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DE RATAS Y RATONES
- Por miguel-galindo
- El 22/09/2020
¿Cuál es nuestra nueva normalidad?.. ¿acaso tratar de ser normales ante lo que no hemos sabido enfrentar?.. No es lo que se anunció hace pocos meses con aires de operación triunfo, ni mucho menos. No hemos sabido – ni tampoco querido – gestionar la pandemia como hubiera sido menester. Ni por parte de las autoridades ni por parte de los ciudadanos. Incluso donde nuestro sistema autonómico de taifas ha colaborado al fracaso con gran empeño… Los intereses políticos de cada taifa ha primado sobre los sanitarios, y los segundos han sido utilizados para joder a los primeros (según partido y picatoste, claro).
El caso es que la gente, por un lado, y las personas, por otro, intentamos encajar nuestras existencias en esta especie de “sálveselquepueda”, al que, de momento, nos vemos abocados… No, no me ha equivocado, he escrito gente y personas como cosas separadas, porque son dos conceptos distintos, dos realidades diferentes. La gente es lo gregario, montón y plural, y actúa como todo rebaño, con una respuesta unificada; y la persona es el individuo, el singular, y actúa por sí mismo. Cuando la persona se convierte en gente, en grupo, deja de ser persona, y piensa como la gente y actúa como la gente. Es más cómodo dejarse llevar… Pero, hecho este paréntesis intelectual, y volviendo al tema, los seres humanos hemos de encajar nuestras vidas y nuestros trabajos, o nuestros compromisos, en esta Caja de Pandora que es el aún irresuelto coronavirus.
A mí, por ejemplo, me han avisado desde la Emisora de Radio para anunciarme que retomamos mi programa semanal de los viernes, Desde El Mirador, que quedó abandonado en la cuneta, como tantas cosas y casos, en la retirada masiva de la pasada primavera ante el bombardeo del Cóvid-19. Es una buena noticia, y me congratulo de ella, aunque no dejo de reconocer que es un intento de regresar a un estado de normalidad dentro de una anormalidad previa, y eso no es más que un ensayo de posibilidad. Solo eso. Otra cosa es que sea posible. La puesta de mascarilla es una de las barreras, nada desdeñable por cierto, como otra bien puede ser que a los de mi quinta, que ya no tenemos sexta, se nos vuelva a encapsular como muestra de que sí se puede (el re-confinamiento)…
…Al fin y al cabo, somos baratos de archivar y fáciles de acomodar. Como los alimentos – o elementos – a punto de caducar. Como las especies a extinguir. Cuestión de oportunidad. Y entonces, otra vez esa vía de comunicación que se reabre se vuelva a truncar, salvo que decidan hacer el programa telemáticamente, que parece también que sí se puede… Entonces, el reconfinamiento sería un poco menos duro. Ya veremos. Es que, discúlpenme, pero me veo como si mi misión ahora fuese cosa de matar el tiempo, al igual que la misión del tiempo es matarme a mí… Y en eso, entre exterminadores del otro, ambos nos entendemos.
No es normal esta normalidad. Es una normalidad rancia, viejuna y triste. España es como un barco que se hunde mientras las ratas se despedazan entre ellas y los ratones corremos buscando un trozo de madera al que asirnos durante el naufragio, aun sabiendo que las ratas se reservan para sí mismas su propia salvación. Siempre. El Banco de España, la OCDE, el FMI, todos los foros monetarios propios y ajenos, prevén una caída brutal de nuestra economía y que el posible crecimiento futuro quede lastrado y sea mucho más débil aún del ya débil previsto. Vale. Pero eso no lo veremos en las nóminas de las ratas, ni en las de sus socios ni enchufados, ni a la derecha ni a la izquierda del timón. Mientras los ratones nos hundimos, unos detrás de otros, las ratas seguirán arriba, echándose las culpas entre las unas y las otras…
Y mientras esa anormal normalidad (o subnormal normalidad) se asienta en nuestra común y nueva realidad, cada cual procure hacer de su capa un sayo y tratar de pasar con él hasta que escampe… ¡Ah!, me van a preguntar, ¿pero escampará?.. Naturalmente que sí. Al final siempre escampa, siempre. Otra cosa es lo que nos encontremos – o lo que NO nos encontremos – cuando salgamos de nuestras ratoneras. Los destrozos de la pandemia a nivel de vidas humanas y a nivel material serán considerables, eso ya nadie lo niega, y lo que deberíamos haber aprendido de ello a nivel moral e intelectual, eso ya casi todos lo dudamos. Los comportamientos nos retratan, nos selfian, nos coloca en nuestra respuesta al problema, y nos sitúa en nuestro lugar en la historia… Y, la verdad, no sé, pero no veo yo que quedemos en una posición muy airosa, no, no lo creo…
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ
http://miguel2448.wixsite.com/escriburgo
ORQUESTINA
- Por miguel-galindo
- El 22/09/2020
Leo en una encuesta (40dB) que una gran mayoría de los españoles rechazamos la marcha del rey emérito a los Emiratos Árabes. Y eso está muy bien, pero falta saber si se le ha forzado a irse, si se ha largado porque le ha dado la gana, o por ambas cosas. Ahora es un ciudadano sin responsabilidades de gobierno ni para con la Corona...
Es que se nos suele olvidar que un delito fiscal es una cosa, y una falta moral no es delito alguno. Y sobre el primero aún tendrán que pronunciase los tribunales...
La misma encuesta dice que nada menos que el 76% de los mismos españoles confía en su hijo, Felipe VI, y lo considera muy capacitado. Vale. Entonces, ¿A qué viene esta orquestina de Podemos y cía..?. Precisamente de los que más tienen qué callar...
¿Y LUEGO, QUÉ?..
- Por miguel-galindo
- El 21/09/2020
El ser humano apareció en la tierra hace unos 200.000 años, año arriba año abajo, (el sapiens, unos 150.000), y la edad geológica de la tierra se calcula en unos 4.500 millones de años, milenio arriba, milenio abajo,, un tiempo que se empleó en hacer nacer la vida de los mares y que poblara la tierra, hasta desembocar en el hombre… y la mujer, claro, y la mujer. Vale. Pero hace 6.000 millones de años, millón arriba, millón abajo, era tal el caos (aparente) reinante, y tal el batiburrillo de elementos (elementales) químico que había en la infinidad e informidad de lo inexistente, que la probabilidad de que se mezclaran dos de ellos para formar el primer átomo de lo que se puede considerar materia, era prácticamente imposible, casi nula. El cálculo de posibilidades era tan abismal como incalculable. Tanto, que ni siquiera el azar resulta admisible… Y, sin embargo, y a pesar de todo ¡¡¡ plaff ¡!!, se produjo el… ¿milagro?, y un par de partículas infinitesimales de aquel vasto infinito – valga la redundancia – se juntaron para crear de ahí toda vida y existencia. Desde luego, no resulta razonable, salvo, claro, que esa casualidad fuera precedida por la causalidad. Entonces, se explica la famosa frase de Einstein de que “Dios no juega a los dados”.
