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VIRUS IRRACIONAL

La sexta ola del SarsCóvid-19 nos está llevando al paroxismo, cuando anuncian desde Chipre una nueva variante a la que van a llamar Deltacrón, porque es un cruce entre la anterior Delta y la actual Ómicron. Por sentido lógico, si no aporta nada nuevo, los malengues deben ser menores, pues se supone que ya hemos cogido inmunidad de ambas cepas, aunque en esto nunca se sabe… Igual sale más cabrón que los padres, que también puede ser. El caso es que vamos a acabar todos neuróticos, tanto negacionistas como creyentes de fe cerrada. Los primeros, porque ya no saben qué negar, y los segundos porque no vamos a saber en qué creer, o lo que pensar…

El otro día, por poner un ejemplo, vi una película en la tele, de un par de décadas, no más, en la que salía el interior de un bar donde la gente se amontonaba dentro, en mesas atestadas, codo con codo, casi todos fumando, riendo, gritando, y echándose las miasmas en plena jeta… y lo que es más, recibiendo llamadas de móviles que contestaban sin mirar, confiadamente (tampoco existía la pandemia de las llamadas-pirata para querer venderte un servicio con la excusa de liberarte de algo, o lo de las llamadas-trampa)… y me pareció estar viendo un reportaje del Canal Historia.

Hemos asumido tanto – aunque no del todo – la nueva realidad ésta, que lo de ayer nos parece irreal hoy. Como escenas del Antropoceno, cuando los humanos eran seres cavernarios… aunque nos encaaminaamos a habitar nuevas cavernas. Habremos de ir acostumbrándonos a otras cosas que ya empiezan a ser normales, como que en su Centro de Salud le cojan el teléfono para darle cita con su médico, sin que le toque la lotería del sistema aleatorio de contestar a las llamadas…. Yo sospecho que, enmascarado con las llamadas-trampa, te hacen una perdida, para que te salte el turno y tengas que volver a llamar y volver a entrar en la ruleta de la suerte…

El otro día mismo, en Madrid (que, gracias a la alcaldesa Díaz Ayuso tienen el mejor sistema sanitario de las Españas) una madre, tras docenas de intentos, pudo contactar para avisar de que un hijo y ella misma eran positivos, y le dijeron que tenía que hacer una llamada por cada uno, y no una para los dos (esto es verídico, no un chiste). A este paso, en las rifas y sorteos, además del jamón, o el coche, van a incluir como premio extra una llamada a su Centro de Salud. Al tiempo, si no…

Leyendo a Íñigo Domínguez, que es un cachondo columnista, comentó haberse descubierto que muchos de los contagiados Cóvid, además de perder el olfato, o el sabor, o el gusto por las empanadillas de Móstoles, también veían alteradas sus convicciones políticas… Y que muchos de UP estaban empezando a sacarle gusto a Vox, por ejemplo, incluso que habían iniciado una novena a San Ramón Nonato… Ojo también con los Tests de Antígenos, que existe un vídeo en las redes, italiano según se comenta, donde hacen la prueba metiéndole el palito a un kiwi, y sale positivo al momento. In situ, mismamente. Ahora que han bajado el precio en las farmacias, veo a la gente haciendo tests a las verduras; o exigiendo en los bares (lo que le faltaba a la hostelería) el Certificado Cóvid de la ensaladilla rusa que han pedido de tapa.

Corre el rumor que, en Barcelona, toda una comunidad de vecinos ha cogido el Cóvid, menos el puñetero del negacionista, que anda el hombre pavoneándose, ascensor abajo, ascensor arriba, con una pancarta: “A los negacionistas nos sale negativo”, y que ha sido denunciado a la fiscalía por apología contra la salud pública… El caso es que nos estamos volviendo paranóicos. Y tampoco eso es raro. Que un pueblo pueda optar por la infestación general de su ciudadanía como inmunización total, puede llegar a ser una opción. Pero que tenga que hacerlo en cada variante a la que el puñetero virus se le ocurra mutar, ya es un recochineo… Hay personas que ya han pasado el Cóvid dos y tres veces, aún vacunados y todo, y es lógico que estén cansados y hartos de tanta coña marinera, y tanto protocolo, que también es tan mutante como el propio virus…

…Y, mutans mutandi, todos vamos mutando. El Cóvid, los ciudadanos, los protocolos sanitarios, los sociales, los económicos, los laborales, y la santa madre que nos parió a todos… Y eso hace que, como decía en el segundo párrafo de aquesta crónica, uno mire a su inmediato ayer y no se reconozca a sí mismo, ni a los demás tampoco. Porque estamos variando de seres racionales (dentro de lo que cabe, claro) a seres racionados. De nosotros mismos y relacionados con nosotros mismos… Por que, óigan, ¿los seres irracionales son los que no se relacionan, o es al revés?.. Yo es que ya no lo sé…

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ www.escriburgo.com miguel@galindofi.com

NI DE COÑA...

La UE se compromete a acoger 37.000 afganos. Lo veo muy bien... Pero que, sobretodo, sean afganas, ¿vale?, y niños.. Es que el infierno que están viviendo allí por culpa de Biden, seamos claros, no es mínimamente humano. Una persecución sistemática y brutal.

Como siempre, Alemania es el líder en acogida: nada menos que 25.000. Una diferencia enorme comparado con el resto de países europeos. Sépase, de todos, quién practica más la solidaridad. Si no fuera por ese país, los famosos derechos humanos de Europa serían una filfa.

España se descuelga con los 2.500, pero, ojo, contando con los 1.600 ya acogidos con tanta parafernalia. Nosotros no somos tan  generosos... pero eso sí, muy cristianos, o sea, católicos y eso.

¿ES ESTO UN MINISTRO?

Lo de nuestro excelso ministro de Consumo, Garzón, se está convirtiendo en una astracanada a nivel europeo, e incluso mundial. No entiendo qué poderoso peaje ha de pagar Sánchez para mantener a ese esperpento cometiendo errores garrafales y poniendo en evidencia contínua a su gobierno, y a su propio país. Debe ser cosa de ineptitud o ignorancia supina – quizá, ambas cosas a la vez – o a lo peor es una especie de gen regresivo familiar… He leído por ahí que tiene un hermano economista, que proclama que la pobreza en el mundo se eliminaría imprimiendo más billetes…

Y el caso es que este hombre, llevando una parte de razón, que la lleva, la pierde toda porque, al igual que el guardia que pega tiros sin apuntar, éste habla sin pensar… La entrevista otorgada a The Guardian sobre lo de las macrogranjas españolas, diciendo que estamos exportando carne de mala calidad por el hecho, simple y simplista, de que en ellas se trata mal a los animales (esta vez le ha tocado a los cerdos) es de una sublime estupidez, porque ha apuntado – si es que lo ha hecho – a la diana equivocada. Yo creo que este sujeto tiene aversión persecutoria recurrente hacia el sector cárnico, y eso le hace ser incontinente cada vez que abre su pobre (pero bien pagada) boca.

