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LAS COSAS COMO ESTÁN

(de El País)

 

Encabeza una página del periódico El País (28/2): “Bruselas impulsa la industria del armamento comunitario con compras conjuntas”. Otra: “los arsenales estatales serán compatibles con el resto de los países”. Y otra: “no se puede excluir una escalada a nivel regional y global”. Y otra más: “se crearán almacenes de emergencia para garantizar el suministro”… Bien, si esto no es prepararse para la guerra, díganme ustedes lo que es, porque yo ya no sé lo que leo. Por si me quedara alguna duda razonable, termino con “en la nueva estrategia, el Banco Europeo de Inversiones financiará material letal”.

En román paladino está diciendo que las inversiones europeas de la banca (a esa misma a la que se le ha aupado a nuestra Nadia Calviño para la cosa del “desarrollo” (¿?), se van a destinar a armas de guerra… Mientras tanto, y al mismo tiempo, naturalmente, el canciller Scholtz se niega a entregar misiles Taurus a Kiev para, dice, “no aumentar la escalada”; y los aliados descartan enviar tropas a Ucrania, como había sugerido Macron – pero el caso es que ha sido sugerido para que Putin se dé por enterado – y ahí queda la cosa… Si esto no son declaraciones aparentemente contradictorias hechas con un fin muy determinado, pues eso mismo, que ahora vienen y me explican ustedes qu´est que c´est cé, o lo que sea.

En el mismo medio de comunicación me entero, páginas después (no me he tenido que ir muy lejos) que “Ucrania revela que España le ha suministrado misiles antitanque guiados para destruir al enemigo”… Resulta – se ve que por un involuntario olvido, claro está – que “Defensa no había hecho público hasta ahora la entrega de este armamento a Kiev”. Pues cojonudo oigan, que un despiste lo tiene cualquiera… A todo esto, la Otan, que “es una mandá”, a la que se han incorporado dos nuevos miembros, Suecia y Finlandia, calla…

Y así están las cosas en casa. No seré yo quien sume dos más dos, que ustedes ya aprendieron en el colegio y supongo se acordarán; ni voy a hacerles un análisis de lo que también doy por hecho que cada cual sabrá analizar por su parte… Tampoco voy a discutir aquí la idoneidad o no de la estrategia de gruñir y enseñar los dientes a un cabrón desorejado como este sangriento zar que tenemos por vecino, faltaría más. Pero sí señalar que a la ciudadanía europea nos están preparando un cómic de aquellos de Boixcar, ¿s´acuerdan?, el de Hazañas Bélicas, donde estaban “los buenos” y estaban “los malos”, y que nosotros, claro, somos de los buenos… Aquí es que Rusia ha intentado meterse en el patio de nuestra casa, no que nosotros hayamos intentado meterle la Otan a ellos hasta la puerta de la suya. Naturalmente que no. Aquí eso no pasa en cada casa.

Pero no voy a liarme en los andurriales de la geopolítica porque puedo salir escaldado, y bastante escaldado salgo ya de otros temas en los que sí me meto… Pero me voy a permitir reiterar antes de seguir con esto, que, al día siguiente de las citas a las que aludo al principio de éste, en el mismo diario, se ocupan de poner en su primera página que “Úrsula Von Der Layen advierte de que una guerra no es imposible”…

Poco a poco, lentamente, se nos va dejando caer la posibilidad de una conflagración bélica a escala continental, por decirlo de una manera suave, y además, no sé si lo habrán pensado, en el mismo año en que tenemos unas elecciones europeas “encima y mi zagala encueros”, como suele decir el dicho…Y tal como está el cotarro de extremosidades populistas y pocolistas a uno y otro lado del arco europarlamentario, la verdad es que no sé por dónde va a escapar la marrana, y digo lo de es-capar porque nos va a salir mal capada.

