cabeza de chacal, ni el ángel cabreado de la espada tampoco…
Que parece ser que vamos a estar a solas con nosotros mismos, y que vamos a ser los más duros jueces que nos pueda tocar en suerte, pues, al fin y al cabo, somos parte del mismo proceso, del mismo objetivo, e incluso del mismo camino. Somos pié y sandalia a la vez. Y no se trata de castigo ni de perdón. Ni tampoco de indulgencia ni de severidad. Tan solo de una constatación formal e inapelable de los hechos y de los deshechos una vez despojados del mundo ilusorio de la materia. Solo será lo que seamos, y seremos lo que sea, sin trucos ni magia de ninguna clase. Ni siquiera de religiones… Imaginen un lugar en el que no puedan ocultarse de sí mismos.
Ya sé que estoy hablando de puñetera metafísica, pura y dura, pero es que la existencia real es el mundo metafísico y no el físico. En esta vida estamos atados (nos atamos nosotros solitos) a un rosario de normas y dogmas; de morales y contrahechos, que nos inventamos nosotros para nosotros, y en el que todo suele ser más falso que un teatro de marionetas. Pero eso sí, lo creemos, y lo hacemos. Mas no son así las cosas ni los casos.
Por eso mismo, que cuando uno ha vivido una vida plena de todo, aunque plana de todo, o así lo pensamos, y nos percatamos que estamos más en despedidas que en bienvenidas, si nos dá por mirar atrás, vemos que no es para estar orgullosos de lo que hemos sido; y si miramos hacia adelante con los ojos abiertos, nos damos cuenta lo poco que podemos añadir a nuestra existencia (no es lo mismo vida que existencia), y que hasta hemos olvidado cómo medir nuestros pasos.
Pero cada cual tiene su propia medida y su propio y personal nivel de exigencia. Y nadie ha de compararse con el paso y medida de otro nadie. Al final estamos solos con nosotros mismos y habremos de arreglar solos nuestras cuentas… La relación con los demás viene condicionada por y desde nuestra propia individualidad. Ya saben aquella máxima de “primero arréglate contigo mismo y luego ven a arreglarte conmigo”.
Si logré hacer meditar a alguien, me alegro un montón; si preocupé a otros alguienes, lo siento de veras; y si alguien pudo sentirse ayudado, entonces también me ayudé a mí mismo. Todo lo demás es circunstancial, de ahí que al principio, y al final, tan solo somos nosotros y nuestras circunstancias, como dijo otro…
Y de ahí mi reflexión de marras de entonces… Es como cuando no llevo mis audífonos puestos, que profundizo mejor en mi propio mundo y me escucho más a mí mismo; y cuando me los pongo, me esturreo mucho más por el mundo externo, mi atención se estira a todo lo de fuera, y la concentración interior disminuye… Está claro que cuando escribí ese artículo de marras no me había colocado los puñeteros audífonos.
Miguel Galindo Sánchez / info@escriburgo.com / www.escriburgo.com
AQUELLAS MANIFAS
- Por miguel-galindo
- El 31/01/2024
(de El País)
Vox anuncia que proyecta una nueva Ley del Suelo para agilizar los planes urbanísticos en el Mar Menor, y que la protección de la laguna sea compatible con todas las actividades económicas (LO-5/12).
¿Dónde están ahora todas aquellas multi-manifestaciones de los “amigos” de ese Mar Menor que proliferaban por toda nuestra geografía?.. Es la volubilidad del primer arrebato.
El cómo nos mueven a la masa. Siempre he pensado que la cantidad no hace la calidad, y esto me lo confirma. La gente no son las personas.
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ – www.escriburgo.com – info@escriburgo.com
HOY, COMO AYER.
- Por miguel-galindo
- El 30/01/2024
Mi buen y querido amigo Manuel Santiago me envió un esbozo de libro, de remembranzas costumbristas, confeccinado por un grupo de amigos que formaron la infancia y juventud del antíguamente conocido por barrio de Los Molinos, de Cartagena, para que le diera mi más que humilde opinión (literaria, claro) sobre la construcción de su contenido… Así lo hice en su día, arrimando mi parecer a su experiencia recopilatoria.