Si estuviese mínimamente informado (es su obligación, que para eso cobra lo que no se gana) vería que es justamente al revés de lo que dice… En este país son los cerdos los que son tratados opíparamente mientras las personas que viven en su entorno no pueden ni consumir el agua de la red por contaminada. La España Vacía, o vaciada, la están llenando de cerdos, de modo que hay entornos con más cerdos que personas en sus pueblos. El censo de ganado es mayor que el de habitantes humanos. Y lo peor, que esas macrogranjas están contaminando el medio ambiente y envenenándolo por la emisión, indiscriminada e incontrolada, de sus purines… Hasta nuestro propio ecosistema del Mar Menor está afectado seriamente, y la propia Europa ha denunciado a nuestro Gobierno Regional a causa de ello…

El problema, pues, está precisamente en la acumulación desproporcionada de esas instalaciones en determinados lugares, no en el maltrato animal… Esto es, lo contrario de lo que larga el inepto ministril a los cuatro vientos del orbe. Este problema medioambiental, que es el que realmente existe, no lo ve Garzón. O no lo quiere ver. Quizá quiera que los cerdos ocupen por familias nuestros hogares, y a nosotros nos manden a criaderos humanos (muchos están sufriendo tales repercusiones, por cierto). Su carne, según él, sería de excelente calidad, pues ni siquiera la relaciona con la química de engorde rápido y todo eso…

Pero Garzón tiene su fijación. Cuando arremetió contra el excesivo (según su opinión, claro) consumo de carne por nuestra parte, yo creo que lo hizo por razones terapéuticas, ya que la carne es portadora de toxinas y demás… La metedura de pernil es que tal recomendación pertenece al Ministerio de Salud, si acaso, no al suyo. Calladico está más bonico. Naturalmente, se llevó las del pulpo desde todas partes, y le hicieron un traje a su medida.

Lo peor es que ahora arremete contra uno de los pocos pilares de la economía española: la industria alimentaria; la cárnica en particular. Pero, ya digo, no lo hace advirtiendo de su riesgo contaminante, y poniendo el ejemplo de las medidas correctoras que están haciendo en Holanda, por un casual, otra potencia productora, si no apelando al maltrato animal y a la calidad de nuestras exportaciones, porque a los cochinos no se les saca al recreo, según él… Según su sapiencia, el paté, el foié-gras francés, ha de ser de malísima calidad, porque lo de los pobres patos no tiene nombre, ya que eso no es maltrato. Es tortura.

Con ministros como éste estamos salvados. Son de los que confunden la velocidad con el tocino, y siempre con el tocino de cerdo de dehesa, por supuesto. Ve en el malestar procurado al mismo la mala calidad, y no en la química de engorde industrial y de producción masiva; y es capaz de arruinar a un país con sus alucinaciones… Si Pedro Sánchez no actúa en consecuencia, y se lo quita de en medio, dándole, a un suponer, la Dirección General de Sexaduría de Pollos, o algo así, muy apropiado a sus aptitudes y actitudes, este tío nos busca un lío… También podría valer como montador de circos, o de payaso en uno de ellos… Bien recomendado, puede colar.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ www.escriburgo.com miguel@galindofi.com

NO ACABO DE VERLO...

La Unión Europea va a invertir en España tres mil millones de euros para transformar la industria del automóvil. El plan impulsa la preparación de las fábricas para el coche eléctrico...

Y yo lo veo fenomenal, a ver si, ya que somos tan aficionados a quemar gasolina y joder la atmósfera (nos importa un pito el cambio climático), al menos respetaremos más el medio ambiente. Vamos, digo yo...

Lo que pasa es que si el precio de la electricidad está como está, cuando multipliquemos su consumo la intemerata, la factura va a arder... Además, si se sigue dependiendo del gas y de energías contaminantes para producirla, lo que ganamos por un lado lo perdemos por otro, ¿o no?.. 

cara ecclesiam - programa radio

CARA ECCLESIAM, LA VERDAD AUNQUE DUELA:

https://youtu.be/FzpdZzPO3Ls

POR AQUÍ ANDAMOS...

Ómicron está llevando al límite a la atención primaria. La está colapsando. Es cierto que esta variante del Cóvid.19 está resultando ser menos letal que la Delta, por ejemplo, pero, a cambio, es mucho más contagiosa. El dramatismo es menor, por lo que le perdemos miedo al reducir el luto de sus resultados, pero eso no significa que se reduzca el drama… Y eso es porque, si resquebraja la atención hospitalaria – y lo está haciendo - los muertos seguirán produciéndose, si bien menos y por otras causas complicadas. A lo que nuestra inteligencia no llega a alcanzar es que son consecuencia de lo mismo: el sistema de asistencia pública está petado; el personal, al borde una crisis de nervios; y los medios a punto de quebrar…

Los profesionales de los Centros de Salud están trabajando bajo una enorme presión, y sus representantes están advirtiendo que, sin inversión en medios y en personal, los problemas se multiplicarán exponencialmente… Todo eso, mientras la ciudadanía pasábamos de todo entre fiesta y fiesta; entre cotillón y cotillón; entre quedada y quedada; y entre amogollonamientos lucero-callejeros. Sin tener, ni querer tener, conciencia de ello.

Yo mismo fui testigo, dentro de mi pequeño nivel de pueblo. Necesité un servicio médico de cierta urgencia, y en el Centro de Salud que me corresponde, la recepción era un completo caos. Todos sacando número y ninguno usándolo; unos iban a por Certificados Cóvid; otros a hacerse los test de antígenos (que no de inteligencia); otros a solicitar información; otros precisando ayuda urgente… Y dos personas tuneándose y turnándose para atender tan enorme desorden. Aquello parecía un dispensario de guerra… Poco después volví a necesitar los servicios médicos para una prójima próxima, pero esta vez acudí a un centro para compañías privadas: los justos, ordenados, atendidos perfectamente, con el servicio completo a su disposición… Como comparar el cielo con el infierno.

No es mi deseo criticar el primero, ni mucho menos a sus profesionales, pero sí establecer comparaciones con el segundo. La diferencia estriba tan solo en que en el primero, la relación de correspondencia entre medios y usuarios es ínfima, casi inexistente; y en el segundo es la correcta, mucho más equilibrada. Eso es todo. Pero sí que habrá (de eso estoy seguro) una cantidad de subsecretarios, jefes de negociado, de servicio, de sección, de coordinadores de despacho y nominaza absolutamente desproporcionado; y que estarían mucho mejor corriendo por los pasillos y atendiendo a la gente. En tales casos, hay más oficiales y suboficiales que soldados, más jefes que indios… Y luego está la segunda parte, que no es menos importante:

Y es que llueve sobre mojado, y el vaso está a punto de desborde. Antes de la pandemia ya sufrieron por el recorte presupuestario e inversión, impuestos por Rajoy. Llegó la explosión primera y el sistema quedó exhausto y al límite… Pero esos prometidos, jurados y presumidos refuerzos tampoco se hicieron. Todo mentira y fotos. Al bajar la presión, también bajó la memoria, y la vergüenza, y la dignidad, dicho sea de paso y sin ánimo de ofender, tan solo que de constatar… Claro, el alza de las terceras dosis de vacunas, y la de los jóvenes y los críos, dispararon la inmunización en los casos graves, pero el contagio masivo también ha disparado la necesidad de atención. Y nos encontramos que estamos como estábamos; aún peor: sin personal, sin medios, cansados y agotados. Con el culo al aire, y sin taparrabos.

