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SOMOS NÓMADAS
- Por miguel-galindo
- El 15/05/2023
(de Revista Tarántula)
Alguien me dice, o mejor, me recuerda, aquellas viejas preguntas trascendentales, por otro lado tan repetidas en otros tiempos, del: ¿de dónde venimos?, y sus inevitables compañeras, ¿qué hacemos aquí?, y ¿a dónde vamos?.. Y me señala que, con lo antiguas que son, aún están por contestar. En el tiempo, agrega, la humanidad se ha planteado cientos de otras incógnitas, que ha ido resolviendo más o menos a lo largo de la Historia, “su” historia, claro, pero que éstas tres siguen incólumes desde que el ser humano está en el puñetero mundo. Desde el mismo frontispicio de la Esfinge.
Le respondo que esa curiosidad era antes más que ahora. O, al menos, así me lo parece a mí, ¿nadie ha captado ese detalle?.. En épocas pasadas sí que salían más a la palestra, se leían de vez en cuando, o se repetían y repartían en conciliábulos cuando algún alguien quería ponerse interesante. Pero lo cierto es que hoy nadie – digamos casi nadie – se hace esas viejas preguntas que antaño eran casi recurrentes, e incluso yo diría que también consecuentes. Me contesta que ”ahora que lo dices…”. Mucho menos, entonces, nos hacemos la otra breve y consecuente pregunta: ¿… y por qué?.
Se deberá a algo, ¿no?.. Por supuesto, se debe a que, en la actualidad, se ha perdido cualquier sentido de trascendentalidad, o de la existencia. Nadie se preocupa por esas gilipolleces, me contestarán. Naturalmente. Eso era fruto, entre otras cosas y casos, de los tiempos en que los planes de estudios incluían filosofía, humanidades, etc., y que formaban el sentido holístico y moral de las personas. En unas cuantas generaciones hemos logrado que esas personas se conviertan en gente, desterrar de ellas el hábito de pensar, de meditar o madurar; que no se haga preguntas, que no busque conclusiones, que “esté”, sí, pero que no “sea”…
Y aquí es dónde reside el quid de tal cuestión: en lo de “ser” uno mismo en todo lo existente. La última pregunta se contesta a sí misma, sin ninguna dificultad: Vamos al mismo sitio de dónde venimos, o, de otra forma, para empezar por la primera: venimos del lugar al cual regresaremos. Solo es pura lógica y sentido común, piénsenlo… Lo que ocurre es que para saber el “adónde” y el “de dónde” antes hemos de conocer “quién” somos, o, si eso no, al menos “qué” somos. Permítanme ser bastante más concreto, si cabe: no podemos “saber” sin antes llegar a “ser”. Así, “siendo”, sabremos descifrar tal aparente dificultad de los “dónde”.
No pierdan el hilo de razonamiento, que tampoco es tan difícil… A mí me parece mentira que, haciendo tantas décadas de haber descubierto los principios en que se sostienen las leyes de la termodinámica (física pura y dura) sobre todo por las que se rige la energía, aún no hayamos caído en la cuenta de que todo en el universo, en el cosmos, en la creación, o en lo que ustedes crean o quiera creer, funciona por el mismo principio: El movimiento entrópico de cuanto ha existido, existe y existirá.
Desde que al mundo lo hicieron mundo le inyectaron la entropía: un mecanismo por el cual, todo, y cuando digo todo es absolutamente todo, es un movimiento continuo de energía transformándose en masa (materia), que arma la forma, para después disolverse de nuevo en energía, en un proceso sin principio ni final. Todo se reduce a los infinitos grados vibratorios de esa misma energía, a su calidad y cualidad en sus infinitos niveles. Ni más, ni tampoco menos… Eso tiene también otro nombre por el cual igual se conoce: Evolución. Sí, “ñoras, ñoros y ñores”, y todo esto engloba a lo mineral, lo vegetal, y a las especies de Darwin, que las contiene y las supera.
Ahora solo tienen que añadir un elemento: de todas esas formas y especies, elementales, minerales, vegetales o animales que existen en nuestro mundo, tan solo una, una sola, la humana, tiene, o con-tiene, conciencia de sí misma; pero ya no solo como especie, sino también como individuos, como seres personales, racionales y únicos… En un momento determinado de la conversión de la energía en masa-materia, participó un tipo de energía autointeligente, un “algo” inespecífico, o mejor específico, se añadió, sutil y subliminalmente, como un “soplo”, con la capacidad de pensar y de trabajar en su propia evolución a través de ese mismo pensamiento… o de esa misma “mente”, si así lo prefieren.
¡Et voilá!.. si estamos hechos de materia con energía pensante (llámenlo divina, espiritual o como mejor se sientan ustedes), y ejercemos como tales seres que piensan – no solo como energía anímica, o animal – está meridianamente claro que, tras nuestro período evolutivo, o involutivo, usted mismo es libre, por estos lares terrenos, que por eso y para eso vinimos, volveremos a seguir empleando el conocimiento aprendido, la experiencia, en la esfera (o patio de recreo) que nos corresponda, según nos la hayamos montado aquí y hayamos hecho méritos o deméritos.
Hace cuatro mil años que el “Conócete a ti mismo” está grabado desde una de las más antiguas y primeras civilizaciones de este mundo, como respuesta perfecta y concreta a las repreguntas que me hacía mi amigo y con las que di comienzo a este artículo… Conclusión: Todos somos nómadas. No nos convirtamos en ganado.
Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com
LO QUE YA NOS VIENE
- Por miguel-galindo
- El 14/05/2023
(de El Confidencial)
En la prensa regional: “La pérdida de empleo en el campo eleva el paro a más de 100.000 personas” (dato del Epa en el primer trimestre). No sé si nos damos realmente cuenta de la importancia del tal dato, o no…
Esta va a ser la tendencia paulatina, marcada por las cotas de protección del Mar Menor, y por una falta de agua cada vez mayor – aquí sumen la sequía cambioclimática al minitrasvase – y ustedes mismos calculen el resultado.
A la falta de trabajo seguirá el éxodo de la población inmigrante, de la que, por cierto, muchos se alegrarán, aunque luego todos lo lamentaremos. Solo entonces sabremos lo que eso significa. Y lo valoraremos. Pero eso ya lo veremos, y nos enteraremos…
Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com
LO QUE NOS VIENE
- Por miguel-galindo
- El 14/05/2023
(de El Confidencial)
En la prensa regional: “La pérdida de empleo en el campo eleva el paro a más de 100.000 personas” (dato del Epa en el primer trimestre). No sé si nos damos realmente cuenta de la importancia del tal dato, o no…
Esta va a ser la tendencia paulatina, marcada por las cotas de protección del Mar Menor, y por una falta de agua cada vez mayor – aquí sumen la sequía cambioclimática al minitrasvase – y ustedes mismos calculen el resultado.
A la falta de trabajo seguirá el éxodo de la población inmigrante, de la que, por cierto, muchos se alegrarán, aunque luego todos lo lamentaremos. Solo entonces sabremos lo que eso significa. Y lo valoraremos. Pero eso ya lo veremos, y nos enteraremos…
Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com
EVA (bíblica)
- Por miguel-galindo
- El 11/05/2023
(de BBC)
Me están calentando la oreja feministas y no feministas, conformistas e inconformistas, elitistas y cupletistas, tanto a favor como en contra, por la… digamos defensa de lo femenino (no del femenismo, aunque muchos y muchas confundan lo uno con lo otro), cuando, en un par de ocasiones o tres, he tratado de explicar que la mujer no nació de la costilla del hombre, como tampoco el hombre nació de ninguna otra costilla; que no fue una extracción, si no una separación. Una separación de dos iguales que conforman una misma unidad: uno al lado del otro (coté, en francés, significa eso mismo), uno junto al otro, ambos unidos, los dos en uno… pero sin que ninguno procediera de ninguno, y, sobre todo, sin que ninguno precediera a ninguno. Más o menos…
El contar el cuento del modo que una de las partes dependiera de la otra, estuviese sometida a la otra, no es, ni más ni menos, que un artificio emanado de un sacerdocio machista, espantado con la posibilidad de que la historia se escribiera como que el hombre, en un principio, estaba supeditado a la mujer, aunque solo fuera por la razón, de toda lógica y sentido común, de que el principio creador es femenino… Estoy hablando, naturalmente, no de sexos (eso vino después) si no de principios: masculino y femenino, como fuerzas creativas. Lo demás, que es accesorio, un complemento físico, vino luego.
