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PORQUE VIENE A CUENTO

(de TeleMadrid)

 

El llamado “Miércoles de Ceniza” (me enteré que era tal porque mi santa mártir me lo hizo notar), por casualidad, o causalidad inconsciente, sin saberlo “in consciencia”, hice mi habitual prospección bíblica – suelo abrirla al azar y leer qué me dice – y me encuentro, y a mí ya no me extraña nada, con el siguiente párrafo del profeta Isaías:

“¿A quién me asemejáis e igualáis, y me comparáis, para que seamos semejantes?. Sacan oro de la bolsa y pesan plata con balanzas, alquilan un platero para hacer un Dios con ello, se postran y le adoran. Se lo echan sobre los hombros, lo portan y lo colocan en su lugar; allí se está, no se mueve de su sitio. Le gritan y tampoco responde, ni libra de la tribulación” (Isaías, 46,5-7)

Es leer eso y acordarme de la inminente Semana Santa que tenemos encima, y que nos están vendiendo desde que terminó el otro santo grial del negocio de la Navidad… Y comprendo que la descripción le viene como anillo al dedo. A portar y procesionar dioses revestidos de oro, plata y vestiduras preciosas, para asemejar, igualar y comparar al Dios genuino es a lo que hemos cogido afición desde el Becerro de Oro. Naturalmente, lo que hacemos es cambiarle el nombre y las etiquetas para que aún resulten más creíbles a nuestras propias conciencias. La iconoclastia de la religión primigenia la hemos convertido en la adoración de todo lo contrario… Utilitates habemus.

Y pensando en esto, que le aplico un correpáginas con el dedo, algo que suelo hacer cuando agarro La Biblia, y miren ustedes vuecencias, que aterrizo en otro sembrado que aparece como seleccionado sin que lo hubiera mirado:

“Porque los ídolos de las naciones son plata y oro, obra de manos de hombres; tienen boca y no hablan; tienen ojos y no ven; tienen orejas y no oyen; tampoco hay aliento en sus bocas. Semejante a ellos son los que los hacen y todos los que en ellos confían”. (Sl.135:16)

Es suficiente para mí, no sé para los demás. Así que cierro el gran Libro y me pongo a pensar en ello. El paralelismo me parece demasiado asombroso, y la sincronicidad apabullante… Resulta curiosísimo que de las tres llamadas Religiones del Libro: judía, cristiana e islámica, tan solo la “cristiana” es iconódula: esto es, que venera (dulía) a las imágenes (icono). Sus dos hermanas – las tres vienen del mismo tronco: Abraham – practican, por todo lo contrario, la iconoclastia. Aún resulta más llamativo que siendo la católica (no cristiana) un remedo del judaísmo, otorgue culto a las imágenes, porque hasta el primitivo, auténtico y original cristianismo (Santiago y su Iglesia de Jerusalén) eran enemigos también del pito, la mortaja y la sonaja.

Aquí decimos honrar mucho la cosa de las tradiciones, pero hasta dónde nos interesan y que sean bolsilleras, claro… La “Traditio”, que por cierto significa “donación”, “regalo”, nos la adaptamos a nuestra cultura, o incultura, según nos rente en la bolsa y las ovejas se amontonen en el redil. Si ahora aterrizara por aquí el de los Salmos, o el mismísimo Isaías, a decirnos que la verdadera, genuina y auténtica tradición siempre es la más antigua, y que la que hemos entronizado es contraria a la fe, haríamos con ellos un Paso y los vestiríamos de Judas… Y convenientemente momificados para que no juraran en arameo.

Los antiguos patriarcas, como los primeros seguidores de Jesús, sabían muy bien que no se podía entrar en el fondo por la forma, porque acabamos por adorar lo de fuera excluyendo lo de dentro. Y porque lo sabían, lo prohibieron taxativamente… En el siglo IV el Concilio de Elvira en su Cánon 36, dice: “las imágenes no deben colocarse en las Iglesias para que no se conviertan en objeto de idolatría y falsa adoración”; de lo que se deduce que fuera de los templos ya circulaba cierto tipo de iconografía, más o menos pseudosagrada, que contaminaba la pureza y esencia de la Fe.

Fue tres o cuatro siglos después, cuando lo de la ortodoxia bizantina, que la Iglesia volvió grupas, porque advirtió un par de cosas que la beneficiaría grandemente: una, que le hechura, compraventa y monopolio de imágenes de cristos, vírgenes y santos, bendiciones y demás, sumado a la vergonzosa explotación de las santas reliquias, suponía una pasta gansa en las arcas del clero; y otra, que comprobaron lo fácil que era llevar al redil al personal tras una buena procesión, y tenerlos entretenidos y contentos en sus fervores y favores.

Así que, como cuentas viene de cuento, ni dos palabras más: iconodulía habemus, que es jauja… hasta el presente. Llevamos casi milenio y medio de religiosidad popular basada en una cada vez más pujante industria de imaginería religiosa, que fomenta enfebrecidas cofradías que rebosan fieles abducidos por la fe del carbonero, esto es, adorad a Dios por la peana, que Dios siempre será Dios, y lamer la peana siempre os dará lustre y esplendor a la lengua; que si no en el conocimiento, que no lo necesitáis para nada, sí en el cocimiento intelectual, que es lo que necesitamos nosotros…

Pues lo que se cuece en curias de postín es otro festín; y en obisperíos de troníos, ya ni le cuento… Eso es otro cantar, me dicen los de la saeta… Vale, pues será…

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ – www.escriburgo.com – info@escriburgo.com

BASURA HABEMUS

(de Diez Minutos)

 

A la pareja de Díaz Ayuso se le acusa de un fraude fiscal a Hacienda de 350.000 euros; trama empresarial, pantallas intermedias, facturas falsas, en fin, ya saben ustedes…

Pues bien, doña Isabel acusa al Gobierno de atacarla personalmente a través de su partenaire, como si los arrimados a altos politicastros como ella tuvieran manos libres para robar y defraudar lo que les venga en gana…

Esta reina del politispectáculo se cree con derecho a pernada por el mero hecho de estar donde está… Y lo cierto es que son sus madrileños los que le han hecho pensar que no tiene que rendir cuentas a nadie… y lo peor es que esto es así.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ – www.escriburgo.com – info@escriburgo.com

¿RESPONSABILIDAD?..

(de National Geographic)

 

Ni los sociólogos nos entienden… Aquí resulta que el 70% de la población es consciente del cambio climático, pero solo el 5% toma conciencia de eso (yo creo que es al revés, pero lo pongo como lo escriben). Somos el país europeo que menos se manifiesta por ello. Estamos prontos a salir a la calle para salvar España pidiendo un golpe de estado, pero no nos concienciamos de lo que hemos tomado consciencia (¿?), y cuyas consecuencias son tan graves que ya nadie disimula en decirlas y hacerlas públicas… A los estudiosos de la sociología se les rompen todos los esquemas a la hora de interpretarnos.

Hace apenas un mes, el Teledenario del César, como yo lo llamo, tocaba este preciso, y aún precioso, tema… Preguntaban los informadores al menos a cuatro expertos que yo contara. Ninguno coincidió con otro. Lo cierto y verdad es que no tienen ni idea de porqué nos quejamos tan amargamente por el precio de los alimentos, y nos importa un pendejo lo que afecta ese cambio climático a su producción directa, por ejemplo; ni lo que vá a afectar al bolsillo y a la salud para mal, pero sí que criticamos los deficientes medios sanitarios, que son claros y cuantificables. Y así mismo todo. Estamos más pendientes del puente festivo donde nos vamos a volcar en quemar gasoferio y cargar la atmósfera de mierda, que de la sequía y pulmodeficiencias que eso produce… entre otras lindezas.

Yo vivo en el campo. En mi parcela tengo un limonero, un naranjo, una olivera y una higuera, entre otros árboles ornamentales… Pues fíjense: ninguno funciona como Dios o las estaciones mandan, o han mandado hasta ahora al menos. El limonero me dá unos limones de pena cuando le da la gana; el naranjo no funciona en sus cosechas normales; la olivera va como malpuede; la higuera estuvo tirando hoja y echando higos chungos a la vez… Y es un muestreo básico y esencial, pero aplicable y extrapolable al general de la producción, y lo que eso supone para la economía de las personas y para las cosas y los casos de toda la sociedad.