La otra cuestión que a mí siempre me ha llamado la atención es tan inmenso caudal de tiempo (el Bing Bang de Hawkings del que salió esa sopa de componentes primigenios se calcula ocurrió hace 14.000 millones de años) para, en el último minuto, o segundo, de esa cuasi-eternidad, hacer aparición el ser humano, como la culminación de todo el proceso… No sabemos si como destinatario de todo el plan, o como elemento participativo, o modificativo del mismo, o quizá como elemento disolvente de ese primer plan, como agente entrópico, para cambiar, o liquidar, toda esa realidad. Esto habrá que verlo, y tampoco queda mucho para ello. Sabemos que la entropía es el movimiento natural del universo, y nosotros somos especialistas en cargarnos todo lo que cae en nuestras manos, a pesar de ser los últimos piojos nacidos aquí. Pero sigue siendo un misterio para mí taaaanta preparación para tan joven y destructivo bicho.
“Algo tiene que tener el agua cuando la bendicen”, se aplica el refrán… Así que si nosotros somos el propósito de todo esto, algo se nos tenía que haber comunicado de algún modo, ¿no?.. Si la causa de esa causalidad es Dios, ¿dónde buscar su folleto de instrucciones?.. Pos en las religiones, leshes, se me indicará. Y pienso que será en el principio de esas religiones, no en lo adulterado de las mismas en la actualidad. Hoy se encuentra más en la ciencia, pero veamos: Apenas 350 años después de Cristo, el Concilio de Nicea escogió, modificó y adaptó unos evangelios que fueron escritos dos y trescientos años después de su muerte, en griego, a un cánon dirigido a su exclusiva intención de clase sacerdotal (de ahí Canónicos), apartando los menos manipulables a sus intereses (apócrifos), y persiguiendo y destruyendo a los más orginales, del tiempo de Jesús o del Siglo I, escritos en arameo, la lengua vernácula del Maestro y sus discípulos. Afortunadamente, algunos de esos evangelios (gnósticos) aparecieron en los años de 1.940 en Nagg Hammadí (Egipto). Uno de ellos está atribuído al mismísimo Jesucristo, y es una especie de testamento dictado, se piensa que en lo que pudo ser la llamada Última Cena. En uno de los fragmentos descifrados, reza: “…y cuando me busquéis, no lo hagáis en templo alguno (el concepto de Iglesia no existía en arameo, es griego, y viene de ecclesia), si no en vuestro interior, buscad dentro de vosotros y alrededor vuestro… Partid un leño, y allí estaré, levantad una piedra, y allí me encontraréis…”
Naturalmente, la Católica niega con rotundidad la validez de tales evangelios, los oculta y los combate con toda su fuerza, con toda su alma y con todas sus armas. Es lógico. Si los reconociese tendría que disolverse y cerrar el negocio. Le está quitando todo el poder que la Iglesia ha acumulado y se ha arrogado durante 1.800 años a base de dogmas, y que no le corresponde, porque ellos no son más intérpretes y representantes de Dios en la tierra que cualquier ser humano y cuánto le rodea. Lo volvió a recordar en Getsemaní: “cuando oréis, no buscad al Padre fuera, buscadlo en vuestro interior”… Pero la clave está en ese quitado y borrado: “… y en cuanto os rodea, un leño, una piedra…”
Si las más antiguas escrituras – de donde se sacó el Génesis bíblico – habla de que Dios hizo al hombre con la palabra, y al Verbo se le atribuye la persona del Hijo, la cosa queda un tanto clara. Pero aún más claro queda que todos somos Hijos de Dios, “aquello que yo hago también podéis hacerlo vosotros, pues somos Hijos de un mismo Padre.”, y entonces nosotros estamos en todo cuánto ha sido creado tanto y en igual proporción que todo lo creado está en nosotros, y cuando hablo del concepto “creación” incluyo a Dios en el paquete. Todo está en Él, y Él está en todo, igual que, a tal imagen y semejanza, nosotros formamos parte del todo y todo forma parte de nosotros. Hasta en la física más burda y grosera. Hasta en nosotros mismos y en nuestra infinita y absurda torpeza. En realidad, empezamos a existir hace 14.000 millones de años, lo que pasa es que no nos acordamos…
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ
http://miguel2448.wixsite.com/escriburgo
EXPERTOS
- Por miguel-galindo
- El 21/09/2020
El regreso al trabajo en las oficinas tras el verano ha sido según los protocolos de sanidad: por turnos, con toma de temperatura previa y guardando las distancias... Pero para llegar a esos trabajos van hacinados como sardinas en Metro y autobuses... ¿dónde está la lógica...
En los aviones y en el traslado en microbuses de la pista a los aeropuertos, a la gente la meten como piojos en costura, y una vez desembarcados en la terminal, el personal de servicio les exigen guardar las distancias... ¿dónde está el sentido común?..
Si esto es lo que dá de sí el grupo de expertos, me río yo... Salvo que sean expertos en maquillaje, en camuflaje... Entonces, ya es otra cosa, claro...
¡¡ YA ESTÁ BIEN..!!
- Por miguel-galindo
- El 18/09/2020
La pandemia en esta región murciana anda desbordada. En España también. Le echamos la culpa a los políticos, a las autoridades educativas, sanitarias, y al lucero del alba. A la improvisación y a la pésima organización. A las medidas equivocadas… Y, aún siendo verdad todo eso, que sí, que es cierto, la culpa es solo, única, y casi exclusivamente, nuestra. De la propia ciudadanía. De todos y cada uno de nosotros, y metámosnos tós y sálvese el que pueda…
Ya no son solo los descerebrados jóvenes, que persisten en sus quedadas irresponsables y en sus botellones culpables, y casi que ya criminales juntadas, resbalándoles cualquier responsabilidad personal, familiar o social, que les dá lo mismo… Son también los medianos, que siguen reuniéndose en casas de amigos; y los mayores, que siguen convocando al familión en plan batallón… Desaprensivos de toda edad y condición. Como los que se niegan – por principio – a llevar mascarilla en la calle (conozco el caso de un abuelo al que han multado 4 veces, y persiste en su negativa)…
O lo que es peor, mucho peor: ¿de qué sirven tantos esfuerzos de rastreadores si los pacientes los engañan y les mienten?.. Personas infectadas que, no solo no se aíslan del resto de su familia en casa, si no que llegan incluso a salir a la calle, y seguir infectando a gente… Cuarentenas que no se guardan para nada… Una rastreadora se preguntaba, desmoralizada, de qué y para qué servía su trabajo, si constataba a diario que los que debían estar en casa contestaban desde su coche, desde un bar, desde una plaza o terraza… Y yo me pregunto, y todos deberíamos preguntarnos, con qué desfachatez e hipocresía nos quejamos y criticamos a la administración, cuando somos los propios ciudadanos los únicos irresponsables para que el sistema de salud se esté colapsando, y que toda esta mierda vaya de mal en peor…
Llegados a este punto, donde conciudadanos nuestros están colaborando activamente en mandar a personas a los hospitales, que luego quedan con secuelas, cuando no van al hoyo, dudo hasta el que todos, como colectivo, no tengamos parte de culpa y de responsabilidad en ello, por no involucrarnos activamente en el rechazo y la denuncia efectiva de tales casos y actuaciones. Estamos siendo demasiado pasivos y condescendientes con aquellos – y cada vez son más – que adoptan actitudes de claro desprecio hacia la salud pública, a la salud de todos. Nunca pensé que yo mismo podría llegar a lanzar una llamada así, pero estamos alcanzando unos extremos de irresponsabilidad tan claramente manifiesta, que estamos cívicamente casi obligados a denunciar.