Sin embargo, fíjense bien fijados los que me leen, lo que ese detalle quiere decir en puridad: si estalla o no la guerra, en apariencia está en manos de los europolíticos, ¿no?. Y a esos políticos hemos de elegirlos nosotros antes de que se acabe el calendario, ergo si explota la cosa, será porque nosotros somos responsables subsidiarios de ello. La lectura lógica es clara, y no admite muchas dudas. Es la democracia, queridos míos, y así se entiende que funciona.

Y he aquí la reflexión de hoy, servida en bandeja de plata con su patata… caliente: no podemos responsabilizar a un pueblo ruso que está secuestrado por un tirano déspota que mata a sus opositores, ende, en teoría, solo la ciudadanía europea tiene en sus manos el giro o ratificación por arte de urna en su libertad de voto… Vale, de acuerdo, ¿se nos ha consultado a los ciudadanos si queremos el hacha de guerra o la pipa de la paz?.. No. ¿Pero qué opinamos en realidad?.. Casi estoy por decírselo: en teoría tenemos todas las ganas y más de machacar al maldito sátrapa ruso. Pero, ¿y en la práctica?.. Óiga usted, señor vecino, ¿quiere que nos liemos una guerra y nos la fumemos a medias?..

En la II Mundial, al pueblo alemán no le preguntaron, porque el pueblo alemán había votado a Hitler en mayoría, y tenía un loco responsable de la irresponsabilidad, aunque, como Hanna Ahrendt dejó escrito en su “Banalidad del Mal”, la responsabilidad moral de ese mal era de reparto general… Aquí puede pasar lo mismo. O no. Es el riesgo de las democracias representativas, que no participativas: que para no pasar por burros que coceen a nuestros enemigos, elegimos a otros burros, aunque, al final, las coces nos las llevamos nosotros. Siempre es así.

Putin también fue elegido democráticamente en su día por su propio pueblo, si a eso vamos… Deberíamos pensar en todo esto un poquico.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ – www.escriburgo.com – info@escriburgo.com

SOLO ASÍ SE ENTIENDE

(de Las Provincias)

 

El tal Koldo pasó de ser portero de discoteca a ser la mano derecha de la mano derecha del Presidente del Gobierno, y ahí fue donde se aprovechó para enriquecerse con el sucio negocio de las mascarillas en época de muerte.

Naturalmente, la segunda mano derecha, Ábalos, dice que mientras no se demuestre que él también metió mano en el siniestro enjuague no tiene porqué pagar pato alguno… Lo que se calla es que, culpable o no, sí que es responsable de hacer a un mafioso su mano derecha.

Lo que apesta es que el propio PP, que tanto pide cabezas, se oponga a abrir una investigación integral sobre los negocios mascarilleros en aquellos tristes años… Y es porque entonces soparon todos. Solo así se entiende.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ – www.escriburgo.com – info@escriburgo.com

EL EFECTO EGO

(de BVG)

 

Empecemos el de hoy con una pensada… Y, por favor, a ser posible, que sea sincera (reléalo para sí mismo las veces que considere necesario): no es lo mismo encarar nuestra vida diaria pensando qué le debemos al mundo, que lo contrario: qué nos debe el mundo a nosotros… La verdad, reconozcámoslo, solemos ser muy benignos con el primer supuesto, y muy exigentes con el segundo. Y si cambiamos el concepto “mundo” por el de “personas”, entonces la cosa se agudiza aún más.

Eso se debe al Efecto Ego, con el que todos cargamos en mayor o menor grado. Y digo cargamos (yo también me incluyo, por supuesto) porque es una verdadera y auténtica carga la que soportamos… Si nos paramos a recapacitar un poquico, veríamos que si encarásemos nuestro cada día con el convencimiento de que nada debemos a nadie, y de que nadie nos debe nada, nuestra existencia nos sería mucho más liviana. Sin embargo, nos amargamos más o menos continuamente cada vez que algo, o alguien, no responde según nuestras expectativas. Y no es el daño que podemos hacer a nadie, sino el daño que nos procuramos a nosotros mismos…

…Mejor dicho: el daño que recibe y nos traspasa nuestro propio y personal Ego… Y no va éste de moralina alguna, no me malinterpreten, please, que ya he dicho que en esto habremos de meternos todos y que se salve el que pueda. En realidad estamos hablando, si me lo permiten los que me leen, de ese falso orgullo herido que nos asalta como una rémora a cada momento, o de vez en cuando, que cada cual se analice a sí mismo y por sí mismo.