Luego, al márgen de las formas, del modo y del estilo, una vez editado, y con su afectuosa dedicatoria en el papel y en el alma de quién recibe, toca leerlo, ya en letra de molde, por segunda vez y con otro talante… “Sesenta años después del Barrio Peral”, que así se titulan sus doscientas páginas de remembranzas, ahora no repasado, sino re-leído por asimilado con los ojos del sentimiento, que no de su métrica, encuentro su dimensión humana. La que ya forma parte de las personalidades de todos y cada uno de los que hoy son, porque así fueron ayer…
El libro-cooperativo (en su justa definición) de mi camarada Manolo y sus amigos, en su relectura, ya sin ánimo pedagógico, fue abriendo ventanas, que uno mantenía cerradas, que no olvidadas, al propio pasado… Al fín y al cabo se trata de un tiempo paralelo el que se relata, no importa el lugar, los personajes, los rostros o los nombres que se definen. Al ser el retrato de una misma generación, nuestra percepción se reconoce a sí misma en sus propios actores, y termina por “enrolarse”, y enrrollarse, en alguno de sus protagonistas, o en muchas de sus situaciones… Los sitios comunes son tan cercanos, cálidos, estrechos y familiares, que la transpolación identificativa se va produciendo conforme se va liando uno en su lectura.
Por eso me atrevo a recomendarla. No piense nadie que es algo ajeno a uno mismo… personajes, lugares, relaciones y situaciones foráneas a nosotros, y, por lo tanto, sin ningún interés para los que no sean sus propios autores. Error. No se trata de leer una novela, un ensayo, una obra maestra del relato, una joya de la literatura. Se trata de realizar un ejercicio de interiorización hacia nuestro propio pasado. Una especie de identificación para con nosotros mismos.
En mi caso, al menos, así mismo funcionó… Conforme iba avanzando en los testimonios a más de medio siglo vista, iban aflorando mis propios recuerdos de aquella tardía niñez y primera juventud; de aquellos distintos, pero a la vez tan iguales, lugares de reunión y paseo; de aquellos primeros amores… ¿o no llegaban a serlo?, pero que creíamos únicos e imperecederos; de aquellas relaciones de amistad primigenia, tan leales e intensas por ser únicas y primarias; de aquellos rostros tan cercanos en la lejanía, y de todos y cada uno de sus nombres; de aquellos amigos que quedaron, y que aún quedan, por alguna parte; de los que conservamos como un tesoro hasta el final…
Y pienso, y así lo lanzo en éste de hoy, por algún porsiacaso, que si alguno o alguna lo leyera, y le interesara, o sintiera la llamada, y le gustara rememorar un ayer común y compartido; y quieren intentarlo, pues que aquí me tiene todavía; que a lo mejor, que puede, no sé… Mi opinión personal es que tales iniciativas felices, como los de nuestros colegas de Los Molinos, son para copiarlas y disfrutarlas, y revivirlas, dentro de lo posible, si así se puede disponer. No es una fórmula registrada ni reservada, ni patentada, sino participada, y participativa, de actualizar un ayer que nos hace ser como somos hoy.
Yo suelo hacerlo de vez en cuando… En éstos, mis diarios escritos, en alguna que otra ocasión, se me vá el santo al pasado, ustedes que me suelen seguir lo saben; y, en solitario, hago mis inmersiones personales, con mis conclusiones igual de personales, naturalmente… Pero, estoy seguro, que vistas en común, cada uno de los que vivieron aquellas experiencias desde su propia distancia, daría un resultado mucho más rico y matizado. Cada cual guarda su propia perspectiva, su propia visión, sus propios sentimientos incluso…
…Y la confrontación de los mismos por los supervivientes de esos sesenta años contiene un valor que nunca, jamás, puede alcanzar uno solo. Las vivencias del pasado son pasado, cierto, pero ya irrepetibles. Y precisamente por eso, por su irrepetibilidad, merecen ser recordadas… Desde aquí, doy las gracias al libro de Manolo y sus amigos por hacerme recordar y valorar mis propios tiempos; tiempos sin los cuales éstos tampoco serían.
Miguel Galindo Sánchez / info@escriburgo.com / www.escriburgo.com
EL BUEN MUSULMÁN
- Por miguel-galindo
- El 30/01/2024
(de Protocolo.org)
Dice la Aleya 2:62 de El Corán: “los creyentes, los judíos, los cristianos, los sabeos, quiénes creen en Dios y en el último Día y obran bien: esos tienen su recompensa junto a su Señor. No tienen que temer y no estarán tristes”…
Pero aún si eso no se tiene claro, el propio profeta Mahoma dijo en sus palabras recogidas por Abú Daúd: “Cualquiera que haga daño a un cristiano, o a un judío, será mi enemigo el Día del Juicio”…
Lo que deja bien explícito que aquellos que hacen lo contrario en nombre de Alá son los malos musulmanes, la escoria del Islam. Quédenos claro a todos.
