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PROGRAMA RADIOFÓNICO de esta semana

Aunque a muchos no les guste...

RELIGIOSIDAD POPULAR:

https://youtu.be/LdUa9r-pvLM

NO ME ENCAJA

 

Lo del invento de “isla energética” parece que tiene una pega a la hora de vender la idea a Bruselas para bajar el precio de la luz que nos agobia. No todo el monte es el orégano que decía Sánchez…

Resulta que nosotros exportamos electricidad a Francia, por lo que alteraría la unidad del mercado europeo. O sea, que somos menos isla energética de lo que se decía… o de lo que se mentía.

Pero mi cuenta de la vieja me dice que si exportamos es porque producimos más; y si eso fuera cierto, nos debería salir más barata… Salvo que las energéticas y los gobiernos nos roben como los ladrones que son, claro…

LECTORES Y ESCRITORES

 

Recientemente ha sido el Día del Libro… Y tengo por esos mundos de letras una seguidora, Mihaela Vasile, del Club de Escritores, que me había solicitado que escribiera algo, precisamente sobre eso mismo: sobre escritores y lectores. Le prometí hacerlo, aunque le pedí un poco de tiempo, y el traerlo coincidiendo con la efeméride del día del libro resulta obligado, dada la materia. El tiempo es el pegamento con que las ideas se transforman en escritura, y que, a su vez, se transforma en otras ideas. Como las ideas del que lee no tienen por qué ser iguales a las ideas del que escribe. Ambas acaban por reproducirse en una ecuación final. Y he aquí el milagro del escritor con el lector.

Tan íntima es la asociación de ambos, que incluso no se puede ser escritor sin ser lector. No quiere decir que todo lector pueda llegar a ser un aceptable escritor, pero casi… El que no lee apenas sabe escribir, e incluso ni siquiera remedar o copiar, puesto que no tiene a quién. Y no hablo de “copypega”, si no de desarrollar ideas a partir de otras. Por eso que la simbiosis autor-lector sea una especie de comunión que obra el portento de la multiplicación de los panes y los peces. Y de ahí que la lectura (la interpretación de la palabra escrita) sea el arranque de todas las culturas y civilizaciones que han existido, pues ya se sabe que, al principio fue el Verbo – la palabra original – origen primigenio de todo.

Tan es así, que el axioma (casi) que me plantea Mihaela, es paralelo al de la gallina y el huevo… ¿Qué fue antes, el lector o el escritor?.. Al igual que sin una gallina no puede existir su huevo, ni sin el huevo previo no pudo existir la gallina, lo mismo sin el lector no puede nacer el escritor. Ni al revés. Incluso cuando San Juan dejó escrito su “al principio fue la palabra” no hubiera podido ser sin un autor, ni sin que éste – San Juan – no hubiera bebido de los antiguos anales de la sabiduría hermética. Todo origen tiene su propio origen, y esa es la clave de la Creación… de toda creación.

De hecho, Creación y Creatura tienen la misma relación que escritor (autor) y lector… salvando las estelares diferencias, claro. El autor de una obra ha de ser interpretado por el actor (lector) de esa misma obra, pues, de no ser así, la tal obra dejaría de existir en sí misma y en el mismo momento de haber sido creada. Es el sistema que tiene el conocimiento para transmitirse y perpetuarse desde el principio de los tiempos… y, fíjense bien fijado, que los propios tiempos no hubieran existido sin su conocimiento previo fijado y transmitido por un Autor anterior al propio tiempo. Llámelo cada cual como crea o quiera, o interprétenlo como mejor le sirva a cada uno… o una. Por eso mismo, y sin querer pecar de exagerado, el principio autor-actor, escritor-lector, es un principio religioso, mistérico, de un esoterismso que se convierte en exoterismo, pues tiende a la propagación del saber y del conocimiento.

Naturalmente que todo escritor espera ser leído… para eso escribe. Pero no siempre escribe por eso (noten la sutil diferencia entre PARA y POR). A veces, muchas veces, si no todas las veces, se escribe “por” necesidad. En una especie de catársis que libera su magma interior. Existen muchas páginas escritas por mucha gente, encerradas en cajones bajo llave, que no han visto la luz, desconocidas para todo el mundo que no sea el autor de las mismas. Es el caso del escritor sin lector. Al igual que existen los casos del lector sin escritor, y son todos los anónimos y pseudónimos que se han dado, y que siguen dándose… No obstante, siempre, siempre, aún autores desconocidos contactan su obra con lectores desconocidos. Todo es cuestión de tiempo dentro del mismo tiempo…

Por lo tanto, los autores consagrados, como los escribidores desangrados, lanzamos nuestras piedras al agua del gran estanque para que dibujen ondas en la superficie del mismo. Todos. Los primeros conseguirán millones de ondas concéntricas, y los segundos unos pocos cientos, quizá hasta menos; los unos lo notan en sus cuentas corrientes, y los otros en sus cuentas dolientes (redes aparte); pero todos participamos del eco que nos devuelven nuestras afortunadas o desafortunadas piedras o paridas… Y en esto reside el fenómeno, llamémosle milagro, de lo que decía al principio: lo importante es la transmisión, la multiplicación exponencial, el que sean ideas que generen ideas nuevas, o viejas, análogas u opuestas, rabiosas o placenteras, todo eso da igual… Lo que merece la pena es que nunca falten lectores para que siempre haya escritores. O al contrario, que tanto monta, monta tanto, leyendo que escribiendo…

Antes, en la época de la avidez por el conocimiento, solo existía la letra impresa, manual o mecánica: códices, legajos, gacetas, periódicos, libros… Hoy, paradójicamente, en la era del desapego por la lectura, se tiene en el éter, en la “nube”, en las ondas y en las pantallas, gratis, al alcance de cualquier dedo de cualquiera. Nunca ha estado tan fácil ni tan asequible, y sin embargo, jamás ha sido tan despreciado y ninguneado. Ahora todos tenemos la oportunidad de escribir, aunque pocos tienen la afición de leer, y me refiero cuando digo “leer”, a entender, comprender, apreciar, e incluso saber o conocer.

Algunos hasta cometemos la contradicción de leer en tipográfica y escribir en informática. No sabemos prescindir el pasado como lectores y no podemos rehusar al futuro como escritores. Toda una paradoja. Si queremos cumplir con la ilusión de nuestra misión, no tenemos otra que cabalgar sobre caballos dispares… y disparejos. Y, a veces, hasta sin aparejos (por componer un mal pareado)… Yo me llamo a mí mismo “escribidor”, un peldaño por debajo de “escritor”, y me conformo y ufano de tener, al contrario que aquel Coronel, alguien que, de vez en cuando, me escriba. Algún leedor, o, como en este caso, leedora… Muchas gracias, mi querida señora.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ www.escriburgo.com miguel@galindofi.com

INCONGRUENCIA

 

Las barracas murcianas de sus Fiestas de Primavera últimas, tuvieron que subir sus precios un 20%. Nadie rechistó. De hecho, todos los comederos estaban petados… También se avisaba que el coronavirus se estaba extendiendo de nuevo a un ritmo alarmante. Nadie tampoco dijo ni pío…

Acabado el festejo, eso sí, volvemos a rasgarnos las vestiduras de fariseo por las subidas en la cesta de la compra, y a llorar lágrimas cocodrileras por el repunte del virus, a ver si nos dieran la baja en el laboro…

Igual nos quejaremos por el costo de la gasolina, pero habremos dilapidado 17 millones de desplazamientos sin pestañear… No sé si es una doble moral, o es puro cinismo.