Y quizá que las propias autoridades deban estar a la altura de las circunstancias. Que los botellones se sigan produciendo solo requiere escarmiento más duros y expeditivos. Efectivos, contundentes y aleccionadores. A los que presumen de coleccionar multas y siguen chuleándose sin llevar la mascarilla, que los metan en un calabozo hasta que termine la pandemia. La cárcel es su sitio. A los que, aún sabiendo que están infectados, se saltan su aislamiento, que sean denunciados por los propios rastreadores y sean arrestados para que cumplan su cuarentena en cuarteles acondicionados y vigilados. Si ellos no asumen su responsabilidad, la sociedad y la seguridad han de asumir la responsabilidad de obrar en consecuencia.
Existen respuestas para cada caso en que se está retando la seguridad sanitaria de este país, y de esta región, de forma tan señalada y conocida. Respuesta social y respuesta legal, administrativa. Todo está en llevarlas a cabo en su justa medida, proporcional al riesgo y el daño que estas personas están causando. Y estamos hablando de una pandemia que anda colapsando los sistemas sanitarios y está causando muertes. No estamos tratando de una plaga de piojos…
Naturalmente, el artículo de hoy pueden tacharlo de muy duro, quizá. De hecho, lo es. Y pido que lo entiendan Vds… Que una comunidad pequeña, como la nuestra, haya sobrepasado los 500 contagios diarios, y sigamos sumando, es un auténtico disparate. Una barbaridad. Algo demencial. Hay cosas que no estamos haciendo bien. Sabemos perfectamente lo que es, y en qué y por qué estamos fallando. No estamos como al principio. Ahora conocemos las causas y sus efectos y consecuencias. Bien, entonces, ¿por qué no se actúa, también en consecuencia?.. Primero, preguntémonos a nosotros mismos, el ciudadanaje, y solo después, miremos lo del companaje…
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ
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YA ERA HORA
- Por miguel-galindo
- El 18/09/2020
La Unión Europea está ultimando un borrador de gran envergadura para lanzar un gran debate sobre su futuro. Será presentado en este otoño próximo, y es de un calado tal, que todos los europeos nos jugamos nuestra identidad...
Bruselas ultima la propuesta de la puesta en marcha de un foro institucional y ciudadano que puede desembocar en la refundación de la propia Europa, una institución sacudida por el Bréxit, el populismo, la pandemia y la crisis económica...
El ejercicio puede durar un bienio, y será de una envergadura sin precedentes. Sobre la mesa: listas transnacionales para el Parlamento, o un Tesoro Europeo, por ejemplo... Ojo al dato, y todos atentos a la jugada...
LA VACUNA
- Por miguel-galindo
- El 17/09/2020
Es tal el deseo y la necesidad de que se nos tire, desde algún sitio, el flotador de la vacuna coronavírica al que agarrarnos, tal la situación de insostenibilidad actual, que ya ni disimulamos en lanzar dudosas afirmaciones – incluso más falsas que dudosas – con el fin de tranquilizar al personal, aunque sea unos días, o quizá que tan solo unas horas, mientras la noticia va y vuelve, para que, al menos esta noche, se duerma con la esperanza de que este sinvivir se va a terminar pronto… Así tenemos que nuestro ministro de sanidad, Illa, afirma en un telediario que se espera que las primeras vacunas se dispongan para final de año, y tan solo en apenas dos días, la Organización Mundial de la Salud comunica que las primeras vacunas con las debidas garantías de fiabilidad no saldrán hasta bien mediado el año próximo, con suerte…
Pero es que luego viene la segunda parte: el reparto. La OMS ha propuesto que, mientras no haya para todos, se distribuyan en fases y de forma proporcional a la población de cada país: un 3% en una primera oleada, lograr inocularla un 20% en la segunda fase, llegando al 60% de la población en la tercera… Con ese porcentaje quedaría lograda la conocida por “inmunidad de rebaño”, con un frente vacunado cubriendo (y protegiendo) a los que aún no lo hayan sido… Claro, los países más densamente poblados se llevarían la mayor parte de las vacunas, y el problema estaría en que no todos los países están siendo golpeados por igual por la jodida pandemia esta…
Así que, el plan B sería empezar por los más expuestos al virus. Otra historia a plantearse es el orden de vacunación dentro de la población de cada país. La OMS aconseja que la marque la exposición al virus y los de mayor morbosidad al mismo, o sea, los agentes sanitarios, asistenciales, etc. Y las personas mayores, los de patologías previas, etc… “Probablemente así es como los países deberían aplicarla internamente”, es la recomendación oficial del responsable de Ética Médica del organismo en cuestión. Obsérvese ese precavido “probablemente” que expone con claridad que lo recomendable no es lo posible. Pueden existir, de hecho existen, intereses económicos que pueden alterar, y lo van a hacer, la secuencia de los acontecimientos. Existen sectores más imprescindibles que otros, como sectores más prescindibles que la mayoría, y eso resulta inevitable, y si me apuran, hasta comprensible, sin querer llegar más allá… Luego hay otra cosa: en un contexto de países ricos y países pobres, ¿usted cómo cree que se hará?..
Junto a una veintena de ilustres colegas, Ezekiel Emanuel, al que me refiero en el párrafo anterior, han publicado en Science un artículo conjunto que destaca los riesgos que, a juicio de todos ellos, contienen los modelos planteados hoy para cuando llegue el reparto de una vacuna aún por venir. Y alertan de lo que ellos llaman el “nacionalismo sanitario” en que los países con ciencia y tecnología suficientes, o dinero bastante para pagarlas, están amagando ya para acaparar la producción. Y menciona la polémica entre Francia y Sanofi, una farmacéutica gala, por sus negociaciones con EE.UU., como ejemplo de ello.
Este grupo aconseja un modelo apoyado en tres bases: Priorizar donde se puedan evitar más muertes prematuras y secuelas graves, tener en cuenta el impacto social y económico que la pandemia está teniendo en determinados lugares, y guiarse por un principio de igualdad radical, con igual preocupación moral por cada pueblo y persona… En el texto han intervenido expertos en ética sobre salud pública, en ética social, ética económica, filósofos, analistas, pensadores, etc. Sin embargo…
…Los antecedentes históricos no van a favor de esta tesis. Con la pandemia de la Gripe A, en 2.009, que mató a 300.000 personas, se logró una vacuna en 7 meses – sietemesina – pero los países ricos se quedaron con todas las primeras producciones. De haberse repartido en base a principios solidarios, sin duda alguna que la cifra de muertes global se habría reducido considerablemente durante todo el proceso. Por eso, cuando se dice que ante la muerte ricos y pobres somos iguales, yo suelo matizar para que no haya equívocos: mentira, antes de la muerte no somos iguales, y después, espero que sí lo seamos…
Ahora, en esta ocasión, la OMS y otros organismos intentan que haya acuerdo internacional vinculante… Como respuesta, el podenco de Trump ha sacado a EE.UU. de dicha organización mundial. “América, lo primero”, escupe su cerebro de lagarto… Los ingleses, con otro mandril en el trono, siguen obedientes a su excolonia. Rusia es un palacio sin zar pero con fantasma. Y los demás andamos andamos tan escasos que solo compramos en los chinos… Así que seamos cautos, y calculemos. Quizá necesitemos los diez dedos de las dos manos para echar un cálculo aproximado… Y yo creo que hasta ahí, al menos, sepamos contar, ¿no?..