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ – www.escriburgo.com – info@escriburgo.com
EN AQUELLOS TIEMPOS
- Por miguel-galindo
- El 28/01/2024
Nunca he sabido por qué, en aquellos primeros años de los sesenta, en la pacata, y posiblemente atemorizada, sociedad de los pueblos (hablo del mío en concreto), los padres de chiquillas de doce o catorce años, las dejaban salir de noche, y acudir a una destartalada casa sin acabar, en una casi vacía calle de un oscurecido barrio, para recibir – aún bienintencionadas – clases gratuitas de francés, o sus rudimentos, por parte de otros aprendices a gañán, como yo mismo… Muchas veces me he acordado de aquello, y muchas veces me he preguntado qué tipo de confianza demostraban aquellas familias a zagalones de poca edad más a las de sus hijas, a las que dejaban ir durante un par de horas a nuestra custodia, y en aquella oscura y turbia época.
Y aún sigo sin explicármelo… porque luego, terminadas las clases, nosotros mismos éramos los encargados de acompañarlas y escoltarlas hasta sus respectivos hogares. Pónganse en aquellos años, en que las niñas y los niños aún se educaban en escuelas separadas; aquel tiempo plomizo de Catecismo Ripalda; de confesión por Pascua Florida; de censura amartillada; de novios bajo estricta vigilancia; de infierno y purgatorio a ultranza; de pecados a flor de piel… e imaginen la impensable liberalidad que se hacía con unos críos que andaban sus primeros pasos de muy controlada y sucedánea libertad, en lo que cabía, y en la incomprensibilidad de un fantasmal y afantasmado Club cultural Fénix en el ojo del huracán de los poderes fácticos (Falange, Iglesia, etc.).
Y me sigo admirando de ello y por ello… ¿Qué naturaleza de seguridad, certidumbre o tranquilidad había en aquellos padres y madres hacia nuestros aún difuminados personajes para confiarnos sus hijas a tan tierna edad?.. Aunque solo fuera por el, entonces poderosísimo, “qué diran”; por la falsa, pero muy obligada, moralidad gobernante; por cumplir con una apariencia de normas rígidas que entonces gobernaban vidas y existencias… Yo aún no lo entiendo. Ni siquiera con la perspectiva de más de sesenta años al coleto, me lo puedo presentar “in mente” razonablemente.
El fenómeno que vivimos aquellos de mi pueblo, cada vez que he tenido ocasión lo he dicho, con nuestros siempre arriesgados movimientos culturales: Club Cámping, Club Fénix, etc., con ribetes sobradamente neoliberales, por ponerle mote, y lo bien parados que salimos, fué, y es, algo digno de estudiar. Me encantaría juntarme con los sobrevivientes de todo aquello, para intentar sacar conclusiones de aquel poco normal comportamiento (mi amigo Tinín tampoco se lo explica aún) y la respuesta social a iniciativas entonces tan poco comunes…
Yo, desde luego, me siento muy orgulloso de aquellas experiencias. Mucho… como de mi ese otro pueblo, Los Alcázares, que nos dio una lección de tolerancia en la era de la intolerancia. Y el haber formado parte activa de aquello, me hace mejor persona de lo que yo mismo me creo, o puedo creerme.
¿Acaso es que aquella gente era mejor, sobradamente mejor, que aquellos que los gobernaban a martillazo limpio?.. Solo lo pongo aquí como punto de partida para la reflexión, nada más. Y conste que no deseo hacer, en principio, ningún juicio de valores; tan solo examinar un hecho y tratar de encontrar los porqués posibles… ¿Y uno de ellos no será, entonces, que no es que “cualquier tiempo pasado fue mejor”, pero sí que cualquier personal pasado fuera mejor?..
Ya sé que estoy tocando un punto delicado que no a todos les va a sentar bien. Es natural. Pero solo quiero que piensen en esa posibilidad… repito: posibilidad. Es un simple ejercicio de retrospección. Solo eso. Descartemos el aspecto político, a ser posible. Aquel sistema social estaba sujeto a una despótica – y nepótica – dictadura, pero, aún y así, las personas, los ciudadanos, aquellos que se conocían, respetaban y apreciaban, mantenían sus valores humanos muy por encima del cesarismo moral de la tiranía política.