INCONGRUENCIAS

 

Las barracas murcianas de sus Fiestas de Primavera últimas, tuvieron que subir sus precios un 20%. Nadie rechistó. De hecho, todos los comederos estaban petados… También se avisaba que el coronavirus se estaba extendiendo de nuevo a un ritmo alarmante. Nadie tampoco dijo ni pío…

Acabado el festejo, eso sí, volvemos a rasgarnos las vestiduras de fariseo por las subidas en la cesta de la compra, y a llorar lágrimas cocodrileras por el repunte del virus, a ver si nos dieran la baja en el laboro…

Igual nos quejaremos por el costo de la gasolina, pero habremos dilapidado 17 millones de desplazamientos sin pestañear… No sé si es una doble moral, o es puro cinismo.

POLIMATEMÁTICAS

 

Lo de las medidas económicas de choque que, con tanto bombo y boato, anunció el gobierno, me parece a mí que no sirven ni de parche. Es un quiero y no puedo, pero a ver si, al menos, engaño (se dice a sí mismo) a esta gente mientras me van viviendo otras ocurrencias como éstas… se está diciendo Sánchez en tanto en cuando se alargue la guerra de Ucrania, que le viene muy bien para esto. Cosa que es verdad tan solo en parte, lo que pasa es que, mientras Economía la culpa en un 75%, los economistas no paniaguados la cifran en un 25%, o sea, que menos lobos, Caperucita. Naturalmente, ignoran los economistas y expertos independientes que una cosa son las matemáticas, y otra muy distinta las matemáticas políticas, que es una asignatura distinta a la que ellos estudiaron.

Lo de la bajada de dos perrasgordas en el precio de la gasolina, es, por ejemplo, una chapuza insultante… Mientras su precio sigue subiendo de un día para otro, ellos reducen veinte céntimos cochinos que ya subieron – o se encargaron de subir – antes. Pero, es que, además, le dicen a los gasolineros que lo reduzcan ellos de su margen, que, como José Mota anuncia: “yo ya… ya yo…”, y los de las gasolineras contestan que esa es su puta ganancia, y que, o lo incrementan en el precio, o cierran los chiringuitos. Además, por otro lado, han dejado de subvencionar el agua desalada 30 céntimos, así que… Lo de bajar seis euros al mes en una factura de la luz igual de disparada y disparatada, es de lo más miserable también. Como congelar los alquileres unos pocos y ruines meses, a ver si se produce el milagro estructural mientras él mismo nos sube el precio del gas con la cagada de Argelia sobre lo del Sahara…

Es cierto, sí, que, junto a Portugal, ha logrado que Europa considere a la península ibérica una isla energética, y que nos va a permitir desvincular el precio del gas del de la electricidad (si bien han surgido pegas y dudas a posteriori, pues resulta que España exporta energía eléctrica a Francia). Pero eso habría que, llegado el caso, reconocérselo como éxito. Vale. Concedido pulpo como animal de compañía. Pero si lo van a hacer con el estilo de estas tristes muestras de “medidas de choque”, podemos darnos por muertos como la UE no nos salve del desastre… Ahora, en otra nueva ocurrency, se les permite a los comercios racionar los productos que escasean, como se hacía en la posguerra. De nuevo pasa la responsabilidad a las empresas. Pos bueno, pos d´acuerdo, pos fale… pero digo yo que entonces empiecen a traerlos de estraperlo, y así, evitando tasas e impuestos, igual ayudan a bajar los desorbitados precios, ¿no?.. Al fin y al cabo es lo que pasaba antes. Total, una vez ya puestos a decir tonterías, pues hagamos un concurso de tontos.

Y es que, no nos engañemos, o engañémonos si así lo queremos, pero el auténtico problema, el verdadero, el genuino, no viene de la guerra de Ucrania. Los problemas de carestía desbocada de productos son estructurales, y casi que, endémicos. La subida descontrolada del precio de los alimentos viene de hace un año que empezó; la subida del costo de la luz, comenzó hace casi dos; la de los costos del transporte, que igual incide en lo demás, también… Pero, claro, pasó lo que pasó, y es que hace un par de meses al puto Putin se le ocurrió invadir Ucrania, y ya está la excusa servida. Cada vez que veo a Sánchez hablar ante la Cámara de Diputados o ante la cámara de los medios, lo primero que suelta es que “por culpa de la guerra…”

Pero la guerra, mal que bien, acabará, y las aguas, mejor o peor, volverán a su cauce, y Ucrania volverá a producir trigo, sí, pero el costo del transporte costará un huevo (ya lo costaba antes, pero estaba asordinado) y la luz y la energía enteras, y los precios no bajarán… Y el aceite de soja, o el de oliva, por la misma regla de tres, nos costará el otro huevo. Y lo mismo lo de más acá, y lo de más allá. Y, mientras tanto, nos enteramos, incluso por un político de taifa ido de lengua, que aquí, solo en nuestra región murciana, existen cien mil hectáreas en barbecho que podíamos tenerlas produciendo trigo, o soja, o cebada para esos ganaderos a los que también les han subido el pienso hasta las anginas…

Y es que no es la guerra, mentira política, embuste podrido… Son problemas de estructura, de sistema, de que la tan cacareada globalización ha producido más daños que beneficios (mejor dicho, que los beneficios son para cuatro mangantes y los perjuicios para todos los demás); que todo ha sido un montaje dirigido a monopolizar mundialmente un par de cosas: la producción y la distribución; que ahora, eso, que es lo más importante, está en manos… mejor dicho, en garras, de las grandes financieras y oligarquías multinacionales (un ejemplo: todo el trigo producido en Ucrania y en el mundo lo monopoliza una sola compañía americana, que no posee un solo palmo de tierra en propiedad); y que eso de “la tierra para quién la trabaja” y para los que paguen sus frutos – el consumidor – es un cuento chino. Que los frutos y las ganancias se los llevan las grandes distribuidoras, y la pobreza y la carestía lo dejan para el resto.