Luego está el limbo – legal y social – de quienes no se pueden vacunar por razones médicas; y los que no se quieren vacunas por razones personales: los covíctimas y los covidiotas. Unos quieren y no pueden; mientras los otros que pueden, no quieren. A los primeros hay que protegerlos de los segundos, y a los segundos hay que protegerlos de sí mismos, y procurar que no dañen a los demás y al sistema de salud al que pertenecen, con el que no colaboran pero del que sí se aprovechan… Complicado, sí pero es la secuela de cualquier epidemia, y también hay que contar con medios , soluciones y resoluciones para hacerle frente… ¿Lo estamos haciendo?.. Me temo que no.

Y si no impedimos que este circuito se retroalimente a sí mismo; si no rompemos la espiral, seguirán produciéndose variantes que están poniendo en peligro nuestra salud, produciendo el colapso sanitario, y jodiendo la recuperación económica de todo el país… Vamos, directos, entre unos y otros, y otras y otres, a la ruina y al crack del sistema del bienestar… Y, mientras tanto, mire usted, me importa una mierda que el Madrid pinche con el Rayo; que el Barcelona se recupere o no; o que Carlos Sanz pierda una hora, o cien, en el Paris-Dáckar; o que el concierto de Sabina, o de Serrat, o de la Carabina, se vayan a tomar por saco… ¿Estamos..?

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ www.escriburgo.com miguel@galindofi.com

LA BURRADA

Yolanda Díaz quiso tener una reunión con el Papa. Vale pues... Dijo que quería abordar con él retos comunes, como la cosa de la desigualdad, ¿de mujeres ante hombres o la enorme y social que existe en España?, pregunto malevolamente. La verdad cierta es que es una buena foto para promocionarse y afianzar liderazgo...

Una cerril del PP madrileño la tildó en las redes de "Cumbre Comunista", nada menos... Un estentóreo rebuzno fuera de tono, que, en el fondo, consigue lo contrario de lo que persigue. No saben ni hacer demagogia...

Pero no se habló de los abusos sexuales a niños, ni de sus tapaderas obisperas, ni de las inmatriculaciones... Por ahí podía haber atacado esta otra, pero no, claro, en eso son amiguetes...

OTRA VUELTA DE TUERCA

En mi reflexión de fin de año, ese análisis introspectivo (que no retrospectivo) que me hice en el artículo de hace unos días, “Ser o no ser…”, me preguntaba seriamente si debía seguir o parar en mi caminar – escriturario para unos, o escribulario para otros – pues casi medio siglo dándole al cálamo ya no queda de la pluma ni los orígenes, pero si se apodera la cansera, si no hay una espera… Y casi que esa espera, enganchada a la esperanza, la basaba en que mis seguidores, si los tengo; mis lectores, si me quedan, me ayudasen en mi elección…

Bueno… desde entonces he recibido… ¿muchas?.. ¿las justas?.. ¿quién valora eso?.. breves o largas notas en las que se me requiere seguir. Eso no quiere decir, ni mucho menos, que todos, por cuasi unanimidad, me animen a continuar escribiendo. Lo que quiero decir tan solo, es que los que no les gusta o les dan tres leches lo que escribo, no se molestan en decírmelo, naturalmente… Por un principio de caridad, y por algo de comodidad. Pero, por simple y vulgar sentido de lógica, tampoco ellos me condicionan para nada por nada. Los únicos que de verdad me importan son a los que importo, si es que merece la pena seguir atado al arado… Por ejemplo: se me caen a diario un corto y un largo; un breve y toda una breva; un Chispazo y un Artículo más o menos pelmazo; una reflexión y un algo de tostón. Y a mí me gustaría saber, si no es mucho abusar, cuál de los dos prefieren, o si les gustan ambos, a mal señalar…

A mí siempre me ha enternecido esa despedida, bella, hermosa y triste, que un ilustrísimo tocayo, el de Cervantes, puso en labios de Don Quijote en su lecho de muerte, donde, vencido y abajo venido, mira atrás y reconsidera sus aventuras dentro de un plácido arrepentimiento, considerando el afán de los gigantes convertidos en molinos – que no al contrario , a pesar de todo – y advirtiendo si su lucha, su esfuerzo o su locura, pudo haber servido de algo a alguien o a nada ni a nadie… Para mí, personalmente, es la última frontera, la última llamarada que contiene todo el fuego. Y no es una opinión literaria, que también, si no que se corresponde más al mundo del sentimiento que incluso al del conocimiento. Y dice así: “Vámonos, poco a poco, pues ya en los nidos de antaño, no hay pájaros hogaño”…

Si me identifico tanto con tal testamento (los que de verdad me conocen, lo saben) no es por ningún tipo de presunción, ¡válgame el cielo!, sino más bien por una subespecie de complejo de fracaso… Y a sí mismo lo confieso. No es que no existan ya pájaros en los nidos de un antaño, es que ni siquiera se conservan los nidos… si es que alguna vez los hubo, claro. No se trata, lo juro por Tutatis, de falta de reconocimiento alguno, si no de sobra de conocimiento… Y espero me comprenderán en lo que quiero decir.

Por eso que este año, que, como don Alonso Quijano, acaba de morir, me asaltan las dudas expuestas en ese artículo de referencia que expongo al principio de éste, siendo éste una prolongación de aquél… Por eso ese “vámonos, poco a poco…”. No es hora de hacer el equipaje, si no de deshacerlo. Ese personaje al que el imaginario colectivo y secular lo interpretó como loco y no como cuerdo, en realidad no es ninguna de las dos cosas, siendo ambas a la vez… Para mí, es el más cuerdo de todos los locos, y el más loco de todos los cuerdos. Y la conclusión, aplastantemente sencilla: no es nada, ni tampoco nadie… una pura, pero querida, entelequia.

Los seres humanos llenamos nuestro tiempo de ritos y de mitos. Con los primeros fabricamos los segundos, y con los segundos justificamos los primeros… Analícenlo, piénsenlo ustedes con detenimiento. Al final, uno se queda con unos pocos trastos entre los que cobijarse y con los que cargar el resto de sus días como si fueran un tesoro, un bálsamo (el de Fierabrás), que es lo que son, en definitiva. Y es lógico, y legítimo, que, conforme se acerca el apeadero, le demos su auténtico valor, para, cuando bajemos del tren, llevar el menor peso posible.

Un servidor se ha desprendido de mucho lastre, desde que empezó su larga andadura, ya lo creo que sí… Y no resulta extraño que el poco que me queda pueda servir de algo a uno mismo o a algún otro… o no. Pues bien, eso es justamente lo que pregunto en éste a ustedes. No es nada raro. Las personas somos causa y efecto de nosotros mismos, y, muchas veces, créanlo, el efecto no se corresponde con ninguna causa. Por eso mismo nos gusta más mirar nuestro antaño que a nuestro hogaño, porque es un consuelo de lo que fuimos más que un desengaño por lo que somos… o por lo que no somos.