Hoy existen partidos que depositan esa virtud en los sistemas políticos que pregonan, creyendo, o queriendo creer, que es donde reside la calidad humana. Pero es una engañifa, claro, porque es justo al revés… La cosa funciona al contrario: es la persona, el ser humano, el que transmite la calidad, la calidez, y la cualidad, a los partidos; y suple, incluso supera, como en algunos sitios se demostró en época de la dictadura, la deficiencia política e ideológica de los partidos. Y no hablo de aquí ni de allá, pero que son fácilmente reconocibles.
Vuelvo a formularles otra pregunta: hoy, en oposición a entonces, vivimos una época de libertades (cada vez más supuestas) y democracia (cada vez más pseudodemocracia), mas ¿tenemos y actuamos con la misma confianza entre nosotros como en aquella época?.. Contéstense ustedes mismos por sí mismos y para sí mismos, no a mí. Al fin y al cabo, forma parte de lo que les quería decir.
Las calles vacías, solitarias y silenciosas, apenas iluminadas con alguna bombilla oscilante que componía extrañas sombras en la oscuridad de la noche, nos abrían camino hacia los diferentes destinos: a la carretera General, a la de Torre-Pacheco, al Barrio de los Cacharros… las íbamos dejando una a una en sus casas, seguras, confiadas y salvas, con un par de páginas del método Thierry para dentro de dos noches… A veces regresaba bordeando el mar; oyendo al oleaje besar los cantiles bajos; azotándome el levante la cara, y el olor y el sabor de la sal inundando mis sentidos. Incluso se podía escuchar la voz cansada de los viejos dioses hablando el latín del hermano Mediterráneo… Y no les digo a ustedes lo que entonces me decían…
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ – www.escriburgo.com – info@escriburgo.com
MALOS MODOS, PEORES HECHOS
- Por miguel-galindo
- El 26/01/2024
(de Onda Cero)
Cada vez que suben las pensiones suman a las imposiciones, y restan a la capacidad de subsistencia. No falla. Te incrementan y luego te quitan; es como la propina y la sisa.
Esta vez – por lo menos en mi caso – se quedan con la cuarta parte de lo que te dan, a modo de retenciones. El fisco siempre saca tajada aún de la nada.
No tienen la decencia de dejar estar la mordida, aunque sea en compensación del IRPF fraudulento y ladrón que nos cobran por dos veces como tasa legal pero inmoral… Es ésta una extraña izquierda que practica la peor derecha.
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ – www.escriburgo.com – info@escriburgo.com
CUESTIÓN DE VALORES
- Por miguel-galindo
- El 25/01/2024
(de Significados)
Más de dos, y más de cuatro, me insisten que cuente la historieta que dejé colgando en uno de mis últimos artículos, “Religio Pópuli”, como una de mis anecdotas con mi miu querido y añorado amigo y sacerdote Antonio… Tampoco tiene ninguna importancia más allá de su propia inanidad. Y, aún así, a pesar de las bastantes décadas transcurridas, todavía puede herir prestadas sensibilidades, sin que en absoluto sea tal mi deseo. Si la relato, es tan solo porque ese ruego venía acompañado por una petición muchísimo más importante que el mero sucedido.
En una visita que un Nuncio decidió hacer a la Diócesis, ya se sabe, el Obispado, como es lógico, movilizó a todas sus fuerzas vivas y estáticas a una multitudinaria reunión representativa de todas las parroquias, en un inmenso salón de una institución religiosa de la capital… Mi entrañable cura, metecharcos incorregible, se empeñó en que yo formara parte de cabalgata de nuestro pueblo. Tras un soporífero programa de naderías ripaldeñas e innecesarias, donde toda delegación decía lo que se esperaba que dijera, el alto dignatario papal, empezó, con sus adláteres, a repartir estampicas del pontífice de turno entre todo asistente, al tiempo que engrasaba una píldora sobre el Espíritu Santo, que decía residía exclusivamente en la Iglesia como institución, así como en la jerarquía de la misma, acabando por el fielato…
El brazo derecho se me disparó como a un autómata… Tras la indisimulada sorpresa por su parte e incluso por la mía (no estaba previsto), le pregunté si eso no era un tanto antievangélico, ya que, a una pregunta que le hicieron a Jesús sobre el tal, él contestó que “el Espíritu sopla cuando quiere, donde quiere y en quién quiere”, hasta por el más humilde y lerdo de los mortales puede soplar su sabiduría… Tras el correspondiente batiburrillo de voces y susurros, no pocos rostros escandalizados y miradas semiasesinas, el mitrado no me contestó, pero las jordanescas aguas volvieron a su cauce.