Pues eso…que del bancal a la mesa existen diferencias de hasta un 600% registradas y comprobadas, y que no es cosa de la guerra de Ucrania, sino que es cosa de los gobiernos vendidos e incapaces, ineptos y apuntados en nómina de los poderosos, adictos al “dame pan y dime tonto”… O también mejor dicho: al dime sinvergüenza, que se ajusta más a la realidad. Izquierdas y derechas. Todos. E igualmente los ciudadanos, que nos han untado con el engrase del ocio, la fiesta, el consumo y el hedonismo; y hemos besado los culos de cuántos ídolos, tótems y correveydiles se han alistado a vivir del cuento. La responsabilidad es de todos, pero solo lo pagaremos nosotros. Y, encima, nos estará bien empleado.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ www.escriburgo.com miguel@galindofi.com

POLIMATEMÁTICAS

 

Lo de las medidas económicas de choque que, con tanto bombo y boato, anunció el gobierno, me parece a mí que no sirven ni de parche. Es un quiero y no puedo, pero a ver si, al menos, engaño (se dice a sí mismo) a esta gente mientras me van viviendo otras ocurrencias como éstas… se está diciendo Sánchez en tanto en cuando se alargue la guerra de Ucrania, que le viene muy bien para esto. Cosa que es verdad tan solo en parte, lo que pasa es que, mientras Economía la culpa en un 75%, los economistas no paniaguados la cifran en un 25%, o sea, que menos lobos, Caperucita. Naturalmente, ignoran los economistas y expertos independientes que una cosa son las matemáticas, y otra muy distinta las matemáticas políticas, que es una asignatura distinta a la que ellos estudiaron.

Lo de la bajada de dos perrasgordas en el precio de la gasolina, es, por ejemplo, una chapuza insultante… Mientras su precio sigue subiendo de un día para otro, ellos reducen veinte céntimos cochinos que ya subieron – o se encargaron de subir – antes. Pero, es que, además, le dicen a los gasolineros que lo reduzcan ellos de su margen, que, como José Mota anuncia: “yo ya… ya yo…”, y los de las gasolineras contestan que esa es su puta ganancia, y que, o lo incrementan en el precio, o cierran los chiringuitos. Además, por otro lado, han dejado de subvencionar el agua desalada 30 céntimos, así que… Lo de bajar seis euros al mes en una factura de la luz igual de disparada y disparatada, es de lo más miserable también. Como congelar los alquileres unos pocos y ruines meses, a ver si se produce el milagro estructural mientras él mismo nos sube el precio del gas con la cagada de Argelia sobre lo del Sahara…

Es cierto, sí, que, junto a Portugal, ha logrado que Europa considere a la península ibérica una isla energética, y que nos va a permitir desvincular el precio del gas del de la electricidad (si bien han surgido pegas y dudas a posteriori, pues resulta que España exporta energía eléctrica a Francia). Pero eso habría que, llegado el caso, reconocérselo como éxito. Vale. Concedido pulpo como animal de compañía. Pero si lo van a hacer con el estilo de estas tristes muestras de “medidas de choque”, podemos darnos por muertos como la UE no nos salve del desastre… Ahora, en otra nueva ocurrency, se les permite a los comercios racionar los productos que escasean, como se hacía en la posguerra. De nuevo pasa la responsabilidad a las empresas. Pos bueno, pos d´acuerdo, pos fale… pero digo yo que entonces empiecen a traerlos de estraperlo, y así, evitando tasas e impuestos, igual ayudan a bajar los desorbitados precios, ¿no?.. Al fin y al cabo es lo que pasaba antes. Total, una vez ya puestos a decir tonterías, pues hagamos un concurso de tontos.

Y es que, no nos engañemos, o engañémonos si así lo queremos, pero el auténtico problema, el verdadero, el genuino, no viene de la guerra de Ucrania. Los problemas de carestía desbocada de productos son estructurales, y casi que, endémicos. La subida descontrolada del precio de los alimentos viene de hace un año que empezó; la subida del costo de la luz, comenzó hace casi dos; la de los costos del transporte, que igual incide en lo demás, también… Pero, claro, pasó lo que pasó, y es que hace un par de meses al puto Putin se le ocurrió invadir Ucrania, y ya está la excusa servida. Cada vez que veo a Sánchez hablar ante la Cámara de Diputados o ante la cámara de los medios, lo primero que suelta es que “por culpa de la guerra…”

Pero la guerra, mal que bien, acabará, y las aguas, mejor o peor, volverán a su cauce, y Ucrania volverá a producir trigo, sí, pero el costo del transporte costará un huevo (ya lo costaba antes, pero estaba asordinado) y la luz y la energía enteras, y los precios no bajarán… Y el aceite de soja, o el de oliva, por la misma regla de tres, nos costará el otro huevo. Y lo mismo lo de más acá, y lo de más allá. Y, mientras tanto, nos enteramos, incluso por un político de taifa ido de lengua, que aquí, solo en nuestra región murciana, existen cien mil hectáreas en barbecho que podíamos tenerlas produciendo trigo, o soja, o cebada para esos ganaderos a los que también les han subido el pienso hasta las anginas…

Y es que no es la guerra, mentira política, embuste podrido… Son problemas de estructura, de sistema, de que la tan cacareada globalización ha producido más daños que beneficios (mejor dicho, que los beneficios son para cuatro mangantes y los perjuicios para todos los demás); que todo ha sido un montaje dirigido a monopolizar mundialmente un par de cosas: la producción y la distribución; que ahora, eso, que es lo más importante, está en manos… mejor dicho, en garras, de las grandes financieras y oligarquías multinacionales (un ejemplo: todo el trigo producido en Ucrania y en el mundo lo monopoliza una sola compañía americana, que no posee un solo palmo de tierra en propiedad); y que eso de “la tierra para quién la trabaja” y para los que paguen sus frutos – el consumidor – es un cuento chino. Que los frutos y las ganancias se los llevan las grandes distribuidoras, y la pobreza y la carestía lo dejan para el resto.

Pues eso…que del bancal a la mesa existen diferencias de hasta un 600% registradas y comprobadas, y que no es cosa de la guerra de Ucrania, sino que es cosa de los gobiernos vendidos e incapaces, ineptos y apuntados en nómina de los poderosos, adictos al “dame pan y dime tonto”… O también mejor dicho: al dime sinvergüenza, que se ajusta más a la realidad. Izquierdas y derechas. Todos. E igualmente los ciudadanos, que nos han untado con el engrase del ocio, la fiesta, el consumo y el hedonismo; y hemos besado los culos de cuántos ídolos, tótems y correveydiles se han alistado a vivir del cuento. La responsabilidad es de todos, pero solo lo pagaremos nosotros. Y, encima, nos estará bien empleado.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ www.escriburgo.com miguel@galindofi.com

A VER SI ME EXPLICO...