…¿Desde cuándo no nos ha caído una gota?, ¿somos conscientes de lo que eso supone a todos los niveles?.. Pues no es algo circunstancial, sino que está tomando carta de naturaleza y ya estamos señalados como zona en franca desertificación, y sin marcha atrás que es peor… ¿Acaso modificamos nuestras costumbres?.. En absoluto, ni siquiera nos tomamos la molestia de ser mínimamente consecuentes… ¿Somos conscientes de la instalación de laaargos y tórridos veranos y a la casi desaparición de los inviernos?.. ¿exigimos a nuestros políticos que tomen medidas drásticas a tal respecto?..

Pues, no, todo lo contrario, les exigimos que nos faciliten nuestro hedonismo de vida y consumo, y de fiestas institucionales seguidas unas de otras en un terraceo constante, por muy negativamente que tal comportamiento nos afecte cada vez a más corto plazo… Y ellos, que están para eso precisamente, y para calentar culo en puesto bien remunerado, nos lo conceden todo porque así es más fácil engañarnos (en realidad nos engañamos nosotros solos) con las mentiras que queremos oír y creer. Esta es la sociedad que nos hemos construído entre todos… al menos en este país al que ya están pintando el cartel de Españáfrica.

Podrán acusarme de agonías, vale, claro que sí. Pero nadie ni ninguno podrá decir que falto a la verdad. Otra cosa es que adoremos a los embusteros. Y esto que digo es tan cierto que hasta los más terraplanistas se esconde debajo de la alfombra, esa que nos sirve para esconder la porquería… Y sin embargo actuamos como si esa realidad no existiera, como si fuera un incómodo fantasma en un país, un mundo, de fantasmas… Y ya no hablo de catástrofes humanas mucho más graves y que hemos hecho casi que inevitables. Antonio Guterres, el propio Secretario General de las Naciones Unidas, no tiene ya empacho en decirlo, ni se molesta en ocultarlo.

Y como estoy poniendo las cartas boca arriba, y no es mi propósito mostrarme amable ni templagáitas, tan solo decir lo que pienso y siento, afirmo que soy muy consciente de que compartiré, por mi edad, muy poco de ese inmediato futuro. Apenas los preliminares. Y que lo peor de esa factura la van a pagar unas generaciones muy poco preparadas para ello, puesto que los hemos formado para todo lo contrario, como ellos mismos a sus propios hijos; y que harían bien en empezar a concienciarse y concienciarlos para afrontar un cambio radical en sus costumbres, modos y expectativas de vida; y a cultivar una nueva escala de valores, si no en salvar lo que aún se pueda.

Otra cosa es que, visto lo que aún veo, mantenga la tímida esperanza de que se pueda conseguir. Tengo mis muchas dudas… Observo, leo, oigo al personal, jóven y mayor sin distinción, y no vislumbro ni un atisbo de un mínimo cambio: si acaso, lo expuesto por los estupefactos sociólogos en el primer párrafo: todos somos conscientes pero ninguno tomamos conciencia. Es más, tales expertos que dicen ser, no saben / no contestan, pero defienden a su señor (su nómina), y así lo confiesan… Y las Conferencias sobre el Clima son gigantescos montajes y groseras burlas solo para hacer negocios con un verde ya ceniza; y el resto de personal nos hemos dado a ser carnaza de selfie… ¿P´a cuándo el próximo Festival, tío?.. ¿p´a cuándo el próximo viaje del Inserso, tía?..

Pueden criticarme y sacarme la piel cuándo quiera y cuánto quieran… Vá a resultar que me vá a dar lo mismo. Seguiré tocando esta trompeta pseudo-apocalíptica mientras esto me parezca un suicidadero, una huída hacia adelante y yo el primero. No tenemos un flautista en Hammelin, o quizá sí, pero nos debiera dar igual, porque nosotros somos las ratas, con perdón, claro…

Miguel Galindo Sánchez / info@escriburgo.com / www.escriburgo.com

LO QUE NOS HEMOS DADO

(de OkDiario)

 

Resulta que un sistema de alertas de la UE nos lanzó un aviso a España sobre fresas marroquíes que estábamos consumiendo, regadas con aguas fecales, y que estaban produciendo hepatitis A.

Nosotros, pagando los alimentos a precio de oro en las cadenas y supermercados, y los distribuidores metiéndonos productos en pésimas condiciones de producción, por mucho que cumplan la tan cacareada “cadena de frio”, que vaya usted a saber…

Mientras no rompamos este sistema globalizado, volvamos a la economía circular, y consumamos productos de proximidad, nos harán comer porquería mientras lo que a nuestro agricultor pagan mal lo envían a sabe Dios dónde. Caro costo para una basura.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ – www.escriburgo.com – info@escriburgo.com

ACLARANDO CONCEPTOS

(de Encuentra.com)

 

Me escribe un laaargo epistolarium una muy digna dama, faltaría más, en el que me pregunta, “si a bien lo tengo responder”, me dice textual, en qué razonamientos me baso para asegurar que “el Génesis es como tú lo dices y no como lo dice La Biblia, y que Dios no es Jehová, y que el hombre fue una implantación genética”… y unas cuantas cosillas más que aquí ahorro al lector para no enrevesar ni alargar una descripción que ya habla por sí sola, y de la que, por cierto, quiero hacer constar que tiene todos mis respetos.

Y los tiene, porque se me plantea con igual respeto, naturalmente… Mis comentarios, querida amiga, se basan estrictamente en el propio texto bíblico, faltaría más. Nada me invento que no este escrito en esa misma Biblia de referencia. Lo único que hago – o mejor: que me permito hacer – es interpretarlo según las más recientes investigaciones en Historia, Lingüística y otras ciencias asociadas, aparte, o además, de lo que los exégetas han ido aclarando, u oscureciendo, según las distintas épocas e intereses de las diferentes religiones.

A lo largo de esos escritos a los que alude mi comunicante, he dicho siempre que el término hebreo Elohim es plural, esto es: dioses. Según el tal y mismo Génesis bíblico, fuimos creados por dioses que dicen que dijeron: “Hagamos al hombre a nuestra imagen y a nuestra semejanza”. No pone a “mi”, o “su” imagen, sino a “nuestra”, también plural…Y más adelante aclara que se crearon “hombre y mujer”, o sea, blanco y en botella… Macho y hembra a semejanza de ellos, dice lo que dice y no otra cosa. Se deduce que si a los Elohim se les otorga categoría de Dios, es que fueron “enviados” por Él con el “fiat”, o encargo, o misión, de ponernos en marcha dentro de la Creación, o lo que yo llamo, con permiso, engancharnos a la Evolución.

Vale… Es cuando interpreto (por supuesto, no soy yo solo) que Jehová es uno de tales Elohim. Posiblemente el jefe de la partida, su director de obra, su líder destacado, o lo que sea; y es porque el mismo Jehová – o Yahvé, que es igual – lo da a entender de manera muy clara en esas mismas Escrituras: “He aquí que yo soy Jehová, dios de toda carne. ¿Habrá algo que sea difícil para mí?” (Jeremías, 32.27). La especificación de “dios de toda carne” creo que es realmente explícita en que era el responsable de los creados en la carne durante su primera andadura… Y por su comportamiento, no siempre ejemplar precisamente, más bien todo lo contrario, se presupone que él era un ser en plena evolución, pero no el mismísimo Dios original en persona.

A mayor abundamiento de esa hipótesis, es que en los escritos dejados a lo largo y ancho del Antiguo Testamento (Salmos, Deuteronomio, Isaías, Jeremías, etc.) siempre y en todo momento hace gala y singularidad de su propia persona: “Jehová, tu dios…”, “Yo soy Jehová, vuestro dios…”; o “Por tanto, así ha dicho Jehová de los ejércitos y dios de Israel” (Jeremías. 44,11), y en muchos, muchísimos más sitios donde deja bien a las claras que él es una especie de comandante en jefe para el “pueblo escogido” de Israel. Por cierto, “isra” significa viaje, y El es el nombre de Dios.

Así que ustedes mismos… Esto es: un servidor de los frailes no se está inventando nada que no esté así mismo escrito en las páginas de esa misma Biblia… Tan solo me limito a interpretarlo y a colegirlo a la luz del conocimiento, el sentido común y la lógica. Por supuesto, tampoco me empeño en que otros u otras no se empecinen en la literalidad lapidaria de las Escrituras que ellos llaman sagradas. Allá cada cual o cada cuáles. Entiendo que, al ser considerado un libro sagrado, las religiones y sus iglesias adapten y adopten lo que ahí pone a sus particulares y peculiares intereses, pero eso no me coarta ni obliga a que yo no pueda sacar mis propias conclusiones según mi legítima libertad de conciencia.