Con el primer descanso, mi vejiga dio aviso y apretón, y salí a evacuar. Ya no pude volver a entrar a aquél santo cenáculo. Los ángeles espadarios de las puertas no me dejaron reintegrarme. Habían recibido órdenes precisas. Tuve que esperar mi buen par de horas largas hasta que terminara el sínodo en un duro y solitario banco, hasta que pude recuperar a mi buen cura y volvernos con el parroquerío…
Como en la narración anterior, me doy por asegurado que la cumplida bronca y tomadenota se la llevó mi excelente amigo por llevarme a tales saraos… “Un cuasi terrorista de la fe, válgame el cielo (así me difinió una muy alta catequista) y un cura no hacen buena pareja”. Pero la hacíamos, y nos complementábamos, y servíamos a nuestros mutuos propósitos. Él como conciliarjuanista irredento, y yo como instrumento. Y hay otra cosa que la gente no comprende, porque le cuesta trabajo entenderla: que la amistad entre dos personas está por encima de confesiones, ideologías, creencias, partidismos, adherencias, poitiquerías e hipocresías de toda laya y condición. No entienden, no quieren entender, que todo ese petardeo deba estar al servicio del hombre, y no el hombre al servicio de sus propias tracas. Y ruego me disculpen los que no sepan escuchar. A esas gentes, les diría que se leyeran el libro "La No muerte de Jesús", de mi amigo José Hernández Mondéjar, pero mi mala leche no llega a tanto como la de ellos. Enfín...
Pero ya puestos y hablando de libros, también me van a perdonar ustedes porque igual he dicho al principio que había personas me requerían otra cosa, si cabe, mucho más importante que las meras anécdotas, por curiosas que éstas puedan parecer, y no quiero que se me pase. Ellas, también otras, me preguntan algo, creo que realmente arduo: Que les diga qué Historia de Jesús; qué Vida de Cristo; que Biografía de Jesucristo, es para mí la mejor y más recomendable, sopesando todas las tendencias… Eso es realmente difícil, pues hay para todos los gustos, grados de según que (tipo de) fe, niveles de desarrollo, o de apertura mental.
Yo tengo en mis viejas estanterías varias docenas de vidas de Jesús, desde todos los puntos de vista, tendencias, ópticas y disciplinas… Pero si he de destacar a una entre todas, me inclino por Ernest Renan. No es un autor actual, escribió su obra en el siglo XIX, pero es un erudito respetable y respetuoso hasta decir basta. Un sabio de una pieza: historiador, orientalista, lingüista, filósofo, teólogo, estudioso minucioso y equilibrado de culturas… y sobretodo y por encima de todo: tan educado con todas las tendencias como independiente. Si tuviese que estractar todo este párrafo en una solo palabra, sería: fiable.
Fiabilidad absoluta porque no se deja llevar por confesionismo alguno, ni por ningún canonismo religioso, por mucho que se apoye en los Evangelios dentro de su justo valor. Un Jesús despojado de abalorios católicos, e incluso cristianos, superfluos e interpuestos. Baste decir de su honradez, aparte sus innumerables citas a pié de página en las que basa sus asertos, que emplea casi la cuarta parte de su libro en explicar con todo rigor, ecuanimidad y detalle, el qué y el porqué de su obra para que no haya equívocos y nadie se llame a engaño.
Creo que es más que suficiente, y que he cumplido por hoy… En el fondo, ambos requerimientos pertencen al mismo “corpus ideológicum”: esa fe que dicen dada por probada, pero que puede que aún no haya sido estrenada… La fe dada no es fe, pues ésta ha de ser buscada, y luego encontrada; y le estrenada luego a luego tampoco, pues antes ha de ser entrenada. La fe, si es, es pura búsqueda, es pié y camino. Cito y cierro con algo de ese mismo libro que lo corrobora:
“Jesús tampoco fue un filósofo, un teólogo que tuviese un sistema mejor o peor construido. Para ser su discípulo no era preciso firmas formulario alguno, ni pronunciar ninguna profesion de fe; solo era preciso unirse a él, aceptarlo y amarlo. Nunca disputó acerca de Dios, porque lo sentía directamente dentro de sí mismo. El escollo de las sutilezas metafísicas con el que el cristianismo tropezó a partir del siglo III no fue, en modo alguno, establecido por el supuesto fundador. Jesús no tuvo ni dogmas, ni sistema; sí tuvo una resolución personal fija, que, al sobrepasar en intensidad a toda otra voluntad creada, dirige todavía hoy los destinos de la humanidad” (pág.128)… El que quiera entender, que entienda, y el que no, pues que tampoco se moleste.