Hacemos algo (esto es tan solo que un ejemplo ilustrativo) con alguien, o por alguien, o algo, y casi automáticamente, nuestro Ego nos lo apunta en nuestro Haber, y en el Debe de la contrapartida, osea, la partida contraria; el reconocimiento o respuesta positiva por parte de la otra parte, válgasenos la redundancia, que creemos merecer por ese acto o ese algo… Y nos cargamos con una deuda imaginaria que se nos tiene que corresponder o satisfacer. Es lo que yo llamo la Contabilidad Egóica – o egótica – que nos aplicamos cada ser humano según vivimos nuestra relación con los demás… o con lo demás.

No deja de ser una carga, gratuitamente ingrata, la que nos echamos encima de la joroba del alma, de la manera más torpe y absurda… Y nos levantamos cada día de la cama con la lista de deudores que nos deben esa explicación, contestación o satisfacción a nuestras fundadas, o infundadas, demandas. Nos ponemos en situación, nuestra situación, claro, no la ajena, y nos sentimos ofendidos y/o agraviados por lo que solo son falsas expectativas. Y todo porque no contextualizamos el concepto de EGO.

Dicho todo esto, lo que lamentaría mucho es que pudieran pensar que me estoy erigiendo en dar lecciones a nadie, de lo que soy, al fin y al cabo, un alumno más entre todos… Lo que pasa es que quiero compartir mi propio esfuerzo personal por combatir lo que yo mismo he padecido – y padezco – pero que intento limitar al mínimo posible. Y que me esfuerzo por eliminar, lo consiga mejor o peor, que eso habrán de opinar los demás que me conocen o me tratan.

El método que suelo utilizar, por si les sirve de algo, es aplicarme, cada vez que existe un sucedido de esos, lo de quién soy yo y quién es mi ego. Intento separar y diversificar, y distanciar en lo posible, a mi ego de mí mismo, aunque solo sea en mi imaginación, serenamente… Y entonces lanzar la estratégica pregunta de: ¿esto a quién le sirve, o a quién le puede dar satisfacción, a tí, o a mí?.. Si somos honestos con nosotros mismos, veremos que lo que al uno alimenta, al otro lo esclaviza.

Al menos he conseguido conocer, si no aislar, al virus. E identificarlo. Y eso siempre ayuda. Y he empezado a darme cuenta que, cada vez que lo consigo, recupero un espacio de libertad y de paz que había perdido tontamente; pues cuando uno siente de verdad que no debe nada a nadie ni nadie le debe nada a uno, es una persona libre, que no tiene que dar ni pedir explicaciones de nada a nadie… Yo creo que el que dijo aquello de “con el pecado llevas la penitencia” se refería a esta cosa de este caso.

La cuestión es que don Ego es mucho don Ego. Y en cada ser humano de este mundo se manifiesta de una determinada forma y manera, según la indiosincrasia personal de cada cual, pero siempre, siempre, con un solo y único objetivo: no perder el carácter ego-ísta de la naturaleza de su existencia… Cierto es que no hay nada en la creación que no esté por un objetivo concreto. El Ego fué y es necesario en la formación de la persona, en su principio, como escudo protector y arma defensiva. La tendencia es que ese Ego suele pasar de protector a dominador; y la persona es quién tiene que dominar a su Ego antes que su Ego lo domine a él. Como herramienta que es, no debe estar por encima de las manos que la manejan.