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ
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CEGUERA
- Por miguel-galindo
- El 17/09/2020
Ni centralismo, ni déficit fiscal, ni menos inversiones e infraestructuras, ni leches... Barcelona pierde competitividad por sus instituciones miopes y cerradas en el nacionalismo. Madrid dá el "sorpasso" en detrimento de Catalunya por todo lo contrario...
Según un estudio de London of Económics, mientras Madrid ha construído puentes entre un amplio espectro de sectores sociales, políticos y económicos, Barcelona aumenta su división y consolida grupos de poder determinados por su conflicto separatista...
Pues que alguien se lo diga a estos gilipollas, por favor... Háganle llegar el mensaje a la gente, a los ciudadanos, a los que se están empobreciendo en su carrera suicida hacia el desastre... Y si tan ciegos están, pues que les vayan dando...
LO MEJOR ES OTRA COSA
- Por miguel-galindo
- El 16/09/2020
En otros tiempos, y tampoco tan atrás del actual, en nuestra situación pandemicoronavírica, se habrían elevado al cielo rogativas, plegarias, rosarios de la aurora, novenas y misas masivas, y se hubieran sacado procesiones de todo el santoral patronímico, en busca de que esto pare… Lo he pensado cuando he visto en un telediario la Plaza de San Pedro prácticamente vacía en uno de los actos públicos en que el Papa sale al balcón. Ese vaciamiento metaforiza perfectamente la situación al día de hoy. Damos más credibilidad a la ciencia y a las autoridades sanitarias que al milagro. Por si acaso, claro… No es que hayamos dejado de creer, es solo que ya creemos menos en ciertas cosas. Hasta el propio pontífice. Advierte prudencia y sensatez en estos casos.
No es que estemos solos, no digo yo eso, pero es posible que sí nos sintamos solos. Y no es malo creerse solos, y volver la vista a uno mismo para sentirnos más responsables de nuestros actos y tratar de arreglarlo sin que la divinidad nos saque las castañas de un fuego que hemos prendido nosotros, y que nosotros mismos nos encargamos de alimentar. A lo mejor – o a lo peor, no lo sé – eso mismo es precisamente lo que Dios quiere. Que nos veamos solos ante nuestro propio espejo y actos… Hasta el mismísimo Jesucristo clamó aquello de “Padre mío, ¿por qué me has abandonado..?”.. ¿Acaso nosotros somos más que Él?.. Pues entonces…
Existe un texto célebre de Flaubert, analizando los pasajes de la Historia, en que se pone a escribir sobre la transición que hubo entre el ocaso de los dioses paganos y la llegada del cristianismo. Un intérvalo prácticamente despoblado de olimpos superiores a los que orar y honrar, y, de paso, agarrarnos en caso de necesidad. Luego, ya sabemos lo que pasó… Que Cristo se encarnó en este jodido y dolido mundo para recordarnos que Dios se parece más a un Padre que a un Yahvé, ya vé, y después San Pablo instauró un judaísmo cristiano con la invención del catolicismo, que dogmas y concilios posteriores se encargaron de configurar una religión que se parece como un huevo a una castaña si lo comparamos con las auténticas enseñanzas del Nazareno. Nada que ver lo íntimo de Jesús con las estentóreas externalizaciones y masivos autos de fé con que se rodeó su otra interpretación eclesial.
… Y a eso mismo quería referirme, precisamente. Que hasta esa teatralidad demiúrgica, impostada en la catolicidad, y que tan ruidosa y falsamente se referencian en romerías populares y procesionales festivas y votivas, ha llegado un patógeno casi invisible, un virus cochino y pequeño, y nos ha puesto a todos, creyentes o increyentes, mirando para el centro de salud, en busca de un Pcr que nos adivine el futuro inmediato… Luego ya veremos si la bendición de Su Santidad coincide con la de su Sanidad para cuanto más tarde mejor, o no. Esto es, a Dios lo que es de Dios y al virólogo lo suyo para que se meta prisa con la vacuna…
Y los virólogos no son dioses, y necesitan su tiempo… Hasta el dios griego Esculapio necesitó de tiempo y templo para ejercer la medicina entre los humanos… a través de los propios humanos, claro, por supuesto. ¿Qué sería el Oráculo del propio Apolo sin su Pitonisa?... Pero no me malinterpreten. No estoy justificando aquí ninguna clase sacerdotal interpretadora de los designios divinos. Eso sería tanto como declarar la imprefección de un dios que necesita una clerecía a su servicio autodotada de infalibilidad. Dios no necesita a nadie más que al género humano en su unidad, no ninguna particularidad representativa y exclusivista.
Que esa humanidad siga detrás de sus santos y sus santas, sus patronos y patronas, sus dioses y sus diosas, y todos sus tótums y sus tótems, demuestra que no ha avanzado mucho en cuanto a lo de su folklore aprehendido (nosotros lo llamamos tradición)… Pero que en una tesitura como ésta ya no repitamos las estupideces de la Edad Media, y pensemos que es el médico de cabecera el que nos quita la colitis y no el santo intermediario, ya es un pasico p´alante, dentro del retraso endémico de la tribu adoradora de los ritos y enemiga de los retos.
Porque un reto es empezar a pensar en que los hombres somos los sacerdotes de nosotros mismos, que somos nuestros propios templos, y que Dios solo habla a través de las entendederas de cada cual, de tú a tú, sin intérpretes ni jerarquía alguna de por medio. Y que es el mensaje del Evangelio más tapado, disimulado, escondido y malinterpretado, porque no conviene que la gente piense por sí misma, pues así, tal cual, lo soltó el Cristo: busca dentro de ti, no fuera, ni en boca de nadie, ni en templo alguno… Quizá veamos que la vacuna no tiene tanta importancia.
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ
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BARRERLOS EN LAS URNAS
- Por miguel-galindo
- El 16/09/2020
La familia del famoso Buster Keaton era una compañía de cómicos que viajaba por todos los pueblos y ciudades americanas haciendo reir a la gente. El número más aplaudido era cuando el padre cogía a su hijo pequeño Buster, que sabía dar a su cuerpo una rigidez inusual, y, confundiéndolo con una escoba, barría con su cabeza el escenario...
Hoy, hubieran metido a ese padre en la cárcel, y le hubieran quitado la custodia de su prole... Pero, claro, eran otros tiempos...
Si se fijan, es justo lo que nuestros políticos hacen con nosotros. Nos usan como escoba para echarse basura entre ellos, y encima, luego exigen nuestro aplauso por el numerito... Y nosotros vamos y lo hacemos...