Miguel Galindo Sánchez / info@escriburgo.com / www.escriburgo.com
COMIENZA LA TIJERA
- Por miguel-galindo
- El 23/01/2024
El primero en la frente: “PP y Vox dejan en a mitad los Plenos de Control al Gobierno Regional” (LO-20/09). Esto es, aumentan la censura a los demás, pero reducen la censura de esos demás hacia ellos mismos.
Ya empezamos… Aluden que así dejan más espacio a las Comisiones Especiales (¿?), pero quitan ese mismo espacio para rendir cuentas. Comienza la Ley del Embudo…
Pero todos felices y contentos: la oposición, porque tienen más munición con que justificarse, aunque ellos mismos lo hayan propiciado; y la ciudadanía porque es lo que, en definitiva, ha votado y consentido. Veremos más recortes en derechos y mayor abundancia en deshechos, pero si eso es lo que queremos…
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ – www.escriburgo.com – info@escriburgo.com
¿QUÉ KARMA..?
- Por miguel-galindo
- El 22/01/2024
(de Millenium)
Para nosotros, la vida (hay muchas vidas pero una sola existencia) es larga y tortuosa, pero para Dios resulta corta y recta… Puede que sea por la cosa de la perspectiva, entre la suya y la nuestra. Decía el sacerdote-teólogo-filósofo-humanista-antropólogo francés Teyllhard du Chardin, que los que vivíamos todas nuestras vidas juntas, sumadas unas a otras, apenas era un segundo en la “vida” de Dios, y, acto seguido, aclaraba que Dios no vivía porque Él era la vida misma… Todo esto, que así dicho puede parecer complicado, al final suele ser más sencillo de lo que aparenta. Un cura muy amigo mío me decía que la diferencia residía en que nosotros estamos hechos de tiempo, y Dios está hecho de presente. ¡Ahí es ná..!
Sea como fuera, ese eterno presente, compendia y abarca las existencias de toda la humanidad, tanto en su conjunto como en el uno a uno personal e individual… Y eso, la verdad, acojona como pocas cosas llegan a acojonar. Tan solo resulta comprensible si pensamos que las personas, como seres humanos que somos, o que pretendemos ser, procuramos encajar y coordinar nuestra humilde nota dentro del concierto universal; porque, sabido es, que una sola nota fuera de tono, puede arruinar toda una pieza maestra de ese mismo concierto. Adviertan vuecencias que no hablo de ningún juicio universal, sino de las notas de un concierto universal.
Naturalmente, yo me preocupo por la fusa o la semifusa que me toca… A mi edad, cuando la gatera de entrada apenas comienza a difuminarse, y la de salida se dibuja cada día más clara, es cuando uno empieza a contar los talentos que le tocaron en el reparto, y los talantes que he añadido o restado en la partida… Sinceramente, poco tiempo queda para rectificaciones, y aún menos para justificaciones. Y más sinceramente aún, tiro de caña y sedal y pocos peces veo en mi cesta. Como comprenderán, mi subjetividad en esto no me permite valorar en justicia.
¿He desperdiciado gran parte de mi vida en florilegios justificativos de supervivencia?.. Muy posiblemente que sí, o yo así lo creo. ¿He aportado o hecho algo que, en verdad, en verdad os digo, merezca la pena y la faena?.. muy posiblemente que no, o yo así también me parece creerlo… Miren, voy a ser claro con ustedes, mis lectores, a fín de intentar serlo conmigo mismo: no me puedo responder positivamente a la pregunta de haber aportado a mi vida un ápice de trascendentalidad al plan universal, ni en un solo minuto de todos mis años dando el follón por estos lares. Y no me hablen de cuánto he representado, por favor, que estaré más o menos satisfecho, bueno, pero no orgulloso… Válgales esto como confesión, pero yo lo utilizo como revisión.
