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USTEDES MISMOS...

 

Lo dice el Instituto Nacional de Estadística: “los nacimientos siguen a la baja, y las defunciones se incrementan”. Se refiere a la Región de Murcia también. Los primeros bajan un 7,4% y los segundos un 1%...

Yo me alegro, pero lo siento. Me alegro, porque vamos a estar muy anchicos en cualquier playa, fiesta o botellón o procesión. Y lo siento, porque yo, a mi edad, no lo voy a ver. Hay otra lectura: lo siento por el futuro de los que quedan, y me alegro por no quedarme a presenciarlo…

Pero es una forma de suicidio social. Otro dato: aquí los únicos que nacen (casi) son los hijos de los inmigrantes. El análisis de las consecuencias se las dejo a los responsables de esto, que son más listos que yo…

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ www.escriburgo.com miguel@galindofi.com

SIN VUELTA ATRÁS

 

Lo reconoce hasta nuestra Confederación Hidrográfica del Segura, que ya es decir… “El cambio climático acabará en 30 años con 20.000 hectáreas de regadío en la Cuenca del Segura”. Creo entender que, cuando habla de la cuenca del río se refiere también al Campo de Cartagena, pues hace muchas décadas que la llamada Huerta de Murcia dejó de producir hortalizas para producir cemento y ladrillo en construcciones irregulares… o mejor dicho, irregladas. Pero bueno, dejemos eso. El caso es que treinta años es muy poco, y veinte mil hectáreas es muy mucho. Quizá demasiado…

Hay modelos – sigue vertiendo el informe – que para 2050 prevén una pérdida de hasta el 7,4% de la superficie cultivada, y una reducción de los recursos hídricos de más de 130 hm3 en la agricultura… “Hasta el 2070 el Trasvase del Tajo podría perder el 75% de los caudales que envía anualmente a través del acueducto”. Y ya no hablamos de echar la culpa a los manchegos de abajo o a los charnegos de arriba, si no (lo advierte la propia CHS) por “la pérdida progresiva e imparable de la humedad del suelo en este mismo siglo”… Tal que así mismo están las cosas para una Comunidad, la nuestra al menos, que basa su economía y desarrollo en la explotación y exportación agrícola, y en la explotación e importación turística – y aquí no tocamos el estado de nuestras costas y del Mar Menor – sin más salidas laborales que trabajadores del campo y de la mesa terracera.

No me vengan ahora que es que yo doy una visión pesimista de la realidad, porque aquí no hay más visión que ser realista con lo que hay. Y este es el futuro a corto plazo que se nos pinta, sin yo aportar una sola pincelada al cuadro… Los investigadores que realizan el mismo estudio lanzan una solución: “alta eficiencia en el uso del agua o secano tradicional”. Así, tal cual, sin anestesia: volver a la plantación de secano, del cual venimos y abandonamos hace un buen montón de décadas. El estudio pide “reintroducir cultivos más resistentes a las sequías”. En román paladino, que volvamos a cultivar el cardo y el higo chumbo. Y en lenguaje conciso y concreto, que habremos de contemplar el regresar, en todo o en parte, a la economía del autoconsumo, por no llamarla de supervivencia… o, como se dice ahora en bonito, practicar la recién re-inventada “economía circular”.

Hay una escasa efectividad administrativa para evitar la sobrexplotación de los recursos subterráneos”, sigue aclarando el informe de esos mismos expertos e investigadores… Aquí, la neurona me patina. Amosaver: ¿dónde está la tal sobrexplotación si se tienen trincados por ley todos los pozos artesianos, hasta el extremo de sobrecargar los acuíferos que están afectando al propio Mar Menor que queremos proteger?.. Pero, en fin, “doctores tiene la iglesia”, que se dice cuando no existe explicación lógica ni racional. Pero, o yo soy muy lerdo, que lo seré, o si se quiere volver a la agricultura de secano, los aliviaderos de los acuíferos, esos mismos pozos, deben paliar tal sequía. Como “toa la vida del Señor” ha sido, ya que no existe otra forma ni manera… Y aquí ya entramos en el pedregoso y árido terreno de cuantos medran de aqueste cuento al amparo – o desamparo – de la puñetera política. Pues que sean los políticos los que marquen la dirección de la sanidad, la educación, la justicia, el comercio o la agricultura, sin contar con los que, en cada caso, saben y hacen profesión de ello, es lo peor que le puede ocurrir a un país. Y aquí ocurre eso.

Decía Félix de Anzúa en uno de sus atinados artículos, que cuarenta ladrones en el reino/cuento de Alí Babá, se notan mucho, y se señalan y se persiguen; que cuatrocientos se notan algo menos, y se van difuminando. Y que a partir de los cuatro mil, ni se notan, y encima se admite como normal. No existe cosa más cierta que esa. Aquí estamos en la cota de los cuarenta mil, y entonces, el resto de los que somos y quedamos, nos distribuimos entre los que, como los peces rémoras, nadan pegados a ellos nutriéndose de lo que van soltando, y los que, por el contrario, servimos de alimento a su insaciabilidad… Aquí, toda la estructura está basada entre las grandes oligarquías financieras y distribuidoras, que monopolizan lo que se produce, y el aparato politico-administrativo que les allana el camino al medro.

Antes, de secano y autosuficiencia, mal que bien, nos apañábamos. A lo que ya no llego, si es que es eso lo que nos espera, es cómo lo vamos a pasar teniendo entre los productores y consumidores a una caterva de buitres, permitidos y cuasi institucionalizados, que generan diferencias entre el 600% y 1000% en los precios entre el bancal y la mesa… Es que, ese detalle no se toca en dicho informe. Ahí los expertos pasan de puntillas para no pisar callos algunos, y hacen encaje de bolillos… y de bolsillos. Eso no toca explicarlo, aducen.

Pero es importante. Muy importante, pues va unido lo uno a lo otro. Cuando vienen los malos tiempos, los de las bíblicas vacas flacas, hacen falta quiénes lleven bien las cuentas, y sobran todos los que viven del cuento. Y, en este país de milagros, hay más parásitos que productores (y entiendan en el contexto que lo digo), y, como decía un pariente mío, por cada electricista aparece un oportunista y un cuentista, por lo menos… Si la ONU, la CEE, y hasta nuestra CHS, coinciden todos en las previsiones, y llevan razón en lo que dicen, las estructuras a las que ahora nos agarramos no nos sirven más que para enterrarnos a nosotros mismos. Así que…

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ www.escriburgo.com miguel@galindofi.com

MISMOS PERROS, IGUALES COLLARES

que lo sepan: la dirección nacional del PP respaldó la presentación del presidente regional, López Miras, en el congreso último del partido, para seguir al frente de la formación y ser cabeza de cartel en las elecciones del 2023.

Naturalmente que sí… A lo peor es que no hay de dónde elegir, pues todo es “más de lo mismo”. O a lo mejor es porque fue el primero que soltó a su amigo del alma de Cieza y se puso de felpudo de Feijóo…

…O por ambas cosas. Mientras, sus mentores, Pas, Valcárcel, Barreiro, Marqués, siguen incursos en casos judiciales por sus apaños en Novo Cartago, Desaladora, etc… Menudos avales. Pero, claro, de casta le viene al galgo. Y al gallego ya le vale.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ www.escriburgo.com miguel@galindofi.com

VÍCTIMAS, TONTOS O MASOCAS

 

A mí me gustaría que rigieran otras matemáticas en la clase política. Otras economías. Pero, claro, no es así… Los partidos políticos se rigen por unas matemáticas socieconómicas que, a veces – yo diría, siempre – son absolutamente opuestas a las que mandan (e incluso ellos imponen) fuera de su propia concha. Los parámetros cambian también totalmente cuando se miran y admiran su propio ombligo que cuando valoran el de los demás. Y en eso son todos iguales, izquierdas y derechas, extremas de ambas o cócteles de gambas, da exactamente igual pues son la misma sopa… Todos y cada uno de ellos se agarran a la nómina que le haya tocado en el reparto de la urna, aunque solo los hayan votado la agradecida parentela y allegados bolsilleros. Es la distancia entre la norma y la horma.