NEGACIONISTAS PARCIALES
- Por miguel-galindo
- El 15/09/2020
Cuando escribo éste, el coronavirus está arreciando – y arrasando – en nuestra región, Murcia, y en toda España, y ha traspasado la barrera de cuando el confinamiento. Las hospitalizaciones, aunque lentamente, van aumentando, al igual que los ingresos en UCI, y las alarmas por un inminente colapso hospitalario se encienden de nuevo. Y las residencias, otra vez, comienzan a escupir infectados por docenas. No pinta nada bien. Y nuestro gobierno regional sigue apretando tuercas al tuntún, que es su marca registrada – también copiada – mal que le pese, del gobierno central, al que, con echarle la culpa, todo arreglado.
La última parida, ya digo, cuando esto escribo, es cerrar la barra de los bares dejando abiertas las terrazas… Yo no sé a los hosteleros qué les parece esto. Imagino que muy mal, claro. Pero, para mí, que es justo al revés. El personal de la barra se puede controlar muy bien, señala las distancias claras, aplican las medidas preventivas, etc…sin embargo, en la calle, en las terrazas, eso es imposible. La gente se arremolina alrededor de una mesa, las arrima, y junta las sillas, sin desparpajo ni precaución alguna, y los del bar pueden hacer bien poco… Vamos, es lo que pienso, naturalmente, que se está haciendo al contrario del sentido común…
¡Hombre!, se me dirá, pues, sí, pero no compares el rendimiento de una terraza al de la barra… Así será, puede ser, sin embargo, en contrapartida, la reposición de la clientela que consume en una barra es mucho más rápido y ágil que los que se aposentan en una mesa y para tomarse un manchado les dan las uvas, no me digan que no… Lo que quiero decir es que toda norma y medida tiene sus ventajas y sus inconvenientes, por supuesto, y que la cuestión aquí es calibrar entre los intereses económicos sectoriales y generales y la salud pública en general. Ese es, a la postre, el auténtico y verdadero dilema. Como decía el caco de las viñetas de aquel antiguo TBO: “la bolsa o la vida”. Porque aquí es donde reside el quid de la cuestión. En este sector, como en muchos otros, que están entre la espada y la pared. Lo que pasa es que, en algunos, se aprovechan económicamente de la inconsciencia del personal.
Porque esa es la otra cara de la moneda: las propias personas a las que se intenta proteger, que ni se protegen ellas ni protegen al resto de las demás, con su muy irresponsable comportamiento. No ya en esas mismas terrazas y plazas… Por ejemplo, me gustaría que los agentes públicos, políticos, o de seguridad, me aclarasen si la norma ahora es llevar la mascarilla por debajo de la nariz o en la sotabarba. Es que la mayoría de los que veo por la calle van así, y no quisiera que la policía me multase a mí por taparme toda la geta menos las orejas, no sea que fuera yo el que la lleva mal… Por favor, que alguien responsable de la cosa tenga la amabilidad...
…Y luego están los negacionistas parciales, que son los a tener en cuenta, porque los generales obedecen a una tontuna ignorancia supina, y lo mejor es que se contagien todos de alguna manera para tratar de curarles de su estupidez. Pero el negacionismo parcial lo cometen (cometemos) todos aquellos que pensamos que el Cóvid-19 se pega a través de todos los demás, menos los de mi familia o de mis amigos cercanos. Así que, junto a hijos, nietos y otros allegados, o en la patulea de amigos próximos y acostumbrados, el riesgo está desterrado por lo sobrado. O sea, soy negacionista según mi particular interés social o familiar, o cuando a mí me conviene.
Un poco, algo así, como aquellos padres que están en contra de la apertura de los colegios (yo tengo mis dudas, no crean) pero se han pasado todo el verano llevando a sus hijos a piscinas públicas, cumpleaños felices, reuniones amigofamiliares, y toda fiesta, infantil o no, de guardar. Esas relaciones son totalmente inocuas, pero llevarlos al cole son arriesgadas, piensan ellos… Y ambas cosas son un riesgo, para qué negarlo, pero no lo es más que a los que los hemos expuesto en estas laaargas vacaciones sin cortarnos un pelo. Habría que preguntarse, pues, si ese riesgo lo valoramos en función de si es para su (o nuestra) diversión, o si es para su formación.
Y ya no digo educación, porque eso depende de los papis, no de los maestris. Y los críos aprenden más, mucho más, educación, buena o mala, por el ejemplo que ven en ellos que por sus palabricas. Y el ser coherentes entre lo que se dice y lo que se hace con lo de esta mierda coronavírica, también… Y si estamos así, ahora que empieza el curso, no es, precisamente, porque nuestra conducta (la de todos) haya sido muy ejemplar que digamos. No. Ni mucho menos, para que ahora le echemos la culpa a otros… que sí, que también…
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ
http://miguel2448.wixsite.com/escriburgo
LA FORMA
- Por miguel-galindo
- El 15/09/2020
Hay un par de maneras de hacer la apertura de un curso: una, como Fray Luís de León, con su "decíamos ayer...", y la otra, al modo de Monterroso: "cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí..."
La primera no termino de verla. El buen fraile omitió una larga y angustiosa odisea personal, e hizo como si no hubiera existido. Como una especie de borrón y cuenta nueva... No, esa situación, para mí no ha llegado aún...
La segunda sí me cuadra más. Tan solo cambien ustedes "dinosaurio" por "virus", y lo verán claro. Cuando despertamos del la letárgica siesta veraniega, el jodido bicho nos estaba esperando. Y con más hambre que nunca.