Les pido perdón por mi sinceridad. Discúlpenme por compartirme con ustedes; por interrumpir cada día en sus vidas, en sus existencias… Yo no tengo, en realidad, más derecho que el que todos ustedes me otorguen.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ www.escriburgo.com miguel@galindofi.com

INCONGRUENCIA

Inexplicablemente, nuestra Consejería de Salud recula en plena Navidad, y, tímidamente, solo exige Certificado Cóvid para el Ocio Nocturno, y no en la Hostelería en general, cuando éstos empresarios lo estaban pidiendo a gritos...

Y, encima, en plena cresta de una sexta ola que pone en apuros el sistema sanitario... Cuando se debería extender también a hoteles y cualquier local cerrado: cines, museos, incluso comercios...

Pero silencian los motivos de la marcha atrás... De nuevo se demuestra que los políticos se saltan las recomendaciones de los científicos, y que hacen lo contrario a lo que deben, ocultando sus incongruentes razones.

EN ESTA NAVIDAD PASADA

Para mí, personalmente, claro, lo más importante del año que ha pasado, sucedió en el día de Nochebuena: fue lanzado al espacio exterior el telescopio James Webb, con el que alcanzaremos ver hasta incluso el nacimiento del universo (de nuestro universo, al menos, pues hay infinitos universos). Podremos saber si la teoría del Big Bang, de Hawkings, es la correcta, y conoceremos sobre nosotros mismos y de nuestros orígenes, más de lo que quizá estemos dispuestos a reconocer… Hasta las religiones van a tener que “retocar” su postura al respecto. O, al menos, a cómo encajarla, aunque comiencen por negarla…

Muchos me dirán que un telescopio enfoca su visión hacia adelante, no hacia atrás… No es así exactamente en un universo curvo, en que no solo enfoca la distancia, sino también el tiempo. Lo mismo que vemos en el cielo luces de estrellas que ya no existen, pues son el reflejo de lo que hubo a años luz de distancia, un telescopio puede hacer lo mismo e ir más allá en esa misma distancia y tiempo. Es como si cada uno de nosotros pudiéramos enfocar nuestro propio pre-nacimiento. Un viaje en el tiempo. Así mismo las galaxias, las estrellas (soles) y planetas… Imagínense el nacimiento del universo que los alberga: el nuestro, mismamente… Resulta muy hermoso que se haya lanzado al espacio el mismo día que nosotros conmemoramos otro glorioso nacimiento, o, al menos, así lo creo yo.

La ciencia tan solo demuestra lo que nuestro pensamiento no es capaz de mostrarnos, pero que, por el hecho de no ser capaces de creerlo, no deja de ser la auténtica y genuina verdad… Usted que me está leyendo, y toda la gente, y yo mismo, claro, llevamos en nuestros cuerpos protones que existieron hace 13.800 millones de años; y protones de dinosaurios; y de peces y celentéreos antediluvianos; y de cuanto ha existido en esta Tierra o en las otras muchas e infinitas tierras… Incluso de las primeras bacterias que formaron las primeras formas de vida. Llevamos la creación en nosotros mismos, lo que pasa es que el ser humano siempre ha buscado fuera lo que lleva dentro. Se ha ido conociendo en lo exterior antes que en lo interior…

Pero nosotros perecemos, me objetarán… Efectivamente, al igual que mueren también todos nuestros sistemas solares, todas las estrellas y planetas; al igual que los soles se evaporarán y se mezclarán con otras nebulosas aún por existir; y moldearán nuevas formas de vida, de las que también esos, nuestros actuales protones, pasarán a ser parte de las nuevas existencias… Es la puñetera creación, amigos míos: todo aparece y desaparece, y vuelve a aparecer de nuevo de otra manera. Es el movimiento entrópico del universo; la segunda ley de la termodinámica; el principio de la física… Y todo esto, porque no existe la nada, ni el vacío… Solo existe el todo, y luego está la consciencia de ese todo, que eso es otra cosa… Algunos, en este punto, empezarán a pensar en Dios… y a mí, me vale.

Como verán, estamos llegando a un tiempo en que la teología y la ciencia se confunden. Cada uno arrima el ascua a su sardina, pero el caso es que la física quántica casi es ya más teología que ciencia, y la cosa está en que vayamos tomando conciencia de todo ello… En los museos de esa misma ciencia les explican a los niños cómo surgió el hombre, y le hablan de los átomos, y de las células (quizá también de que ese protón del que hablaba antes se fusionó para construir el carbono, o de cómo la energía se convierte en materia)…

…Y luego salen a la calle y encuentran a un líder religioso que les espeta que todo eso es mentira, fantasías, que no existe la evolución, que un Dios – el suyo, claro – lo hizo todo… con lo fácil que les resultaría decirles que tras esa energía primordial existe una inteligencia a la que podemos reconocer y llamar por el nombre del dios que queramos… El problema es que construir una religión con los ladrillos de los dogmas es ir contra toda lógica y sentido común, pues terminan por derrumbarse esos adobes de barro, y convertirse en escombros.

Por eso mismo, que el 24 de diciembre pasado, la humanidad haya lanzado un artilugio al espacio que nos permita aproximarnos a una verdad explicable, demostrable y comprensible, alejándonos a la vez y en igual proporción del dogma imperante, para mí es más importante que el resto de las parafernalias con que revestimos nuestras mediocres tradiciones y existencias… Y lo digo con todos los respetos del mundo, no vayan ustedes a creer…

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ www.escriburgo.com miguel@galindofi.com

LA BASURA OCULTA

España baja en todos los ratios económicos... Pero, sin embargo, la exportación de armamento sube un 37% en tan solo un año, alcanzando casi 1.700 millones de euros. Toda una escondida potencia...

Sin embargo, carecemos de medios para la sanidad, la educación, la seguridad, la justicia... La venta de armas rinde pingües beneficios, pero no sacamos ninguna ventaja del (mal) oficio...

Ni tenemos conciencia ni decencia. La mitad de las municiones producidas van a parar a Arabia Saudí, un régimen sanguinario que patrocina el terrorismo, y se pasa los derechos humanos por debajo de la chilaba... Luego vamos y presumimos de valores. Como no sea de malos olores...

TORMO VIENE DE TORMENTO

Me he enterado del absoluto ridículo que la actriz Paz Padilla, o lo que sea, ha hecho en una de las galas de Fin de Año de nuestras mediocres cadenas de televisión, que se copian unas a otras. Creo que formando trío con María del Monte y la incombustible Igartiburu, por el periódico (E.P.-4/1)… Es que, como Felipe González, me entero por la prensa de ciertas cosas y casos. Tengo por costumbre prohibirme todos esos circos mediáticos hechos a imagen y semejanza uno del otro y a mayor cretinismo de la gente, desde hace ya muchos, muchísimos años, y, claro, si no es porque trasciende al resto de los medios, pues eso: que no me entero. Tampoco sé la cadena que emitió la tal pena. Pero, por los personajes citados, ya sacarán ustedes la que fue. A mí no me merece el esfuerzo de molestarme. Tan solo comentar lo que allí pasó:

Parece ser que la del Monte preguntó a la Padilla – ignoro si iba en el guión – una duda típica acorde con los tiempos que corren, como el mazapán a la noche de autos: “¿Y tú, tienes puestas las dos vacunas?”. Y ahí mismo se deslió la demostración cultural de doña Paz: “las vacunas no sirven para nada”, y para ilustrar su tesis negacionista, o lo que eso fuera, siguió: “la vacuna es una proteína donde te meten la espáider, que es una vacuna por donde te entra el virus”… Nótese para los no entendidos en su jerga, que, para esta neocientífica pardera, la “espáider” alude a la “Pfeiffer”, para aclararnos.