Mi buena amiga María, me repite a menudo, a modo de mantra animoso, lo de “venga, adelante, que aún queda mucho por hacer”, y eso a pesar de sus penosas cargas y limitaciones de salud y de jurados enemigos que padece… Y, entonces, miro a mi alrededor, hecho un vistazo somero hacia atrás, y otro aún con más detalle hacia adelante, y me pregunto: ¿dónde?, ¿en qué?, ¿a quiénes?.. Ya no queda nada ni nadie que me reclame para nada. Puedo irme al desierto, a bautizar lagartos con arena, y miren, es posible que acabe allí, o aquí, que viene a ser lo mismo, pero ese esperanzado “amosallá” muere de propia desesperanza nada más ver el panorama que me resta… y me queda poco, muy poco…
…Y miren, puede que sea por esto mismo, por ser consecuente conmigo mismo hasta el puñetero final, el que crea y considere que no ande muy lejos mi “estación términi”. Un servidor de los frailes siempre he valorado la vida – o las vidas – en función a su utilidad, a su rendimiento, a su aportación (no a los rezos ni a las liturgias), aunque se deba a una demanda equivocada, errónea, o incluso egoísta, que bien nos podemos equivocar… Pero cuando ya no eres de necesidad, y más aún, cuando esta necesidad, al ser la postrera, ya se valora de oferta de alto nivel, la verdad es que no compensa los falsos floripondios que se nos ofrecen como mortaja, ni del externo radar interno que nos montamos nosotros mismos, tampoco. No soy un tipo del Inserso, ni adorante del tótem del dios Bingo, como habrán podido ustedes apreciar, y lo digo con todos mis respetos a sus mesnadas de nadas.
Sí… ya sé… es posible que algunos/algunas barrunten depresivos nubarrones en mi ánimo… Ánimo viejo, viejo ánimo. Pué ser, óigausté. Pero no se preocupen más allá de esa misma nada, porque no voy a hacer nada. Lo que pasa es que uno presiente la cercanía, ¿comprenden?.. y cuando se siente que los cabos del trinquete se aflojan sabe que el barco va a zarpar. Es natural. Si lo piensan bien pensado, la vida es una economía, tiene que tener un sentido, un objetivo, un “por qué” y un “para qué”. Cuando deja de tenerlo, pasa a modo stan bay, a modo espera. Puro sentido común. Lógico.
El único hilo de Ariadna que me mantiene unido al tejido del bordado es, precisamente, estas especies de comunicaciones diarias con la parte de mí mismo que no se resiste a abandonar el telar; esta relación… ¿literaria o estrafalaria?, con ustedes; este contacto, más fluído que asumido, que mantengo con los que quiero creer que me siguen regularmente. Y con lo que fabrico mi imposible telaraña de autoengaño. Pero quiero serles muy sincero: lo hago más por mí que por ustedes, porque yo los necesito más a ustedes que ustedes a mí, y no soy tan banalmente tonto como para creerme lo contrario.
Como igual reconozco que ese hilo es tan frágil, que, en última instancia solo depende de mí mismo: De que yo no pueda mantenerlo, o de que pueda seguir engañándome en mi autoespera. Soy consciente de ello… Bueno, y una vez soltado todo esto, amigos míos, dicho por lo general y por lo genérico, habré de incluirles en el lote una reflexión de rebote: que, en este invento de aqueste invierno, aquí no hay más karma que la furufalla con lo que se arma… Vale, compañeros, ahora piensen lo que quieran pensar.
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / info@escriburgo.com / www.escriburgo.com
¿QUE NO?..
- Por miguel-galindo
- El 22/01/2024
(de ABC)
Bueno, pues ya se arregló lo de los viajes del Inserso…Aleluyas, felicitaciones y parabienes para todos, jubilatas y hosteleros incluidos, naturalmente.
A mí me van a permitir un desacuerdo, aunque me caigan críticas generalizadas y chuzos de punta; pero no me parece bien que de nuestros impuestos se costeen viajes de placer a ningún sector, sea éste el que sea.
Existe una solución más justa: Distribúyase ese inmenso gasto entre todas las jubilaciones, aumentándolas, y que los eméritos empleemos esas perras en lo que nos dé la gana… sea en viajes, sea en bagajes o en companajes. Creo que a eso se llama (o se debería llamar) justicia distributiva.
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ – www.escriburgo.com – info@escriburgo.com