 

… O no me expliqué bien, o no me entendieron. En mi anterior de “Problema de Fondo” no me manifesté contra la bajada de impuestos, si no contra las subvenciones. En realidad, yo prefiero lo primero a lo segundo, pues creo que es más justo…

De hecho, con las inflaciones, los Estados recaudan mucho, pero mucho, dinero, pues la mayoría de los impuestos son sobre el consumo, y ya saben: cuanto más caros los precios, mejor para Hacienda…

Esto es: en las carestías hay margen para bajarlos… Pero, eso sí, mejor bajar a todos que subvencionar a parte, pero no ambas cosas. Al fin y al cabo, las subvenciones se sacan de los impuestos.

SOBRE CASINOS

A MÁS DE UNO DE POR AQUÍ LE INTERESA:

https://youtu.be/Yj2W2MhJtLM

 

LA PRÓRROGA

 

Decía un maestro que tuve… bueno, realmente es que yo tuve un solo y único maestro, además de cojonudo, que “las cosas son hasta que terminan”, en un intento de hacernos entender que nada se puede dar por acabado hasta que no llega a sus últimas consecuencias… Un sabio consejo, por cierto. La única cuestión es que nunca se sabe a ciencia cierta lo que tardan en aparecer, y lo que duran, tales consecuencias. Y muchas veces, no tenemos la suficiente paciencia para esperar a que suceda toda la secuencia de los aconteceres. Saltamos de unos sucederes a otros como conejos. Y, a veces, hasta ocurren con una rapidez inusual…

Como es el caso de Díaz Ayuso, o como algunos empiezan a llamarla: Isabel Cibeles… donde la justicia del destino (dicen que el destino es el único siempre obra con justicia) se ha dado con los pies en el culo para darle debido cumplimiento. Quien tiene que estar tirándose de las barbas, lamentándose de su aciaga suerte, es Pablo Casado, que ha perdido los Tercios sin poder entrar en Flandes, y, encima, en el fondo, llevando – o eso parece – más razón que un santo, por una puñetera y única vez en su carrera política, aunque, como siempre, las formas lo pierden… A lo peor es precisamente por eso mismo, porque las peores maneras arruinan las mejores razones… Tomen nota de eso. Yo también me lo apunto a mí mismo.

Rebobinen y hagan ustedes memoria: cierto que Casado le tenía unas ganas locas como pocas, porque la diva no disimulaba una jodida onda de su cabello en sus ansias de moverle la silla al jefe. Y que, con lo de su trato de amor fraterno, encontró la oportunidad de medirle el lomo a la chulapa… y que lo hizo fatal, una chapuza que resultó en chapuzón, que debe venir de ahí mismo el ahogarse por no sabe nadar. Y Pablo Casado no aprendió nunca a nadar guardando la ropa, o sea, el cargo. Pero llevaba toda la razón del mundo. Lo que pasa es que la lógica no es política, si acaso suegra política… ¿hay alguna otra clase de suegras?.. Pero, no, la política es todo lo contrario a la lógica.

Así que, en vez de vencer la verdad sobre la falsedad, fue la (presunta) delincuencia la que ganó la partida al justiciero; y la venganza actuó sobre la templanza; y a la aspirante a golpista se la ensalzó sobre el supuesto estadista… Lo que aquí confluye, naturalmente, aunque no sea natural, es que al nomber two, el “huesoliva”, el escudero del César, era odiado por la corte, parece ser que por lo soberbio de sus maneras, o eso dicen. Así que los palaciegos aprovecharon la torpeza de Casado para dejarlos de lado. Y quitárselos de en medio. Sin importarles un ápice la posibilidad de la certeza de su acusación, de que en Madrid se estaban enriqueciendo sinvergüenzas enmascarillados a la sombra del poder… Llevas razón, acho, pero ya le estás pidiendo perdón a la chata y largándote echando leches… El rey ha muerto, que le den por la gatera al Rey, y viva el nuevo Rey.

Pero parece ser que sí, que la Dama de los Camelos ocultaba mierda bajo su regia alfombra, y que su hermano, cierto era, tenía el pesebre puesto a costa del dinero público administrado por ella desde su trono del madroño… Y que lo que eran soplos y susurros, como aquel descamisado que le sopló a la oreja de Casado, se fue convirtiendo en acusaciones más sustanciales y contundentes (a su oreo igual se ha descubierto el escándalo y abuso de los señoritos de siempre sobre el más que inepto administrador Almeida, solapándose en la misma corrupción). Así que la Fiscalía Anticorrupción comenzó a investigar y encontrar paños y apaños sucios por doquier… Lo que pasa, ya se sabe, que cuando entramos en las alturas, Fiscalía General del Estado y todo eso, la política se casa y coyunda con la justicia, y las tapaderas comienzan a bailar, y a las bocinas les ponen sordina… a ver si pasa y queda en ná, que luego tó se olvida, mi vida…

Pero, hete aquí, ¡cachislá!, que la Fiscalía Europea ha tomado cartas en el asunto, porque el (o los) enjuagues, se han hecho con dineros de las ayudas europeas, y eso ya compite a la UE purgar tal delito… Así que nuestra fiscala generala, Dolores Delgado, a la que se le han visto las enaguas, por cierto, se opuso a ello diciendo que lo que ocurre en España se soluciona en España, y que no se entrometan en nuestra justicia, que buena es ella (la fiscala, no la justicia)… Pero la Fiscalía Europea le ha sentado un golpe de maza: “Tal decisión no se ajusta al Derecho de la UE”, y anuncia seriamente, y sin paliativos: “seguirá la investigación”, y punto pelota. Nuestra fiscal, nombrada por el Psoe, por cierto o por descon-cierto, ha puesto a España con sus declaraciones al nivel de Polonia, una imperdonable metedura de pierna (es una dama).

El delito se centra en la compra-venta de unas mascarillas que, en lo más duro del Coronavirus, cuando la gente moría a manguerazo limpio, se vendieron a la Comunidad de Madrid, ilegalmente, y, además, con un escandaloso margen del 500%... O sea, aparte lo ilícito e inmoral, usando fondos comunitarios y enriqueciéndose deshonestamente a cargo de la desgracia. Ese es el sainete que esconde Díaz Ayuso entre sus teatrales actuaciones, y que le costó a Casado su carrera monclovita, que tanta ilusión tenía, el pobre…

Pero a este cuento aún le queda el colorín colorado. “Las cosas no son hasta que se terminan”, me parece oír a mi querido don Joaquín… Y esto aún no ha acabado. Otra cosa es que lo haga como Dios manda, o que termine como el Rosario de la Aurora. La historia seguirá tras la Guerra de Ucrania y los adormecedores fastos mediáticos semanasanteros. Para hacerlo bien, deben dimitir, al menos, doña Isabel y doña Lola, y el bufón de alcalde, de momento, por pura dignidad, si es que tienen alguna. Y luego sentir vergüenza, si les queda, a toda esa banda de golfantes, vividores del cuento, políticos de aluvión, y corruptos, que, de la noche a la mañana, cambiaron de emperador apuñalando al anterior… Y ustedes perdonen.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ www.escriburgo.com miguel@galindofi.com

SEMANA SANTA FINITA EST

 

Cada vez hay menos creyentes, pero más procesiones. Es un hecho comprobado, mírenlo Vds. Y una incongruencia también, puesto que la lógica se rompe en un sangrante contrasentido. Quizá se deba a que:

Los lujosos pasos, la gran hostelería, las fastuosas hermandades, la ganancia del negocio, los ostentosos desfiles, la desbocada fiesta, los presuntuosos nazarenos, el codiciado turismo, el fervor fanático, las manifestaciones fundamentalistas de religiosidad popular… sea el Catolicismo.