Creo que fue Erich Von Däniken el que lanzó la idea – aún no refutada, por cierto – de que nosotros, como seres humanos “estamos hechos del polvo de las estrellas”; que somos entes cósmicos, importados de fuera, traídos e implantados aquí, del exterior… Decir que tal afirmación está en consonancia con el relato bíblico del Génesis no supone ningún disparate… Jehová y sus Elohim, visto lo visto, también vinieron de “arriba”, al igual que todos los considerados dioses por todas las civilizaciones “bajaron” a trabajar en, o con, nosotros, y ayudarnos en nuestra evolución.

No es mi propósito contradecir las creencias firmemente asentadas, ni las de la estimada dama que me escribe, ni de nadie… Simplemente deseo establecer el principio de que pueden coexistir, en paz y en diálogo, interpretaciones fuera de dogma. Y todas muy respetables, por cierto. Precisamente, la libertad de pensamiento también es un don divino que se nos implantó, y que está recogido en La Biblia como Libre Albedrío. Y es la capacidad para discernir, pensar y elegir por uno mismo… como Dios manda, precisamente.

Ahora bien, el Señor es el Espíritu, y donde está el Espíritu hay libertad” (Romanos, 6:22)… Por ende, no contradigo nada sagrado si alego que allí donde se coarta la libertad se está coartando también el Espíritu… Vamos, digo yo, porque eso mismo dice.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / info@escriburgo.com / www.escriburgo.com

NO SOMOS FIABLES

(de El Correo)

 

 El potaje final de la Amnistía va a eliminar las referencias al Código Penal español y remitir a las normas europeas sobre terrorismo (EP.7/3)

Va a ser casi que mejor, pues aquí ponemos el motete de terrorista tanto a un vecino cuyo perro nos estropea las macetas, como dispensamos de él al que trafica con la muerte, solo por ser afín a nuestra ideología.

Somos así. Cainitas hasta la médula. Igual vemos la paja en el ojo ajeno y no sentimos la viga en el propio, que salimos a la calle a pedir un golpe de estado. No somos de fiar.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ – www.escriburgo.com – info@escriburgo.com

EL HARTAZGO

 

Tal y como lo siento, así mismo lo escribo, y me trae el pairo que se me tome a mal o bien… Pero no me gusta el mundo en el que vivo; no me gusta la sociedad en la que me desenvuelvo (con muy mínimas excepciones, claro); y, desde luego, no me siento representado por los políticos que he o no he votado… Los oigo dirigirse a la gente en sus declaraciones públicas, y encuentro tanta demagogia obsesa, espesa y casposa en sus declaraciones, que me asombra que la ciudadanía no se dé cuenta de la desvergonzada tomadura de pelo de la que somos objeto.

A estos últimos, a nuestros políticos digo, se les nota con cierta claridad que tienen tres discursos: uno interno, entre los del mismo cubículo (partido) político, que ocultan al personal; otro seminterno entre rivales de distinta madriguera, que igual esconden a los pulgones votadores – que no voladores – del resto de la colmena; y un tercero dirigido al exterior, tras los micrófonos y los periódicos convertidos en panfletos, en el que solo sueltan burdas manipulaciones, medias verdades, tergiversaciones de los casos y las cosas, a modo de pienso-basura para sus consumidores y seguidores, con el fin único de polarizarnos a su favor… Se han convertido en demagogos profesionales, y hacen de la mentira y el embuste su medio de vida y de trepa.

Es lo que veo, es lo que siento, y perdónenme por decirlo; o no me perdonen si no quieren, me da igual… ¿Y en qué queda la ideología?, aún me preguntarán algunos; ¿y es que tú no tuviste una?, me increparán otros. Y yo les contesto con una tercera pregunta: ¿acaso la ideología no se ha convertido en algo hueco, vacío, que se usa para fines espúrios?.. Yo lo noto con una claridad espantosa, como un sucedáneo que se nos vende y que compramos como el ignorante se cree su propia incultura. Las ideologías hoy son banderas de enganche para ciegos… o para trileros y aprovechados. Las siglas son ideogramas caducos, pins sin valor alguno, embustes cocinados y empanados.

Ya me sé lo que bastantes, y bastantas, me van a echar en cara: tú es que te crees más listo que nadie, te ves superior a los demás, te sientes por encima del resto de los mortales… Están en su derecho de soltármelo, faltaría más. Y puede, estoy seguro, que resulta hasta un tanto lógico. Al fin y al cabo estoy escupiendo lo que llevo en las tripas, sin privarme de nada ni ocultar mi asco, mucho menos de disimularlo; y por lo tanto merezco la tal respuesta. Y la admito. Y la respeto… Pero es que a estas alturas de este cochino cotarro ya me da lo mismo. Y no es desprecio, se lo aseguro, es simplemente puro y duro hartazgo, lo crean o no lo crean.

Con esta dolorosa – y dolorida – sinceridad echada por delante, lo primero que estalla en mis morros (porque son los míos los que expongo, claro) es una acusación lapidaria, casi escandalosa, como un ultimátum: macho, tú has dejado de creer en la Democracia, confiésalo y asume tu pecado de soberbia… Bueno, pues miren, aquí lo dejo escrito: si es este tipo de democracia, que se ha convertido en cueva de salteadores, sí, dejo de creer en ella. Pienso, y ustedes me disculpen si quieren, o si no, no me disculpen, por atreverme a pensar, que cuando algo de valor lo vacían de contenido, se pudre y deja de tener valor.

Entonces… me acusarán: prefieres la dictadura, un mundo huxleyano, el absolutismo… Pues miren, no, tampoco. Mi propuesta en realidad es tan simple que duele solo pensarlo, y hasta lógica, y bastante consecuente por cierto. Se trata de enterrar con honores, y agradeciéndole los servicios prestados (aunque me pregunto a quiénes se los ha prestado, si a la ciudadanía o a los políticos y élites económicas) a la Democracia Representativa, a la que pertenecemos y se ha exprimido hasta los hígados, por la que nos usan y nos abusan; y dar la bienvenida a la Democracia Participativa, en la que podremos defendernos por nosotros mismos de tanto trilero y mangante suelto, y gobernarnos, o desgobernarnos a nosotros mismos por nosotros mismos.

Ya he dicho antes que un servidor, personalmente, no se siente representado por estos okupas ideológicos. Por lo tanto, para mí, la representatividad que ofrecen me es falsa… Te dan a elegir a personajes previamente elegidos por ellos, por su propia curia; quitan o ponen valor cuantitativo a tu voto, según unas leyes (D´Hont por ejemplo) más o menos interesadas en según qué sitios o lugares; no consultan nada con sus votantes una vez sentado culo en trono (lo de “las Bases” es un burdo insulto); y puedo seguir poniendo ejemplos concretos de usurpación de esa tal representatividad… Y, encima, son unos demagogos del bandolerismo.

Sin embargo, la participación ciudadana directa; el control de aquellos a los que se vota y pagamos nómina (véase, por ejemplo, la Democracia Directa que se practica en Suiza), aún no siendo un sistema perfecto, sí que es un sistema justo, y más, mucho más, libre y responsable; y no las ruedas de molino con que aquí nos hacen comulgar. Nuestra Democracia está intervenida, secuestrada, es una pseudodemocracia que ni siquiera llega a semidemocracia…

¿Saben ustedes lo que en realidad tenemos?.. una PARTITOCRACIA. Y las partitocracias pueden etiquetarse a sí mismas de lo que quieran y les dé la real gana, pero siempre serán lo que en realidad son: partitocracias puras y duras. Absolutamente. Y no me gustan, ni las quiero, así que aquí y ahora me declaro politiclasta hasta decir basta… Por supuesto, son ustedes libres de reírse o de insultarme, es algo de lo que ya me he vacunado.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / info@escriburgo.com / www.escriburgo.com

AUTOPROCESIONES

(de Freepik)

 

Nuestro culto al cuerpo; nuestro hedonismo de selfie, de pose y de apariencia; la adoración que expresamos a nuestro aspecto físico es similar y paralelo al que demostramos a nuestras engalanadas y enriquecidas imágenes de cristos, vírgenes y santos.