Un ejemplo que yo siempre me he presentado y preguntado es el por qué los ediles y alcaldes de pueblos y ciudades, o jefes de finca autonómica, se autoconceden a sí mismos, antes de empezar a “trabajar”, los sueldos que les vienen en gana, y siempre comenzando por una buena subida de los mismos, aunque su entorno esté sufriendo una crisis o empobrecimiento galopante. Ni la vergüenza ni la mesura interfieren en ello… Debería existir una ley, una normativa, un axioma moral y de honradez, no sé, en que ninguno de los administradores (y aquí incluyo hasta a los funcionarios) pudiera tener un sueldo superior al de la media de poder adquisitivo de sus administrados. O algo parecido a ello. Por honestidad política y humana. Si un pueblo tiene un Ipc de los bajos, sus cuentistas políticos y administrativos no deberían de sobrepasarlo. Por pura coherencia y decencia… De ahí mi “pancarta” última de referencia y preferencia: Gestores, sí. Políticos, no, que vengo luciendo en mis manifestaciones monounipersonales.

Otro ejemplo pudiéramos situarlo en la cada vez mayor abstención a la hora de molestarse en ir a votar (total, pá ná, como cada vez más suele argüirse)… Yo ignoro, - pero creo no equivocarme si digo que sí - si los políticos son los responsables de esa abstención. A mí me parece que la tal abstención se produce por hartura y pérdida de confianza de los votantes hacia sus políticos, que no votan por sentirse defraudados, estofados y estafados, por lo que sí que son directamente responsables. Lo lógico y de sentido común entonces es que las nóminas de los electos se redujesen en la misma proporción que la abstención sufrida… Que en Andalucía ha habido un 41% de abstención, pues a los cargos obtenidos se les rebajaría un 41% la paga. Eso sería correspondencia, a lo otro lo llamo yo indecencia. Unos pájaros que cada vez ilusionan menos al personal que les paga, y que no son capaces de atraerlos ni convencerlos, no es de justicia ética ni democrática que mamen como cuando su buen hacer arrasaba en aquellos de los cuales cobran… Dirán que el trabajo es el mismo, concedámoslo, pero el respaldo público no es el mismo. Los índices de absentismo así lo proclaman.

Es la misma estafa que se comete con lo de la disciplina de voto en los partidos… Cien “síes” o “noes” uniformes no deben costar al pueblo cien veces más que un solo “”, o un solo “no”, por múltiple que éstos sean. Es un axioma éste que tiene su lógica y sentido común… Me explico: si no se concede libertad de conciencia a nuestros diputados, ¿por qué pagar cien nóminas para decir, decidir y votar todos lo mismo?.. Si el partido ha sacado cien clones en las elecciones (buen pareado éste) dejen solo uno en nómina, aunque su voto valga por cien. Sería lo justo, honrado y democrático, y se haría economía. Pero, claro, la justicia no va con la avaricia.

Se me dirá, claro está, que la gente no piensa en todo esto. Y es verdad. El personal pasamos como los perfectos borregos que somos. Nuestros políticos se quedan con la leche de la tetina y a nosotros nos dan la goma, ya chupada, raída y relamida. Cierto… Pero yo me digo a mí mismo que eso tiene que ser por algo, por algún motivo, por alguna causa que produce todos esos alienantes efectos… Y me pregunto si será por la rampante incultura de la sociedad. Me acabo de leer una reseña sobre entrevistas entre el público y “asaltos” a ciudadanos por las calles micro en mano, que contestan (es absolutamente verídico) que Inglaterra es la capital de EE.UU.; el satélite de la Tierra es Marte; el Mito de la Caverna es de Julio Verne; que Layka fue la perra de Franco; y donde confunden a Mª Teresa Fernández de la Vega con Teresa de Calcuta… estoy hablando de universitarios incluídos.

En un país así, donde se hace apología de la ignorancia, no se puede esperar que se den cuenta que su espantosa y mediocre clase política le está tomando el pelo, se está aprovechando sin disimulos (porque, mire usted, no se enteran) y le roban directamente de sus bolsillos. Otro ejemplo reciente entre docenas de ellos: venden hasta la saciedad y la suciedad lo de la “excepción ibérica” que han conseguido para rebajarnos el precio de la electricidad en España, pero se inventan un nuevo impuesto sobre no sé qué del gas, para incrementar su factura lo que había conseguido rebajar... Nuestros políticos saben muy bien que una cosa es educar y otra distinta es domar. Y los sistemas educativos inyectados en neura apuntan al adocenamiento más que a la formación en ideas y valores. Al aparejador – de parejo – se le utiliza, y al librepensador se le aparta, y se le machaca. Y se le tira al cubo de la basura que antes se ha vaciado convenientemente de m… para darla de comer a los que, con fruición, la consumimos.

O puede que no sea eso, y es que nos la den con queso, simplemente, porque somos tontos, o imbéciles, o irresponsables, o tan listos que, en realidad nos da tres leches vivir en una democracia que en una partitocracia, o lo que sea esto, y que lo que realmente queremos se resuelve tan solo que en dos posiciones: o el estar servido por un camarero en una terraza, o ser el camarero que sirve en la terraza… Es nuestra máxima aspiración, aparte de que algún deportista, debidamente jaleado por los medios que lo preparan para el consumo, gane para mi idiota y patriotero ego lo que yo no puedo ganar, pero sí identificarme con él en lo que me pueda tocar… O algo tan triste y parecido a todo esto.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ www.escriburgo.com miguel@galindofi.com

MALA IMITACIÓN

 

Dice la prensa murciana que “el plan de ahorro energético pierde fuerza al no asumir nadie el papel sancionador”, y eso apenas al par de días de su puesta en marcha. Mucha prisa hay para criticarlo…

Se nota demasiado las ganas del gobierno regional para empezar a boicotearlo, y la sumisión de ciertos periódicos por hacerse eco de las consignas. No han dado tiempo ni a las 48 horas del Decreto…

Dice la Comunidad que “falta información y recursos”, y suelta la misma retahíla de excusas que cuando la pandemia… Es tan solo que desear ser una mala copia de Díaz Ayuso siendo un triste López Miras. Ni siquiera sabe imitar con estilo.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ www.escriburgo.com miguel@galindofi.com

LOS PASOS PERDIDOS

 

Ante un retrato mío de crío, una de mis nietas me pregunta: “abuelo, ¿ese eres tú?”.. La habitual respuesta se me quedó trabada en el disparadero, al caer en ese momento que la contestación “” iba a ser la automática, pero no la correcta. Así que me salió: “no, ese no SOY yo, ese FUI yo”… La criatura se me quedó mirando con ojos de guasa y esbozando una sonrisa sardónica – tampoco era para menos – así que, antes de que me enviara a hacer gárgaras de potasio, me apresuré a hacerle la inevitable pregunta: “¿lo entiendes..?”, cosechando la lógica respuesta: “claro, antes eras un niño, y ahora eres un viejo”. Merecida contestación, por gili…

La chiquilla dio oportuna y correcta respuesta al “enigma de la esfinge” planteada por mí, si bien que, naturalmente, describiendo la parte exterior, según su nivel de percepción… Por supuesto que podría haberle ampliado el concepto hasta su límite de comprensión, pero la zagala se me despidió con un gesto alegre y el comentario de “estás loco, abuelo…”. Por otra parte, también reconozco que bastantes adultos tampoco entenderían mucho más.

Así que me quedé mirando el retrato un rato, intentando penetrar en un misterio que en absoluto es misterio alguno. Su “yo” de entonces no es mi “yo” de ahora, si bien sí que forma parte de mi “yo” actual. Pero no… no es el mismo, claro que no. Lo que fui no es igual que lo que soy. Somos dos seres distintos que conforman, eso sí, la misma persona, y, sin embargo, esa persona del retrato (casi ya convertido en daguerrotipo) fue una persona diferente. Las células de aquel cuerpo fueron muriendo y renovándose vertiginosamente, creciendo y envejeciendo, de forma y manera planeada y regulada por un orden y una ley, un plan, encargado de ello, así que ni siquiera somos el mismo organismo que fuimos… Lo de dentro, eso que hemos venido en llamar “ego”, o lo que sea, funciona de otra manera: es de efectos acumulativos, no renovativos, y llega hasta nuestra muerte física, o quizá más allá de ella. Eso es lo que nos han enseñado las religiones a lo largo de la historia, y eso es a lo que apunta la moderna física quántica, si bien que por diferentes caminos.