Y por el contrario: la meditación interior; el Mensaje de la Palabra; las obras y no la escenificación; el “busca dentro de ti” y no fuera; el recogimiento y no la parafernalia; la ética moral y no el espectáculo… sea el Cristianismo.

VÍCTIMAS Y CULPABLES

El otro día salía del dentista. Llevaba una receta en la mano para la farmacia. “Este antibiótico no lo tenemos. Existe desabastecimiento”. Tuve que llamar a la consulta, a la facultativa, a ver qué hacía… Había quedado con mi esposa, que estaba en lo de la cesta de la compra por otro lado. Me llamó al móvil para decirme que iba a tardar porque estaba buscando leche por los supermercados, que se había agotado (en origen la estaban tirando por no matar a las vacas de un reventón). Esto es un ejemplo real, no imaginado; y no es dramático (aún) pero sí preocupante.

A mi edad, esta situación – consciente – no la había vivido más que de retruque, filtrada por mi madre y abuela en un estado de posguerra; y dónde, lógicamente, los que la sufrían conscientemente eran mis mayores, que habían de vadear ese estado de cosas adverso y de múltiples carencias. Los de mi generación lo vivimos como que las cosas eran así. Solo cuando fuimos creciendo también fuimos dándonos cuenta que las cosas, esas cosas, no eran así, ni mucho menos, si no que habían sobrevenido así a los que nos precedían – y a nosotros de lógica herencia – por la catástrofe de una guerra en primera persona.

Ahora, al cabo de muchas décadas, vuelve a asomarnos la patita de aquel viejo lobo de aquel viejo cuento, al que creíamos muerto, por debajo de la puerta… y como aquellos cerditos, nos echamos a temblar, que no a templar. El fantasma del desabastecimiento y el encarecimiento ha despertado… En cuanto a los que no han vivido esta experiencia en toda su dichosa vida, como nuestros hijos, sobrinos, nietos… habrán de empezar a pensar que los status de bienestar se pierden más rápido de lo que se ganan. Y que nada es inamovible, ni inconmovible, ni inasumible, ni leches (la que ahora falta en los estantes). Y que los derechos humanos se empiezan a ir al carajo cuando los humanos no andamos derechos. Y que tendrán que corregir un camino que nos empeñamos en llevar del todo a la nada, con la rapidez y la inconsciencia de no tener en cuenta las formas y las maneras (el fin NO justifica los medios), ni tampoco las consecuencias… Y lo que es aún peor: no nos hicimos conscientes de que sin responsabilidad no hay derechos que valgan…

Y aquí vamos todos en el envite: desde el ciudadano de a pie al político de coche oficial… Porque, claro que son los ineptos y aprovechados de nuestros políticos los que nos han puesto esta soga al cuello. Naturalmente que sí. Desde el más alto al más bajo. Por supuesto. Pero es que los hemos elegido nosotros y de entre nosotros mismos; y los hemos puesto ahí a cambio del “dame pan (y circo) y dime tonto” que tan bien se nos da hacer mirando para otro lado… Y éstos, nuestros gobernantes, llevan demasiado tiempo sin medir – ya no saben hacerlo – hasta dónde llevan estirando la cuerda de la que colgamos la gente sin que ésta se rompa… Solo se han preocupado de regalarnos en lo que pedíamos (no a educarnos en ello), y cobrarse a precio de sátrapa, sus servicios: a través de placebos en la píldora de la ignorancia con que nos aplican el tratamiento. Al final, pastores y borregos pastamos en el mismo redil, es cierto, pero los primeros se han llenado el pesebre en base a vaciárselo a los segundos.

Llevamos mucho, demasiado tiempo, siendo inmisericordemente exprimidos por unas multinacionales que abrevan de unos estados y gobiernos – los nuestros – a través de impuestos sobre el consumo, y de precios impuestos, que, sin ser lo mismo, es lo mismo… Y que han traspasado la línea clave de la mera supervivencia, es el hecho, ya insostenible, de forzar a trabajar a pérdidas y morirse de hambre, para ellos multiplicar sus sucias ganancias: los camiones parados; el campo en pie de guerra; los pescadores en tierra; y los consumidores a punto de ser enterrados… Un país parado, desabastecido, en carestía galopante, y desesperado… Y los ciudadanos, atónitos, a la vuelta del ocioso hedonismo de la Semana Santa, preguntándose qué ha pasado… Pues, de pronto, la población no puede pagar la luz, el combustible, la comida… ya que con todo se ha especulado sin otra razón y motivo que la pura avaricia (incluso nos están vendiendo productos comprados y almacenados hace más de un año, antes de la guerra de Ucrania, a precios abusivos)…

…Y lo que es aún peor que eso: se les está consintiendo, e incluso justificándolo: “es causa de la guerra” dicen los mercenarios del comercio y nuestros gobernantes sin escrúpulos, que asienten por su parte de culpa en la (mala) administración, y su propio saqueo… Pero es mentira. Falso. La escalada de costos en mercaderías, transportes y energías comenzó antes del pasado verano, implacablemente. Lo que ocurre es que lo de la guerra le ha venido al gobierno como “pedrá en ojo de boticario” para eludir su responsabilidad y echar la culpa a circunstancias ajenas. Es un embuste muy bien traído pero mejor encontrado y llevado. El desastre económico es fruto de una mala – pésima – gestión, y estaba servido en la mesa antes del desastre bélico… La estrategia es engañar a la ciudadanía plantándole un ninot del hijo de p… de Putin en medio de la Plaza Mayor: él es el único culpable de todo, no nosotros, nos dicen y les creemos...

Pero el caso es que no solo hace falta ganarse la vida, también hay que poder pagársela, que ya no es lo mismo. Lo de la oferta y la demanda ya no vale por sí solo. Se ha introducido, como un cáncer, la especulación, la intoxicación y la extorsión… Cuando los mercaderes han sido “monipolizados” por grandes compañías y oligarquías económicas, los alguacilillos miran para otro lado mientras se aprestan a abrir disimuladamente sus bolsas en busca de sus treinta monedas de plata… Nuestro papel es el de las víctimas y culpables a la vez, pues hemos colaborado entusiásticamente en nuestra propia ruina. A ver si es mentira…

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ www.escriburgo.com miguel@galindofi.com

LAS CONSECUENCIAS

Leído en la prensa: “Argelia revisará todos y cada uno de los acuerdos con España por causa del Sahara”… Considera un giro inexplicable que Sánchez respalde el plan marroquí para la antigua colonia…

En un comunicado lo justifica como que si se rompe un acuerdo de forma unilateral, de igual modo la otra parte puede actuar unilateralmente. El razonamiento es impecable.