Dice el cronista que a la Igartiburu se le notaba en sus ojos que estaba sudando la sangre de Cristo, porque esta mujer no estaba actuando en uno de sus estúpidos sketchs con sus exageraciones histriónicas e idiotas, no, estaba siendo ella misma en sí misma. Pero ya la señora Peladilla… perdón, la señora Padilla, no tenía freno: “las vacunas que tenemos son la del bicho Luján y ahora el bicho había mutado… ahora tenemos la Oritrón”. Como en la aclaración anterior, adviertan que en su cabalística ciencia, creemos ver que su Luján debe referirse a Wooham, dónde se inició la pandemia, o er bicho, como ella lo llama, y lo de Oritrón debe ser, claro, la variante Ónicron. Para ella, la Delta y las anteriores, simplemente, no existen.

Puedo imaginar a la versada Ana (tampoco hay que serlo tanto) intentar atajar los disparates que la susodicha estrella soltaba por su florida boca… Pero parece ser que ya estaba desatada: “…Claro, el problema es que el bicho Oritrón ha mutado y ya no es como si entrara por la puerta, si no por la ventana. Y a ti te ponen la vacuna espáider que es la de la puerta, con lo cual ya no te sirve…”. La tesis desarrollada por la doctorada en Cóvid estaba recién cocinada y servida a la audiencia… La Padilla, ufana de su glamourosa disertación; La Igartiburu, avergonzada y espantada; y la del Monte, viéndolas pasar sin saber qué estaba pasando… Muy en síntesis: este es el esperpento que leí en los periódicos del país.

Más o menos. Un vivo retrato del propio país. Naturalmente, las redes (4 millones de visualizaciones partiéndose el culo) reaccionaron al momento con sus acribilladores comentarios, que ustedes supondrán. Le hicieron un traje – de esparto – a su medida. Pero esto es tan solo el producto de lo que se vende y se compra en este mercado del famoseo de tebeo… No tiene la culpa Paz Padilla, ninguna, pues solo ha demostrado su incultura de manera natural, tal cual. La culpa es de la cadena que contrata a gente del espectáculo y entretenimiento sin medir, ni considerar, su talla formativa ni cultural. Ellos, y no ella, son los responsables del desaguisado. Debería haber un cierto mínimo nivel para exponer públicamente a cualquier persona en directo.

Pero es que, en este cada vez más abyecto negocio de las audiovisuales, eso no se tiene en cuenta para nada, como tampoco se miden otras cosas que son importantes. Por ejemplo: esta mujer es fácil que tenga cientos de miles – quizá millones – de seguidores (a mí no me extrañaría, dado el nivel cultura del patio), y que se crean a pies juntillas, aunque cueste trabajo entenderla, claro, el chorreo de barbaridades que, impertérrita, largó esa noche nocheviejuna, limbándose además de la sacrosanta razón. El daño que se hace a la cultura es inmenso e irresponsable en un país como es el nuestro, de alto riesgo.

Porque este país está trufado de pazpadillas. De gente cuya fama la fabricamos otras gentes que amamos lo mediocre, lo burdo, lo soez, lo cutre, la más vacía banalidad. Y esos son nuestros ídolos y nuestros modelos: los que nos hacen reír echándonos su aliento con olor a ajo; los histriones con capacidad de hacernos abrir nuestras bocas como las de alcantarilla… A ellos son a los que admiramos, adoramos… y compramos; y ellos son los que nos venden las cadenas: plomo fichado a precio de oro.

El comentar este torpe ocurrido, no es que me guste, pero quizá pueda mostrar a alguno, o alguna, lo que quiero decir, aún a riesgo de que me echen en cara que yo me creo superior al resto de todos, como ya lo hacen… Posfale, pos m´arriesgaré.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ www.escriburgo.com miguel@galindofi.com

ALGO HUELE MUY MAL

Esto es un caso real: existe una persona, que vive en condiciones infrahumanas, solo, y que tiene sus facultades perturbadas... Hasta tal extremo, que, en ocasiones, atenta contra la integridad y la vida de las personas.

Hace años que se bate en este estado habiéndose constituído en una seria amenaza pública. Las instituciones sociales y las fuerzas de seguridad alegan que nada pueden hacer al respecto (¿?)...

¿De verdad que no se puede hacer nada?.. ¿es esta la respuesta de un país civilizado y desarrollado ante tal problema?.. ¿la realidad de nuestra seguridad ciudadana es que sus ciudadanos estén expuestos a tales extremos de inacción total?.. Algo apesta en Dinamarca, que dijo Hamlet... ¡pues anda que aquí!..

QUE DEN X SACO AL MUNDO

Hace unos cuatro o cinco años, creo, en EE.UU., que es de dónde vienen tales modas sin ser el origen de ninguna (por eso, quizá, sea el modelo “imitativus” del resto de papanatas), que es la virtud de la estupidez humana… Un solo y universal ejemplo, por si a alguno de Vds. le interesa: si es el llamado “nuevo mundo”, ¿cómo es posible que éste pueda enseñar nada al viejo?.. Y lo más absurdo de todo: que las más antiguas civilizaciones y culturas imiten como cantamañanas a la más novata de todas ellas.

Pero, hecho esta digresión, vuelvo a lo que iba: que un avión de combate de las fueras Aéreas, pilotado por algún tontolhaba, con el vapor de su turbo-reactor, dibujó un pene en el cielo con sus atributos completos… El vicealmirante al que correspondía en escalofón, reaccionó con la dignidad de sus galones, como se esperaba de su nómina, naturalmente: “las sofocantes travesuras, absolutamente inmaduras, de naturaleza sexual, no tienen cabida en el ejército ni la aviación actual”… Punto y pelotas. Impecable el comunicado.

Nada que objetar, si no hubiese sido que, con ese pene dibujado en el cielo barraestrellado, un avispado comerciante fabricó cientos de miles de bolas-pene para los árboles de Navidad, y millones de gilipuertas norteamericanos (¡Señor, sí señor!) se apresuraron a comprarlas y colgarlas de sus entrañables abetos… Para que veamos – por mucho que presuman de ello – el espíritu religioso que impregnan sus fiestas ídem, y del que tanto alardean… God shave the América.

La coincidencia con el resto del mundo real, y/o la implicación directa que la gentuza/merluza tenemos con un mundo al borde de un apocalipsis socio-económico-climático, es total. Cuasi absoluta. Los que se creen los amos del mundo, que no dejan de ser más que los niños malcriados de ese mundo, es que ellos pueden, y deben – o a lo mejor deben porque pueden – banalizar y ridiculizar los símbolos que ellos mismos elevan a sagrado-patrio, ya que tienen todo el derecho a hacerlo, si bien el resto de ese mundo idiota tienen, por el contrario, la obligación de respetarlo… Es la opinión generalizada de todas aquellas patrias que suelen izar la bandera hasta en los retretes, que es donde arrían los pantalones.