A estas alturas de mi vida, y de las muchas de muchos, nuestra obligación evolutiva ya reside en conocer a nuestro Ego como si lo hubiéramos parido… De hecho, nos han parido juntos y a la vez, como a hermanos gemelares. Pero una cosa es agradecerle los servicios prestados, y otra hipotecarle nuestras emociones y nuestra paz interior. Yo ya casi sé distinguir (y no lo tomen como presunción, que no lo es) cuando está hablando alguien, si lo está haciendo él o es su ego el que habla. Tan solo es cuestión de análisis y de práctica… Incluso con uno mismo.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ – www.escriburgo.com – info@escriburgo.com

INVITACIÓN

(de Xataka)

 

Hace tres o cuatro años, un tipo llamado Randy Williams compró una parcela en pleno desierto de California; la llamó Slowjamastar, y se proclamó Califa de su recién creado Estado… Hoy ya pasan de 20.000 los que se han registrado como ciudadanos de ese micropaís.

Yo ya tengo la parcela aquí, en Diseminado La Peña – aún no desierto de Murcia – y su nombre de bautismo es Escriburgo, aprovechando que la embajada ya está abierta en web.

Así que invito a los/las que quieran ser ciudadanos libres de esta República Democrática de las Letras... A lo mejor así, a lo tonto, tonto, podríamos crear algo bonito, y hasta hermoso…

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ – www.escriburgo.com – info@escriburgo.com

QUIZÁ DEBA UNA EXPLICACIÓN

(de Arsgravis)

 

Vamos a ver… posiblemente tenga que pedirles disculpas. Es cierto que suelo repetir mi axioma de que “el hombre es el que ha hecho a Dios a su imagen y semejanza”, y que he dado por hecho su correcta interpretación, que, por supuesto, no es estrictamente literal. Antes que existieran los seres humanos ya existía Dios, o el Logos, o el Absoluto, o como ustedes quieran llamarlo. El sentido común dicta que nosotros provenimos del Origen, no el Origen de nosotros… Lo que un servidor quería decir es que, en nuestra limitada capacidad de explicarnos a Dios, nos ha sido más fácil y cómodo representarlo según nuestro propio modelo, que es lo más cercano, y más cómodo también, de lo que tenemos más a mano. Y así cada cultura se ha hecho sus propios dioses.

Explicado queda, supongo… El porqué siempre ha sido así es debido a que también siempre ha existido una clase sacerdotal superior a la que ha interesado ser la custodia, intérprete y representante absoluto y en exclusiva de esa misma “creación divina” a su cargo, como símbolo y garante de su poder sobre el resto de “creyentes” más en ella que en el mismo Dios. Por eso pudo existir un dios tan terrible como Yahvé, porque era el tipo de dios que necesitábamos y les convenía tener. Lo entendíamos y atendíamos a la perfección porque nosotros mismos, en aquella época, éramos igual de cafres y brutos… Y así hemos ido “revistiendo” a Dios de nuestros propios atributos, según hemos evolucionado o lo que fuere esto.

Pero hemos de dar un salto cuantitativo y cualitativo importante en nuestra concepción de Dios, si queremos abrir nuestra mente – que buena falta nos hace – y dejar de depender de dogmas y normas, ritos y mitos, tradiciones que son traiciones, y que nos encadenan a falsas y falseadas creencias… Hemos de superar la era de los ídolos y tótems, en la que aún nos arrastramos como los monos ilustrados que somos.

La más cercana, humana y hermana, afectiva y efectiva, y evolucionada, imagen de Dios nos la legó Jesucristo: la de un padre cósmico, holístico, universal, entendedor y perdonador, familiar y atento, que vive en lo más recóndito e íntimo de todos y cada uno de nosotros, y que no necesita intermediación alguna… El paso atrás que le imprimió una Iglesia autofundada pero nunca fundada, fue para rescatar en lo posible lo que con la idea de Jesús perdían en el cambio: en ese “yo derribaré este templo y no dejaré piedra sobre piedra”. Por supuesto que no lo dejaron.