Es la misma cosa idolatría que egolatría. Adoramos lo externo y huimos de lo interno; sacamos a la calle a nuestros tótems, los cargamos a hombros, y los trasladamos en rituales de adoración tribal y casi carnavalesca. Y a través de esa imaginería adoramos nuestra propia imagen, nuestro propio cuerpo hecho postura y escultura…

La imitación se hace repetición; la repetición se hace tradición; y a la tradición se le llama procesión. Eso es todo lo que hay, o sea, nada…

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ – www.escriburgo.com – info@escriburgo.com

EL CIRCO Y EL CÍRCULO

 

Pierre Lamaitre es un escritor galo, que comenzó su andadura pasada la cincuentena, y que es un entusiasta de la edad. Tiene cuatro años menos que yo, por cierto… Pero reivindica como pocas personas he visto la riqueza, tranquilidad y experiencia que otorga la solera de la vejez. Cuando la enorme mayoría de “insersívoros” se esfuerzan por ejercer de falsa juventud, disimular lo que son, y hacer el más patético ridículo, eso sí, jaleados y aplaudidos por un alrededor que ensalza lo que no tiene valor alguno, este autor, por el contrario, opone con fuerza y valentía el sabor y el saber de los años en las personas y la dignidad humana que eso supone, en vez de esconderse cobardemente en ello.

Yo me alineo con él absolutamente, pero ya le digo al autor de “La Cólera y el Silencio”, que tenemos la partida perdida de antemano. La sociedad actual, de la mano de la política actual, y de los regidores actuales, solo quieren esa sabiduría experiencial para arrinconarla en asilos y morideros; para aparcarla y apartarla en extraños “Hogares” jubilatorios y hacerla pasto del Inserso. Nunca, jamás, se verán en lugares de asesoría y consejo, que es donde puede rendir su experiencia… Se diría que, al sentirnos liberados por la edad, a nuestra opinión se le teme más que a Pepito Grillo. Y es posible que en eso lleven razón. Nuestra responsabilidad mira ya más al futuro que al presente, al revés que los politicastros, que están más en “su” presente que en el futuro de la gente.

Sea como fuera, este hombre suelta a quién quiera escucharlo, con una tranquilidad pasmosa, que “el cambio climático que hemos desatado acabará con nosotros”… Acto seguido, pocas líneas más adelante, confiesa ufanándose de ello: “mi única y gran ventaja es que soy viejo”. Leyéndolo, uno se va dando cuenta que aquella conocida y manida frase evangélica de “la verdad os hará libres”, encaja como calcetín usado a la dignidad del ser humano cuando cambiamos una sola y única palabra a tal máxima: en vez de “verdad” pongamos “vejez”, ya que es cierto incluso para todos aquellos que compren las mentiras que nos venden: la vejez os hará libres.

Los viejos estamos más cerca de la verdad que los jóvenes, y eso se siente cuando dejamos de engañarnos y mentirnos a nosotros mismos con las gilipolleces que nos montamos para dejar de ser lo que somos. No podemos huir de nosotros mismos por mucho empeño que pongamos. Nos traicionamos y traicionamos la evolución, aparte la ridiculez de volver a ser lo que ya fuimos sin el menor fuste… Nuestra dignidad está en nuestras vivencias, experiencias y sapiencias; no en la extravagancia de volver a hacernos lo que ya dejamos de ser. Perdónenme mis colegas, pero es lo que Lamaitre y yo pensamos.

Nosotros, todos los que vinimos y los que vinieron después, hemos hecho del círculo un circo… Naturalmente que ambos dos son redondos, circulares, que de ahí le viene el nombre al circo. Eso ya lo sabemos. Pero se puede hacer un Circo de payasos de un Círculo Instructivo, por ejemplo, de los que tanto abundaron, y no es de mi interés tomar al pié de la letra lo que abarca un mayor contenido que su extricto literal, por favor… No nos hagamos a nosotros mismos más tontos de lo que ya nos hemos convertido… El que quiera entenderme sé que lo hará, otra cosa es que nos veamos retratados y no nos guste contemplarnos.

El también autor de “Nos vemos allí arriba” expone un razonamiento inexpugnable cuando asegura que la capitalización de la experiencia acumulada no sirve para nada si no se aprovecha desde la siguiente generación… Pues dicho queda, maestro, pero nadie la está aprovechando, que yo sepa. Se ha montado un circo en el que se nos ha sacado de su círculo. Estamos en una pista fuera de pista, por si no se había dado cuenta, don Pierre. Y me va a permitir el atrevimiento de que un vulgar escribidor le diga a un señor escritor, que sí que sirve… Le sirve a usted, a mí, y a otros como nosotros, pues hemos de sumar tal experiencia de vida a la de nuestra existencia, que no es lo mismo la una que la otra.

Los más jóvenes, o menos jóvenes, que lean el final de la anterior parrafada, seguro que me soltarán, y no les culpo por ello: Ya estamos, ¿y qué puñeta significa eso?, ¿por qué hablar en clave de incógnitas?.. En esto mismo está lo que quería explicar: yo lo sé, muchos lo sabemos, nosotros lo sabemos, y si vosotros no lo sabéis es porque no queréis saberlo.. ¡Preguntadnos!.. Hablo con mis nietos, y la Historia más reciente que hemos vivido, he incluso las anteriores que hemos aprendido, y que nos han hecho ser lo que somos, hoy no la enseñan en las escuelas, ni en los institutos, ni en las universidades… Reconozco y admito que la Cultura que hoy se imparte es mucho mayor y más completa – o lo que se entienda por completa - que la que yo recibí en posguerra. Cierto. Pero también es una Cultura mucho, muchísimo, más ignorante.

Y no me pregunten si no es una contradicción senil esa. No, no lo es, y si no saben el porqué de la respuesta, es la mejor demostración de lo que estoy diciendo… Aunque tal demostración tampoco sirva de mucho, dado el barbecho en el que se siembra. Y de ahí mismo la tal cosecha.- Estamos cerrando el círculo, o quizá, de hecho ya se haya cerrado, no lo sé a ciencia cierta. Lo que sí sé, pues es lo que veo, es que se ha abierto el circo, y no me gusta lo que hay en la pista. Son gentes que no han aprendido nada de nada y tienen que repetir lo que se han negado a asumir… La Historia es tan justa como terca: se pega a las personas hasta que éstas se conviertan en humanas.

Miguel Galindo Sánchez / info@escriburgo.com / www.escriburgo.com

NO SE LO MERECE

(de Onda Cero)

 

El otro día registró Vox su Ley de “Protección” del Mar Menor. Completísima: reducción de multas a fuentes contaminantes; ampliación de regadíos; reducción de trabas a nuevas construcciones; posibilidad de ampliación de puertos deportivos…

Extraña manera de proteger la laguna. El Consejero correspondiente suelta que “frente a la protección del Mar Menor, ni un paso atrás” (LO-28/2).

Los antiguos manifestantes y pancartistas deben estar muy contentos y satisfechos cuando guardan un sepulcral silencio a tan “protectoras” medidas para con nuestro medio natural… Posiblemente yo esté muy equivocado y sea esto lo que necesitemos: darle la puntilla definitivamente y que deje de sufrir el pobre… La verdad es que no merece esta agonía.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ – www.escriburgo.com – info@escriburgo.com

LAS COSAS COMO ESTÁN

(de El País)

 

Encabeza una página del periódico El País (28/2): “Bruselas impulsa la industria del armamento comunitario con compras conjuntas”. Otra: “los arsenales estatales serán compatibles con el resto de los países”. Y otra: “no se puede excluir una escalada a nivel regional y global”. Y otra más: “se crearán almacenes de emergencia para garantizar el suministro”… Bien, si esto no es prepararse para la guerra, díganme ustedes lo que es, porque yo ya no sé lo que leo. Por si me quedara alguna duda razonable, termino con “en la nueva estrategia, el Banco Europeo de Inversiones financiará material letal”.

En román paladino está diciendo que las inversiones europeas de la banca (a esa misma a la que se le ha aupado a nuestra Nadia Calviño para la cosa del “desarrollo” (¿?), se van a destinar a armas de guerra… Mientras tanto, y al mismo tiempo, naturalmente, el canciller Scholtz se niega a entregar misiles Taurus a Kiev para, dice, “no aumentar la escalada”; y los aliados descartan enviar tropas a Ucrania, como había sugerido Macron – pero el caso es que ha sido sugerido para que Putin se dé por enterado – y ahí queda la cosa… Si esto no son declaraciones aparentemente contradictorias hechas con un fin muy determinado, pues eso mismo, que ahora vienen y me explican ustedes qu´est que c´est cé, o lo que sea.