Pero lo que quiero decir es que todos, todas las sociedades que nos llamamos desarrolladas, en mayor o menor grado somos así, y nos comportamos de igual forma o modo parecido… Estamos locos; nos hemos convertidos en masas imitantes, que aún no mutantes; que adoptamos modas, no valores; que no tenemos ni puñetera idea de las razones ni los motivos de por qué hacemos las cosas, pero las hacemos. Inconscientemente, pero ahí estamos, unidos como ganado y firmes como borregos… ¿Qué más dá que se derrumbe el mundo si se derrumba para todos?.. Todos unidos en la estupidez… Óiga, ¿a cómo son las bolas esas del pijo en las nubes para colgarlas en el tradicional santuario?..

Di Caprio ha hecho una película última (creo que se llama “No mires arriba”), donde, eso al menos he leído por ahí, fantasean con la extinción del planeta, debida a la colisión de un cometa gigantesco con la Tierra (como verán no andan muy sobrados de imaginación en Hollywood)… De uno de estos tan repetidos “quevienelobo” aciertan, ya lo verán… Además, ya J.J. Benítez, el conocido ufólogo, ha registrado ante notario que, en una media docena de años, si no antes, lo tenemos encima, que vá a colisionar en pleno Atlántico, y que se van a salvar pocos, muy pocos. Así que…

Lo que llama la atención de esta película, según me he enterado, es la actitud y la aptitud de los políticos, los generales, los altos y bajos cargos y mandos, o la medianería general del personal; incluyendo en el lote a los que tienen la responsabilidad de salvar la situación; y toda la gente (ciudadanos) que hemos dejado de ser personas para convertirnos en gentío, o sea, en vacío. En seres vaciados…

Algunos críticos dicen que “resulta en algunas escenas tan abundantemente disparatadas, que parece tremendamente real”… Y estas palabras, que encierran un aparente contrasentido, lo cierto es que intentan explicar la realidad actual. Lo que en verdad resultan ser escalofriantes. Nos están diciendo que todo el mundo hemos perdido el oremus; que el sentido común es el menos común de los sentidos; que se nos está abriendo ante nuestras narices la Caja de Pandora, y seguimos festejando y riendo como pobres cretinos; que hemos convertido el mundo en un circo del que somos sus payasos y nos aplaudimos a nosotros mismos…

Yo me voy a permitir abrir una porra con los que me leen, a ver quién se gana el jamón y el porrón… Se trata de acertar si la vamos a gibar por el cambio climático, o por el aerolito de Benítez.. Hagan sus apuestas. El pernil y el vino se obsequiará tras darse el resultado. Lo prometemos.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ www.escriburgo.com miguel@galindofi.com

ESTO ES LO QUE HAY

"Los obispos han de ser valientes" dice una teóloga con respecto a los abusos a menores por parte del clero español... "Han tratado de ocultar el escándalo", opina un destacado dirigente seglar... "Existe un abuso de poder", declara otro teólogo... "Que se investigue a fondo y caiga quien caiga"... larga una creyente...

Y mientras, los políticos, calladitos... La derecha por simple camaradería, y la izquierda por pura cobardía... Por cierto: con la visita de Yolanda Díaz al Papa, ésta ha silenciado este sangrante tema.

Todo esto, con un gobierno "progresista" cómplice que calla, otorga, permite también el latrocino de las inmatriculaciones, y no tiene redaños para acabar con el abusivo Concordato...

SEGURIDAD E INSEGURIDAD

Es un hecho demostrado que vivimos en un entorno cada vez menos seguro, también en pueblos, e incluso en zonas rurales. Tampoco las urbanas ciudades se libran, si bien en unos municipios más que en otros, esa es la verdad… En nuestra región, al menos, tan solo hay que verse – sufrirse – los informativos de la oficial Siete (mesina) para el más lerdo darse cuenta de la demanda de mayor vigilancia por parte de cada vez más barrios y lugares, zonas urbanas, colectivos y vecindarios… Los asaltos, robos, amenazas, destrozos y desmanes, abusos y violencias, proliferan como las setas tras la lluvia, (y no quiero dejar de hablar de las plantaciones de marijuana que nacen por centenas de la noche a la mañana). Pero le ponen la alcachofa en la boca de cualquier ciudadano, o ciudadana, y todos, todas y todes reclaman siempre lo mismo: más vigilancia y más seguridad.

Mire vuecencia y examine su ciencia: un contribuyente-penitente es herido por un acto de agresión indiscriminado… De inmediato, se traslada al correspondiente cuartel de la Guardia Civil a poner la consecuente denuncia. Le informa (la única persona que hay) que tendrá que esperar tres o cuatro horas o volver al día siguiente. El herido pide que, al menos, envíen un coche patrulla al lugar, donde se está poniendo en serio riesgo la vida de las personas, y se le contesta que no pueden porque no hay coche patrulla que mandar… Al día siguiente, se presenta el damnificado, y lo mismo: pierda usted media jornada de su trabajo, o vuelva mañana; y al siguiente, igual; y también al otro… ¿cómo reaccionaría cualquiera de ustedes?..

Pues bien… sepan que no es un ejemplo imaginado, sino que es un hecho real, a una persona real y en un lugar real de nuestra geografía real… Naturalmente – que no lógicamente – la reacción es de enfado y recriminación contra la fuerza de seguridad, que se suele generalizar a todas ellas… Sin embargo, ellas no tienen la culpa normalmente, ya que son la diana de las justas iras de las víctimas sin ser los responsables directos de su situación de carencia de medios y precariedad de efectivos. Los culpables, en conciencia, son sus superiores políticos que les recortan dichos medios y personal necesarios para poder realizar la función que se les exige con dignidad. Pero, eso sí, que cobran sus buenos sueldos por no cumplir con lo que es su responsabilidad. Luego, usted los oye hablar y parece que su única obligación es presumir de embustes, mentir y engañar a la gente que les vota… Y, sobre todo, disimular la auténtica y única verdad: que no tienen más presupuesto. Lo leal, entonces, y moral, sería bajarse todos sus sueldos en consonancia, o, en su defecto, dimitir. Pero eso es demasiada honradez para sus conciencias.

Otro ejemplo, que es el mismo ejemplo: ese sufrido ciudadano, se encamina a otro cuerpo más local; más cercano (en teoría, claro), más doméstico, al que los vecinos pagan su sueldo, y les suelta que hay un perturbado en determinado lugar, que le ha atacado y anda poniendo en peligro de accidente mortal a la gente. Y, entonces, tu policía municipal te dice, que bueno, que sí, que es un pobre loco que vive en condiciones infrahumanas, y que, de vez en cuando, se le cruzan los cables y se dedica a apedrear a los coches que circulan por la carretera; y que hace más de un año que lo saben, pero que no se ha podido hacer nada al respecto… (vuelvo a repetir que tampoco es un caso ni medianamente inventado, si no tremendamente real). O sea, que cualquier parecido con la realidad es la pura verdad, como se dice en las películas de no-ficción.