Bien pude decirle a mi nieta: “mira, en ese niño empezó a vivir el que soy ahora, igual que la gente va cambiando de casa conforme van cambiando ellos mismos”… Sin embargo, prefiero que eso lo descubra cada quién (adviertan que no digo cada cual) cuando les llegue el momento, si es que les llega. Porque esa es otra cosa: no todo el mundo se plantea estas cuestiones. Y esto no lo hago como crítica, por favor, si no como constatación de un hecho, entiéndanme… Hay quiénes se preguntan que a cuento de qué tienen ellos que plantearse a sí mismos todas estas fruslerías, en vez de aplicarse a otras cuestiones más prácticas como saber arreglar la cisterna de váter, y quizá tengan razón… o al menos, tengan sus razones. Como existen los que me incriminan el que me ocupe de semejantes bobadas y encima querer contagiarlas a otras almas pensantes. Reproche que normalmente nos llevamos los “raritos” que así pensamos y sentimos.

Sin embargo, seamos conscientes o no, los “yos” de todos los humanos se van administrando – y suministrando - a lo largo de la niñez, la juventud, la madurez, la vejez, a pequeñas dosis personales e intransferibles, como el que se toma cuatro medidas de jarabe cada seis horas por prescripción facultativa… Tus alrededores te van largando que eres guapo, o feo, torpe, listo, flaco, gordo, rebelde, sumiso, educado, borde o gilipollas; al igual que te pareces a tu padre, a tu madre, al abuelo Cristóforo o a la tía Angustias. En este gesto, ese tic, o en la forma de rascarte el culo… Y tú lo vas asumiendo, o no, incorporándolo a tu subconsciente, o rechazándolo, hasta que los sustituyes por tus propios y elaborados parámetros. Así como el resto de vivientes próximos también te van inoculando la visión que tienen de ti, lo quieras o no, lo pidas o no…

Tan es así, que ese “yo” inyectado, o proyectado, o lo que fuere, te influye en tus decisiones, y tiene, como cualquier otro aditivo o medicina, sus efectos secundarios y sus respuestas individuales a lo que se “chuta” en tu espíritu, o lo que también sea eso… De ahí las diferencias entre todos los que somos, tanto físicas, que ya lo marca la genética, como de caracteres, aunque yo, y esto es mi personal opinión, claro, creo que lo segundo influye, modela y modifica lo primero.

Y andaba yo en esas cavilaciones, cuando un whatshap interno me comunica que éste que soy es tan provisional como todos los anteriores que fui. Pero que ya no se me va a renovar el contrato de inquilinato, y que va llegando la hora de guisar el pato de último plato. Con perdón. Que, más temprano que tarde, tendré que desalojar mi último habitáculo de mí mismo (que, por cierto, ya es más culo que hábitat) y que es el último paso de todos los pasos, y el último peso de todos los pesos…

…Y entonces, no sé a cuento de qué puñetas, se me viene al magín el lugar ese que hay en las Cortes, al que llaman el “de los pasos perdidos”…En ese momento, me pregunto a mí mismo si acaso no se habrán perdido mis pasos… Cada cual se pregunte lo mismo a sí mismo… Si quiere, claro, o si aún puede.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ www.escriburgo.com miguel@galindofi.com

DESPERDICIADO

 

Alemania y Francia están pidiendo un gaseoducto que una la Península Ibérica con Europa central, y tener segura la vía de suministro de gas por la que, hasta ahora, dependía de Rusia, y estabilizar así el suministro de energía.

Pero España ha dilapidado la oportunidad de ser el distribuidor europeo del gas argelino que tenía en la mano, y ha pasado a ser el “repartidor del butano” de Biden.

Entregar el Sahara a Marruecos por treinta dirhams de plata supone someternos al aliado norteafricano de EE.UU. y bajar un montón de posiciones en la escala de negociación energética. Ahora somos un pelín más que un cero a la izquierda.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ www.escriburgo.com miguel@galindofi.com

VUELTA DE TUERCA

 

Sí. Ya sé que es un tema recurrente en mí. Lo siento… reconozco que es una especie de remartillamiento, toc, toc, toc, que puede llegar a hastiar a algunos, o a muchos, o quizá no. Pero es un compromiso personal adquirido para conmigo mismo, ya que tampoco puedo aspirar a otra cosa. Digamos que es mi pobre y humilde contribución a la zapata del freno contra el cambio climático. Un, no sé, si baldío intento de concienciar a unas cuantas personas de las que me siguen cada día… Por otro lado, y lo doy por supuesto, cada uno de ustedes, nada más comenzar a leerme y adivinar mi intención, pueden pasar página, pulsar “salt”, o lo que sea, y adiós muy buenas…

Cuando escribo ésta de hoy estamos sufriendo la primera ola de calor de la temporada, incluso antes de la llegada del verano en el calendario. Temperaturas que sobrepasan los 40 grados, durante varios y tórridos días. Inmisericordemente… Quizá por eso mismo, que la Aemet publica un muy elaborado informe de lo que está ocurriendo y por qué está pasando. Lo cierto, y así, en corto, para que todo el mundo lo entienda, es que en España hace cada vez más calor, y además llega antes, y más virulentamente. Ésta es la síntesis, claro. Yo les voy a ahorrar los detalles técnicos a fin de no aburrirles, limitándome a los hechos escuetos, y, si me queda espacio y ganas, a sus consecuencias.

Es lo que la Agencia Estatal de Meteorología llama “los habituales 30 grados”… En las últimas décadas hemos pasado de los habituales 25 grados de media, cuando a partir de los 30 ya se calificaban como olas de calor, a que esas olas ya rebasen los 40, y la “normalidad” se establezca en esos 30. Y remacha que ese fenómeno de acusada alza, además, se ha adelantado de 20 a 40 días de media en todo el país dentro de la llegada climatológica del verano. Pero es que, además, los meteorólogos han echado cuentas, y predicen un cambio gradual en la península hacia la bioestacionalidad: un verano achicharrante cada vez más largo y un invierno templado cada vez más corto. El verano tiende a tragarse a la primavera y a prolongarse en el otoño… Y todo esto no hay que ser muy espabilado para ver que ya se está produciendo. “El clima en España no es como era, y puede llegar a ser peor si no nos empeñamos seria y drásticamente en frenarlo”, nos advierte esa misma Aemet… Y en su informe enlaza con los de los medios de comunicación últimos, provenientes de Europa, en que da prácticamente por sentada la desertificación de media España (por cambio climático y por abuso de recursos).

…Bueno, esto último es una de las consecuencias, no la causa, evidentemente. Ya le podemos decir al pariente ese que insiste siempre en que estos calores y colores nos han visitado “toa la vida del Señor”, que ya no es cuestión de visitas, que vienen para quedarse… Y que la consecuencia que he señalado como fijada – ya ni siquiera advertida – por Bruselas, es como la primera ficha de dominó que arrastrará, en caída libre, a otras consecuencias: desde la desaparición del turismo como principal recurso económico, al agotamiento del sistema productivo alimentario por falta de agua. Y de otros medios.

Y no quiero extenderme en otros detalles, no menos importantes, porque no es mi deseo tampoco pintar un cuadro apocalíptico que, a rápidas pinceladas, está cambiando un paraíso por un infierno. Es tan solo que hemos de ir mudando de sistema de vida si queremos “salvar los muebles”, en vez de agarrarnos con todas nuestras fuerzas al que ya no nos sirve y nos está arrastrando al más ruinoso fracaso. Cuestión de tiempo, y cuestión del tiempo. Lo uno nos conduce a lo otro.