La realidad, la auténtica verdad, es que nosotros, los seres humanos, somos co-creadores con Dios. Que la fuerza creadora emanada de Él (nosotros) somos tan creadores como Él mismo… Pero que poseamos la capacidad creadora en potencia no quiere decir que tengamos conocimiento de ello en esencia. No la tenemos. Los sacerdocios se han encargado de que lo olvidemos. Pero lo somos, mal a quién pese. Y es el motivo por el que nos hemos creado una caterva de dioses sin que ninguno de ellos sea Dios… El Absoluto no cambia en Sí mismo, no tiene imagen, carece de semejanza, pues la imagen y la semejanza son formas de materia cambiante, y, por lo tanto, falsa. Nosotros las damos y nosotros las quitamos.

Eso nos lleva al punto de partida; al Alfa de todo Omega; al principio de todo fin: Dios es pura y puñetera energía primaria autocreadora de sí misma… que se crea, se recrea y se vuelve a crear sin ser creada en sí misma pero sí por si misma. Estoy hablando de donde nació el Big Bang de Hawkings, del que dijo el Vaticano que era un impío ateo. La segunda ley de la termodinámica y el Catecismo Ripalda mano a mano, con sus puntos en común… “como el Dios que está en todas partes y no tiene principio ni final manda”, por cierto.

Lo que ocurre, ¡oh maravilla de las maravillas!, es que esa energía, solo energía y nada más, ni menos, que energía, es una energía inteligente (yo me atrevería a decir autointeligente); y además, encima, con un objetivo, con un propósito como muy definido: proyectarse a sí misma en infinitos grados vibratorios y niveles de creación – desde la más dura piedra al más sutil pensamiento pasando por nosotros a medio camino – con el fin de experimentarse a Sí Misma de forma y manera consciente, o autoconsciente, que también me vale… Y durante eones de tiempo, nuestra sensación, claro, no la de Dios, pasa y tamiza por nuestra conciencia (aún no consciencia) como un colador, lo que aún no estamos en condiciones de comprender.

Aquí, precisamente, es donde nuestro Pepito Grillo levanta su enguantado dedo, se despoja de su chistera ceremoniosamente, y nos sopla en la oreja de esa misma conciencia: sí, vale, bueno, de acuerdo, pinochos míos, ¿pero qué pinta en todo esto el ser humano?; ¿cuál es su papel en esta historia cada vez más de física quántica?, ¿qué puñetas somos, de dónde leche venimos y ánde co… vamos, como nos preguntó la Esfinge?.. Naturalmente, si contestamos con las respuestas elaboradas por la religión de guardia, con la que nos han intoxicado pero no alimentado, no obtendremos más que relleno superfluo. De hecho, las iglesias están para bloquear tales respuestas, no para conducir el genuino conocimiento.

A nuestras mentes las han enredado con cientos de vírgenes y santos imposibles; en una idolátrica iconografía; en fiestas religiosas con cada vez menos sentido; en procesiones absurdas y patéticas; en navidades extenuantes, semanasantas extravagantes y cuentos de farsantes…Las han cebado con un pienso para no pensar, y a lo largo de nuestras vidas, como las vacas a cada vuelta de calendario, volvemos a sacar el bolo alimenticio de nuestro segundo estómago, el omaso creo que se llama, para volver a rumiar sobadas y adulteradas tradiciones repitiéndonos en nuestro obseso laberinto.