En el mismo medio de comunicación me entero, páginas después (no me he tenido que ir muy lejos) que “Ucrania revela que España le ha suministrado misiles antitanque guiados para destruir al enemigo”… Resulta – se ve que por un involuntario olvido, claro está – que “Defensa no había hecho público hasta ahora la entrega de este armamento a Kiev”. Pues cojonudo oigan, que un despiste lo tiene cualquiera… A todo esto, la Otan, que “es una mandá”, a la que se han incorporado dos nuevos miembros, Suecia y Finlandia, calla…

Y así están las cosas en casa. No seré yo quien sume dos más dos, que ustedes ya aprendieron en el colegio y supongo se acordarán; ni voy a hacerles un análisis de lo que también doy por hecho que cada cual sabrá analizar por su parte… Tampoco voy a discutir aquí la idoneidad o no de la estrategia de gruñir y enseñar los dientes a un cabrón desorejado como este sangriento zar que tenemos por vecino, faltaría más. Pero sí señalar que a la ciudadanía europea nos están preparando un cómic de aquellos de Boixcar, ¿s´acuerdan?, el de Hazañas Bélicas, donde estaban “los buenos” y estaban “los malos”, y que nosotros, claro, somos de los buenos… Aquí es que Rusia ha intentado meterse en el patio de nuestra casa, no que nosotros hayamos intentado meterle la Otan a ellos hasta la puerta de la suya. Naturalmente que no. Aquí eso no pasa en cada casa.

Pero no voy a liarme en los andurriales de la geopolítica porque puedo salir escaldado, y bastante escaldado salgo ya de otros temas en los que sí me meto… Pero me voy a permitir reiterar antes de seguir con esto, que, al día siguiente de las citas a las que aludo al principio de éste, en el mismo diario, se ocupan de poner en su primera página que “Úrsula Von Der Layen advierte de que una guerra no es imposible”…

Poco a poco, lentamente, se nos va dejando caer la posibilidad de una conflagración bélica a escala continental, por decirlo de una manera suave, y además, no sé si lo habrán pensado, en el mismo año en que tenemos unas elecciones europeas “encima y mi zagala encueros”, como suele decir el dicho…Y tal como está el cotarro de extremosidades populistas y pocolistas a uno y otro lado del arco europarlamentario, la verdad es que no sé por dónde va a escapar la marrana, y digo lo de es-capar porque nos va a salir mal capada.

Sin embargo, fíjense bien fijados los que me leen, lo que ese detalle quiere decir en puridad: si estalla o no la guerra, en apariencia está en manos de los europolíticos, ¿no?. Y a esos políticos hemos de elegirlos nosotros antes de que se acabe el calendario, ergo si explota la cosa, será porque nosotros somos responsables subsidiarios de ello. La lectura lógica es clara, y no admite muchas dudas. Es la democracia, queridos míos, y así se entiende que funciona.

Y he aquí la reflexión de hoy, servida en bandeja de plata con su patata… caliente: no podemos responsabilizar a un pueblo ruso que está secuestrado por un tirano déspota que mata a sus opositores, ende, en teoría, solo la ciudadanía europea tiene en sus manos el giro o ratificación por arte de urna en su libertad de voto… Vale, de acuerdo, ¿se nos ha consultado a los ciudadanos si queremos el hacha de guerra o la pipa de la paz?.. No. ¿Pero qué opinamos en realidad?.. Casi estoy por decírselo: en teoría tenemos todas las ganas y más de machacar al maldito sátrapa ruso. Pero, ¿y en la práctica?.. Óiga usted, señor vecino, ¿quiere que nos liemos una guerra y nos la fumemos a medias?..

En la II Mundial, al pueblo alemán no le preguntaron, porque el pueblo alemán había votado a Hitler en mayoría, y tenía un loco responsable de la irresponsabilidad, aunque, como Hanna Ahrendt dejó escrito en su “Banalidad del Mal”, la responsabilidad moral de ese mal era de reparto general… Aquí puede pasar lo mismo. O no. Es el riesgo de las democracias representativas, que no participativas: que para no pasar por burros que coceen a nuestros enemigos, elegimos a otros burros, aunque, al final, las coces nos las llevamos nosotros. Siempre es así.

Putin también fue elegido democráticamente en su día por su propio pueblo, si a eso vamos… Deberíamos pensar en todo esto un poquico.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ – www.escriburgo.com – info@escriburgo.com

SOLO ASÍ SE ENTIENDE

(de Las Provincias)

 

El tal Koldo pasó de ser portero de discoteca a ser la mano derecha de la mano derecha del Presidente del Gobierno, y ahí fue donde se aprovechó para enriquecerse con el sucio negocio de las mascarillas en época de muerte.

Naturalmente, la segunda mano derecha, Ábalos, dice que mientras no se demuestre que él también metió mano en el siniestro enjuague no tiene porqué pagar pato alguno… Lo que se calla es que, culpable o no, sí que es responsable de hacer a un mafioso su mano derecha.

Lo que apesta es que el propio PP, que tanto pide cabezas, se oponga a abrir una investigación integral sobre los negocios mascarilleros en aquellos tristes años… Y es porque entonces soparon todos. Solo así se entiende.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ – www.escriburgo.com – info@escriburgo.com

EL EFECTO EGO

(de BVG)

 

Empecemos el de hoy con una pensada… Y, por favor, a ser posible, que sea sincera (reléalo para sí mismo las veces que considere necesario): no es lo mismo encarar nuestra vida diaria pensando qué le debemos al mundo, que lo contrario: qué nos debe el mundo a nosotros… La verdad, reconozcámoslo, solemos ser muy benignos con el primer supuesto, y muy exigentes con el segundo. Y si cambiamos el concepto “mundo” por el de “personas”, entonces la cosa se agudiza aún más.

Eso se debe al Efecto Ego, con el que todos cargamos en mayor o menor grado. Y digo cargamos (yo también me incluyo, por supuesto) porque es una verdadera y auténtica carga la que soportamos… Si nos paramos a recapacitar un poquico, veríamos que si encarásemos nuestro cada día con el convencimiento de que nada debemos a nadie, y de que nadie nos debe nada, nuestra existencia nos sería mucho más liviana. Sin embargo, nos amargamos más o menos continuamente cada vez que algo, o alguien, no responde según nuestras expectativas. Y no es el daño que podemos hacer a nadie, sino el daño que nos procuramos a nosotros mismos…

…Mejor dicho: el daño que recibe y nos traspasa nuestro propio y personal Ego… Y no va éste de moralina alguna, no me malinterpreten, please, que ya he dicho que en esto habremos de meternos todos y que se salve el que pueda. En realidad estamos hablando, si me lo permiten los que me leen, de ese falso orgullo herido que nos asalta como una rémora a cada momento, o de vez en cuando, que cada cual se analice a sí mismo y por sí mismo.

Hacemos algo (esto es tan solo que un ejemplo ilustrativo) con alguien, o por alguien, o algo, y casi automáticamente, nuestro Ego nos lo apunta en nuestro Haber, y en el Debe de la contrapartida, osea, la partida contraria; el reconocimiento o respuesta positiva por parte de la otra parte, válgasenos la redundancia, que creemos merecer por ese acto o ese algo… Y nos cargamos con una deuda imaginaria que se nos tiene que corresponder o satisfacer. Es lo que yo llamo la Contabilidad Egóica – o egótica – que nos aplicamos cada ser humano según vivimos nuestra relación con los demás… o con lo demás.

No deja de ser una carga, gratuitamente ingrata, la que nos echamos encima de la joroba del alma, de la manera más torpe y absurda… Y nos levantamos cada día de la cama con la lista de deudores que nos deben esa explicación, contestación o satisfacción a nuestras fundadas, o infundadas, demandas. Nos ponemos en situación, nuestra situación, claro, no la ajena, y nos sentimos ofendidos y/o agraviados por lo que solo son falsas expectativas. Y todo porque no contextualizamos el concepto de EGO.