Ya solo se puede frenar en lo posible, pero no evitar lo imposible”, es lo que asegura y recomienda nuestra Agencia meteorológica… Yo solo me fijaría (de momento) en dos o tres cosas, ya no importantes, pero sí que vitales: cambiar cuanto antes el consumo eléctrico basado en energías contaminantes por el consolidado en energías limpias, como la solar… afortunadamente tenemos mucho sol en España, aunque también mucho sinvergüenza; limitar a lo estrictamente imprescindible la quema de fluorurocarburos, esto es: usar el coche solo para lo realmente necesario, y dejar de contaminar y envenenar la atmósfera por placer hedonista de una puñetera vez. Lo agradecería la salud, el bolsillo y el medio ambiente; y por último limitar nuestro excedente de basuras al mínimo. Esto se logra dejando de adquirir lo innecesario, no comprar por el hecho de comprar, no traernos a casa lo que no nos vamos a poner, ni a utilizar, ni a comer… y reciclar todo lo reciclable y arreglar todo lo arreglable.

O eso, o ya saben lo que nos espera, sobre todo a nuestros hijos y nietos: habrán que buscarse la vida en un erial, en un medio cada vez más hostil y difícil, cuando nosotros, todos nosotros, solo los hemos educado en derechos, ventajas y regalías. Ni siquiera nuestros sistemas educativos les enseñan a sobrevivir; ni en el valor del trabajo ni en ninguna escala de valores; ni en las causas y las consecuencias de los actos y las cosas; ni en aceptar la responsabilidad de los propios actos; ni en el sentido de la disciplina; ni en educación ni respeto siquiera… Mucho menos en la posibilidad de cambiar las cosas… a mejor, naturalmente.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ www.escriburgo.com miguel@galindofi.com

LOS ABUELOS

 

Un amigo mío a punto de ser abuelo me pregunta qué supone serlo: “…a ti, que lo eres seis veces”, me dice… Y, entonces me doy cuenta que no sé qué contestarle, pues me falta una de las partes con que establecer la necesaria comparación.

…Ya que me gustaría tener el recuerdo de mi relación con mis abuelos y proyectarlo a mi relación con mis nietos… Pero resulta que, como no los conocí, carezco de uno de los puntos de referencia.

Así que así se lo hago saber, y me contesta que eso mismo piensa él que debe ser un abuelo: un punto de referencia… Pues, mira, no es mala definición esa.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ www.escriburgo.com miguel@galindofi.com

LAS COSAS COMO YA FUERON

 

Lo estoy contando, y nadie dice nada. Pero veo en sus ojos, en sus gestos, en sus caras, que les cuesta trabajo creer lo que digo… Es más, no disimulemos, me parece a mí que no se lo creen en absoluto, así, directamente, pero que, por educación, o por no discutir, lo aguantan, lo toleran, lo soportan como el que se traga un cuento desnortado de Calleja. Lo único que pasa es que no son cuentos, si no vivencias de una historia real que fue ayer mismo, y que parece comienza a repetirse hoy, en esta actualidad de ahora, en otros países del mundo cercano, no lejos de nuestro propio entorno. En aquellos, puede ser, que olvidaron su propia historia, y donde empieza a volver atrás. Porque lo malo no es olvidarla, lo malo, y lo peor, es no sacar ninguna lección de ella.

Y yo les estaba contando que nuestra posguerra civil, en un país que quedó arrasado de norte a sur, aparte el retroceso en libertades, el económico duró, al menos, hasta que, en los conocidos sesenta comenzó a arrancar y moverse a lomos de un “Seiscientos”… Y les decía que, en los cincuenta, en los pueblos castigados apenas existían recursos, y en los que no, eran tan pocos los que había que mejor no tentar a Dios ni a la suerte por no perderlos… Pueblos sin agua y con poco pan, sin médicos, ni atención sanitaria mínima, ni nada; donde la farmacia, si la había, no tenía más que Pelargón y Piramidol, y Aceite de Ricino, y tampoco al alcance de cualquier jornal. Donde un dolor de muelas se aliviaba con buches de anís Chinchón, o dónde una pedrada a un crío en plena cara le dejaba una jodida mordida torcida para el resto de su puñetera vida… y eso, con suerte.

En Los Alcázares teníamos esa misma y enorme suerte por estar pegados a una base militar, cuyo personal se sentía, a su vez, pegados al pueblo y a su gente. Hasta el extremo que don Fernando y el Sr. Acedo – médico y practicante – se constituyeron a sí mismos en ángeles guardianes de los civiles que malmedrábamos por allí en aquella época… Al lado, en Torre-Pacheco, villa principal y municipal comparada con nosotros, tan solo le venía de no sé dónde “el Raspa”, que tenía abierta consulta en una casa particular del centro. Y gracias. Por eso nosotros, sus vecinos, aún siendo pequeños y dependientes, y deficientes, y encima los malos de la película guerracivilista, podíamos considerarnos afortunados en esa materia, al menos. No en lo demás, claro, en un entorno de carencia absoluta, donde, para un pequeño derrame cerebral, el bueno de don Fernando tenía que recetar tomate, mucho tomate, solo tomate, y rezar, mucho rezar, que siempre ayuda al tomate… Y les aseguro yo que, a veces, funcionaba. Y quizás que por todo eso, la gente, niños incluidos, caían como moscas y como cosa natural.

No crean que las ciudades como Murcia o Cartagena, estaban tan bien dotadas… claro que comparándolas con los pueblos eran la releche de todas las leches. Encontraba especialistas (no todos), y lo más cercano a un hospital eran centros asistenciales, alguna clínica, y las conocidas por “Casas de Socorro”… Eso sí, los pocos especialistas que había “operaban” en sus propias consultas: uno sillón de peluquería, unas tijeras con cazoleta incorporada, una fuerte mujer sujetando al zagal, y ¡zas!, anginas fuera… El mismo método, cambiando tijera por tenaza, para una muela. Luego, después, récese media docena de avemarías y pida que se le corte la hemorragia y que no se infecte, que ese ya es su problema… Afortunadamente para ellos, claro, aquellos que tenían posibles, o eran adictos al régimen, o tenían buenas agarraderas (lo normal es que las tres cosas fuesen juntas) podían echar unos viajes a Madrid, o a Barcelona, y hacerlo con los mejores, por únicos, especialistas, e intervenirse como Dios – y la Falange – mandan… Hasta poder traerse, si preciso fuere, unas ampollas de Penicilina de estraperlo, a precio de cojón de mico, para algún desgraciado al que se le estuviese muriendo el hijo…

Así estaban las cosas hace apenas 60 o 70 años por estos lares…A pesar de que los que me escuchen y lean sigan poniéndome cara de langostino Pescanova… Lo juro por Tutatis y porque yo mismo lo he vivido, que no lo he soñado. Por eso me asombra que tal realidad se olvide hasta el punto de creer que no ha existido. Y la verdad es que todo lo que ha existido puede volver a existir otra vez, y esto aunque no nos lo creamos… Y también por eso mismo creo que esas certezas deberían de comunicarse a las jóvenes generaciones por los cada vez menos supervivientes de la historia, en plazas, colegios e institutos. No para contar batallitas del abuelo Cebolleta, si no para recordarles que lo que no han aprendido porque nadie se lo ha enseñado pueden volver a vivirlo…

Por triste ejemplo: que lo que está viviendo hoy Ucrania es muy parecido, en algunos aspectos igual, a lo que vivieron nuestros padres, y nosotros después, en aquellas épocas… Y que tales tragedias hay que conocerlas para evitarlas. Y recordarlas para no repetirlas… Nos está llegando una carestía de medios de vida y energía que no augura nada bueno, ni tampoco nuevo. No sé si habremos de volver a carburos y chuminos, al cuarto y mitad de gato-conejo, o a despiojar las lentejas antes de echarlas a la olla, pero, si así fuere, que ojalá que no, estos zagales no están preparados por el simple hecho que lo tienen como derecho y que no aprecian lo que tienen… Vamos, ni de coña.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ www.escriburgo.com miguel@galindofi.com

LAS COSAS COMO FUERON

 

Lo estoy contando, y nadie dice nada. Pero veo en sus ojos, en sus gestos, en sus caras, que les cuesta trabajo creer lo que digo… Es más, no disimulemos, me parece a mí que no se lo creen en absoluto, así, directamente, pero que, por educación, o por no discutir, lo aguantan, lo toleran, lo soportan como el que se traga un cuento desnortado de Calleja. Lo único que pasa es que no son cuentos, si no vivencias de una historia real que fue ayer mismo, y que parece comienza a repetirse hoy, en esta actualidad de ahora, en otros países del mundo cercano, no lejos de nuestro propio entorno. En aquellos, puede ser, que olvidaron su propia historia, y donde empieza a volver atrás. Porque lo malo no es olvidarla, lo malo, y lo peor, es no sacar ninguna lección de ella.