MAR MENOR (SENSACIONES)
- Por miguel-galindo
- El 14/09/2020
En la nebulosa del tiempo… mejor dicho, de la naturaleza de mi tiempo, me vienen fogonazos de vida que no sé archivar cronológicamente, pero que son como relámpagos de una época, de una existencia, archivada en mi mente y pegada a mi genética, que, por alguna causa indefinida e indefinible, salen disparados desde los anaqueles confusos de la confusa memoria, y se incrustan, como saetas lúcidas, en mi pensamiento. No son provocadas por mi voluntad consciente, si no que, por algún motivo, surgen de algún fondo oscuro e inalterado, y, sin haber sido invitadas, se hacen presentes en mi presente. Los recuerdos son nieblas de un pasado con vida propia, como fantasmas incontestables, e inapelables…
Aquella noche de mi niñez primera había transcurrido en un sueño confuso de vientos, tempestad y ruidos estruendosos y contundentes. Se me ha borrado el preludio doméstico de aquella mañana. Tan solo después me veo en la orilla de un mar ya calmado, pero ante un paisaje desolado, destartalado. El paseo natural, que no urbanizado, y los atrios de las casas que afrontaban el mar, se hallaban asaltados de algas y maderaje en caótico desorden. La explicación de los mayores presentes era que los botes cercanos a los cantiles, el levante de la noche los había estrellado contra los mismos, llegando sus restos a primera línea de viviendas, deshabitadas de veraneantes. La “raya azul” del mar, como se la llamaba, aparecía nítida y fresca, espléndida, como recién pintada, delineada y clara en la mitad de la laguna, como si su trazado inalterable no hubiera sido testigo de nada de lo ocurrido…
…Porque mis recuerdos son de cantiles, de muelles, no de playas. La playa era apenas unos escasos metros de suelo guijarroso que separaba el agua de la pared en la bajamar y los dejaba besarse y acariciarse con la marea. Una pared de piedra y un agua tan cristalina que dejaba ver, casi impúdicamente, todo el bullir de la vida y riqueza que exponía su lecho: chirretes, pequeñas galúas, zorros, cangrejos que, en su época, asaltaban el cantil con todo el desparpajo, aquella especie de anémona casi animal que se abría sobre la escasa arena del fondo, y se ocultaba, tímida y asustada, ante el contacto de una rama, una piedrecilla… todo un universo de incipiente vida marina de primera orilla. Detrás de mi casa, unos escalones de piedra desgastada dejaban abrazarse el mar y la tierra. De allí mismo cogíamos las rocas porosas que luego convertíamos en montañas del belén familiar. Su último escalón, ya sumergido, era otro mundo, otra existencia, otra dimensión, otras sensaciones distintas y distantes, diferentes, que te atrapaban cuando posabas el pie sobre la ova viva, cubierta de un espejo líquido…
…Pues el agua era espejo, y el espejo se convertía en agua, cálida o fría, según la estación, pero siempre espejo, pues, hasta cuando se movían rabiosas sus olas, dejaba adivinar sus fondos familiares y cercanos, en su proximidad con nosotros… Una vez, unos cuantos zagales nos propusimos violar la quietud invernal de un balneario San Antonio cerrado a cal y canto. Por su lateral derecho, la punta de los pies deslizándose cautos y despacio sobre el escasísimo reborde del remate inferior, los dedos de las manos aferrando el resalte superior, los cuerpos, ágiles y menudos, pegados a la pared de madera, llegamos hasta la pasarela central que daba acceso a su interior. Mi recuerdo de aquella aventura era, precisamente, que, al mirar hacia abajo, el poco vértigo lo producía ver el fondo del mar, dado que la transparencia del agua apenas dejaba ver la altura de su nivel… Tal era su salinidad y el yodo de sus aguas, que, un día, en la escuela, la torpeza de mis pocos años hizo que me guardara el “sacapuntas” de la época (una cuchilla de afeitar ) en un bolsillo de mi pantalón corto, de forma y manera que, al ir a aliviar mi vejiga y subirme la pernera, el “afilalápices” me dibujara una buena cortadura en el muslo, que no dejaba de sangrar. Me encaminé hacia el mar, me adentré hasta que el agua llegara a mis ingles, y dejé que me cortase el sangrado y me cicatrizara la herida. Si no hubiera sido por el “siete” en el forro del bolsillo, en mi casa ni se hubiesen enterado… Son solo flashes, pero entre tantos y tantos, que no cogerían todos ellos en una docena de artículos como éste.
Este último verano estuve una noche en aquel San Antonio que asalté de pequeño un invierno pequeño en una historia pequeña, y al apoyarme en su barandilla de entrada y no ver el fondo por una masa de nube gris sucia y triste, sentí una congoja íntima, dolorosa, pegada al alma, y a las tripas, no sin una dosis de rabia sorda. Y me sentí vacío y sin palabras… Una mujer, paisana antigua, a mi lado, debió adivinar el ahogo en mis ojos, que me susurró: “a pesar de todo, es nuestro mar…”. “…Y va en nuestros genes”, le contesté de modo automático… Asintió con la cabeza baja, me sonrió con pena… “sí, por ahí anda, dentro de nosotros”.
Aunque no lo creamos, e incluso aunque no lo queramos, el Mar Menor va en nosotros y con nosotros. Siempre. Y aún así es un angustioso epitafio que apela a nuestros sentimientos, e incluso a nuestras conciencias… ¿Qué pudimos hacer que no hicimos, y qué no hemos debido hacer que hemos hecho?.. “Entre todos lo hemos matado (reza el refrán) y él solico se muere”. Pero no es cierto del todo. No se muere él solo, porque muchos morimos con él. Se nos muere una parte de nosotros mismos, de lo que fuimos y de lo que somos, y eso hace que nosotros también muramos… Cuando este Mar Menor que hemos conocido, y que hemos vivido y nos ha vivido, desaparezca, y nuestros recuerdos también desaparezcan con nosotros, todo un mundo habrá muerto, pues ya no será lo mismo un mundo de testimonios transmitidos que una existencia de sensaciones vividas… Y lo que más siento de todo esto, es vivir teniendo que asistir a su lenta agonía…
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ
http://miguel2448.wixsite.com/escriburgo
COSAS VEREDES...
- Por miguel-galindo
- El 14/09/2020
Según nuestro gobierno regional murciano, la culpa de lo del Ave, de lo del Corredor Mediterráneo, de lo del Mar Menor, de la pésima gestión del Coronavirus y del Diluvio Universal, es del gobierno central...
Recuerdo cuando López Miras, haciendo de sheriff duro, confinó la costa cuando llegaron cuatro madrileños, al principio de la epidemia. Hoy, que ya se han ido todos, y estamos peor que entonces, no hace nada a pesar de que ahora todo está en sus manos...
Sánchez le devolvió la pelota y le dá a probar la misma amarga medicina que él utilizó en su día... De momento después de tirarle los rastreadores a la cara, viene y se los pide... Y lo que aún veremos...
¿ESTUPIDEZ O DECADENCIA?
- Por miguel-galindo
- El 11/09/2020
O yo no entiendo nada, o carezco de toda sensibilidad, no ya de sentimientos, pero sí de todo buenrrollismo, o es que la estupidez humana no tiene límites. Juzguen ustedes mismos, si me hacen el favor… Me acabo de enterar que la sociedad propietaria de los derechos de autor de la famosa novelista Agatha Christie, a través de su portavoz, un bisnieto de la misma, ha hecho público, a la vez que lo comunicaba a la editora, que la célebre y conocida obra Diez Negritos, ya no se titulará así, y pasará a llamarse Los Últimos Diez, como fruto de la última moda o tendencia (frívola e idiota) de un antirracismo más patético que auténtico, que ya ha conseguido, por ejemplo, que Netflix retire tontamente Lo que el Viento se Llevó, por lo mismo…
Si recuerdan la trama de la obra, el nombre le viene porque toda la intriga se desarrolla en un lugar llamado La Isla del Negro. Pues bien, estos pobres imbéciles le cambian el nombre como La Isla del Soldado, y todo arreglado. Aunque hubiese obedecido a una dudosa por desastrosa lógica, al menos debería llamarse Diez Soldaditos, ¿no?.. Pero, claro, mentes tan sagaces y privilegiadas habrán pensado que por si se molesta el ejército de su graciosa majestad la reina de sombreros, por encontrar peyorativo el diminutivo, pues nada, con Los Últimos Diez, neutro como un cero a la izquierda, va que chuta…
Y a mí, personalmente, me parece – es mi opinión, claro – que esta cruzada está dañando más la dignidad de las personas negras que defenderla. El negar un hecho no es defenderlo, si no ocultarlo. Esta gente, mediocre y estúpida, que se apunta a estas anormalidades mentales, están practicando el negacionismo más absurdo y ciego, pero nada más… No existe el hecho, piensan, ergo no existe el problema. De bobos con paperas. No conozco un solo negro que no se anorgullezca de ser negro. Esa es su realidad y su dignidad. Igual que el blanco se jacta también de serlo. Otra cosa muy distinta es el respeto a la igualdad de derechos entre ambos, naturalmente. La sola intención de silenciar el hecho de serlo (negros) ya es un reconocimiento a su (falsa) inferioridad. La enfermiza lógica es: para que no se sientan mal, eliminamos los hechos, y no existiendo ni habiendo existido, no se pueden ofender.