Dicho todo esto, lo que lamentaría mucho es que pudieran pensar que me estoy erigiendo en dar lecciones a nadie, de lo que soy, al fin y al cabo, un alumno más entre todos… Lo que pasa es que quiero compartir mi propio esfuerzo personal por combatir lo que yo mismo he padecido – y padezco – pero que intento limitar al mínimo posible. Y que me esfuerzo por eliminar, lo consiga mejor o peor, que eso habrán de opinar los demás que me conocen o me tratan.

El método que suelo utilizar, por si les sirve de algo, es aplicarme, cada vez que existe un sucedido de esos, lo de quién soy yo y quién es mi ego. Intento separar y diversificar, y distanciar en lo posible, a mi ego de mí mismo, aunque solo sea en mi imaginación, serenamente… Y entonces lanzar la estratégica pregunta de: ¿esto a quién le sirve, o a quién le puede dar satisfacción, a tí, o a mí?.. Si somos honestos con nosotros mismos, veremos que lo que al uno alimenta, al otro lo esclaviza.

Al menos he conseguido conocer, si no aislar, al virus. E identificarlo. Y eso siempre ayuda. Y he empezado a darme cuenta que, cada vez que lo consigo, recupero un espacio de libertad y de paz que había perdido tontamente; pues cuando uno siente de verdad que no debe nada a nadie ni nadie le debe nada a uno, es una persona libre, que no tiene que dar ni pedir explicaciones de nada a nadie… Yo creo que el que dijo aquello de “con el pecado llevas la penitencia” se refería a esta cosa de este caso.

La cuestión es que don Ego es mucho don Ego. Y en cada ser humano de este mundo se manifiesta de una determinada forma y manera, según la indiosincrasia personal de cada cual, pero siempre, siempre, con un solo y único objetivo: no perder el carácter ego-ísta de la naturaleza de su existencia… Cierto es que no hay nada en la creación que no esté por un objetivo concreto. El Ego fué y es necesario en la formación de la persona, en su principio, como escudo protector y arma defensiva. La tendencia es que ese Ego suele pasar de protector a dominador; y la persona es quién tiene que dominar a su Ego antes que su Ego lo domine a él. Como herramienta que es, no debe estar por encima de las manos que la manejan.

A estas alturas de mi vida, y de las muchas de muchos, nuestra obligación evolutiva ya reside en conocer a nuestro Ego como si lo hubiéramos parido… De hecho, nos han parido juntos y a la vez, como a hermanos gemelares. Pero una cosa es agradecerle los servicios prestados, y otra hipotecarle nuestras emociones y nuestra paz interior. Yo ya casi sé distinguir (y no lo tomen como presunción, que no lo es) cuando está hablando alguien, si lo está haciendo él o es su ego el que habla. Tan solo es cuestión de análisis y de práctica… Incluso con uno mismo.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ – www.escriburgo.com – info@escriburgo.com

INVITACIÓN

(de Xataka)

 

Hace tres o cuatro años, un tipo llamado Randy Williams compró una parcela en pleno desierto de California; la llamó Slowjamastar, y se proclamó Califa de su recién creado Estado… Hoy ya pasan de 20.000 los que se han registrado como ciudadanos de ese micropaís.

Yo ya tengo la parcela aquí, en Diseminado La Peña – aún no desierto de Murcia – y su nombre de bautismo es Escriburgo, aprovechando que la embajada ya está abierta en web.

Así que invito a los/las que quieran ser ciudadanos libres de esta República Democrática de las Letras... A lo mejor así, a lo tonto, tonto, podríamos crear algo bonito, y hasta hermoso…

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ – www.escriburgo.com – info@escriburgo.com

QUIZÁ DEBA UNA EXPLICACIÓN

(de Arsgravis)

 

Vamos a ver… posiblemente tenga que pedirles disculpas. Es cierto que suelo repetir mi axioma de que “el hombre es el que ha hecho a Dios a su imagen y semejanza”, y que he dado por hecho su correcta interpretación, que, por supuesto, no es estrictamente literal. Antes que existieran los seres humanos ya existía Dios, o el Logos, o el Absoluto, o como ustedes quieran llamarlo. El sentido común dicta que nosotros provenimos del Origen, no el Origen de nosotros… Lo que un servidor quería decir es que, en nuestra limitada capacidad de explicarnos a Dios, nos ha sido más fácil y cómodo representarlo según nuestro propio modelo, que es lo más cercano, y más cómodo también, de lo que tenemos más a mano. Y así cada cultura se ha hecho sus propios dioses.

Explicado queda, supongo… El porqué siempre ha sido así es debido a que también siempre ha existido una clase sacerdotal superior a la que ha interesado ser la custodia, intérprete y representante absoluto y en exclusiva de esa misma “creación divina” a su cargo, como símbolo y garante de su poder sobre el resto de “creyentes” más en ella que en el mismo Dios. Por eso pudo existir un dios tan terrible como Yahvé, porque era el tipo de dios que necesitábamos y les convenía tener. Lo entendíamos y atendíamos a la perfección porque nosotros mismos, en aquella época, éramos igual de cafres y brutos… Y así hemos ido “revistiendo” a Dios de nuestros propios atributos, según hemos evolucionado o lo que fuere esto.

Pero hemos de dar un salto cuantitativo y cualitativo importante en nuestra concepción de Dios, si queremos abrir nuestra mente – que buena falta nos hace – y dejar de depender de dogmas y normas, ritos y mitos, tradiciones que son traiciones, y que nos encadenan a falsas y falseadas creencias… Hemos de superar la era de los ídolos y tótems, en la que aún nos arrastramos como los monos ilustrados que somos.

La más cercana, humana y hermana, afectiva y efectiva, y evolucionada, imagen de Dios nos la legó Jesucristo: la de un padre cósmico, holístico, universal, entendedor y perdonador, familiar y atento, que vive en lo más recóndito e íntimo de todos y cada uno de nosotros, y que no necesita intermediación alguna… El paso atrás que le imprimió una Iglesia autofundada pero nunca fundada, fue para rescatar en lo posible lo que con la idea de Jesús perdían en el cambio: en ese “yo derribaré este templo y no dejaré piedra sobre piedra”. Por supuesto que no lo dejaron.

La realidad, la auténtica verdad, es que nosotros, los seres humanos, somos co-creadores con Dios. Que la fuerza creadora emanada de Él (nosotros) somos tan creadores como Él mismo… Pero que poseamos la capacidad creadora en potencia no quiere decir que tengamos conocimiento de ello en esencia. No la tenemos. Los sacerdocios se han encargado de que lo olvidemos. Pero lo somos, mal a quién pese. Y es el motivo por el que nos hemos creado una caterva de dioses sin que ninguno de ellos sea Dios… El Absoluto no cambia en Sí mismo, no tiene imagen, carece de semejanza, pues la imagen y la semejanza son formas de materia cambiante, y, por lo tanto, falsa. Nosotros las damos y nosotros las quitamos.

Eso nos lleva al punto de partida; al Alfa de todo Omega; al principio de todo fin: Dios es pura y puñetera energía primaria autocreadora de sí misma… que se crea, se recrea y se vuelve a crear sin ser creada en sí misma pero sí por si misma. Estoy hablando de donde nació el Big Bang de Hawkings, del que dijo el Vaticano que era un impío ateo. La segunda ley de la termodinámica y el Catecismo Ripalda mano a mano, con sus puntos en común… “como el Dios que está en todas partes y no tiene principio ni final manda”, por cierto.

Lo que ocurre, ¡oh maravilla de las maravillas!, es que esa energía, solo energía y nada más, ni menos, que energía, es una energía inteligente (yo me atrevería a decir autointeligente); y además, encima, con un objetivo, con un propósito como muy definido: proyectarse a sí misma en infinitos grados vibratorios y niveles de creación – desde la más dura piedra al más sutil pensamiento pasando por nosotros a medio camino – con el fin de experimentarse a Sí Misma de forma y manera consciente, o autoconsciente, que también me vale… Y durante eones de tiempo, nuestra sensación, claro, no la de Dios, pasa y tamiza por nuestra conciencia (aún no consciencia) como un colador, lo que aún no estamos en condiciones de comprender.