Y yo les estaba contando que nuestra posguerra civil, en un país que quedó arrasado de norte a sur, aparte el retroceso en libertades, el económico duró, al menos, hasta que, en los conocidos sesenta comenzó a arrancar y moverse a lomos de un “Seiscientos”… Y les decía que, en los cincuenta, en los pueblos castigados apenas existían recursos, y en los que no, eran tan pocos los que había que mejor no tentar a Dios ni a la suerte por no perderlos… Pueblos sin agua y con poco pan, sin médicos, ni atención sanitaria mínima, ni nada; donde la farmacia, si la había, no tenía más que Pelargón y Piramidol, y Aceite de Ricino, y tampoco al alcance de cualquier jornal. Donde un dolor de muelas se aliviaba con buches de anís Chinchón, o dónde una pedrada a un crío en plena cara le dejaba una jodida mordida torcida para el resto de su puñetera vida… y eso, con suerte.

En Los Alcázares teníamos esa misma y enorme suerte por estar pegados a una base militar, cuyo personal se sentía, a su vez, pegados al pueblo y a su gente. Hasta el extremo que don Fernando y el Sr. Acedo – médico y practicante – se constituyeron a sí mismos en ángeles guardianes de los civiles que malmedrábamos por allí en aquella época… Al lado, en Torre-Pacheco, villa principal y municipal comparada con nosotros, tan solo le venía de no sé dónde “el Raspa”, que tenía abierta consulta en una casa particular del centro. Y gracias. Por eso nosotros, sus vecinos, aún siendo pequeños y dependientes, y deficientes, y encima los malos de la película guerracivilista, podíamos considerarnos afortunados en esa materia, al menos. No en lo demás, claro, en un entorno de carencia absoluta, donde, para un pequeño derrame cerebral, el bueno de don Fernando tenía que recetar tomate, mucho tomate, solo tomate, y rezar, mucho rezar, que siempre ayuda al tomate… Y les aseguro yo que, a veces, funcionaba. Y quizás que por todo eso, la gente, niños incluidos, caían como moscas y como cosa natural.

No crean que las ciudades como Murcia o Cartagena, estaban tan bien dotadas… claro que comparándolas con los pueblos eran la releche de todas las leches. Encontraba especialistas (no todos), y lo más cercano a un hospital eran centros asistenciales, alguna clínica, y las conocidas por “Casas de Socorro”… Eso sí, los pocos especialistas que había “operaban” en sus propias consultas: uno sillón de peluquería, unas tijeras con cazoleta incorporada, una fuerte mujer sujetando al zagal, y ¡zas!, anginas fuera… El mismo método, cambiando tijera por tenaza, para una muela. Luego, después, récese media docena de avemarías y pida que se le corte la hemorragia y que no se infecte, que ese ya es su problema… Afortunadamente para ellos, claro, aquellos que tenían posibles, o eran adictos al régimen, o tenían buenas agarraderas (lo normal es que las tres cosas fuesen juntas) podían echar unos viajes a Madrid, o a Barcelona, y hacerlo con los mejores, por únicos, especialistas, e intervenirse como Dios – y la Falange – mandan… Hasta poder traerse, si preciso fuere, unas ampollas de Penicilina de estraperlo, a precio de cojón de mico, para algún desgraciado al que se le estuviese muriendo el hijo…

Así estaban las cosas hace apenas 60 o 70 años por estos lares…A pesar de que los que me escuchen y lean sigan poniéndome cara de langostino Pescanova… Lo juro por Tutatis y porque yo mismo lo he vivido, que no lo he soñado. Por eso me asombra que tal realidad se olvide hasta el punto de creer que no ha existido. Y la verdad es que todo lo que ha existido puede volver a existir otra vez, y esto aunque no nos lo creamos… Y también por eso mismo creo que esas certezas deberían de comunicarse a las jóvenes generaciones por los cada vez menos supervivientes de la historia, en plazas, colegios e institutos. No para contar batallitas del abuelo Cebolleta, si no para recordarles que lo que no han aprendido porque nadie se lo ha enseñado pueden volver a vivirlo…

Por triste ejemplo: que lo que está viviendo hoy Ucrania es muy parecido, en algunos aspectos igual, a lo que vivieron nuestros padres, y nosotros después, en aquellas épocas… Y que tales tragedias hay que conocerlas para evitarlas. Y recordarlas para no repetirlas… Nos está llegando una carestía de medios de vida y energía que no augura nada bueno, ni tampoco nuevo. No sé si habremos de volver a carburos y chuminos, al cuarto y mitad de gato-conejo, o a despiojar las lentejas antes de echarlas a la olla, pero, si así fuere, que ojalá que no, estos zagales no están preparados por el simple hecho que lo tienen como derecho y que no aprecian lo que tienen… Vamos, ni de coña.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ www.escriburgo.com miguel@galindofi.com

IDEOLOGÍA, NO, NAVAJERÍA, SÍ

 

Cuando Bruselas ordenó ahorro energético y Sánchez le respondió que “menos lobos, Caperucita”, Feijóo se opuso a éste, indicándole hasta la posibilidad de adelantar los cierres comerciales…

Cuando Sánchez se pliega al mandato de la UE, y dice que ouí, entonces Feijóo dice que una leche apagar escaparates ni cosa por el estilo. Donde ambos dijimos, ahora nos desdecimos…

Aquí no hay izquierdas ni derechas. Solo hay bandas dispuestas a hacerse la contra en lo que sea y por lo que sea, a fin de sentar culo en el poder… Por cierto, please, ¿quién manda en la oposición, el gallego o la madrileña?..

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ www.escriburgo.com miguel@galindofi.com

¿IGLESIA, O DIOS?..

 

Por la frase “…y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia”, que aparece en el Evangelio de Mateo atribuida a Jesucristo, se justifican más de dos mil años de tinglado de la Católica, en nombre de un cristianismo post-fabricado tras muchas décadas de haber pisado la tierra el divino maestro nazareno. Una iglesia sospechosamente calcada de la jerarquía judaica y sacerdotal a la que el mismo Cristo se enfrentó, siendo ejecutado por ello, y que levantó Pablo, que no conoció personalmente al Mesías y que lo combatió, y que también combatió y fue combatido por Santiago, el hermano de Jesús, heredero natural de sus enseñanzas y cabeza de la Iglesia de Jerusalén; y también al cual se opuso el propio Pedro, supuesta “piedra” papal.

El arameo, en el que Jesucristo transmitía su mensaje, no usaba la palabra “iglesia”, e incluso hasta ignoraba el significado de tal concepto, por lo que, difícilmente pudo ser utilizada por Él para comunicar nada… Ekklesia era una palabra griega que se definía como reunión o asamblea, pero no en términos religiosos precisamente, sino más bien lo contrario: en asuntos civiles, militares, políticos y profanos. En el arameo antiguo, la palabra que se usaba para esas reuniones era “pealim”, sin más connotaciones añadidas de ningún tipo. De hecho, el significado religioso de Iglesia como concepto fue “inventado” a posteriori por Pablo, no por Jesús, más de medio siglo después de su muerte… Si Mateo escribió su evangelio sobre un siglo posterior a Cristo (todos fueron escritos entre 100 y 200 años posteriormente) se deduce que tal aseveración por parte de Jesús es una interpolación del evangelista, influido por la predicación de Pablo que, como ya “apóstol de los gentiles”, fue el que introdujo tal concepto nuevo ya en latín: ecclesiam.