Si nos vamos a la raíz etimológica de “útero”, viene del latín “úterus”, fácil ¿no?.. Y su traducción es molde, receptáculo, matriz; y también modelo, medida. Pero, ¡cuidado!, también significa “matraz”, (matriz y matraz tienen la misma raíz), cuyo significado es, ajustándonos lo máximo posible a su realidad: “recipiente donde se destila todo metal noble salido de la tierra”. Y no se nos olvide que ese mismo Génesis nos dice que el hombre es “nacido”, formado, del barro de la tierra. Y es que, en la Edad Media, el matraz era el receptáculo dónde se realizaba el noble arte puro de la alquimia… Ahora sumen y dividan, dos y dos, a ver qué sale.
Dicho en román paladino, y me disculpen los delicados/as de espíritu: si la mujer salió de la costilla del hombre, entonces, ¿de qué c…nació el hombre?, y cambien ese c… por “úterus”. En otras más antiguas religiones brahmánicas se dice que, la mujer (principio creador por receptor) se quedó prendada del principio transmisor (llámelo, si así lo quiere, Dios) - no Bond, James Bond - y se preñó a sí misma en su deseo (amor), dando a luz al hombre… Otras culturas y civilizaciones, como la sumeria por ejemplo, la llamaron Lilith, que significa “aliento”…Por cierto, otra cosa: ¿qué dice nuestra Escritura sobre el “soplo”, o aliento, que recibió el ser “hombre” para convertirse en humano?.. Y, por si aún les queda alguna duda, que no lo dudo, sepan vuesas mercedes que Eva proviene del antiguo y primitivo hebreo “Nin”, que significa “vida”. Ni más ni menos.
Bien, dames et monsieurs, me parece ver que alguno o alguna levanta ceja y dedo, como pillándome en un renuncio, e interrogándome: “vale, listo, nos has dicho el significado del nombre Eva, pero te has callado el de Adán”… Pues, etimológicamente, la palabra es semita, “Adaná”, que significa “persona”. Pero lo que quiero que piensen ustedes, es que, por casualidad o por causalidad, el nombre de Adán recoge las tres letras ADN con que se reconoce a la genética humana… y hermana.
Llegados a este punto, es cuando se rompe el matraz y se vierten todos los humores feminóides habidos y por haber, retenidos y por retener… Tengo seguidoras que me lanzan la “uve” de la copa (grial) y victoria, asociando mi ocurrencia al triunfo del feminismo mal entendido. Lo siento, cielos, pero no es esa mi intención… Hay otras que se me amohínan porque aducen que esa no es la “Palabra de Dios”, y no tienen por qué ni siquiera escucharme ni leerme, y yo las respeto mucho, y están en su derecho, aunque no comparta tal sumisión, ya que pienso, y no sin razón, que no es “palabra de Dios”, si no “palabra de Iglesia”… Y luego existen unas terceras, las más reflexivas quizás, que dicen que las he puesto a pensar, pero que tienen miedo de pensar. A esas les digo, que Dios nos creó “pensantes”, precisamente para que buscáramos si queríamos encontrar.
Esa es la confusa siembra de mi extraña cosecha. Pero me conformo. No estoy aquí para recolectar adeptos, ni adeptas, no recibo comisión alguna por ello, ¡menuda ruína!. No, no es eso. Tan solo intento transmitir, y compartir mi plato de lentejas, con cuantos – aún – me leen y quieran seguir leyéndome y escuchándome… Lo demás, la verdad, es que me importa bien poco. Por lo menos en lo que a mí respecta. Tan solo hago lo que creo que debo.
Existen verdades universales que fueron (y siguen siendo) ocultadas, manipuladas y transformadas ante el general de la humanidad, por una minoría de los suyos, a fin de anularles el conocimiento y hacerse con su voluntad y gobierno a través de la ignorancia y el miedo; cambiando el sentido de la lógica y haciendo de ésta el menos común de los sentidos; y construyendo normas y dogmas inapelables. Las mejores cadenas para hacerlo es esclavizando a los ritos, a las costumbres y a las tradiciones como si fueran sagradas, mientras ellos conservan en exclusiva la interpretación de todo lo divino. El secreto está en hacérnoslo creer, y su éxito en que nos lo hemos creído. ¿Cómo?.. pues no dejándonos pensar por nosotros mismos, si no dándonoslo todo pensado. Ya saben: palabra de Dios.
Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com
EL NEGOCIO DEL CREDO
- Por miguel-galindo
- El 11/05/2023
(de Medieword)
Nuestros tatarabuelos, en la noche de los tiempos, cuando apagaban la hoguera frente a la cueva, se tumbaban panza arriba a mirar las estrellas del firmamento. Observaban, tomaban nota, echaban cuentas, y se entretenían haciendo cábalas.
De ahí nació una ciencia empírica en parto doble: astrología y astronomía, que, tras criarse juntas, cada cual tiró por su lado… Luego, después, la Iglesia vio que perdía el centro de mando y capitalidad del universo, y se hinchó a dar matute a cuantos la contradecían descabalgándola poco a poco del machito.
Hoy, a regañadientes, admite el envite, pero se quedó con ganas de aplicarle la Inquisición al mismísimo Stephen Hawkings por su teoría del Big-Bang… Perder franquicia por el conocimiento no le es rentable. Y se cabrea.
Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com
MEDIAR CON UNO MISMO
- Por miguel-galindo
- El 09/05/2023
(de Proyecto Medes)
Cuantos me siguen saben que uno de mis temas recurrentes es la Mediación… De mi época de Juez de Paz me quedaron más de veinte años mediando entre mis convecinos, y creo – en el Juzgado de Paz andan los datos e informes – que con un 85% de resultados satisfactorios (el resto acabaron en Juicios de Faltas, o mayores). Era inevitable que me quedara el gusanillo. Así que esa tendencia, con el empujón de mi buen amigo Manuel Santiago, es la que me llevó a terminar por hacerme Mediador Profesional, ya que se sabía que la Mediación, al profesionalizarse, iba a ser descabalgada de los Juzgados de Paz, justicia de proximidad, para ser incorporada a la Justicia ordinaria. Hasta los propios Juzgados de Paz tienen los días contados, si Zeus no lo remedia…
Y así está siendo… de hecho, el principio de la existencia de la propia Justicia, estuvo en la Mediación, y nunca, jamás, al revés, como muchos creen entender equivocadamente, porque parece ser que así interesa que sea. Bien, prosigo: esa decisión postrera – que no póstuma – es a la que, desde entonces, me permitió quedar vinculado a todo lo relacionado con la Mediación... ¿Cómo explicarlo para que me entiendan?. Pues que, en definitiva, es el cumplimiento personal de una tendencia natural, que, sin condicionarme, me empuja a ello, dentro, por supuesto, de mi libertad de elección. Eso no quiere decir que me equivoque, o acierte, dentro de mis decisiones a tal respecto, pero siempre me encontrarán a favor de esa opción (es la única no punible para las partes que la utilizan), y a trabajar en su favor y conocimiento, por mucho que algunas administraciones locales sean indiferentes, o incluso zancadilleen en algunos casos, por algún enfermizo malentendido, su servicio abierto a la ciudadanía, a la sociedad, y a las gentes de nuestros pueblos. Resulta incomprensible, pero ahí está.