En 2021, la mitad del gas que importa España viene de allí, y el contrato fue prorrogado antes de la ocurrencia de nuestro presidente hasta el 2030… Otra cosa es el precio y las condiciones. Nos va a salir cara la puñalada. Y encima a cambio de nada, ya verán.

CONSECUENCIAS

Leído en la prensa: “Argelia revisará todos y cada uno de los acuerdos con España por causa del Sahara”… Considera un giro inexplicable que Sánchez respalde el plan marroquí para la antigua colonia…

En un comunicado lo justifica como que si se rompe un acuerdo de forma unilateral, de igual modo la otra parte puede actuar unilateralmente. El razonamiento es impecable.

En 2021, la mitad del gas que importa España viene de allí, y el contrato fue prorrogado antes de la ocurrencia de nuestro presidente hasta el 2030… Otra cosa es el precio y las condiciones. Nos va a salir cara la puñalada. Y encima a cambio de nada, ya verán.

LAS DOS EMES, CON PERDÓN.

Existen palabras tabúes, que no se nombran – dicen que es por educación – pero es porque refieren a conceptos malditos. En realidad es el concepto lo que repele, o asusta, no la palabra, pero, claro, se castiga al vocablo portador por su significado… Es un claro caso de “matar al mensajero”. Esto es: se estigmatiza al sujeto, y es como si hiciéramos desaparecer lo que nos desagrada. En mayor o menor grado, existen personas que se niegan a leer, o participar en conversaciones, en que se utilicen esos significados tabúes, arrojándolos a un cajón genérico anatemizante: “es que son de mal gusto”, se comenta y se zanja la cuestión. Una buena excusa.

Ocurre cuando nombramos, por ejemplo, “la eme”, así, entrecomillada… La Eme tiene dos acepciones malditas, si bien que una más extendida que la otra: mierda y muerte. La primera, de naturaleza escatológica, es la más usual, debido a la cada vez mayor necesidad de su expresión, por un lado, y para romper la educación represiva heredada en cuanto a guardar las formas, por otro… A mí, personalmente, me espantan más los fondos que las formas, ya que las segundas ocultan a los primeros, que son los verdaderamente importantes y de cuidado. Tal es así, que unas maneras exquisitas y supereducadas pueden (y muchas veces lo hacen) ocultar a temibles y terribles personajes. Hitler era muy educado y puntilloso. Putin también lo es.

Yo los prefiero un poco más sueltos, frescos y desinhibidos, que muestren la piel de sus intenciones, al menos… Y que digan mierda cuando se tenga que decir “joer, qué asco”, creo que ustedes me entienden, y no la inicial que esconde la idea, aunque bien que se adivine. Eso es como un pelín hipócrita. Son letras que secuestran palabras. Y no es que sean malsonantes, eso es mentira, es que son malpensantes, eso es verdad. Lo feo está en lo que pensamos, no en cómo lo decimos, o en qué o cómo lo oímos… Lo dijo el propio Cristo en su Evangelio: “el mal no está en lo que entra en vosotros, si no en lo que sale de vosotros”. Es nuestra alquimia interior lo que lo convierte en impuro. Nadie puede escandalizar a nadie, es uno solo el que se escandaliza a sí mismo.

Pero es que la “eme” de mierda es inocua. Indica suciedad, mugre, deshecho, detritus, como las heces de los cuerpos y la ganga del metal; escombro orgánico puro y duro, al fin y al cabo. Tampoco debería ser motivo alguno de escándalo, digo yo… La producimos nosotros, es materia propia, y está perfectamente definida en cualquier diccionario que se precie. Si el que la suelta le aplica un significado ampliado, por asociado, a otros campos, como el de la moralidad de las personas, o la indignidad de la sociedad, o la degradación de cualquier otro valor, a un suponer, no deberíamos anatemizar cínicamente a quién la pronuncia, si no avergonzarnos todos y reconocer los motivos del porqué, en estos tiempos que corren, se invoque tanto en todo tiempo y lugar… Algunas causas habrán, digo yo. Si la “eme” ha tomado carta de naturaleza entre nosotros, será por alguna razón o motivo.

La otra acepción, la de la muerte, se observa sobre todo en unidades familiares hiperprotectoras para con sus pequeños hijos, donde la Parca no se nombra para nada, si acaso otra tímida e inhibida eme; o como el anglosajón “they pass away”, en vez del rotundo “que s´ha muerto, leches”… Existe en ciertos papaeducantes la tendencia bienintencionada de ocultar el hecho de la muerte a sus tiernos vástagos a fin de evitarles “sufrimientos”, sin darse cuenta que también los privan de “sentimientos”. Y no se paran a pensar que sus hijos están “matando” a cientos de “malos” diarios disparándoles con el botón de su videoconsola; o de que ven películas – o incluso animados dibujos – en que la violencia y el quitarse a los “animados” de en medio es el pan nuestro de cada día; o lo que es peor, mucho peor, que vivimos entre guerras reales de seres humanos que matan a otros seres humanos con lo que se nos machaca a diario. Tienen que ser muy poco espabilados como para no darse cuenta.

Y, al fin y al cabo, enseñar que la muerte forma parte de la vida, debería ser una prioridad en la educación de los críos… Primero: (y esto es muy triste y debería avergonzarnos), porque la estamos ofreciendo de la peor manera posible en una sociedad de violadores, abusones, peleas, violencia, pandilleo, asesinos y guerras, en la que la muerte indiscriminada suele ser el resultado de una pésima formación desprovista de educación y de valores… Y segundo: porque incluso las muertes naturales, por enfermedad o accidentales, son el resultado del proceso natural que es vivir. Y aprender a vivir incluye el aprender a morir, o, al menos, aceptarlo…

Sin embargo, en esta parte también fallamos… No solo ningún plan ni sistema educativo lo contempla, si no que también familiarmente se oculta y se evita… Es la otra “eme” condenada a la no existencia: la de la muerte. Traspasamos a las generaciones que damos a luz la misma negación, oscuridad y desinformación que recibimos nosotros en su día. Pura opacidad. Al menos, a los de mi cuartel nos lo explicaron a través de la religión de aquella manera, pero a los actuales, luego a luego, ni eso… porque carecen de sustitutos que les haga el trabajo, y su responsabilidad al respecto les queda corta, y temerosa. Les tira el canesú, ya me entienden… Pero, sin embargo, el tomar conciencia de que la muerte, como la mierda, nos puede alcanzar en cualquier momento, nos reordena las prioridades. Deberíamos aprender aquello que no se nos enseña.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ www.escriburgo.com miguel@galindofi.com

PROBLEMAS DE FONDO

 

Hay una cuenta que no me sale: todo el mundo: transportistas, agricultores, pescadores, taxistas… piden subvenciones para paliar sus altos costos. Vale. Otros exigen bajadas de impuestos, etc…

Pero, que yo sepa, toda subvención que se concede sale de los impuestos, por lo que, el problema se retroalimenta en sí mismo. Es como una patada a una pelota que luego rebotará de nuevo hacia ti…

Además de que el problema no se soluciona de raíz, si no que se aplaza una y otra vez hasta que nos ahoga. Esos problemas son estructurales, de fondo, y la solución no es subvencionar sus efectos, si no erradicar sus causas.