Aquí, precisamente, es donde nuestro Pepito Grillo levanta su enguantado dedo, se despoja de su chistera ceremoniosamente, y nos sopla en la oreja de esa misma conciencia: sí, vale, bueno, de acuerdo, pinochos míos, ¿pero qué pinta en todo esto el ser humano?; ¿cuál es su papel en esta historia cada vez más de física quántica?, ¿qué puñetas somos, de dónde leche venimos y ánde co… vamos, como nos preguntó la Esfinge?.. Naturalmente, si contestamos con las respuestas elaboradas por la religión de guardia, con la que nos han intoxicado pero no alimentado, no obtendremos más que relleno superfluo. De hecho, las iglesias están para bloquear tales respuestas, no para conducir el genuino conocimiento.

A nuestras mentes las han enredado con cientos de vírgenes y santos imposibles; en una idolátrica iconografía; en fiestas religiosas con cada vez menos sentido; en procesiones absurdas y patéticas; en navidades extenuantes, semanasantas extravagantes y cuentos de farsantes…Las han cebado con un pienso para no pensar, y a lo largo de nuestras vidas, como las vacas a cada vuelta de calendario, volvemos a sacar el bolo alimenticio de nuestro segundo estómago, el omaso creo que se llama, para volver a rumiar sobadas y adulteradas tradiciones repitiéndonos en nuestro obseso laberinto.

Pero lo cierto, la verdad, es que estamos hechos de la misma energía de Dios… que somos Él mismo porque somos en, con y de su misma Energía creada por creadora; y que no podemos, aunque lo queramos, ser otra cosa… Aunque otra cosa sea, lo creamos o tampoco, que, al ser de energía co-creadora, nosotros mismos nos creamos y creemos nuestras propias trampas, nuestros propios demonios, nuestros propios embustes, falsedades y mentiras… Por cierto, y con perdón, ¿álguien se ha preguntado de qué está hecho el diablo, de dónde viene o de qué procede?.. No somos nuestros roles, somos lo que somos, y eso es inevitable. Creamos y creemos; creemos y creamos sin darnos cuenta que ambas cosas son lo mismo…

Seréis como dioses”, dijo Dios a través de la serpiente ventrílocua del Génesis… Pero eso será cuando nos devuelvan la fe secuestrada y manipulada; cuando seamos dueños de un conocimiento encontrado por nosotros mismos en nuestro propio camino; cuando podamos usarlo como un “Fiat”, que así empezó todo, por cierto…

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ – www.escriburgo.com – info@escriburgo.com

¿QUIÉN ES EL CIEGO?

(de A24)

 

Creo que fue a Borges al que le leí algo referido a él mismo con respecto a su propia ceguera: “he perdido la vista, pero no la mirada”… Cuan enorme verdad es esa.

El gran error de la gente es confundir ambos términos. Se mira con la vista, pero se ve con la mirada. Por eso que cuando se pierde la primera, se puede ver a través del alma…

Así, puede uno llegar a estar ciego de la vista, pero si está ciego de la mirada, se está más muerto que ciego… Hay muchos, muchísimos ciegos que solo ven por los ojos.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ – www.escriburgo.com – info@escriburgo.com

MUCHAS GRACIAS

(de InformaBTL)

 

No hace mucho tiempo, una dama me dedicó uno de los piropos que más me ha conmovido: “tú no utilizas las palabras para escribir, las usas para pintar”… Bellísimo.

Ahora yo le correspondo diciéndole que bueno, que vale, pero que no… que el cuadro, la pintura, el lienzo, está en su alma, en su percepción, en su sensibilidad, no en mis pinceles.

No obstante, pintar o escribir, de alguna manera, es crear, comunicar; sacar fuera lo que se lleva dentro, compartir… Hay sensitivos que leen a alguien y les suena a música… Todos formamos parte de la misma obra.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ – www.escriburgo.com – info@escriburgo.com

LA VERDAD

(de Periódico Opción)

 

Un colega y un añadido me dicen que porqué no escribo algo sobre La Verdad, ¡nada menos!.. ¿Sobre qué verdad?, le respondo, ¿la tuya?, ¿la de este amigo que te acompaña?, ¿acaso la mía?.. Existen tantas verdades como seres humanos hay, por lo tanto, ¿cómo puede ser verdad una de ellas y su contraria?.. y, encima de todo, hemos sido educados, o quizá deseducados, a combatir, en vez de debatir, entre nosotros, cada uno por la suya… Al final de todo, escribir sobre la verdad es escribir sobre “mi” verdad.

Como definición de lo que puede ser la verdad, a mí solo se me ocurre una: “podríamos decir que la verdad es la no-mentira consciente”… Me explico: la mentira consciente (nuestra época es de embustes y face news) nunca puede ser verdad, al igual que las que se largan con un propósito definido e interesado; con un objetivo de propio beneficio a pesar del daño ajeno… o incluso con la sola intención de daño, aunque yo, personalmente, crea que todo se basa en un interés económico y/o de poder manifiesto sobre los demás.

¿Pero la verdad/mentira que se hace de buena fe, sin mala intención?, se me inquiere... Yo pienso que la persona cree que está diciendo una verdad, simple y sinceramente. Luego, existe una Verdad holística, universal, incuestionable e incontestable, de la que cada persona – acentúo lo de persona, no gente – participa de una parte más o menos amplia, más o menos equivocada, mejor o peor interpretada, que es la que captamos y creemos como verdad. El error más común es precisamente ese mismo: que confundimos nuestra verdad con la Verdad, y nos dejamos el alma por relativizar (inconscientemente, claro) lo que es absoluto… Y aquí, como decía mi inolvidable amigo el cura Antonio: “metámosnos tós y sálvese el que pueda”.

Mi método personal para captar la negativa de la positiva, si quieren saberlo, es aplicar un poquico de observación, y en esta fauna existen como un par de grupos: los que tienen la voluntad de engañar, y los que se dejan, porque en el fondo quieren ser engañados… A ninguno de ellos le importa la verdadera verdad un comino. De hecho, los primeros se esfuerzan por imponer lo falso, y a los segundos les es más cómodo creer lo que sea antes de molestarse en pensar.

Los primeros son aquellos que lo que te transmiten lo hacen desde una insistencia casi violenta y repetitiva; si te niegas a creerlo eres atacado, insultado, declarado enemigo (cualquier parecido con la realidad NO es pura coincidencia); y practican el “si no estás conmigo, estás contra mí”…En la otra cara de la moneda están los que se limitan a decir su verdad y dejarlo ahí, sin imponerla, sin coaccionar; simplemente la muestran, la mantienen pese a los escupitajos de desprecio, y se acabó lo que se daba: “para ti la presa, hermano lobo”…

Los segundos son aquellos que se encogen de hombros y se niegan a debatir ni a dialogar, los que te dicen: “yo solo sé lo que quiero y no deseo hablar de lo contrario”… Los “sinrazones” son legión, y es el caldo de cultivo de los primeros; los tontos útiles que no precisan explicaciones, porque, en el fondo, les dá igual; les dá lo mismo lo que nadie pueda decirles; huyen de cualquier razonamiento.

En ambos casos es tierra baldía, inerte, árida… “Dejad que los muertos entierren a sus muertos” decía Jesucristo aconsejando a sus apóstoles para que no perdieran tiempo ni fuerzas en tales eriales. No es que no pensara en ellos como personas, que sí, sino que los daba por nulos. Cero. Lo remató con otra frase lapidaria: “no hay peor ciego que el que no quiere ver, ni peor sordo que el que no quiere oir”, con respecto a la palabra que Él predicaba. Y punto pelota.

Parece como si yo estuviera poniendo sobre el tablero una lucha de la verdad, algo así como una batalla por la verdad… Pero no es así. La verdad auténtica, la genuína, es pacífica, no pelea, es mansa, solo aparece y se muestra, pero sin imponerse, sin hacerlo con suficiencia ni estridencia. Expone sus razones si se le pide, y se marcha por donde ha venido… “Si no te escuchan, sal de la ciudad, sacúdete el polvo de las sandalias y vuelve aquí” fue el consejo del Nazareno a los suyos… Es otra de las características de la Verdad: exige libertad de elección, voluntariedad, pero nunca, jamás, presión ni imposición. Es lo contrario a la fuerza y a la desidia.

A mí se me achaca que repito mucho las ideas. Cierto. Es mi efecto y mi defecto… Pero me limito a ser cansino, no coactivo, o, al menos, eso intento. Sin embargo, por el contrario, hay otros que se quejan de que, cuando pido algo u ofrezco algo, a nivel personal, que no colectivo, no vuelva a decírlo ni repetirlo más, y tiene su explicación: cada cual guarda sus razones para aceptar o rechazar un ofrecimiento, una invitacion, una petición, y hay que respetarlo desde la primera intención. Todos hemos de aprender a cosechar y aceptar las consecuencias de nuestras decisiones y de nuestras acciones… Yo el primero, naturalmente.