Y se introdujo porque le interesaba la construcción de una iglesia universal, enfocada a tener influencia y poder en el mundo y en la sociedad greco-romana de la época, como así fue hasta llegar a ser predominante en toda nuestra cultura occidental… Naturalmente, estoy hablando de Historia, no de fe. No es mi deseo, en absoluto, insultar a nada ni a nadie, pero no puedo evitar que algunos, o muchos, se sientan insultados. No quiero que ninguna persona pueda verse injuriada en sus creencias, pero es que la auténtica creencia, la fe genuina, está muy por encima de las falsas ofensas y los falsos ultrajes. Es el egoísmo y la ruindad humana los que se ofenden y se sienten insultados… Los que asesinaron a Hipatia y a tantos sabios y científicos de la época por decir la verdad, fueron, precisamente, aquellos oscuros “cristianos” fanáticos y cerriles que se sintieron ofendidos y atacados por la verdad. Fundamentalistas ciegos a los que Cristo quiso iluminar, precisamente, desconectándolos de toda iglesia y conectándolos a una sola y única idea: Dios.

Y aquí reside el eje principal de toda cuestión, y lo demás es accesorio. Jesús vino a meter al Padre dentro del conocimiento íntimo de cada ser humano, para que no necesitáramos intérpretes ni representantes oficiales a los que seguir y servir. “Busca dentro de ti”, dijo, no en templos, a los que “han convertido en cuevas de ladrones”, que también dijo, ni en sumo sacerdote alguno… “Habla a Quién está en tu interior y dirígete a Él”, se cansó de repetir, y “cuida de tu hermano como de ti mismo”…Esa fue – y es – la gran enseñanza de Jesús, el Cristo: que lo que en verdad importa es Dios, el Padre, no Yahvé ni iglesia alguna.

Por eso mismo que para mí, y espero me disulpen: Dios no concede deseos, pero sí oportunidades / Dios no abre puertas, pero si posibilidades / Dios no juzga nada, pero lo responsabiliza todo / Dios no condena, pero sí observa / Dios no castiga, pero sí ata el efecto a su causa / Dios no obliga a nada, pero es notario de todo / Dios no esclaviza, pero el libre albedrío utiliza / Dios es el origen, nosotros solo la consecuencia / Dios es mente y entendimiento, pero no pensamiento ni sentimiento / Dios es esencia y potencia, pero no actúa con suficiencia / Dios es el jardín, pero no su jardinero / Dios sabe lo que hace, pero hace como que no sabe / Dios nos permite a todos lo que nosotros no le permitimos a Él / Dios lo puede todo, pero no hace nada… ya que es Dios el que propone y el hombre el que dispone.

Existen infinitos pensamientos que pueden dar una idea de Dios, ya que no definirlo, ni mucho menos comprenderlo. Yo tan solo me he permitido (y perdonen vuesas mercedes mi atrevimiento) exponerles en el párrafo anterior unas pocas de ellas… En realidad definen todas lo mismo, pero indican diferentes caminos y distintos razonamientos, eso es todo… Tan solo cada cual elija aquella que le sea más cómoda para lograr el propósito de su meditación, ya que cada persona tiene el suyo… Pero verán que no necesitan ningún gurú, ni mago, ni brujo, ni chamán, ni sacerdote que le dicte toda una doctrina de dogmas e imposiciones para tener una pálida, simple y elemental conciencia de Dios, y al final no llegar a conocerlo en absoluto, cuando, Dios, precisamente, es ese mismo absoluto.

Yo no quiero creer en lo que otros creen porque otros les dicen que crean en lo que deben creer porque así les interesa… Yo quiero creer en lo que siento que puedo creer con mi propio razonamiento dentro de mi propio y humano razonamiento, no sé si me explico… No deseo acabar adorando a unas muletas por sí mismas, pues solo son las andaderas… Las muletas no andan, el que anda soy yo, y no quiero confundir mi fe en las muletas con mi fe en mí mismo… Solo deseo compartir lo que pienso, no pontificar. Si le sirve a alguien, pues cojonudo, y si no les sirven para nada, pues cojonudo doble: márqueme entonces una pedorreta con un redoble.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ www.escriburgo.com miguel@galindofi.com

LO LEGAL Y LO MORAL

Hay un arquitecto por ahí, Santiago Cirueda, que afirma rotundo: “a veces hay que ser ilegal para cumplir la Constitución”; y que él se niega, por ejemplo, a construir un colegio sin árboles, e incumple cualquier normativa municipal en ello…

…Y plazas públicas sin esos mismos árboles; y jardines sin sombra; y calles sin bancos; y lugares sin “estares”… Un piso de 38 m2 es anticonstitucional, afirma, pues NO es una vivienda digna a la que tener derecho…

La cuestión es, amigo Santi, que los intereses espurios, empresariales o municipales, sean éstos políticos y/o económicos, están por encima de los intereses de los ciudadanos, de la gente, de las personas… ¿o acaso no se nota?..

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ www.escriburgo.com miguel@galindofi.com

CAMBIO DE SUERTES

 

El presidente Sánchez, en una de sus estudiadas comparecencias públicas, con su mejor cara de Pedro Picapiedra, justificó, o culpó, que viene a ser lo mismo dadas las circunstancias, la trágica ola de incendios de este último verano, que ha calcinado casi una cuarta parte de nuestra masa forestal (de la que quedaba de veranos pasados), “al cambio climático”… Bueno, él sabe perfectamente que un par de los gordos fueron por imprudencias laborales, como la chispa de una desbrozadora, por ejemplo; otros, por descuidos de los que se empeñan en comerse la paella en el campo; y varios más – bastantes – que se han demostrado claramente intencionados. Pero es más cómodo generalizarlo en el cambio climático, al igual que otras tantas cosas anotárselas a la “guerra de Ucrania”.

Es algo así como echarle la culpa de todo lo malo al demonio… En realidad, para eso mismo está el demonio, para ser responsable de cuanto negativo existe, aunque eso, la verdad es que nos lo buscamos nosotros solicos. Por superficialmente que analicen ustedes ese “cambio climático” al que nuestro máximo representante tan directamente acusa sin despeinarse, lo hemos propiciado todos y cada uno de nosotros, por lo tanto somos, todos juntos, los responsables directos e indirectos de esos pavorosos incendios, al igual que de otras calamidades. Ellos, como políticos, que no han querido, ni sabido, hacer frente a lo que se nos viene encima, conociéndolo perfectamente; y nosotros, los ciudadanos, porque seguimos comportándonos como borregos suicidas en estampida hacia el precipicio. Aquí nadie, pero nadie, está libre de su cuota de responsabilidad en el desastre.

Sánchez, como estadista y encantador de serpientes que es, sabe explotar el paradigma en que se está convirtiendo el cambio climático, en un proceso mimetizador que incluya cualquier desgracia excluyendo la responsabilidad pública en ella. Es culpa del azar, o del destino, o de la mala suerte, o del diablo, o del cambio climático, nada más… Pero esconde en la manga, como buen tahúr, que la ya etiqueta de “cambio climático” es un efecto que tiene una causa.. Y que en esa causa entramos todos, y él el primero de esos todos, dado que eso lo lleva el cargo en su nómina.