MISIÓN... ¿CUMPLIDA?

 A mí me pasa igual que a J.J. Millás, que suelo leerme todos los folletos que se me cruzan ante los ojos: en la barra del café, en el quicio de la puerta, en la consulta de algo, o en el limpiaparabrisas del coche, antes de volver a dejarlo donde mismo están o de deshacerme de ellos… Y lo hago también por lo mismo que él: por si encuentro alguna señal, alguna clave, o pista que me diga algo; que me indique para qué estoy aquí; o por qué sigo donde ya no tengo nada que hacer mas que cascar de lo que veo pasar… Cualquier tontería te puede manifestar algo importante en cualquier momento. Así que le hecho la vista encima, miro lo que ofrece, así, en vacío, me pregunto si me dice algo, y si no… pues eso, lo dejo a un lado para que otro lo encuentre.

Es que hace tiempo que me pregunto eso mismo, precisamente: ¿qué hace uno aquí, cuando ya no hace nada?.. Entiéndaseme, no hablo de los demás en mi situación, si no de mí mismo… Sé que esto es una cuestión y una disposición personal, no planteo nada más. Cuando uno estaba en situación “on”, creías, pensabas, o te justificabas, creyendo que estabas haciendo algo. Bien o mal, pero algo, como una misión en la vida, ya se sabe: que si la familia, el trabajo, los hijos, la sociedad más pegada a ti, los compromisos asumidos… en fin. Puede que fuese una simple ilusión, no sé, pero ahí estaba. Hoy uno está en situación de “off”, lo que uno hace lo hace por sí mismo y para sí mismo, y se cree que eso ni es misión, ni es nada. No es ni siquiera sobrevivir, es vegetar, estar en stand bay, o algo muy parecido… Y como uno está cansado, muy cansado, pues se explica, claro, pero no se conforma. En algún folleto tiene que venir el por qué… algo de instrucciones.

Ainhoa Arteta, la magnífica soprano, que a punto estuvo el Cóvid de llevársela a cantar arias a los ángeles, decía en una entrevista en El País, que, en su coma, ella no percibió el famoso túnel con la luz al final del mismo, ni nada de eso… pero sí que se recuerda como flotando en estado de absoluta ingravidez, en una plácida oscuridad tachonada de estrellas, donde no existía el dolor, si no la quietud, en medio de una inmensa paz. Y que, cuando despertó en la uvi del hospital, rodeada de personal sanitario, supo que había vuelto porque tenía que hacer aún algún algo, si bien no sabe exactamente qué, si sus hijos, su carrera, o si en qué… Y confiesa que tal convencimiento, que aún le embarga, no le concreta en nada la misión o destino en lo que le quede de vida, pero sí el sentimiento de aún algo por hacer, pese a su desconocimiento. Vale, pues me pregunto yo si las cosas no irán por ahí…

Pienso en todo eso, pero no creo que la cuestión esté en los currículums del personal… Que las coronas, los fajines, las borlas y las medallas; los galones y galardones; incluso los conocimientos y reconocimientos; las togas y los birretes, nada tienen que ver con eso. Me da la sensación que cuánto uno ha hecho o deshecho; puesto o impuesto en el altar de la vida; títulos y diplomas, sirven más bien de poco… Intuyo que lo que nosotros creemos, pensamos y valoramos, como mucho, es el medio pero no el fin; que todos y cada uno de nosotros, al fin y al cabo, somos una causa aún sin efecto pero con defecto… no sé tampoco si llegaré a explicarme.

Me parece a mí que lo importante no es el cómo, si no el qué… No lo que hacemos, si no lo que nos hace ser lo que hacemos. Al fin y al cabo, la vida es una jodida práctica. De príncipe o de mendigo, eso importa poco. Lo que importa es lo que destila la experiencia para la forja del alma… Las lecciones que se aprenden o se desaprenden, o se desprenden… Lo que nos forma o nos deforma, y nos conforma. Lo que nos hace o nos deshace. Tan solo aquello que, al final, llegamos a ser.

Y si esto es así, entonces la explicación va a estar en que tuve que aprender algo de lo que fui, y ahora habrá que aprender de lo que soy, por muy distinto y diferente, y distante, que me parezca. Sacar vivencia y experiencia de la inquietud y de la quietud; de la actividad y de la inactividad; de que te falten horas y de que te sobren… Y que, hasta que no apures el cáliz hasta el culo, con perdón, no estarás en condiciones de marchar al otro lado del espejo, donde uno ya solo es el reflejo en el resto de lo que ha sido… o algo muy parecido.

Por lo tanto, si la conclusión es ésta, tendré que mandarle recado a Millás para que esté atento a las señales de dentro y no se preocupe por los de los folletos de fuera, que yo haré lo propio… Lo del exterior, a la postre, solo nos repite lo que somos, como un eco, y no lo que nos falta ser, como los de unos audífonos, por ejemplo, que nos recuerden que estamos sordos… O los de una cadena que ha puesto una gama de sus artículos en oferta, cuando, menos ofertas, lo que tenemos es que nos sobran artículos para dar y regalar… O que pongamos a rendir nuestros ahorros en no sé qué fondo, cuando nosotros ya tenemos el fondo reservado, y vamos a rendir de saldo… No, Juan José, ni a ti ni a mí se nos va a resolver el problema existencial-residual por mensajes que el cosmos nos deje en una botella, o en el folleto ese de “rejuvenezca con la oferta de Côte D´Or”… Si acaso, a lo mejor, puede que, con suerte, encuentres un post-ist, perdido en los forros de tus fondos, con una especie de “vive conforme a lo que eres ahora, y tan solo espera…”. Puede que sea suficiente. O quizá no… No lo sé, acho.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ www.escriburgo.com miguel@galindofi.com

MEDIAS TINTAS

 

Que la comunidad internacional ha hecho pella contra Rusia por su cobarde y abusiva invasión de Ucrania, es cierto. Y que, aún a costa de sus propios intereses, está imponiendo un régimen de sanciones fuerte, también…

…Pero hay detalles que no encajan en este aparente castigo. Por ejemplo: ¿qué pasa que no se le expulsa del FMI?.. Resulta incongruente que siga estando en el mayor foro de la economía mundial, como sangrante es que aún permanezca dentro de la propia Onu... y encima en su Consejo de Serguridad.