Sin embargo, no hay mayor ofensa que ignorar la realidad, y, sobre todo, la realidad histórica. Si hemos construido una sociedad injusta y errada, lo que hay que hacer no es borrarla, si no cambiarla. Mejorarla, no negarla… Por eso creo que los que están detrás de esta majadería, de este orquestado oleaje – y ustedes me perdonen, por si acaso – son precisamente los racistas. Racistas que estaban perdiendo la razón de su lógica, y siguen perjudicando a los negros haciendo lo pretendidamente contrario a lo que hacían. Han cambiado los hábitos del Ku-Kux-Klan por las togas de abogados defensores negadores de toda realidad. Pero son los mismos.
Que yo sepa, la lacra esclavista del siglo XIX no desapareció negando el hecho y a sus protagonistas, si no enfrentándolo y combatiéndolo con la razón, haciéndolo muy real para poder extinguirlo de la sociedad humana. Se puede combatir algo real, pero no a lo irreal. Pero el esclavismo existió sí o sí, por mucho que ahora se oculte, se tape, se censure o se niegue… Es que, de eso mismo se trata, no lo disimulemos también: de la censura del buenismo, de la censura de lo políticamente correcto, de la censura del tapadillo y dobladillo, encubierta por una falsa corrección que al final es una inquisición.
En el ejemplo que tratamos, aquí, en España, su editorial (Espasa) mantiene, de momento, sus negritos exteriores, en la portada, si bien en su interior, se ha visto obligada a hacer figurar el inocuo título inglés de los Últimos de Filipinas… No sabemos si la atrevida obra teatral Los Negros, de Jean Genet, cambiará su nombre por “Los que no existen”; o el clásico El Rojo y El Negro, de Sthendal, habrá que deslutarlo; o al título de aquella conocida película brasileña Orfeo Negro, habrá que teñirlo de rubio; o la otra Orquídea Negra, se arrancará de su maceta; o a la Negra Espalda del Tiempo, de nuestro Julián Marías, habrá que caparle el oscuro…
Lo cierto, es que estamos asistiendo a una retrotransmisión de estadios que deberían estar superados por la cultura y el conocimiento. Estamos viviendo una degradación de conceptos, significados y valores que enturbian, burlan y falsean la realidad de una manera surrealista y vergonzosa. Pero lo peor de todo es la acogida aparente en una sociedad idiotizada que la adopta como una moda a lucir. Y que solo puede obedecer a una sociedad decadente… Puede que sea eso, precisamente.
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ
http://miguel2448.wixsite.com/escriburgo
ESTO ES ASÍ...
- Por miguel-galindo
- El 11/09/2020
Murcia capital aporta casi la mitad de los casos infectados y hospitalizados de Murcia región... Madrid suma el 40% de todos los casos de España... Barcelona ni le cuento. Y así en todas las grandes urbes y metrópolis, en proporción ascendente a su número de habitantes...
Es un hecho que no se quiere reconocer, pero que es un fenómeno que se repite desde los burgos de la edad media con las pestes de la época. Así fué, y así sigue siendo mal que nos pese...
A mayor índice de hacinamiento, mayor índice de pandemia. Aquí, el diseminamiento y las sociedades rurales salen pejor parados. Es un hecho medido y comprobado. Así que...
LA RAZA
- Por miguel-galindo
- El 10/09/2020
Hace tres años, en Piedrafita do Cebreiro, Lugo, aparecieron los restos de una mujer del Mesolítico (9.500 años aprox.), y se iniciaron las investigaciones genéticas, que han sido celosamente guardadas hasta dar a conocer los resultados recientemente, ya que es el primer fósil humano femenino de la transición entre el paleolítico y el Neolítico, aparecido y estudiado en la península ibérica, además de la muestra antigua más occidental encontrada en Europa. Resulta lógico entonces suponer el celo y prudencia mostrada por los investigadores, hasta poder establecer su carnet de identidad genético.
No medía más de metro y medio de estatura, era herbívora, tenía no menos de 20 años y no más de 40, viajaba sola por las montañas, y encontró la muerte en la misma cueva donde igual aparecieron los restos de tres uros (grandes toros salvajes europeos). Tenía los ojos y el pelo oscuros, y era… negra. Sus padres científicos la han bautizado con el nombre de Elba, que significa “la que baja de la montaña”, y es dos mil años más joven que los restos del hombre blanco de ojos azules que apareció en La Braña, León… En Galicia concretamente, con posible presencia humana desde hace al menos 300.000 años, no se ha recuperado, de momento, ningún esqueleto tan ancestral.
Lo que en realidad puede sorprender, y de hecho sorprende, es que la población de Galicia de hace casi diez mil años, fuera de piel negra… “Piel negra, pero sin caracteres negroides”, reza su investigación en concreto. Por un lado, sabemos que la cuna del ser humano más antiguo es África, y por otro, que pasaron a Europa, o bien por el este, o también por un estrecho de Gibraltar, que bien pudo ser un istmo entonces y estar unido a la península (los restos de las cuevas Victoria y de Las Palomas así parecen confirmarlo), aunque éstos no hayan sido constatados como de raza negra. Por alguna razón, se ve que en Galicia se conservó el color de la piel originario hasta más tarde que en otras latitudes. Todas estas aparentes anomalías deberán ser estudiadas.
Pero mi intención con el de hoy no es dar ninguna lección de antropología humana a mis sufridos lectores, ni mucho menos… Pero sí aprovechar esta noticia científica para tratar de otros asuntos y otros cuentos que sí que vienen a cuento. Y es, por ejemplo, de las estúpidas teorías que, basadas en la pureza de las razas, vienen utilizándose a lo largo de la historia por embaucadores y sanguinarios políticos absolutistas y nacionalistas para idiotizar y embrutecer a las masas que los jalean y los votan…
Y, como a estas alturas ya habrán adivinado, me refiero a esa – entre otras – pureza aria con que un enloquecido Hitler justificó el mayor holocausto genocida de la historia moderna. O de esa supuesta raza vasca, con que aún se intenta engatusar al personal en ikastolas y aquelarres ideológicos. O los orgullosos y engreídos, aunque amables, montañeses asturianos; (los catalanes están en ello, en busca de su eslabón perdido racial que los justifique); e incluso en la misma Galicia – cuna de la negrita Elba - con su trasnochada y explotada herencia céltica, como genética preponderante para justificar su punto y aparte…
…Y es que esas genéticas puras a las que agarrarse para montar una revolución prístina, modelo “pueblo elegido”, sencillamente, no existen. Hasta el wikingo más orgulloso de su raza puede tener un antepasado oscuro, tanto de piel como de origen… Afortunadamente, las razas puras nunca han existido por la sencilla razón natural de que jamás han sido estables, pues unas han sobrevenido de otras, en una evolución que no se detiene en ninguna de ellas. Absolutamente en ninguna. Por eso que lo de la pureza de sangre es un camelo para canelos.