Ya digo, si lo piensan bien pensado, hasta el demonio es el estereotipo de la causa de todo mal devenido en efecto. Lo bueno (Dios) produce lo bueno, y lo malo (Satanás) produce lo malo. Así a Dios se le debe cuanto de positivo hay, y a Satanás cuánto de negativo existe. Y así, los de en medio, nosotros los humanos, nos vamos de rositas por nuestras acciones… “Dios lo ha querido así”, decimos, y nos lavamos las manos… hasta Dios quiere, o permite, o lo que sea, que el demonio interfiera y obre con y entre nosotros, tal es el invento muy bien inventado para eludir nuestras responsabilidades en última instancia y una vez llegado el caso… Y como el caso – en este caso – ha llegado por, y con, el cambio climático, pues nada, ñoras y ñores, esto no es culpa ni mía, como político, ni vuestra, ni de nadie, es del jodío y puñetero climaterio ese…

Pero existen causas concretas y palpables que contribuyen activamente a que los incendios se propaguen como lo hacen, y como por (mal) ejemplo: un despoblamiento rural que consigue que no hayan jóvenes que mantengan los montes cuidados, en condiciones y en prevención; la condena de una ganadería que ya ni ramonea, ni pasta, ni nada, manteniendo quebradas y montañas limpias y libres de maraña incendiable, mientras se concentran en macrogranjas y macrotodo; el abandono más absoluto de los medios naturales, que no producen beneficios empresariales, y la entrega incondicional a medios más artificiales y costosos de protección que los ya sobrexplotados naturales… o sea, el “negosi”. Al final, lo ajeno se convierte en propio, y lo natural se torna artificial, caro y oneroso. Pero aún hay un largo etcétera más que este espacio no puede contener, aunque si lo razonan, sí que sabrán entender…

…Y de estos despropósitos, amigos míos, sí que los responsables directos son todos aquellos que nos gobiernan y que legislan a tales y otros efectos y respectos. Por supuesto que sí. Por eso mismo que Sánchez, con su fácil y cómoda salida de acusar al diablo del cambio climático, nos ha convertido a todos en pecadores del mismo pecado, en actitud ladinamente fatalista, evadiendo a su gobierno de posibles responsabilidades en la quema de nuestros bosques como si fueran fallas… Le ha faltado un poco más de teatralidad en rasgarse las vestiduras y clamar que “es un castigo de Yahvé, ya vé, y yo soy su profeta”, y cargar contra cualquier filisteo rival más a mano – Putin incluido – que para eso mismo están. Las fatalidades se explican solas, en sí mismas; ya a nadie, o a casi nadie, se le ocurre buscar ningún hecho entre las cenizas las causas… A los políticos les viene de puta madre (y de puta pena) que sus ineptitudes queden sepultadas por las calamidades.

Pero como “una buena capa todo lo tapa”... y todo lo torea también, y para acabado el hedonismo institucionalizado del veraneísmo nos espera una larga y cruda secuencia de consecuencias, ya tenemos preparadas dos: la de la guerra de Ucrania y la del cambio climático. Una verde y otra colorá. Y que cada cual se cobije y esconda bajo la que quiera. Puede ser hasta la misma capa con doble forro… Nosotros pagaremos las consecuencias y nuestros dirigentes cobrarán por ellas. Ellos y sus socios los oligarcas y multinacionales. Y nosotros seguiremos embistiendo a la que nos pongan por delante mientras ellos escurren el bulto y esconden en el trapo la espada de la estocada… Óiga, es que, tras la corrida, la carne de la res muerta también se cobra en buen dinero.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ www.escriburgo.com miguel@galindofi.com

AIROSO

 

Lo de la normativa europea de fijar los aires “a condición de…” en 27º en verano y 19º en invierno, lo anunció Sánchez con el airoso gesto de quitarse la corbata “para luchar contra el cambio climático”, dijo en un ágil gesto de “hale hoop” circense.

Me quito el corbato, ergo tengo menos calor, ergo necesito menos refrigeración, ergo ayudo al clima (lo que quema el Falcon para llevarme al Benicassim que sea no cuenta)…

Ergo, lo mejor es que el gobierno en pleno y las cámaras todas, asistan con camisetas con agujeros y gayumbos los caballeros; y las damas con un pareo van de garbeo, pues así se ahorra energía a tope dando ejemplo al galope…

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ www.escriburgo.com miguel@galindofi.com

EL OTRO ISLAM

 

Una preguntica para comenzar éste de hoy, please: ¿se imagina usted a un imam mujer, sin velo, feminista y sin prejuicios ni dogmatismos religiosos?.. Pues empiecen a pensar en que sí que es posible. De hecho, es una realidad. En Francia, Kahina Bahloud, de 43 años, es la primera mujer que llega a la categoría de imam (jefe espiritual del islam), y que, encima, acaba de publicar, también en español, por si quieren saberlo y leerlo, el ensayo “Mi Islam”, editado por La Llave. Igual que ha dicho públicamente algo asombroso en un-una-imam (EP,15-6): “Nunca llevé velo, pues es una herramienta patriarcal”…

Dicho esto, desvelemos también que esta mujer es una “rara avis”, hija de musulmán argelino y de francesa, con orígenes religiosos católico y judío, además, por supuesto, del islamismo. Algo nada corriente, pero que le otorga una visión y dimensión de auténtica libertad y conocimiento en la materia… Sí, pero no deja de ser islamista por elección propia, se me dirá. Y, efectivamente, así es en verdad. Pero un islam liberal, marcado por la tradición mística de Ibn Arabí (por cierto que murcianico) y desarrollada en las fuentes del más puro sufismo. Fue educada y criada en Argelia por sus abuelos, que eran creyentes y practicantes islámicos, pero, en sus propias palabras, “era una fe en armonía con la naturaleza y la sociedad, simple y cercana a todo lo humano”, y aún añade: “yo veía a mi abuelo cuando rezaba bajo un árbol…”. Y dice más: “presencié el giro que ocurrió con el auge del integrismo islamista”…

Y esas declaraciones de Kahina me hicieron recordar mis vivencias en los campos de refugiados saharauis de Tinduf, allí, en plena hammada argelina… donde el gaadí de la wilaya de Auser me invitó a comparar, durante toooda una tarde, té tras té, la Biblia y el Corán, y compartí con él, a su lado, sus oraciones vespertinas, no bajo un árbol, pues en pleno desierto no hay árboles, pero sí entre cuatro piedras blancas que simbolizaban “su” mezquita, junto a él, pues, en sus mismas palabras, “todos rezamos al mismo Dios”… Tal experiencia cambió… bueno, mejor amplió, mi visión y aprecio de la verdad de las cosas, que no son como interesantemente quieren aparentarnos, sino que son como realmente siempre fueron. Creo no equivocarme si comparo el islam puro y el islamismo fundamentalista, con el cristianismo puro y el catolicismo igual de fundamentalista, si bien, claro, el nuestro ya pasó su época de fanática y violenta expansión, y el suyo aún anda hoy en la de sus más intolerantes cruzadas. Mi miedo es que los caminos, todos los caminos, pueden andarse en ambas direcciones muchas veces, avanzando y retrocediendo a lo largo de la Historia.

Un ejemplo claro de evolución e involución, que expone la misma imam Bahloud, es el uso del velo y la yihab, en que, de un elemento meramente cultural se impuso el severamente religioso. Sus recuerdos alcanzan a los años noventa, en la misma Argelia, en que el integrismo forzó su uso, en un clara vuelta atrás, en una sociedad en que, salvo su abuela, y por clara tradición social, ya nadie lo utilizaba normalmente… Y lo ilustra diciendo – y esto es la pura verdad – que el velo ha existido en las culturas de el judaísmo y también del cristianismo, en todas las conocidas por las “religiones del libro”.

La entrevista que hacen a esta mujer no coge, desgraciadamente, en esta escueta y humilde reseña. Tan solo puedo desarrollar unos apuntes esenciales si no sustanciales… Pero me quedo, cuando se le pregunta cómo ha caído su nombramiento de Imam entre los musulmanes franceses, con su respuesta: “Depende de cuáles. Los conservadores e integristas no lo entienden, pero muchos musulmanes progresistas y liberales sí que lo entienden. Me paran por la calle, y me animan, y me dicen que, por favor, continúe y no abandone”…Tras otras consideraciones, también dice que “somos aún una pequeña minoría. Pero todas las revoluciones de pensamiento comienzan con minorías”…

Pues sí, así empezó el mismo Mahoma, y el mismo Jesús, y los mismos todos, señora mía… El paralelismo, aún con sus diferencias, resulta evidente: para evolucionar positivamente, el islam actual ha de retroceder al islamismo original, a sus propias raíces, a su sentido genuino… Como el catolicismo actual, si quiere mejorar, ha de volver igual a sus raíces, al auténtico mensaje de Cristo, y olvidar ambos sus ansias de poder y dominio. Parece una paradoja que para avanzar haya que buscar atrás, pero es que lo auténtico reside en las esencias. Eso es cierto. Y eso ocurre cuando los mensajes primarios y prístinos han sido retorcidos, falseados y adulterados, manipulados en beneficio de intereses espurios: dogmas, poder, dinero, influencia, dominación… Principios éstos, por cierto, que no se encuentran en el Corán primigenio ni en el Nuevo Testamento tampoco.