Si en este caso son faltas de medios, de personal, de dedicación, de entendimiento, de actitud o de aptitud… o de todo un poco, yo no lo sé; pero lo tremendamente cierto es que se está poniendo en riesgo la integridad – si no la vida – de las personas durante años, sin que nadie intervenga de manera efectiva ni haga algo al respecto. Y no es de recibo despachar al que va a denunciar con un parte de lesiones, con un “pasavolante” tan irresponsable por importante… Estamos hablando de la vida de las personas, no del robo de un saco de melones…

La reacción normal, y hasta lógica, del personal, ya se sabe: si tiene la suerte de tener un medio cercano y a la mano, pues quejarse y exigir; pedir y quejarse… ya saben: que si “no hay derecho”; que “hasta que ocurra una desgracia”; que “estamos invadidos por gentuza y aquí nadie hace nada”; y los videos furtivos de los móviles poniendo imágenes a los hechos, unos reales, otros falsos e intencionados, según el interés político del de turno… O si la vecindad está hartita de tanta patata frita, se animan y le echan una minimanifa al Delegado de Gobierno de turno, tras pasar por la Consejería correspondiente de la Comunidad , que se lo ha largado a Poncius Pilatus, tras, a su vez, habérselos sacudido el concejal y/o alcalde del lugar, diciéndoles que es cosa del gobierno regional, tal cual, tío Pascual…

Dicen que hay que endurecer las leyes… pues, vale, háganlo de una puñetera vez, que para eso vota cá cual a cá cuales… Es que deberían existir los juicios rápidos para no tener que poner en la calle a los delincuentes nada más echados mano… Pues aumenten el número de juzgados y jueces, que, por cierto, somos los últimos de Europa en dotación por habitantes… Es que debe haber más Fuerzas de Seguridad y menos de Inseguridad… pues háganlo o váyanse ustedes a su casa, a hacer lo que sepan hacer en vez de contar cuentos a los ciudadanos… Al final, todo reside en que somos el país de Europa con más funcionarios, pero que están mal, muy mal, repartidos: mucha ventanilla y poca calle… Y también con más políticos (nacionales, regionales y locales) a mantener a la sopa boba, en relación y proporción con el resto del mundo… Pero no hay un jodido número para atender una puñetera denuncia por agresión

. Mientras, que los Ángeles de la Guarda se las apañen, que pá esostán… Y yo, con muy mala leche, pregunto: ¿Y si empezáramos a poner querellas criminales contra todos esos irresponsables que cobran por no cumplir con su deber?.. ¿serviría de algo?..

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ www.escriburgo.com miguel@galindofi.com

...Y COMO ESO, LO DEMÁS.

Hace cuatrocientos años que los vinos de Burdeos, bajo el sistema perfecto de comercialización ideado por La Place, son algo así como el Wall Sreett del vino. Lo mejor de lo mejor, los de mayor prestigio del mundo...

En los últimos años, bajo ese paraguas se situan casi cien marcas, incluso no francesas, de las más selectas cepas del orbe (hasta hay una española de la Rioja en tan excelso club).

Si eso ocurre así entre marchantes, productores e intermediarios, ¿por qué no iba a suceder igual entre los de España, y también con cualquier otro producto?.. Por eso lo de los Certificados de Orígen, con todos mis respetos y calidades y cualidades... 

LA PRENSA NUESTRA DE CADA DÍA...

Mejor no me pregunte qué tal las Navidades… Relativamente bien, o mal, pudiendo haber sido peor, pero también mejor. Un mes previo con una lumbalgia persistente, y recurrente; empalmada a un herpes en el pecho y espalda, de vuelta y vuelta; y todo ello tuneado con un uñero que aún da asco verlo; más un ganancial añadido, portado por mi señora, que tuvo la ocurrencia de intoxicarse con tres jodidas gambas, o con el puñetero rebozo de las mismas, pues iban vestidas de lagarteranas. En conclusión: una Nochebuena y Navidad hechas unas auténticas pascuas… Pero, óigan, gracias a los dioses del Olimpo, todo este empanaje sin cóvid de acompañaje, lo cual, y dado lo que corre, es muy de agradecer…

Esto, comparado con las noticias que han sido el mazapán nuestro de cada día, aún es mucho, muchísimo más, digno de agradecerse… Porque, además hemos estado a dieta rigurosa de volcán-pandemia-politiquería/bellaquería, y vuelta a empezar. El primer toletolediario, se les ha caído del triunvirato, o mejor dicho, de la triunviruta lo de la Palma, por lo que, si no se reactiva (Vulcano no lo quiera) tendrán que buscarse algún sonajero de sustitución. Pero los otros dos, tienen, al menos, hasta el día del juicio final hacia el medio día, ya que ni nuestra estadística covídica, ni nuestra mediocridad política, van a ser una materia de la que librarnos tan fácilmente. Por lo que tienen de dónde seguir suministrándonos adormidera plañidera por bastante tiempo.

Porque muchos medios de comunicación, fíjense vuesas excelencias bien fijadas, jamás en la historia de la Democracia en España, han estado tan domesticados como en la actualidad. Se limitan casi que a tres cosas, que parecen partes oficiales: a los deportes, al tiempo – que soban una nevada cosa mala -, y a las gilipolladas y rifirrafes de nuestros políticos… Y, claro, por supuesto, a lo de los covidiotas, y los temas institucionales recurrentes del buen rollito y corrección política: que si el Día de la Mujer, que si el de la Lgtby del arco iris, o alguna otra labor o festejo que se precie, sin salirte de las normas establecidas por el alto mando… Yo mismo puedo dar fé de ello, en el que este año recién enterrado se pasaron por su pésima honra más de 30 años de ininterrumpida y desinteresada colaboración con una de nuestras cabeceras regionales, sin una sola, ni mínima, explicación de los motivos. Aunque no hacía falta tampoco: el salirme de la orquestada ortodoxia impuesta. La sublime y sutil nueva censura.

No es nada nuevo esto, salvo la sutilidad de hoy ante la autocracia de ayer, naturalmente. Lo que pasa es que ese ayer era una sola unidad; una pequeña – pero impostada – grandeza; y una libertad que no era libre… Pero, por lo demás, se le da un muy sospechoso parecido. Además, ahora estira mucho más que antes, dónde va a parar: antes había que conformarse con excelentísimos secretarios y/o dignatarios regionales de que su excelsa hija había sido elegida para ser Reina de unos Juegos Florales en Lameculos de Arribaspaña; y en la actualidad se multiplica por 17 Cortes completas de presidentes, consejeros, cortesanos y palafreneros, que ensanchan el cuento de María Sarmiento hasta el esperpento. Dónde siempre van a cagar(la) pero nunca se las lleva el viento…

Antes, a los gobernadores civiles y alcaldes y jefes locales del movimiento, había que chuparles la pipa (no me malinterpreten, porfa, o sí, malinterprétenme si así les place, me da igual), pero ahora, con limitarse a contar y cantar sus ocurrecias, ¡¡ Já bolt ¡! y las ridículas, pastosas y patéticas diatribas con la triste oposición; o sus más que orquestadas bolas y trolas, la cosa vá que chuta, viruta… O eso, o nos cancelan los anuncios oficiales de la cartelera a página entera, que te vas a enterar. Tú verás, Tomás.