Pero lo cierto, la verdad, es que estamos hechos de la misma energía de Dios… que somos Él mismo porque somos en, con y de su misma Energía creada por creadora; y que no podemos, aunque lo queramos, ser otra cosa… Aunque otra cosa sea, lo creamos o tampoco, que, al ser de energía co-creadora, nosotros mismos nos creamos y creemos nuestras propias trampas, nuestros propios demonios, nuestros propios embustes, falsedades y mentiras… Por cierto, y con perdón, ¿álguien se ha preguntado de qué está hecho el diablo, de dónde viene o de qué procede?.. No somos nuestros roles, somos lo que somos, y eso es inevitable. Creamos y creemos; creemos y creamos sin darnos cuenta que ambas cosas son lo mismo…

Seréis como dioses”, dijo Dios a través de la serpiente ventrílocua del Génesis… Pero eso será cuando nos devuelvan la fe secuestrada y manipulada; cuando seamos dueños de un conocimiento encontrado por nosotros mismos en nuestro propio camino; cuando podamos usarlo como un “Fiat”, que así empezó todo, por cierto…

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ – www.escriburgo.com – info@escriburgo.com

¿QUIÉN ES EL CIEGO?

(de A24)

 

Creo que fue a Borges al que le leí algo referido a él mismo con respecto a su propia ceguera: “he perdido la vista, pero no la mirada”… Cuan enorme verdad es esa.

El gran error de la gente es confundir ambos términos. Se mira con la vista, pero se ve con la mirada. Por eso que cuando se pierde la primera, se puede ver a través del alma…

Así, puede uno llegar a estar ciego de la vista, pero si está ciego de la mirada, se está más muerto que ciego… Hay muchos, muchísimos ciegos que solo ven por los ojos.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ – www.escriburgo.com – info@escriburgo.com

MUCHAS GRACIAS

(de InformaBTL)

 

No hace mucho tiempo, una dama me dedicó uno de los piropos que más me ha conmovido: “tú no utilizas las palabras para escribir, las usas para pintar”… Bellísimo.

Ahora yo le correspondo diciéndole que bueno, que vale, pero que no… que el cuadro, la pintura, el lienzo, está en su alma, en su percepción, en su sensibilidad, no en mis pinceles.

No obstante, pintar o escribir, de alguna manera, es crear, comunicar; sacar fuera lo que se lleva dentro, compartir… Hay sensitivos que leen a alguien y les suena a música… Todos formamos parte de la misma obra.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ – www.escriburgo.com – info@escriburgo.com

LA VERDAD

(de Periódico Opción)

 

Un colega y un añadido me dicen que porqué no escribo algo sobre La Verdad, ¡nada menos!.. ¿Sobre qué verdad?, le respondo, ¿la tuya?, ¿la de este amigo que te acompaña?, ¿acaso la mía?.. Existen tantas verdades como seres humanos hay, por lo tanto, ¿cómo puede ser verdad una de ellas y su contraria?.. y, encima de todo, hemos sido educados, o quizá deseducados, a combatir, en vez de debatir, entre nosotros, cada uno por la suya… Al final de todo, escribir sobre la verdad es escribir sobre “mi” verdad.

Como definición de lo que puede ser la verdad, a mí solo se me ocurre una: “podríamos decir que la verdad es la no-mentira consciente”… Me explico: la mentira consciente (nuestra época es de embustes y face news) nunca puede ser verdad, al igual que las que se largan con un propósito definido e interesado; con un objetivo de propio beneficio a pesar del daño ajeno… o incluso con la sola intención de daño, aunque yo, personalmente, crea que todo se basa en un interés económico y/o de poder manifiesto sobre los demás.

¿Pero la verdad/mentira que se hace de buena fe, sin mala intención?, se me inquiere... Yo pienso que la persona cree que está diciendo una verdad, simple y sinceramente. Luego, existe una Verdad holística, universal, incuestionable e incontestable, de la que cada persona – acentúo lo de persona, no gente – participa de una parte más o menos amplia, más o menos equivocada, mejor o peor interpretada, que es la que captamos y creemos como verdad. El error más común es precisamente ese mismo: que confundimos nuestra verdad con la Verdad, y nos dejamos el alma por relativizar (inconscientemente, claro) lo que es absoluto… Y aquí, como decía mi inolvidable amigo el cura Antonio: “metámosnos tós y sálvese el que pueda”.