Dicho todo esto, podemos volver, si lo desean, al comienzo de este escriturial… ¿Qué es la verdad en una sociedad donde cada cual esgrime su propia, única e inequívoca verdad?.. ¿cuál es?, ¿dónde está?.. Quizá deberíamos empezar a considerar que nuestras verdades humanas sean relativas, y, por lo tanto, fugaces, y, por lo tanto, falsas. Que las verdades universales, eternas, se reducen a una sola y única Verdad absoluta; y que aquí nos partimos los piños por imponer nuestras verdades relativas, perecederas, que tienen fecha de caducidad con nosotros…

En la práctica, cuánto más dialoguemos, razonemos y debatamos nuestras verdades, más posibilidad de verdad tendrán, aunque no la tengan por entero, ni en su totalidad… Además, más vale perseguir la verdad toda la vida, que adoptarla y adaptarla a la mentira durante toda esa misma vida.

Miguel Galindo Sánchez / info@escriburgo.com / www.escriburgo.com

PROTESTAS

(de Europa Press)

 

Supongamos que yo vendo lo que produzco a oligarquías financieras que, a su vez, lo distribuyen a los consumidores finales, que son, en definitiva, mis auténticos clientes, y que son esas distribuidoras las que abusan de ambos: de ellos y de mí.

Así que, en mi legítimo cabreo, salgo a la calle a cortar carreteras y joder los intereses de mis clientes: los consumidores de mis productos, a precio desorbitado además del escaso que a mí me imponen.

Las víctimas perjudican a las otras víctimas, ¿no es eso?.. Es justo lo que está ocurriendo con las tractoradas y camionadas. Llevan razón, pero equivocan la diana, yerran el camino.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ – www.escriburgo.com – info@escriburgo.com

¿TANTOS Y TAN TONTOS?..

 

Estamos tan bulímicos que ya ni nos damos cuenta. Nos ponemos delante de los noticiarios para doparnos, no para enterarnos. Las cadenas ya ni disimulan a la hora de suministrarnos el bolo alimenticio mental, ¿para qué molestarse?.. No hace mucho tiempo, a los llamados medios de comunicación – sobre todo los teledirigidos – les llegaban los morcones de arriba, y ellos procuraban administrarlos con una cierta dosis de inteligencia, pero hoy ya es que ni se preocupan de prepararnos el obligado pienso para que no parezca lo que cada vez es una mayor manipulación de fondo. Solo hay que fijarse en los transmisores/as: son loros/loras que nos largan en voz alta lo que les ponen en el lectógrafo sin ni siquiera pararse a modular, mucho menos a pensar (sobre todo en las “Voz de su Amo” autonómicas), aunque solo sea para guardar las formas, ¿qué más dá?..

No hace muchos días, en un mismo colador de noticias, la misma cacatúa amaestrada que hace apenas un trimestre nos justificaba la subida de la luz porque en verano enchufábamos mucho los aires acondicionados, ahora, con la misma impavidez, nos intenta convencer de que la subida de la luz se debe a que otoño-invierno tiene menos horas de luz solar, por la cosa de las fotovoltaicas… No llega a los cinco minutos, y la misma robot parlante que este verano nos justificaba la subida de la gasofa por el aumento de consumo debido a los desplazamientos estivales, ahora nos suelta, impertérrita, que es por la guerra israelí sobre Gaza (observen que ya no es por Ucrania).

En el tramo final del mismo cartapacio informativo (yo lo veo cada vez más como des-informativo) nos preparan para una subida de la carne de pollo, tras ya haber conseguido la aceptación de la del aceite, el azúcar y un largo etcétera… Ésta nos la adoban que la culpa es de Bruselas, claro, por sus medidas contra las macrogranjas que nos envenenan el medio y hacinan a los pío-píos. Ya tenemos culpable: Europa y los animalistas que no son muy listos y listas. En este pase de pecho escamotean que, antes de las condiciones animales , que también va, por cierto, en las condiciones del alimento que nos comemos; también viene en la calidad de nuestra propia salud, que, junto al medio ambiente, la estamos haciendo carbonato.

Hace apenas nada, al comienzo de la guerra de Ucrania, nos hartaron a sacarnos macrogranjeros en pantalla, quejándose amargamente de que no podían soportar el incremento de los precios del gasoil, de los piensos y las harinas, del transporte, etc., dada la enorme cantidad de cabezas a las que alimentar… Ahora, la UE es la culpable porque quiere reducirlas a espacios más pequeños y viables. Esto es: si se mantiene una política, se encarece el producto; si no se mantiene, también se encarece; y si todo lo contrario a ambas, igual sube el precio. Cuando yo era zagal, no existía en España una sola macrogranja de nada, y miles de pequeñas explotaciones surtían a carnicerías y al personal de carnes y huevos a unos precios sobradamente razonables. Y todos vivían dignamente de su producción.

Entonces se podía porque se practicaba la verdadera, la auténtica, la genuina “Economía Circular” (no lo que ahora se nos vende por ello)… Pero vinieron los magos trileros de la globalización, y nos convencieron que lo rentable era lo “macro”, y la calidad (¿?), y lo chupiguay. Y que lo otro era miseria y muy señor mío… Y nos lo creímos; y picamos como los buenos besugos que somos; e hicimos cerrar nuestras granjas y lonjas, y nuestras tiendas de barrio; y lanzamos a los productores en manos de los “especuladores unidos jamás serán vencidos”; y en las zarpas de las distribuidoras; y entregamos nuestro propio pan, que producimos y comemos, a las oligarquías financieras y monopolistas que hoy nos tienen cogidos por la ignorancia de nuestra incultura.

Así que ellos, desde su Olimpo, planifican la subida del pavo o la caída del limón, se buscan las excusas pertinentes (tampoco han de escurrirse mucho los sesos) engrasan el aparato politicadministrativo, lo filtran desde el embudo de los medios informativos… ¡et voilá..!: el pavo subirá precisamente por efecto de su propia naturaleza: por no saber volar.

Y nosotros, el resto de todos y cada uno de nosotros, nos dolemos pero lo aceptamos. Y aquí es dónde, precisamente, está el “intríngulis”: en que damos por bueno todo lo que nos cuelan por los periódicos y por los catódicos… “claro, es que, como no vienen volando, que los transportan, y la gasolina está comostá”… Y el circuito se cierra con un plano general de los consumidores y consumidoras con marcado reciente de “pelu” petando las terrazas de la industria nacional única: la hostelería, que es la que no nos falla, gritando a coro y todos y todas a una: “ansí no se pué vivir, joel”…

Si algún/alguna se ve retratado/a en aqueste sainete perete, ruego encarecidamente sepa disculparme de mi ironía, pero tenía que pintar el óleo general en el que estamos todos incluidos y colgados de la pared hispana… Después de esto, que cada cual/a se descuelgue del paisaje y del paisanaje si quiere y puede, que querer es poder. Pero así es como somos tratados, y así mismo lo merecemos porque así lo aceptamos. Decía Aramburu en una de sus estimables columnas que “somos un país de mansos ruidosos”, y no le falta razón… Formamos mucho barullo picoesquinero, pero cuando y donde hay que dar la cara y sacar el morro, nos arrugamos como la tripa de matachín.

¿Y nuestros políticos?.. ¡Hay, nuestros políticos!.. Ellos están hechos a nuestra imagen y semejanza, pues son nuestro propio Génesis. Pero, claro, más espabilaos, pues son “los bien pagaos”; porque viven opíparamente de alimentarnos con nuestras propias mentiras y el mandato de los amos de las “perras”, ya saben… Nos dicen aquello que queremos oír (cada cual a los suyos); nos enfrentan a unos contra otros para que no nos unamos; se ponen de cara a la hora del reparto y de perfil cuando vienen mal dadas; se apuntan a la última chupeta que les engorde la nómina, mientras aumentan los índices de desigualdad y pobreza en la sociedad que administran; y hacen que nosotros asumamos el costo de sus errores como si fueran nuestros…

…Y a lo peor lo son, por no ponerles coto y remedio… “No existen malos políticos, existen malos ciudadanos”. (Voltaire).

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ – www.escriburgo.com – info@escriburgo.com