El sentimiento de “Raza” (también es el título de un libro bajo pseudónimo – luego película – escrito por el caudillo y dictador Franco para lograr los mismos fines) es un cuento chino muy utilizado para arrastrar a los pueblos en un sentimiento etnopatriótico con el que justificar guerras y conflictos que interesan a la oligarquía de turno. Élites que basan su poder enviando a las masas a luchar y morir en nombre de razas inventadas y fantasmales… Una vez más, la ciencia, la cultura, el conocimiento, desmonta tales embustes… Elba dice y demuestra que los orgullosos y blancos druidas, antes fueron una tribu de pequeños negros. Por ejemplo.
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ
http://miguel2448.wixsite.com/escriburgo
AQUÍ SOMOS TONTOS
- Por miguel-galindo
- El 10/09/2020
Podemos juraba que rompería la baraja y su alianza de gobierno con el Psoe, si metía a Ciudadanos en el pacto de los presupuestos... Y Ciudadanos prometía solemnemente no apoyarlos si en el acuerdo estaba Podemos...
Al final, van a negociar las tres hijas de Elena (y ninguna era buena) los dichosos Presupuestos... Donde dijimos pegote ahora decimos palote, y nuestra palabra es como el abracadabra pata de cabra...
Yo no digo que deba o no ser así, pero si un partido reconoce la posibilidad de algo y afirma y reafirma taxativamente lo contrario, es un embustero y está engañando a sus votantes. Políticos así no son de fiar, ni aquí, ni en Pekín... Bueno, aquí no, aquí somos tontos perdidos...
EL PAISAJE Y EL PAISANAJE
- Por miguel-galindo
- El 09/09/2020
Existen dos formas de apreciar – yo diría de vivir – un paisaje: o bien éste se te mete dentro, o bien tú te sales de ti mismo y te fundes con el paisaje. Yo siempre ha sido de los primeros, aunque me hubiera gustado haber experimentado lo segundo. Para eso se necesita cierta paz en el entorno, una mínima tranquilidad y sosiego, y, sobretodo, un inexcusable silencio. El silencio es primordial para sentir un paisaje, salvo, claro, los sonidos naturales que emite, forma y conforma, el propio paisaje. El resto de los sonidos, postizos y añadidos, son discordantes, deformantes, y, por lo tanto, decepcionantes y sobrantes.
Y digo esto a cuento de que, en apenas medio siglo, nuestros paisajes nacionales se han convertido en meros contenedores, más que receptores, de masas de visitantes propios, a sumar a los ajenos, y nosotros en viajeros compulsivos, más que receptivos, en un fenómeno, muy rentable por cierto, que se ha venido en llamar turismo interior. Es muy difícil ya encontrar paisajes vírgenes donde uno perderse para poder encontrarse a sí mismo. Hoy, todo paisaje está contaminado de gente, de un ir y venir, de un ocupar y desocupar, de un estar sin sentir…
Mi experiencia personal se divide en un par de etapas. Una primera, en la que todo lugar era primigenio, y por descubrir y vivir, y en lo que encontrabas lo mágico de cada plaza, en cada calle y rincón, o en cada inmensidad de la naturaleza, o de las construcciones que han sembrado la historia a lo largo de los siglos… Y una segunda en que, los mismos lugares, te los encuentras plagados y contaminados de las hordas del selfie, de coches y autocares cubriendo extensiones y lugares, de masas ordenadas y ordeñadas en circuitos por profesionales, y donde lo genuino ha sido vendido y vencido al interés del momento… Es mi personal opinión, claro. Así que ya no siento esa necesidad perentoria que algunos bastantes padecen de viajarse encima, como si les fuera la vida en ello, si no más bien todo lo contrario, me incomoda, me disgusta, siento hasta cierta aversión a ello, y he preferido construirme un minúsculo refugio donde enterrarme, si bien, lo reconozco y lo siento, también cada vez resulta menos aislado y menos puro de lo que me gustaría. Espero abandonarlo yo antes de que me abandone él a mí…
Hace ese medio siglo, uno entraba en el interior de nuestras imponentes catedrales, por ejemplo, te abandonabas a su silencio y te revestías de su penumbra, y las piedras, las tallas, su arte e historia encerrados, sus coros y trascoros, te transmitían más sabiduría que cualquier monitor de colas actuales, previo paso por taquilla. La historia habla a través del silencio a cualquiera dispuesto a escuchar… Me revientan esos grupos amorfos de visitantes pegados al día de turno, que solo van en busca del “yostuvallí” y solo se quedan con la anécdota de que han visto la bacinilla donde meaba el rey…
Y no me digan que estoy exagerando, por favor… Así es en la inmensa mayoría de los casos. Su más preciado tesoro es un selfie en el que enseñarse a sí mismo y del que presumir… “Es que yo he conocido esto y aquello”, sí, vale, pero… ¿lo has vivido?, ¿lo has sentido?. Si hubiera más sinceridad que superficialidad en la respuesta, se diría que no. Para vivirlo y sentirlo se necesita una intimidad y cierta soledad con el entorno, con el paisaje, de la que hoy se carece mayormente. Además de que ya no es lo que se busca, si no todo lo contrario, se busca el “aquello estaba muy animado”, y es lo que se encuentra. Lo que en el fondo, valoramos y agradecemos.
Y conste que lo respeto aunque en absoluto lo comparta, ni mucho menos lo valore. Entiendo que una buena parte de la economía de este país se ha apuntalado sobre este sistema. Desde el actual ruralismo al casaruralismo y desde los tours operators de agencia agencias a los del Inserso, todo es lo mismo. Y que ya no podemos prescindir de eso, una vez que dependemos de ello. Hemos tenido que destruír algo para construir otra cosa que remede a ese algo perdido… No lo estoy criticando, lo estoy describiendo… como lo estoy echando de menos, que así conste en aquesta acta…
…Porque sí, porque me ha apetecido decir esto, componer un réquiem a los paisajes perdidos pero no olvidados, aunque ya irrecuperables, me temo. Pero no es un lamento, si no un dar las gracias por haberme permitido vivir lo que ya es difícil encontrar, lo que un día pude apreciar y amar, y porque aún sé apreciar las diferencias. Lo de hoy, ni lo aprecio, ni lo amo, ni me gusta, así que mi saldo es positivo… Y no me malinterpreten, por favor, a lo peor es que no he sabido explicarme. No es cuestión de sensibilidad, si no de sentimientos…
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ
http://miguel2448.wixsite.com/escriburgo
EL PAZO Y EL PALIO
- Por miguel-galindo
- El 09/09/2020
Los del Pazo de Meirás era el chollo de los sinvergüenzas. Los gastos de mantenimiento se pagaban con fondos públicos, pero los beneficios de la granja y la finca iban a la cuenta personal de los Franco...
Exáctamente igual que ocurre con el negocio de las catedrales y patrimonio cultural de la Iglesia... Que los gastos los paga el erario público, pero los beneficios de entrada y explotación se los lleva ella...
Pregunta: ¿Por qué se actua (ya iba siendo hora) contra unos, pero no contra la otra?.. Acaso sea porque lo importante no era ir bajo palio, si no ser el dueño del palio... Ustedes ya me entioenden, ¿verdad..?