Mi método personal para captar la negativa de la positiva, si quieren saberlo, es aplicar un poquico de observación, y en esta fauna existen como un par de grupos: los que tienen la voluntad de engañar, y los que se dejan, porque en el fondo quieren ser engañados… A ninguno de ellos le importa la verdadera verdad un comino. De hecho, los primeros se esfuerzan por imponer lo falso, y a los segundos les es más cómodo creer lo que sea antes de molestarse en pensar.

Los primeros son aquellos que lo que te transmiten lo hacen desde una insistencia casi violenta y repetitiva; si te niegas a creerlo eres atacado, insultado, declarado enemigo (cualquier parecido con la realidad NO es pura coincidencia); y practican el “si no estás conmigo, estás contra mí”…En la otra cara de la moneda están los que se limitan a decir su verdad y dejarlo ahí, sin imponerla, sin coaccionar; simplemente la muestran, la mantienen pese a los escupitajos de desprecio, y se acabó lo que se daba: “para ti la presa, hermano lobo”…

Los segundos son aquellos que se encogen de hombros y se niegan a debatir ni a dialogar, los que te dicen: “yo solo sé lo que quiero y no deseo hablar de lo contrario”… Los “sinrazones” son legión, y es el caldo de cultivo de los primeros; los tontos útiles que no precisan explicaciones, porque, en el fondo, les dá igual; les dá lo mismo lo que nadie pueda decirles; huyen de cualquier razonamiento.

En ambos casos es tierra baldía, inerte, árida… “Dejad que los muertos entierren a sus muertos” decía Jesucristo aconsejando a sus apóstoles para que no perdieran tiempo ni fuerzas en tales eriales. No es que no pensara en ellos como personas, que sí, sino que los daba por nulos. Cero. Lo remató con otra frase lapidaria: “no hay peor ciego que el que no quiere ver, ni peor sordo que el que no quiere oir”, con respecto a la palabra que Él predicaba. Y punto pelota.

Parece como si yo estuviera poniendo sobre el tablero una lucha de la verdad, algo así como una batalla por la verdad… Pero no es así. La verdad auténtica, la genuína, es pacífica, no pelea, es mansa, solo aparece y se muestra, pero sin imponerse, sin hacerlo con suficiencia ni estridencia. Expone sus razones si se le pide, y se marcha por donde ha venido… “Si no te escuchan, sal de la ciudad, sacúdete el polvo de las sandalias y vuelve aquí” fue el consejo del Nazareno a los suyos… Es otra de las características de la Verdad: exige libertad de elección, voluntariedad, pero nunca, jamás, presión ni imposición. Es lo contrario a la fuerza y a la desidia.

A mí se me achaca que repito mucho las ideas. Cierto. Es mi efecto y mi defecto… Pero me limito a ser cansino, no coactivo, o, al menos, eso intento. Sin embargo, por el contrario, hay otros que se quejan de que, cuando pido algo u ofrezco algo, a nivel personal, que no colectivo, no vuelva a decírlo ni repetirlo más, y tiene su explicación: cada cual guarda sus razones para aceptar o rechazar un ofrecimiento, una invitacion, una petición, y hay que respetarlo desde la primera intención. Todos hemos de aprender a cosechar y aceptar las consecuencias de nuestras decisiones y de nuestras acciones… Yo el primero, naturalmente.

Dicho todo esto, podemos volver, si lo desean, al comienzo de este escriturial… ¿Qué es la verdad en una sociedad donde cada cual esgrime su propia, única e inequívoca verdad?.. ¿cuál es?, ¿dónde está?.. Quizá deberíamos empezar a considerar que nuestras verdades humanas sean relativas, y, por lo tanto, fugaces, y, por lo tanto, falsas. Que las verdades universales, eternas, se reducen a una sola y única Verdad absoluta; y que aquí nos partimos los piños por imponer nuestras verdades relativas, perecederas, que tienen fecha de caducidad con nosotros…

En la práctica, cuánto más dialoguemos, razonemos y debatamos nuestras verdades, más posibilidad de verdad tendrán, aunque no la tengan por entero, ni en su totalidad… Además, más vale perseguir la verdad toda la vida, que adoptarla y adaptarla a la mentira durante toda esa misma vida.