Mis respetos, pues, a la valiente imam Kahina Bahloud, y a todos los que comparten sus ideas, las defienden, y las apoyan. Mis respetos a los moderados y transigentes, a los tolerantes, a “los mansos que habrán de heredar la tierra”, pues, al final, lo único cierto y verdad, es que “de ellos será el reino de los cielos”, como dijo uno de nuestros más grandes avatares. Estos son los verdaderos mártires de las causas, no los que se disfrazan de ellos siendo sus verdugos.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ www.escriburgo.com miguel@galindofi.com

EL AJO

 

Me acabo de enterar que en Buckimham Palace está vetado el ajo. La razón oficial es que la reina no quiere que la familia real vaya por los actos oficiales de la corona británica apestando a destajo…

Pues puede ser… Aunque hay maliciosos que opinan que Isabel II en realidad es una vampira, dada su extremosa y extremada edad al mando. Pues miren, ya su hijo, el Carlos, dijo un día que ellos descendían lejanamente de aquel príncipe de Valaquia, Vlad el empalador…

Pues aquí, en Spain, casi todos los políticos son unos vampiros, y, miren ustedes, todos comen ajo… Claro que siempre ha habido clases.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ www.escriburgo.com miguel@galindofi.com

EL DESENCANTO

 

…Y el desencuentro. Hace una montonera de años, cuando empezó esto de la democracia, o lo que fuera, me interesaba y sopaba en todas las salsas. Éramos jóvenes, estábamos ilusionados, y tras cuarenta tacos de dictadura dura, aquello era una auténtica fiesta, y nos ponía a los de mi generación más que la raspa a un gato… En tiempos de elecciones, mi amigo Joaquín y yo, con nuestras esposas, salíamos y visitábamos todas las carpas donde se desliaba un mitin… Daba igual del partido que lo cocinara. Incluso en la convivencia entre las distintas siglas había un respeto entre ellos, una especie de intercolaboración e interconexión que hoy se ha convertido en ciencia ficción. Así que nos empapábamos de cuanto se exponía, comparábamos, lo dialogábamos o lo discutíamos, que eso era igual, y cada uno se apañaba su propio sopicaldo para “el día de la urna”…

De alguna manera, por nuestra edad y nuestras vivencias, por nuestra historia y condición, nos considerábamos arte y parte de aquel cuasi sagrado advenimiento. Éramos factores activos, en cierto modo, del cambio, y, de alguna forma, nos creíamos herederos de todo aquel magnífico e intenso tinglado… La sensación de libertad recién estrenada aunque poco entrenada, era flipante. El poder opinar, expresarnos y elegir a quiénes nos representasen y defendiesen nuestras ideas distintas y nuestros intereses comunes nos embargaba y nos embriagaba. Tal era el despertar a una nueva visión del mundo, a una nueva dimensión de la sociedad… No sé cómo, pero nosotros igual habíamos derrotado a la dictadura, y nos habíamos ganado aquello. No solo podíamos votar, incluso podíamos participar, tal era el panorama que se nos abría a la esperanza… Y así comenzó la andadura.

Hoy me considero un ateo politico.. En tiempo de elecciones me sorprendo a mí mismo hastiado y cansado de oír siempre las mismas demagogias a los mismos demagogos, a los mismos embusteros… En las últimas andaluzas, ya incluso he evitado los mítines, he huido de las conexiones, y he cambiado de canal cuando me he tropezado los espacios electorales. Nunca antes había obrado así. Cuando venían las de alguna autonomía, no digamos la propia o las generales, no me perdía un jodido telediario, a fin de informarme muy bien informado de lo que decían los unos, los otros, y cuántos y cuántas aspirasen a hacerse un hueco teniendo algo que aportar, fuera nuevo o viejo… Pero ahora, lo confieso, y conste que me entristece reconocerlo, me producen náuseas, arcadas, a veces auténtico asco… tanto, que no los/las puedo soportar… Se ha cambiado confrontación por enfrentamiento; la pluma por la navaja; el estilo por el insulto; la educación por la zancadilla; el razonamiento por la mentira; la cortesía por el odio… Y, lo que es peor: no se aporta nada, absolutamente nada, tan solo demagogia cutre y vulgar. No solucionan nada, absolutamente nada. Tan solo buscan quitarle el empleo, el puesto y el sueldo, al que ya tiene asiento para su culo.

¿Qué ha podido pasar?.. Procuraré explicarlo desde mi humilde punto de vista, por supuesto… No se trata de razón ideológica, si no de calidad política, e incluso de calidad humana. Es más: considero que han adulterado tánto las ideologías con el fin de adaptarlas a sus ambiciones personales, que hoy es tan solo que un cebo para pescar peces que no se corresponde con la realidad. Un disfraz vacío de contenidos y de valores, con el que se viste una escoba y al que se sigue embobadamente; un conseguidor del voto; un hueco para vivir del engaño… Excúsenme los que se sientan molestos por retratados o por utilizados, pero la ideología ya no es un fin para servir, si no un medio para obtener.

Eso, por un lado… Y por otro, lo desilusionante, el fraude moral incluso, es ese cambiazo, ese secuestro de la democracia para imponer la partitocracia, se me ha hecho tan evidente que ya no trago sus discursos llenos de falsedades cuando hablan enfáticamente en nombre de esa misma democracia de la que se valen… El sistema electoral está viciado; es falso que el ciudadano elija libremente a sus candidatos, pues el ciudadano solo puede elegir a los candidatos previamente puestos por ellos. O impuestos, mejor dicho. Han escamoteado las segundas vueltas, existente en otros sistemas con no son semidemocráticos como el nuestro. Lo del sistema de listas abiertas, es una utopía. La disciplina esclavista de voto impuesta aquí, apenas existe en ningún régimen liberal europeo. Aquí es un auténtico secuestro de conciencias que se dejan gustosamente secuestrar, claro… Y esta política forzada, monolítica y encorsetada, se percibe a derecha e izquierda por igual… cuánto más extrema la una, más extremo lo otro…

Miren ustedes, a ver si se me logro hacer entender: con esta política de rigidez partidista no podemos tener buenos partidos políticos, y mucho menos, buenos políticos. Mucho menos, honrados. Si yo puedo elegir un candidato que considero capaz y honesto (ya extremadamente difícil) en una lista abierta, porque sé que su conciencia no está encadenada a voto de partido, sé que puede existir alguna posibilidad, pero así, los políticos en lista son soldados en nómina que solo buscan su propio salario. No sé si me estoy explicando. Y eso ya pasa con los del país, con los de las regiones, y con los de los pueblos también. Con todos ellos…

Yo, desde luego, me siento profundamente defraudado, desencantado, engañado, y por eso lo confieso aquí, hoy, en éste, lamentando el pez podrido que nos han vendido, y cándidamente les hemos comprado. Son unos simples falsarios, y nosotros sus simples instrumentos, y, naturalmente, ya no creo en ellos. En ninguno. El próximo año nos convocarán a locales y autonómicas, y el teatro guiñol se armará de nuevo (de hecho ya se está armando); y los títeres tratarán de convertirnos en sus títeres, otra vez más… Y oiremos los mismos viejos cuentos como si fueran nuevos… Y volverán las oscuras golondrinas sus viejos nidos a ocupar, y de los que medrar… Pero, al menos a mí, ya no me engañarán.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ www.escriburgo.com miguel@galindofi.com

NO SE COMPRENDE

 

Nuestra sanidad regional está considerada por la FADSP como la peor de España. Pero no por la calidad de sus profesionales, si no por la de sus políticos, no se confundan Vds…

El gasto en atención primaria, por ejemplo, no llega a la cuarta parte de lo recomendado por la O.M.S. y estamos a la cola de servicios sanitarios en medios materiales y humanos.: médicos, enfermeros, camas por habitante, etc…

Y encima, los murcianos somos los que más utilizamos el 112, los servicios de urgencias y demás… o sea: somos los más quejicas. O es que abusamos más que usamos, o es que estamos podridos… Solo así se entiende.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ www.escriburgo.com miguel@galindofi.com