Mas no va por aquí la cosa en el tema de hoy… Si no porque enlaza con otras cuestiones que me son de igual recurrencia, como por ejemplo: algunos de mis lectores, o mejor, de mis seguidores en los programas de radio, me incitan a que trate sobre la cosa del “Libre Albedrío” que caracteriza al ser humano, y que incluyo mucho en algunos de mis temas, en contraposición con la idea, más o menos generalizada por interesada, de que estamos sujetos a un destino, también más o menos definido, que no definitivo, desde que nacemos a esta existencia. Y si mezclo ambas cosas es por poner un ejemplo de mi propia experiencia, que puede ilustrar ambos casos, que parecen distintos y distantes, sí, pero que, en realidad, no lo son… Intentaré explicarlo:
Yo creo que los seres humanos nacemos con ciertas tendencias, más o menos determinadas, dentro de nuestra naturaleza, como todo ser vivo. Son en las que se apoyan los “destinistas” a la hora de defender sus tesis sobre la predestinación a la que, afirman, estamos sujetos en nuestras vidas… Sin embargo, en el caso humano, esas tendencias, impulsos, o lo que sea, a diferencia del resto del reino animal, tenemos la capacidad de seguirlas, desarrollarlas, modelarlas, o, por el contrario, torcerlas, cambiarlas, o, incluso, anularlas, con el esfuerzo de nuestra voluntad. Es el “Libre Albedrío” del que fuimos dotados, según tratan las más antiguas escrituras. El ser animal obedece ciegamente casi a sus impulsos naturales, su instinto, pero al ser humano no le es impuesto, por el simple hecho de que se le hace responsable de sus propias decisiones por sí mismo. En nosotros no juega ese “determinismo” que defienden tantos, si no el autodeterminismo.
Si yo tengo tendencia a la Mediación, por ejemplo, pues me es relativamente fácil seguir tal impulso, que es noble encima. Pero también tengo tendencia a la autodestrucción, como a otros aspectos negativos menos nobles, y entonces mi obligación de humano es luchar contra ellas, y no dejarme llevar por los aspectos fáciles que sé que me pueden arrastrar a lo que quiero evitar… Ese es el “libre albedrío” de todas y cada una de las personas humanas. Ese es el camino de la evolución o de la involución de las sociedades y civilizaciones, en definitiva. Tal decadencia, o avance, les viene por sus sujetos, no por ellas mismas.
Y en enlazo lo uno con lo otro, cuando afirmo que la más difícil Mediación es la que se hace con uno mismo. No entre dos partes, que es lo que hacemos los mediadores profesionales, si no la que practica cada cual consigo mismo… entre lo que debe hacer y lo que le apetece hacer; entre su tendencia y su convencimiento; entre su conciencia y su apetencia; o lo más elaboradamente endiablado de todo: el ver cómo puedo utilizar lo uno para conseguir lo otro; el tratar de usar la imagen de una cosa para lograr la contraria; el perseguir el propio beneficio haciendo gala de lo opuesto… En este caso, la automediación es una automedicación que resulta más negativa que positiva...
Por eso que todo lo que no pongamos al servicio de los demás de manera altruista y desinteresada, vale de poco, y, al final de todo, no nos sirve de nada. Es la medida, la regla, el pié de rey… Es como el político que expone un programa con ofertas que no piensa cumplir. Engaña al que lo vota en busca de unos años de poltrona, pero, a la postre de tal poltrona, se ha estafado a sí mismo como ser humano (esto mismo de la Mediación es uno de los anzuelos-mentira que se usan mucho como potera electoral)… No dar lo que no se puede dar es plausible, pero ofrecer lo que no se puede, o no se quiere dar, resulta inadmisible. Lo cierto es que, con ese engaño, conseguimos lo que queremos, es cierto, pero nos arruinamos como personas, y no es menos cierto.
Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com
NI HABLAR DEL CORONÍN
- Por miguel-galindo
- El 09/05/2023
(de El Confiedencial)
Leo en la prensa y oigo en los medios que “atribuyen al rey emérito una hija secreta, que el monarca (y ella misma) lo niega(n)”… Por supuesto, no se va a admitir así, por las buenas, y menos a estas alturas del emirato. Por otro lado, a ver, si fuera de más edad que el titular, ponerse ahora a reclamar el negocio del trono…
Además con lo “….. floja” que este hombre ha sido toda su vida (los Borbones siempre han tenido la Estafeta de la Bragueta), a saber lo de la zagalería que habría esturreado por esos mundos de Zeus, pues ya se sabe que los profilácticos los carga el diablo…
Echen cuentas cuánto desbrozó de maleza desde que su real cuerpo fue Alteza… Pues por eso mismo.
Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com
YASTANAQUÍ LAS MUNICIPALES
- Por miguel-galindo
- El 07/05/2023
(de Bankinter)
Pues sí, amigos míos, mi anterior “Que vienen las municipales”, hecho programa radiofónico, tuvo su cola, como los cometas y los pianos… una secuela aparte las primeras opiniones recogidas en el mismo, y que después fueron llegándome a través de watshaps, emails, sms y demás bilinguadas. Y son tan ricas y sugerentes en contenido y continentes, y tan atinadas algunas de ellas – sin descartar las hostiles, que también háyslas – que no puedo, ni debo, resistirme a razonar este segundo artículo, aún a modo de colofón sobre tal tema.
Antes de pasar por la emisora, fueron unas cuantas amables sugerencias en forma de sutiles advertencias, ya saben: “a ver cómo te comportas, tío…”, “cuidado con lo que dices”, “pórtate bien,acho”… que no dejaron, la verdad, de asombrarme, si bien, claro, que relativamente, por absolutamente innecesarias. Hasta ahí podíamos llegar: un servidor tan solo es un vecino, afectado e infectado, que ejerce su derecho a la libre opinión, nada más. Y estaría bueno que el ciudadano que es llamado a votar no pudiera opinar, si se expresa con respeto y en libertad.
Además, todo fue bastante correcto y ferpecto, dentro de la variedad de aportaciones, lo cual me congratula bastante, ciertamente (aún debe andar colgado en YouTube)… Unos se aproximaban mucho al eje de mi exposición, otros se alejaban bastante, y otros equidistaban prudentemente de ella. Como debe ser. La pluralidad no está reñida con la urbanidad, y en esto veo un algo a tener en cuenta: los políticos reconvertidos en demagogos intentan por todos los medios a su alcance contagiar a los ciudadanos de su visceralidad entre ellos – me temo que lo están consiguiendo – redundando en un par de cosas, al menos: en su propia imagen, cada vez más rastrera y lastimosa, y en involucrar a la ciudadanía en sus ambiciosas luchas por el poder…
…Porque, en definitiva, lo único que demuestran cada vez con mayor ahínco, es eso mismo: que todo se basa en mantener o conquistar dicho poder. Hasta el punto que nos preguntamos legítimamente, si lo que buscan con tanto denuedo es servir a ese pueblo, o servirse de ese pueblo. Si llegan a darse ellos cuenta o no, lo ignoro, pero que no nos demos cuenta el resto del pasaje, del paraje y del paisaje, esto es, el ciudadanaje, cada vez nos resulta más patente… Si los electores nos infectamos de ese virus maligno que destilan en sus rifirrafes, la democracia se convertirá – la convertiremos entre todos – en un patético trasunto de lo que es la auténtica, genuina, real y verdadera democracia.
Los políticos (cada vez más demagogos) se servirían de ella para usarnos según sus personales intereses, cuando la tal democracia es justo al revés, todo lo contrario… Y de este preciso punto arranca el resto de lo que en éste les quería comentar: bastantes intervinientes del programa me señalaban su extrañeza de que yo insistiese en echar la responsabilidad a lomos de los ciudadatas más que en los de los políticos; y que criticase el limitarnos a evacuar el voto en la urna, como si fuese un excusado, y largarnos a casa tan aliviados, pensando en que ya hemos cumplido con nuestro deber cívico.