Así que, en este país, es mucho más conocido cualquier politicuatre semianalfabeto; corrupto e inepto; ruín y vulgar sujeto; mediocre y tiñalpa; inculto e ineducado, que un escritor, un músico, un científico, un filósofo o pensador, un artista, o un Premio Nóbel… o Princesa de Asturias, que es una muy digna y real tapadera cultural para la burricie del general… De ahí que no puedo estar más de acuerdo con Arturo Pérez Reverte, cuando afirma que “si uno se fija, una buena parte de la información política en España (y es casi toda la información que hay) va por ahí, por la letra pequeña, por la estupidez, por la chorrada”.

Nuestra prensa es el hola político-plástico: que si la moción de censura del alcalde de Villaliendres; que si la alcaldesa de Madrid le ha hecho la cobra al impertinente de su presidente; que si no se levantó el ministral colorao ante la bandera es porque tuvo un espasmo de colon irritable; que si la regidora catalana fue porque no le dio la gana, ya que el rey allí estaba; o si es que le daba, es por ser una tontalhaba…

Pero miren, se ha hecho profesión de la domesticación. Por lo menos aquí. Por parte de ambos: de la clase política, que sígueme el plan que yo te daré el pan; y de la clase prensil por servil, que de libre se ha convertido en liebre.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ www.escriburgo.com miguel@galindofi.com

FELIZ CALENDARIO NUEVO

¿Cuándo empezó el cómputo del tiempo?.. Los cristianos dicen que hace 2.022 años; los judíos, que hacen 5.782; los del Islam, que hace 1.443; los antíguos romanos contaban desde 2.873, en que databan la fundación de Roma...

Luego, los dividimos en meses y semanas; días a los que quitamos una o dos horas, según convenga, por motivos económicos, que no astronómicos...

Pero celebramos los cambios de año bajo el dogma con que cada cual se engaña a sí mismo, o donde refugian sus tradiciones y costumbres... Sin embargo, lo justo, lo real, sería desearnos un Feliz Cambio de Calendario.

SS.MM. LOS REYES MAGOS

Los Reyes Magos son inimaginalmente generosos cuando vienen una sola vez al año (sin otros sucedáneos añadidos) y traen un modesto y único regalo, que apenas se espera en el imaginario colectivo de una sociedad… La espera de 365 días y el insomnio de solo una noche realizan el milagro. Y el regalo aparece, enredado en la ilusión de una determinada pero inconcreta esperanza… Lo demás es otra cosa. Y otra cosa muy distinta además. Es la diferencia entre un don y un derecho. La distancia que hay entre el ruego y la exigencia. Que cada cual recuerde su infancia… los de mi edad me entenderán. Entonces no existía tampoco ningún Papá Noël precursor; ningún cumpleaños con escaños; ningún santo con encanto; ninguna nada. Tan solo la espera (espera viene de esperanza) de que al calendario colgado en la pared se le cayeran deprisa todos sus meses.

Creo recordar – mi hermano me rectificará si no – que mi primer juguete fue una pistola de hojalata… Estaba formada por dos mitades acopladas entre sí por unas lengüetas en una de las partes, que apenas encajaban en las ranuras correspondientes de la otra parte, como todo anclaje. Pero tenía algo que la convertía en la mejor pistola del mundo, y, quizá, hasta del universo: funcionaba con “mistos de trueno”, también entendidos por “mistos de crujío”: una cinta de papel con puntos de fósforo que, al ser golpeados por el percutor de lata, remedaba (echándole mucha imaginación) el débil, desvahído y patético sonido de un disparo… una especie de ¡puff! sin chorretes. Hoy, a ese artilugio macarrónico se le hubiera llamado, estoy seguro de ello, un Thunder Myst, o algo así, dado el colonialismo lingüístico al que ten gustosamente nos sometemos…

Naturalmente, aquella pistola fundida en hoja de lata, duró menos que un periódico en un retrete público. Cada misto machacado – la mayoría fallidos – aflojaba más y más las débiles pestañas de cierre, hasta que, tras haber sido dobladas una docena de veces, aquel avanzado material de tan poderosa tecnología, se partía blandamente, y te quedabas en las manos con dos medias pistolas, que siempre era mejor que el codo de una rama de árbol a propósito, que, mañosamente tallada y apañada, aparentaba la realidad de tu poderosa fantasía. La onomatopeya del disparo, con un buen y sonoro “bang” queda bastante más aparente que la otra… Pero yo siempre recordaré aquella pistola tan pistola.

Luego, después, con los años goteando del horizonte, y la niñez avanzando desde la lejanía, pero siendo aún críos de medio palmo, vinieron la Arquitectura: rimbombante nombre para una caja de cartón con diez tacos de madera coloreadas, de distintas longitudes, y un par de arcos, con que maravillarse de la imaginación creativa del zagal… Otro año, ya más sofisticado, le tocó al Mecano, cojonudo donde los haya, con varas y tornillerías con que armar y desarmar artilugios antes formados en tu cabeza de chorlito... El salto al Tren Eléctrico (por llamarlo de alguna manera) con un circuito oval no mayor a tres o cuatro losas, y con una máquina tirando de dos o tres vagones – aún seguíamos con la evolucionada tecnología de la hojalata – iniciaba el período del regalo comunal, a compartir con mi hermano… O ya el colmo de las maravillas en los últimos años, de un Cine Nik (a manivela, claro) en que lográbamos el milagro de la animación proyectada…

Pero el genuino milagro escondido de los Reyes Magos estaba en el sacrificio de unos padres que, tras poner algo en la mesa cada día, tenían que maravillárselas para sacar un regalo anual de una economía sin presupuestos. Humilde pero magnífico regalo, que, encima, escondía su propia autoridad del mismo, para ponerla en unos Reyes que, además de Magos, eran Mágicos… Cuando a nuestra casatienda empezaron a llegar, entre revistas, libros y tebeos, unas coloreadas y pautadas Cartas de Reyes, de a peseta, para vender a una sociedad ya menos agobiada por el jornal del día, para que sus zagales pidieran a voluntad y según sus deseos, y cuyas misivas corrían un extraño, pero primoroso camino de ida y vuelta, comencé a dejar salir la crisálida de mi percepción de oruga… y ya todo comenzó a cambiar… inexorablemente.

Ni critico aquello, ni critico lo actual, pero bendigo lo primero y me reservo la opinión de lo segundo… Dígale a un niño hoy que solo espere un único regalo-sorpresa al año. Solo uno y solo una vez. El que los pobres Reyes Magos (entonces eran pobres rematados) tuvieran a bien dejarle a uno a pie de cama, habríamos de ser agradecidos, pues eran muchos los niños y escasos los regalos, se nos decía. Y aunque llevaron al Crío Dios en Belén, oro, incienso y mirra – que nadie sabía de qué valían – ellos, por muy Magos que fueran, no tenían la facultad de multiplicar los panes y los peces. Había mucho dónde repartir y poco que repartir… Y todos, todos, lo entendíamos y lo agradecíamos. Perfectamente bien.

No sé si aprendí algo o no de aquellos Reyes Magos, e ignoro si mis nietos, o incluso mis hijos, han aprendido algo, o no, de éstos… Pero de lo que sí estoy seguro es de que ya no es lo mismo.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ www.escriburgo.com miguel@galindofi.com