Es absolutamente incomprensible… Entre el miedo y la prudencia suele anidar la cobardía. Pero ante una amenaza global, las sanciones deben ser globales. Lo demás son eso mismo: medias tintas.

EURO MAR MENOR

 

Y vino la Comisión de Expertos que la UE envió al Mar Menor. Llegó, vió, escuchó, y se marchó… Tras unos días en que se le brindó la oportunidad de comprobar, en vivo y en directo, que España es una Europa muy particular, y que el sudeste de España es más particular todavía: entre otras muestras de las que avergonzarnos, mostramos ante sus púdicas narices una discusión más que acalorada entre un diputado de Vox y el presidente ecologista de Anse (el primero, en su ceguera para con el problema – les recuerdo que Vox y PP se opusieron a la visita de esta comisión europea – y el segundo, por su obsesiva y unilateral obcecación), el caso es que, sea como fuere, se destacan tres puntos sobre los demás en su Informe, que nos retrata como lo que en realidad somos.

Primero: con respecto a los fangos, se admite que “en su día taparon lo que es imposible ocultar…”, poniendo al descubierto lo que ya sabíamos – salvo los tripagradecidos, claro, que miran para otro lado – y es que, durante décadas, y aquí la responsabilidad señala a los gobiernos murcianos del PP, se ha mantenido un discurso, falso, en defensa de la laguna, por un lado, mientras se arreaba una actuación contraria a la tal simulada defensa. Y no solo en la sobreconocida, y abusada por señalada, sobrexplotación agrícola, si no también en la sobrexplotación urbanística del litoral. Ítem más, los sobradamente conocidos por la UE, consentidos filtrados de purines a su cuenca a través de los acuíferos, y este gobierno actual lopezmirista que lo permite a pesar de varias denuncias desde Bruselas.

Segundo: “La Delegada de la Comisión de Peticiones, incluirá en sus recomendaciones la fiscalización de los fondos europeos destinados al Mar Menor”… En román paladino y en pocas palabras: no se fían de nosotros; no se fían de los que gestionan las perras de las ayudas europeas, y solicitan que se nos fiscalice desde bien cerca, porque aquí, es tal la alta temperatura climatológica, que se evaporan hasta los dineros. Deben saber (sin salirse del mismo partido administrador) que ya enviaron hace años una ayuda comunitaria para infraestructuras que paliaran los efectos de las inundaciones, y se quedaron en los planos… Esto es España, y sus políticos, españoles. Aquí, las obras y construcciones públicas funcionan a base de sobrecostos. Se licitan y presupuestan por una cantidad, y luego cuestan tres veces más, o cuatro, o cinco, o lo que haga falta. Así se financian los partidos y los bolsillos de los partidarios… Un par de expresidentes de comunidad tenemos aún por estos lares enganchados a los juzgados por lo “mismitico”, con auditorio en su pueblo, o por una desaladora en Cartagena, por ejemplo…

Y tercero: “La misión de la UE cierra la visita al Mar Menor con críticas a la descoordinación entre las Instituciones”… Alto y claro. Aquí, esas instituciones – oficiales, claro – no solo no se coordinan entre ellas, si no que, según en qué manos estén, se dan la espalda, se contradicen, se zancadillean entre ellas, se mienten, se critican y se hacen la guerra… “Los eurodiputados reclaman que todas las Administraciones implicadas vayan de la mano” (L.O.,26/2)… Eso, deberían saberlo, es un casimposible… Aquí, López Miras echa la responsabilidad al Estado, porque es de otro partido, y ese otro partido, exige a la Comunidad que no oculte la realidad de los hechos… Luego, los juzgados le dan la razón a los de Madrid… y así va todo.

Por eso remarca la eurodiputada comisionada que “es difícil tomar decisiones a nivel político”… Naturalmente, con esta gentuza política, claro que lo es. Es dificilísimo. Y sigue: “…porque hay propuestas que se contradicen en sí mismas, a sí mismas y entre ellas mismas”. Por supuesto, según la óptica y exclusivo interés partidista, señora mía… Aquí importa bastante más el culo de cada cual y el sillón que ocupe, que la suerte del Mar Menor, o de lo que sea… Y luego están los que se arriman a las pancartas luciendo lágrimas de mero, pero sin ningún criterio científico para sus alegatos, cuyos únicos intereses son los de patrimonio, urbanísticos o de negocio.

Lo cierto y verdad es que el Informe se cierra con que “el Mar Menor sufre una situación de contaminación catastrófica”… Esta es la puñetera realidad. Los parlamentarios espetan y esperan que sea Europa la que lidere su recuperación, o eso mismo dicen, porque no se fían de nos… Pero yo me pregunto cómo pueden hacerlo mangoneando nosotros en el roal. Y no lo veo por ninguna parte. Quiero creer que la naturaleza tiene recursos para sanarse a sí misma (si la dejamos en paz, claro); y que todo es cuestión de tiempo; y que su reloj biológico marca ese tiempo más despacio que el nuestro… Sí, bueno, vale, pero para eso deberíamos tener nuestras manos quietas y lejos de la laguna, y desmontar nuestros chiringuitos, porque, al final, si no, la confundimos con nuestro ombligo, y no es lo mismo…

Y, a ver cómo se logra eso. Aquí todo el mundo quiere sacar tajada de la situación del Mar Menor… Primero, los políticos, dispuestos a venderse a cualquier opción que les garantice sus votos… y luego, los demás, dispuestos a hacer negocio tanto de la explotación como de la hipotética salvación de ese Mar Menor al que tanto amamos, queremos, y nos esforzamos en demostrarlo… “Óiga, mire, que me he enterado, de fuentes muy bien informadas, ¿eh?, de la explotación turística que los israelíes están fomentando a partir de su Mar Muerto, y que, si nos damos prisa…”. “¡Ah!, ¿sí?.. a ver, cuénteme, cuénteme…

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ www.escriburgo.com miguel@galindofi.com

PODER, SE PUEDE.

 

Los millones de refugiados ucranianos en Europa tienen un costo de mantenimiento. Pero eso podría resolverse dentro de un principio de estricta justicia: que lo pague Rusia… ¿Que cómo?. Muy fácil:

Se sabe que los grandes oligarcas rusos que están costeando la innoble guerra a Putin, su macabro títere, han refugiado sus fortunas en los llamados paraísos fiscales… incluso dentro de la propia UE existen varios de esos nidos de víboras.

Lo que debe hacer Bruselas es aprovechar la coyuntura para acabar con ellos de una vez, y confiscarle los fondos a evasores, mafiosos y criminales de guerra… Y que paguen con ellos las consecuencias de sus propios actos… ¿Qué no puede ser?.. ¡ Amosanda!..