Pero, vamos a ver… ¿si un empleado se porta mal, no cumple, y abusa del puesto que le he confiado, quién es el responsable subsidiario, si no yo mismo?.. Pues a nuestros administradores los “contratamos” nosotros (los elegimos), y si resultan un fiasco, nosotros somos los que tenemos la culpa de haber colocado a tales ineptos, cuando no otro calificativo peor. ¿Es tan difícil de entender esa lógica?..
Por eso hablamos en el programa de exigir “retratarse” ante notario a cada aspirante al puesto vacante, con su programa de gobierno como testigo de cargo; al igual que crear esos Comités de Electores, o como quiera que se llamen, para controlar, vigilar y exigir a “nuestros empleados” contratados, en los que hemos depositado el voto de nuestra confianza… Si usted, o su señor vecino, o yo mismo, no exijo al que pago la nómina, ¿quién puñetas lo va a hacer?, si hasta le dejo que él mismo se ponga su sueldo, encima.
Lo que a mí me parece – y tómenlo como una opinión personal – es que por eso mismo nuestros “loquesean” utilizan la estrategia de traspasarnos a nosotros la división que mantienen entre ellos (más por competencia que por ideología), ya que, de este modo, cada cual de entre la ciudadanía se encarga de defender y justificar a los que creen que son “de los suyos”, impidiendo que tales ciudadanos de ese pueblo actúen como un todo, como una unidad social, con un solo y único objetivo: el interés común de su pueblo, no los personales y gremiales de sus políticos.
¿Lo han captado?.. Pues de eso va la democracia. Por eso mismo que yo insistía, y ustedes me disculpen mi “errequerre”, que lo que tenemos es una pseudodemocracia, una semidemocracia donde los ciudadanos hemos abjurado de nuestros derechos; hemos hecho dejación de nuestras responsabilidades; y nos hemos entregado sin condiciones a los que nos administran y nos ordeñan como a ovejas. Desde el primer ministro al último concejal… A final de todo, se hará realidad aquél viejo y sabio refrán de que todo se basa en los mismos perros con diferentes collares. Donde cada cual ladra distinto, pero todos quieren el mismo hueso…
Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com
LA FIESTA Y LA SIESTA
- Por miguel-galindo
- El 05/05/2023
(de MicroBay)
En cualquier folklore festero, parrandero y fulero, siempre soltamos, a la pregunta del atontadero de la alcachofa, lo del “esto eh que hay que vevirlo” tras escurrirlo de nuestro babero mental… Todo el mundo dice lo mismo para expresar su lirismo.
Yo lo traduzco por un “ehto hay que beberlo” cuando oigo regurgitar a un semejante con el vaso enchufado en vena, que grita que da pena…
…Porque si las vivencias (“vevencias” según ellos) trascendentes y transformadoras son esas emociones: las de anularse como persona para convertirse en gente de mente indigente, en masa que pasa, menudo nivel evolutivo el nuestro… Y parece que es el tope que nos hemos fijado. Patético.
Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com
EL RECONOCIMIENTO
- Por miguel-galindo
- El 03/05/2023
Desde que me jubilé hasta hoy han pasado once años largos, de los cuales, el grueso de ellos, ocho o nueve, los he vivido en el casco urbano del pueblo, y el resto trasladé mi residencia al campo, al ambiente rural, más sereno y tranquilo, y natural… Al final tuve a los avatares de mi lado (loados sean), que convencieron, de algún modo subliminal, o por ciencia infusa, a mi mujer, que se negaba por activa y por pasiva, y por peripatética y por circunfleja, a vivir aquí.
Si digo que no he notado el cambio, mentiría. Si afirmo que existe diferencia en la calidad de vida, puede que mienta también… A ver si me explico, pues no es una contradicción: cuando digo lo primero, digo verdad porque lo que yo siento es cierto en mi caso, no una invención; y cuando aseguro lo segundo, estoy exponiéndolo desde mi punto de vista personal, pues otros habrá que me contradigan en tal afirmación. Por otro lado, esas diferencias suelen ser subjetivas en cuanto comparativamente de una a otra persona.
Pero claro que he experimentado un cambio, objetivo, concreto y específico, al menos en mí mismo, por supuesto, ya que vengo de una vorágine en que me sobraba agenda y me faltaba tiempo, y es que ahora el ritmo de vida ha bajado. La vibración existencial se ha reducido, es más tranquila, menos… digamos taquicárdica, y perdonen el palabro. La distancia es corta, pero el ambiente es largo, apacible y sosegado. Poco a poco, lentamente, casi sin darse uno cuenta, se va dejando uno llevar, no sé si sabré explicarme… Pero, si no fuera por la edad que arrastro, o que me arrastra, diría que me envuelve la sensación de que el tiempo se ha frenado un poco, y me abraza, dentro, claro está, de la prisa con que el final llama a mis días…
…Pero se ha ralentizado y relativizado. Por decirlo de algún modo, antes SABÍA que el tiempo corría, y ahora SIENTO que el tiempo pasa. Lo suficiente deprisa como para “anotarlo”, y lo suficiente despacio como para “notarlo”. Ayer el reloj no marcaba las horas, y hoy sí que las marca… En pocas palabras: me doy más cuenta de lo que antes no me daba. Ustedes que me leen y me siguen dirán que bueno, que vale, que de acuerdo, pero que, aparte la tabarra de hoy, eso es una predisposición del ánimo, pero no del lugar. Puede ser, pero contéstenme, ¿qué es lo que predispone el ánimo, entre otras cosas?..
Lo que intento compartir con todos ustedes, es que ahora me gusta llamar al viento que me azota, o me acaricia la cara, por su nombre, pues los conozco mejor: hola, Levante, ¿qué tal hoy?.. Muy buenas, Poniente, vienes fresco y potente… O que me siento a leer fuera y noto que se me ha acrecentado la facultad de, al mismo tiempo – hablando de tiempo – poder oír la discusión de trinos entre un par de tordos sin perder el hilo de la lectura…
Los avisados me harán notar: pero si te estás quedando sordo, joer, ¿qué c… estás diciendo?.. Y es verdad, pero no me pregunten cómo ni por qué. O me pongo a escribir esto mismo y noto que, aún atendiendo a los limones del árbol más longevo durante unos segundos que parecen minutos, o al revés, aún profundizo más en el tema que estoy destilando, en vez de perderme en la distracción. Igual se nota cuando los días alargan, o se acortan, con una mayor claridad y precisión, que casi siento cambiar el solsticio y el equinoccio. La luz y la oscuridad te vienen directamente del cielo, sin otros intermediarios que el sol o la luna. Las nubes se dejan ver sin disimulos, y te cuentan lo que saben si quieres escucharlas…
Hoy pueden achacarme, y con razón, que me ha dado lírica. Pero, no… no es eso del todo. En realidad, lo que me he puesto es cínico… Sí, pero como aquellos griegos, Diógenes, o Antístenes, que fundaron en el siglo IV la escuela cínica, que era como el desarrollo de ciertas “virtudes” como medio para intentar alcanzar cierto grado de felicidad personal, como el despego de las convenciones sociales; la auténtica igualdad entre humanos, sin separación de sexos pero con unión en el género, y no la falsa que nos intentan colar; la renuncia al hedonismo; la desconfianza en los sistemas políticos, precisamente por (su y nuestra) corrupción política; el distanciamiento con todo lo que suponía interés a los halagos, por falsos; y un etcétera más largo que el Orient Express.
No es que defienda – tampoco los ataco – a aquellos viejos y antiguos cínicos, no, pero me he dado cuenta, así, a lo tonto, que empiezo a identificarme con bastantes de sus teorías… Quizá ya lo hacía antes, pero no me dejaba a mí mismo abrazarlas, ya saben: había que comer y ganarse el sustento con un trabajo dentro del engranaje de la hipocresía, lo cual, al final, te demuestra que pusiste tu confianza en la vana esperanza de que no todo fuesen mentiras… Por eso mismo es bueno reconocerlo y darse uno cuenta antes de espicharla y dejarla (la jodida vida). ¿Me comprenden?… Pues eso.
Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com
PIÉNSENLO, SI QUIEREN.
- Por miguel-galindo
- El 02/05/2023
¿Se acuerdan los de mi generación de aquellas libretas que había antes de la aparición de los blocs?.. Su confección era simple: un número de pliegos doblados por la mitad y cosidos con un par de grapas al centro.
Los blocs son hojas sueltas pendientes de una espiral para que se puedan ir soltando conforme se van utilizando. Un precursor de nuestros actuales tiempos de usar y tirar, de consumir y gastar.
La libreta conservaba lo hecho, lo guardaba para un por si acaso, por si había que volver a ello. El bloc invita a lo contrario, a no conservar el pasado, si no a tirarlo a la basura… Es curioso, ¿verdad?..
Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com
LA GUERRA
- Por miguel-galindo
- El 01/05/2023
(de El País)
Un amigo cafetero me pregunta por qué no escribo sobre la guerra… “por que me duele”, me sale como un borbotón. Y zanjo la cuestión. Después, en casa, en compañía de mi libro de turno, a solas conmigo mismo, me vuelve como un regüeldo agrio, ya saben, como algo no digerido que se queda dentro y pugna por salir. Pero, claro, no en el estómago, si no enredado entre las tripas del cerebro, de las de la mente (no es lo mismo lo uno que la otra), e incluso las del alma, con la que forman la ensalada.
Y es verdad: me duele. Me duele, porque no tengo una respuesta con la que capotear mi propia conciencia. La guerra no puedo analizarla desde fuera, por la sencilla razón que cada uno de sus muertos me afectan como si fueran mis muertos, no sé ni siquiera cómo explicarme, pues me es, créanme, realmente difícil… Si yo creo que la guerra, cualquier guerra, es algo que desgarra a toda la humanidad, a todo lo humano, tanto como género o como individuo, no puedo quedarme al margen. Me duele profundamente; me veo a la vez víctima y verdugo, responsable, como si yo mismo, como ser humano, matara y me mataran al mismo tiempo; y entonces siento tanta vergüenza, y cargo de conciencia, y dolor, que doy portazo al tema y salgo huyendo de mí mismo… Aunque luego, como ese sentimiento se queda de rondón por los entresijos de mi densidad, o lo que sea, termino por escupirlo, o justamente dicho: vomitarlo, por no poder digerirlo.
Me entristece mucho reconocer que no son los mismos muertos los que se sacrifican por defender su tierra (me niego a escribir patria), a su gente, su querencia y su libertad, que los que se hacen a sí mismo invasores violentos por la ambición de un sátrapa genocida, o de cualquier otro político, sea el que sea y de dónde sea… aunque, al final, la misma muerte los iguale a todos bajo su frio rasero. Porque, nos guste o no, todos los muertos son iguales después de muertos. Esa historia de hacer a unos mártires y a otros verdugos, o al revés, según desde dónde califiquen los manipuladores de las guerras, no es otra cosa que sembrar la historia de la humanidad de odios irredimibles. Los soldados, y los civiles incluidos en el diabólico lote de la ofrenda mortal, en realidad mueren por intereses políticos, económicos o estratégicos de los que les mandan dejarse la vida, morir y matar, en nombre de esa difusa “patria”. Quede lo que quede después, al final siempre ganan los mismos, los financieros y financiadores, y se manejan las conciencias de los que quedan para justificarse a sí mismos y a los que se dejen.
Al final de todas las masacres tan solo quedan los auténticos y verdaderos responsables: ellos; y los genuinos colaboradores ciegos: nosotros. Es cierto, muy cierto, que los ejércitos se autojustifican para defender una cada vez más dudosa integridad y no para atacar la de nadie, y así se ponen la etiqueta de “Fuerzas de Paz”. Y puede pasar. Y cuela… Pero lo cierto es que, si en ningún caso, en ninguno, la ciudadanía respondiese a los políticos y generales para guerrear por nada ni contra nadie, entonces no habría con qué defenderse, cierto, para tampoco de qué defenderse. Es pura lógica. Y lo es, porque toda guerra está fuera de toda razón y de todo sentido común.
El decirnos y repetirnos a nosotros mismos que eso es imposible, que es una utopía, es un mantra que nos han inculcado los políticos y gobiernos infames, y los mercaderes de armas asesinos, que medran de nuestra consentida disponibilidad a matarnos entre nosotros mismos por canallas argumentos que solo benefician a las oligarquías que nos manejan… Fíjense hasta qué punto nos engañan, que Rusia aún está en el propio Comité de Seguridad y todos los órganos decisorios de la Onu, a pesar de machacar a un pueblo vecino y hermano, y vendérsenos a occidente que esto es una guerra santa por su parte.
De momento, aquí todos venden armas (incluida la propia Rusia), y las naciones se van apuntando al próximo gran negocio de la reconstrucción de Ucrania por méritos contraídos según los favores – armas enviadas – hechos y anotados en la agenda del día después… Ellos ponen el negocio y nosotros ponemos los muertos. Por eso nuestros muertos y sus muertos son los mismos muertos. Y también por eso, al final, Como dice el siempre malinterpretado Jesucristo, “los muertos siempre acaban enterrando a sus muertos”… Por esto me duele hablar de la guerra. Si, al final, estoy escribiendo sobre lo que rehusé responder, es en un intento avergonzado de catársis; de provocación de un vómito que alivie mi náusea; de tratar de perdonarme a mí mismo como ser humano que soy… y, aún y así, me sigue doliendo.
Mientras las guerras existan por deseos de dominio de una nación sobre otra, la humanidad entera queda estancada en su evolución natural y moral. Y con esto quiero decir que hemos avanzado en ciencia, pero no en conciencia. La verdad es que no hemos evolucionado desde que nos hicimos personas y cargamos con la primera guerra entre los dos primeros pueblos: Caín y Abel. Tan solo, si acaso, en que usamos misiles en vez de quijadas. Y todo por la misma cuestión: que tus cabras no se metan en mi bancal de habas… ¿En qué hemos adelantado?, ¿en herramental?, sí; ¿en vivir hedonísticamente?, sí; ¿en comodidad?, también, si no sacamos cuentas de lo que nos cuesta; ¿en moralidad?, rotundamente no.
Aún se nos sigue mandando al matadero como borregos para trufar a nuestros amos. A los amos de nuestras mentes, de nuestras andorgas y de nuestros destinos. A los puñeteros amos que nos mienten y estafan; a los que nos cantan que hemos de defender nuestro plato de lentejas por un más que dudoso derecho que no esconde primogenitura alguna, cuando, si de ellos es el plato, las lentejas siempre las ponemos nosotros… Y nosotros morimos como víctimas propiciatorias de nuestras propias creencias, que son las suyas. Porque lo que defendemos con nuestras muertes es el estatus de que ellos, los que nos gobiernan, puedan seguir vendiéndonos las lentejas que solo nosotros producimos.
Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com
SIN PUDOR ALGUNO
- Por miguel-galindo
- El 01/05/2023
(de OndaCero)
Por el periódico de L.O. me entero que López Miras ha comprado en una tienda de trofeos (igual puede haber sido en los chinos) 45 medallas para, al terminar la presente legislatura, colgársela a los diputados de la Asamblea Regional en reconocimiento a su labor (¿?)..
Yo creía que bastaba con la suculenta nómina que cobran y por la que navajean, pero no… les faltaba el autobombo. En una democracia verdadera es el pueblo el que distingue a sus políticos, no ellos mismos a sí mismos con todos sus cinismos…
Dice Alberto Castillo – justificando tal desvergüenza – que otros parlamentarios autonómicos también lo hacen, pero el que otros tengan igual descaro no rebaja su desfachatez… ¿No van a evitarnos tan denigrante espectáculo?..
Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com
SIN PUDOR ALGUNO
- Por miguel-galindo
- El 01/05/2023
(de OndaCero)
Por el periódico de L.O. me entero que López Miras ha comprado en una tienda de trofeos (igual puede haber sido en los chinos) 45 medallas para, al terminar la presente legislatura, colgársela a los diputados de la Asamblea Regional en reconocimiento a su labor (¿?).. Yo creía que bastaba con la suculenta nómina que cobran y por la que navajean, pero no… les faltaba el autobombo. En una democracia verdadera es el pueblo el que distingue a sus políticos, no ellos mismos a sí mismos con todos sus cinismos… Dice Alberto Castillo – justificando tal desvergüenza – que otros parlamentarios autonómicos también lo hacen, pero el que otros tengan igual descaro no rebaja su desfachatez… ¿No van a evitarnos tan denigrante espectáculo?.. Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com
DEL QUIERO Y NO PUEDO
- Por miguel-galindo
- El 28/04/2023
(de Daniel Colombo)
“Tenemos que vaciar nuestra mente de todo lo que nos han hecho aprender hasta ahora. Hemos de darnos cuenta de la similitud entre un código de barras y nuestro DNI. Somos números del sistema” (del libro El Árbol y el Sendero)…Ardua labor para los que intentan desbrozar su sendero hacia el auténtico conocimiento, porque se llevarán las del pulpo. Estamos muy abrigados en nuestras oscuridades interiores al fondo de la platónica caverna. Nosotros no queremos despertar, ni que nadie nos despierte tampoco, y los otros, a cambio, nos ceban con pienso grueso mientras rindamos en el pesebre de los adocenados. La estopa y el destierro a la estepa, cuando no el desprecio, que nos largan a los que quieren/queremos cambiar (o intentarlo) tal estado de pensamiento, es la respuesta a la oferta.
Me pararon por la calle para preguntarme si era verdad que unos pocos – yo diría unos mínimos – íbamos a abrir en T.Pacheco un foro cultural de cierto nivel… Me dejaron “estupefactado” más que estupefacto. Alguno tuvo que enterarse de mis/nuestras conversaciones con los del Casino local (Centro Instructivo mal-reza aún en la fachada) para tratar de poner en valor una parte del mismo desde varios ángulos culturales. Por lo tanto y a lo tonto, como buen interesado por ya escamado, intento, como en el ajedrez, una apertura por las alas, a ver hasta dónde llegaba aquel interés tan interesado.
Así que, como en el cuento, le enseñé una patita por debajo de la puertecita: Bueno, estamos en las preliminares, en el intento, pero ese “nivel” lo tendréis que demandar vosotros… Como se quedaron epatados, o espantados, no lo sé, les aclaré un poquico más: Mirad, nosotros hasta podemos invitar a M.C. Jara (la autora del libro anteriormente citado) a que explique, por ejemplo, el porqué y motivo de la media docena de ediciones que ya lleva su obra… o muchas y espléndidas cosas más, pero, ¿alguien estaría dispuesto a venir a escucharla?..
¡Hombre!.. saltaron semiofendidos… Y seguí: podemos intentar poner un Punto de Mediación, Formación e Información; dar conferencias, charlas, exposiciones… incluso hacer funcionar una Escuela de Lectores y Escritores, si se tercia, pero, claro, ¿tendrá respuesta entre la gente?.. ¿habrá demanda con que mantener la oferta?.. Primero, en interés, y luego, en su mantenimiento, por mínimo y ridículo que fuera… ¡Ah!, me contestan, ¿pero es que hay que pagar?.. Como no sea que los que inter-vengan se paguen desplazamiento, gastos personales y materiales de su bolsillo, encima de no cobrar su trabajo… les suelto a su pregunta. Podrían hacer lo último, si quisieran, pero todo lo demás nos debería dar vergüenza el solo insinuarlo… Regalar la faena y encima costearse los trastos me parece tan abusivo como insultante, les corono la tarta, mientras quedo a la espera… “No, claro, visto así”…
…¿Acaso hay otra manera de verlo?.. Estamos tan patéticamente enganchados al subvencionismo que hemos perdido el auténtico y genuino valor de las cosas… No sé quiénes (bueno, sí que lo sé) nos han acostumbrado a pedir sin dar, o a exigir sin responder. Así solo se puede obtener mediocridad y banalidad. Al fin y al cabo, nos ofrecen aquello para lo que nos han acostumbrado, algo con lo que cebarnos: bazofia consumista. Vale. De acuerdo, pero no es eso lo que necesita – o cree necesitar – el personal. No es un más de lo mismo, si no una nueva visión de encarar las cosas y nuestro propio yo, no sé si me explico… Existe una máxima sacada de la antigua sabiduría: “hasta que no está listo el alumno, no aparece el maestro”. Así que, háganse ustedes un favor, y piensen en esto antes de seguir leyéndome.
Ahora sigamos con la exposición, please… Yo no estoy hoy aquí vendiendo nada, tan solo estoy constatando un hecho y exponiendo dónde estamos, porqué, y lo que debemos de hacer para salir de esta trampa saducea. Nada más que eso, aparte de señalar los últimos trenes de las oportunidades perdidas, o aprovechadas, antes de que éstos sean suprimidos por el nuevo Farenheit 451, a su paso por la “Estación del Fin del Mundo”, y no tengo espacio aquí para ilustrarles sobre esta metáfora. Pero llama la atención, y mucho, la nula actitud de las personas con aptitud… bueno, no, en realidad hasta resulta un tanto lógico, aunque no de sentido común.
Solemos poner precio a lo que nada vale, y, sin embargo, despreciamos lo que tiene valor. Los dos jacos que tiran adelante del carro de la comodidad y el egoísmo. Y el de la ceguera es el que tenemos de reserva en nuestra cuadra… No queremos – puede que no sepamos – darnos cuenta que estas propuestas son difícil que vengan de una administración que no está dispuesta a facilitárnoslas por varias razones: porque lo pagado está condicionado; porque se prefieren materias esclavizadoras a liberadoras; porque lo mejor es mantener a la gente sin pensar, o con pensamientos digeridos y dirigidos; porque los funcionarios no trabajan por las tardes, y usted, por ende, tampoco debe hacerlo; porque las administraciones sirven a los sistemas y no a los ciudadanos…
Por eso mismo que es la propia ciudadanía la que tiene que montarse sus propios abrevaderos libres y no intervenidos, según su conciencia y el olfato que les quede, y su libre elección de perseguir su opción… En mis programas radiofónicos, recurrentemente me animan a desarrollar y establecer esos contenidos en charlas y talleres, lo cual siempre agradezco en lo que vale, y por lo poco que vale lo agradezco poco… ya que, cuando digo el “sí, quiero”, VAMOS allá, el plural les congela el ánimo. Y, claro, eso no me sirve. Ni a mí, ni a ellos. Lo menos que puede esperar el que le piden una cita, es que el que se la pide, acuda… Recuerdo a personas que ofrecieron en teoría hasta lo que yo no creía. Naturalmente, sin molestarse en conseguir lo que prometían. Y es que necesitamos conseguidores, no prometedores.
Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com
LO QUE SÍ Y LO QUE NO
- Por miguel-galindo
- El 22/04/2023
(de Pinterest)
En un programa radiofónico donde se dice que nuestras mentes han sido colonizadas a lo largo de la historia por sacerdotes, caudillos, reyes u oligarcas, para someter nuestro conocimiento del mundo y esclavizarnos a falsas realidades…
…Me preguntan unos cuantos qué es lo que se puede hacer para evitarlo, y qué es lo que NO se debe hacer a fin de salir de esta trampa saducea. Solo se pueden romper las cadenas a través de la adquisición de conocimientos, de cultura, del estudio, de la búsqueda del saber, del librepensamiento, de la evolución mental…
Y NO se debe hacer a través de la revolución, de la algarada, de la subversión o del descontento, pues así solo logramos cambiar unos amos por otros amos.
Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com
REGIONELECCIONES
- Por miguel-galindo
- El 21/04/2023
(de RTVE)
Bueno, pues estamos que votamos… Las elecciones locales aún conservan un poco de la indiosincrasia de los pueblos (véase “Que vienen las Municipales” de hace semanas y/o su programa de radio), pero en las autonómicas ya se diluye en una mayor componente política, o sea, demagógica. Pues, si bien se fijan, los políticos están desapareciendo como tales para ir convirtiéndose en demagogos. Los demagogos solo sirven a su trinidad natural: a sí mismos, al partido y a las oligarquías, y por ese orden, pero no al pueblo… Al ciudadanaje, si acaso, lo justo y necesario como para que pueda seguir manteniendo bajo su voto la propia nómina y sus privilegios. Y poco más…
Aquí, en nuestra murciana región, a nivel de comunidad, tenemos entre repetir más de lo mismo o cambiar a casi más de lo mismo, pues todo se reduce al seguidismo de sus franquicias nacionales. Fíjense, por ejemplo, que cuando gobernaba Rajoy, aquí se le justificaba su política dilatoria con el tema del agua para beneficiar a Cospedal, y hoy se ataca al contrario por lo mismo… Y el de enfrente, justamente por igual motivo, hacía lo que hoy hace el de la competencia, esto es, ayer atacaba y hoy justifica… Lo que pasa es que, en la calle, una de dos: o no tenemos memoria histórica ni memoria alguna, o andamos enganchados a intereses espurios o delegados. Pero tan solo hay que consultar las hemerotecas para darnos cuenta del doble juego de ambas formaciones políticas, quiero decir… demagógicas.
Desde hace largo tiempo que asociamos nuestra marca al gobierno del PP… y la verdad es que no ha podido ser más patético y fantasmagórico, salvo, claro, el lapso de Alberto Garre (hoy autoderivado a Vox por razones que, por personal amistad, respeto) que fue de transparencia y honestidad probada; aquél que le cantaba las verdades del barquero al lucero del Mariano; y el que, precisamente por honrado fue cesado, traicionado y apuñalado. Lo demás dejó y deja mucho que desear. Valcárcel terminó trasladando sus trastos a toda prisa a Europa, porque, tras lo de Escombreras y el Aeropuerto, convenía poner tierra de por medio ante su dudosa gestión. Así y todo, por lo primero aún va a ser procesado, y por lo segundo ya le llegará el turno de oficio… Todo se andará.
Luego, Pedro Antonio Sánchez, Pas para los amiguetes, impuesto por el anterior, que se pasó toda su presidencia entre juramentos de inocencia, clamores de persecución y aspavientos de víctima – como todos actúan, por cierto – vino a terminar también corriendo porque el auditorio de su pueblo le caía encima, entre otras cosas. Por cierto, que también ha terminado juzgado y condenado. Este elemento, mentor de López Miras, por cierto, aunque ahora ese López no lo Mira, se largó pasándole los trastos al actual. Y la andadura de éste, marcada y manchada por la chapucera forma de solucionar la no menos vergonzosa moción de descabalgadura montada por Psoe y Ciudadanos, comprándolos con indignidad a base de cargos públicos, y un más que dudoso pasteleo de amiguismos y favores con asuntos que puede que también acaben en los juzgados , es el que se nos presenta ahora para revalidarse, no sin antes haberse cargado le ley de limitación de mandatos que, el por ellos escupido, Garre, había impuesto como norma ética.
La otra opción es José Vélez. El representante siglado del Psoe en esta región, que, una vez abandonado su cómodo y bien remunerado puesto en la Delegación de Gobierno, opta para quitarle el trono a Mira ese López, y auparse él en la taifa… Por supuesto, que esto no deja de ser mas que una opinión muy personal mía de mera “observancia” del personaje, si se me permite decirlo, pero a mí me da la sensación de que es otro demagogo más en busca de su arca perdida. Uno más del montón de los que pululan por auparse en los aledaños del poder y rascar posiciones. Eso también lo hay en todos los pueblos…Pero nada más.
Lo único que le he visto en todo su trayecto es criticar a López Miras en todo y por todo. Por sistema. Exactamente lo mismo que López Miras critica, por igual sistema, a Pedro Sánchez. Porque esos son sus papeles, y a ellos solo se aplican. No tienen más rol ni valía para sus partidos que ese. Y punto pelota. Oposición ciega al otro y genuflexión igual de ciega al suyo. Cuando vienen por estos lares malabares, se pegan a su figura para salir en la foto y que se note que ellos está ahí, y san-se-acabó. Él igual que su competidor cuando éste sale zumbando a besarle el anillo a san Feijóo tras haber dado la espalda a Casado y matarile a su amigohermano el ciezano. También el Mar Menor lo usan ambos dos como arma arrojadiza para atacarse mutuamente, teniendo todos mucho que ocultar y más por qué callar.
Estas son las opciones de bloque entre las que nos dan a elegir. Es muy posible que en un sistema de listas abiertas, donde los candidatos no son impuestos por sus partidos en listas cerradas, como es el caso de esta semidemocracia, esta pobreza y bajeza, esta mediocridad de elegibles, no existiría… En todo caso sería de la entera responsabilidad de la ciudadanía. Pero así, no. Así se nos endilga aquello que solo sirve al interés momentáneo y relativo de las siglas, no al interés de la gente, que es cómo y para lo que se montó el invento.
Sea como fuera, el caso es que tenemos personajes que se parten el alma por sentar culo en plaza, y se les nota tanto que ni se molestan en disimularlo. Lo demás resulta anecdótico… Miren ustedes, hagan un ejercicio de abstracción, quítenle las banderas y carteloides con las que posan, y pónganse a pensar: López Miras muy bien pudiera servir al Psoe, como José Vélez podría valer al PP. Ya que ambos, en el fondo, se sirven y valen para sí mismos. Nada hay diferente del uno al otro, solo hacen lo que se les ordena desde sus respectivas arribas. Hoy existen en política los cambios de nómina, igual que los futbolistas los de clubes, o si no, miren a los periféricos y transvasables. Y la mudanza existe porque la ideología no existe. Es una chapa en la solapa por la que ser fichado por un buen sueldo para un buen cargo. La política se está diluyendo en la demagogia, y ya nadie los distingue. Eso es todo.
A los ciudadanos solo nos queda la esperanza de que sean buenos gestores, y honrados y transparentes, piensen lo que piensen o como piensen, en rojo o en azul. Con eso ya nos vale. Que gestionen bien y que sean honestos, sobre todo esto último. Que miren más por los ciudadanos que por ellos mismos, y tampoco por los sátrapas de sus partidos… Pero, por favor, que cada cual se responda a sí mismo con absoluta sinceridad: ¿de verdad es lo que hay?.. Yo solo veo un atajo de oportunistas. A lo peor es que tengo que cambiarme de ojos, porque éstos ya no me valen…
Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com
SEMOS COMO SOMOS
- Por miguel-galindo
- El 20/04/2023
(de ABC)
En Sant Cugat, un colectivo llamado Hora Bruixa le ha montado un pifostio de cuidado a una confitería por exponer en su escaparate una mona de pascua de chocolate que representa una figura femenina con delantal, gorro de chef y unos platillos en las manos, con un muñeco infantil saltarín…
La tuvieron que retirar bajo acusaciones de racista y sexista, nada menos… Hay que tener una imaginación enfermiza y llena de maldad para ver lo que nadie ha visto en algo tan inocente.
Estamos cayendo en las zarpas de un integrismo inquisitorial que nos retrotrae a un puritanismo cerval, estúpido y decimonónico…Y todos tan tranquilos y tragando.
Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com
LA MORAL
- Por miguel-galindo
- El 18/04/2023
(de Logística)
Por alguna razón, a lo largo de la historia, tuvo que sobrevalorarse el concepto de Moral. Al igual que se hizo con el de conciencia, la moral, por algún motivo (que yo creo eminentemente ligado a nuestra cultura cristianoccidental)… perdón, mejor catolicoccidental, se le tuvo que elevar a ciertos altares de valoración. Digo esto, y ustedes sepan disculparme por ello, porque, como casi todo, viene del latín “mos, mores” y su significado es “uso, costumbre…” Incluso “moralis” es traducido por “relativo a las costumbres”.
Como podrán apreciar, por alguna causa en algún momento, se ascendió la costumbre a obligada virtud (moral). Esto es: determinados usos y costumbres fueron patinados – de pátina – como sagrados, ya saben, conforme a la moral… Desde luego, es un falseamiento de principios, pues cada cultura tiene sus costumbres, muchas veces distintas, y otras muchas más hasta opuestas. Llegados a este punto, habría que decir que cada cultura ha desarrollado sus “mores”, sus morales al uso, diferentes e independientes unas de otras, aparte mutuas influencias. Por ejemplo, el pueblo Inuit acostumbra una moral de acogida al huésped que le obliga a ofrecer a su mujer para que “ría” con él, en paralelo a la árabe donde es sagrado ofrecer su casa, pero sin la esposa.
Lo cierto es que lo que es moral para unas culturas resulta inmoral para otras, o amoral para muchas, por lo que no se puede dar un valor absoluto a lo que es relativo… No existen morales mejores que otras, si no que todas valen dentro de su contexto cultural y/o tradicional o costumbrista. Aquí, en Europa, hemos desarrollado el complejo del misionero: llevar a imponer nuestra moral (usos y costumbres), como superior, a todo aquel que tiene otras ajenas a las nuestras. Esto es lo que siempre hemos hecho con el nombre de evangelización, a más inri. Hemos tenido la desfachatez de usar Evangelio para conquistar, avasallar (hacer vasallos), y ya, de paso, robarles sus recursos. Y eso en nombre de “la fé”. Una fé basada en una “mores” considerada por encima de todas…
La verdad es que la palabra que más puede aproximarse al significado que se le quiere dar a esa “moral”, reside en el griego “athikos”, o sea: Ética… Para los griegos antiguos, Ética supone el cuidado de las cosas, el no dañar a la naturaleza ni al ánima de los seres creados, incluidos nosotros, por supuesto. Si la ética desarrolla la estética, esto es, la belleza, es como resultado de aplicar la ética a nuestra forma de vivir. Si la causa es la ética, la consecuencia solo puede ser la estética… En realidad es lo más próximo a la recomendación, simplificada por única, de Jesucristo: “no hagas a nada ni a nadie lo que no quieras que te hagan a ti”. Y aquí, paradójicamente, se condenan muchos hechos cometidos en nombre de esa misma “moral” nuestra.
Habría que analizar qué morales, incluidas las dobles morales que son las peores, cumplen el patrón de la Ética, para poder seguir nombrándolas, llamándolas y tratándolas cínicamente como Moral… Salvo, claro, que la auténtica y genuina moral sea la de costumbre y uso, pues existen malas, peores y pésimas costumbres, como existen buenas e inocuas costumbres, si bien hay muchas más de las primeras que de las segundas, habremos de reconocerlo. Lo que no podemos, o mejor no debemos, hacer, y lo estamos haciendo durante miles de años, es convertir la habituabilidad (esto es, la costumbre, el “mores”) de un gesto, de un hecho, o de lo que sea, en una obligación superior de rango espiritual, sin haber pasado por el filtro del Athikos, de la ética, no sé si me explico, o si ustedes quieren entenderme…
Está medianamente claro que es un camino paralelo (yo diría mejor un acto reflejo) que el que se anda con lo que denominamos “tradiciones”. Son hermanos, aunque no gemelos… Se suelta el excátedra “es que es tradición”, y todo el mundo boca abajo y mirando a La Meca. Sin fijarnos un mero ápice en ver si esa jodida y archirepetida “mores”, es positiva, o negativa, o es una puñetera estupidez. Para nosotros, lo tradicional es sagrado, moral, lo mismo sea una representación estética, estática, filosófica o intelectual, que sea una reminiscencia totémica, idolátrica, retrasada y retrasante; o que sea una pura salvajada contra cualquier ser vivo. Lo valoramos igual, porque tomamos lo tradicional como moral, aunque sea retraso mental, cuando no de puro inmoral.
Luego está lo otro: las escalas de valores a las que nos atamos los seres humanos. Nada hay más mudable y cambiante que eso. Todos estamos sujetos a ellas y a ello… Yo también, por supuesto. Éste que les escribe esto, participaba antes de todas esas frivolidades escenográficas de premios, galardones y galas en que las gentes de toda laya y condición se autobesan el ombligo y se lamen el culo unos a otros, y lo consideraba como tolerable e incluso necesario. Lo confieso y me avergüenzo. Sin embargo, hoy me parecen ceremonias vacías de contenido, espectáculos rellenos de vanidad y vacuidad. Muy solemnes estupideces y mucha farsa trufada de intereses.
O algo ha cambiado, o yo he cambiado, eso está claro… Pero ya no valoro igual los elementos de esa tabla. He aterrizado a una perspectiva desde donde se ve lo de antes y lo de después, y los de qué, y los porqués, y veo una banalidad inconmensurable. Y entonces, esa escala de valores de la que les hablo, tris, tras, se mueve, y hay casillas que suben como hay otras que desaparecen, como igual están las que se mantienen inamovibles. Las escalas de valores las fabrica la vida según su existencia humana, y nos señala a la conciencia de todos y cada uno de nosotros. Nuestras vivencias, nuestras circunstancias, nuestras experiencias… son las fuerzas, correctivas o disruptivas, que se encargan de, a veces dolorosamente, mover las clavijas de la escala, ris, ras, cada vez más suave y con menos ruido, mientras vamos teniendo una más clara y diáfana visión de conjunto.
Así que cuando yo digo, o los demás dicen, que esto o aquello, o éste y aquél, es inmoral, corríjanme, corríjanse, debemos decir que no es ético, que no es lo correcto, que va en contra de la armonía, de la justicia universal; que es todo lo sucio, lo torcido y retorcido que no se debe hacer, admitir ni ni contemplar. La moral nos ha servido de bien poco… Alguien preguntará como preguntaron a aquel Maestro: ¿y entonces cómo sabremos, acho, jefe, el que actúa con ética, ya que no con moral?.. y se nos contestará exactamente igual que hace 2.000 años: “por sus frutos, tontolhabas, por sus frutos los conoceréis”. Y, lo cierto es que hay que estar muy ciegos, y ser muy tontos, y muy negados, como para no ver las consecuencias que estamos cosechando de nuestros errados y herrados actos. Desde que la competencia desterró a la cooperación (desde que Caín descalabró a Abel porque sus borregos se le comían las habas) vamos de puto cráneo. En busca del del hermano al que se lo abrimos con la quijada de un asno que era menos burro que nosotros.
Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com
EL GORI-GORI
- Por miguel-galindo
- El 17/04/2023
(de Top Comunicación)
Leo a A. Montiel rememorar sus rotativescas memorias y su conjuramentación con el “lector del papel” durante toda su vida. Como muchos. Como yo mismo. Hace bastantes años surgió un inversor tan enamorado del papel como nosotros…
Un buen amigo y yo le buscamos la cabecera, los corresponsales y colaboradores, y hasta la dirección. Todo... Al final se arrugó como ese mismo papel.
Una lástima. La cosa hoy es que aún queda papel, todavía quedan lectores, pero ya no quedan quioskos. Desaparecen más rápido que los chopos, y se adelanta al ocaso de la prensa escrita. ¿Será su final?.. Se admiten apuestas.
Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com