Miguel Galindo Sánchez / info@escriburgo.com / www.escriburgo.com

PROTESTAS

(de Europa Press)

 

Supongamos que yo vendo lo que produzco a oligarquías financieras que, a su vez, lo distribuyen a los consumidores finales, que son, en definitiva, mis auténticos clientes, y que son esas distribuidoras las que abusan de ambos: de ellos y de mí.

Así que, en mi legítimo cabreo, salgo a la calle a cortar carreteras y joder los intereses de mis clientes: los consumidores de mis productos, a precio desorbitado además del escaso que a mí me imponen.

Las víctimas perjudican a las otras víctimas, ¿no es eso?.. Es justo lo que está ocurriendo con las tractoradas y camionadas. Llevan razón, pero equivocan la diana, yerran el camino.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ – www.escriburgo.com – info@escriburgo.com

¿TANTOS Y TAN TONTOS?..

 

Estamos tan bulímicos que ya ni nos damos cuenta. Nos ponemos delante de los noticiarios para doparnos, no para enterarnos. Las cadenas ya ni disimulan a la hora de suministrarnos el bolo alimenticio mental, ¿para qué molestarse?.. No hace mucho tiempo, a los llamados medios de comunicación – sobre todo los teledirigidos – les llegaban los morcones de arriba, y ellos procuraban administrarlos con una cierta dosis de inteligencia, pero hoy ya es que ni se preocupan de prepararnos el obligado pienso para que no parezca lo que cada vez es una mayor manipulación de fondo. Solo hay que fijarse en los transmisores/as: son loros/loras que nos largan en voz alta lo que les ponen en el lectógrafo sin ni siquiera pararse a modular, mucho menos a pensar (sobre todo en las “Voz de su Amo” autonómicas), aunque solo sea para guardar las formas, ¿qué más dá?..

No hace muchos días, en un mismo colador de noticias, la misma cacatúa amaestrada que hace apenas un trimestre nos justificaba la subida de la luz porque en verano enchufábamos mucho los aires acondicionados, ahora, con la misma impavidez, nos intenta convencer de que la subida de la luz se debe a que otoño-invierno tiene menos horas de luz solar, por la cosa de las fotovoltaicas… No llega a los cinco minutos, y la misma robot parlante que este verano nos justificaba la subida de la gasofa por el aumento de consumo debido a los desplazamientos estivales, ahora nos suelta, impertérrita, que es por la guerra israelí sobre Gaza (observen que ya no es por Ucrania).

En el tramo final del mismo cartapacio informativo (yo lo veo cada vez más como des-informativo) nos preparan para una subida de la carne de pollo, tras ya haber conseguido la aceptación de la del aceite, el azúcar y un largo etcétera… Ésta nos la adoban que la culpa es de Bruselas, claro, por sus medidas contra las macrogranjas que nos envenenan el medio y hacinan a los pío-píos. Ya tenemos culpable: Europa y los animalistas que no son muy listos y listas. En este pase de pecho escamotean que, antes de las condiciones animales , que también va, por cierto, en las condiciones del alimento que nos comemos; también viene en la calidad de nuestra propia salud, que, junto al medio ambiente, la estamos haciendo carbonato.

Hace apenas nada, al comienzo de la guerra de Ucrania, nos hartaron a sacarnos macrogranjeros en pantalla, quejándose amargamente de que no podían soportar el incremento de los precios del gasoil, de los piensos y las harinas, del transporte, etc., dada la enorme cantidad de cabezas a las que alimentar… Ahora, la UE es la culpable porque quiere reducirlas a espacios más pequeños y viables. Esto es: si se mantiene una política, se encarece el producto; si no se mantiene, también se encarece; y si todo lo contrario a ambas, igual sube el precio. Cuando yo era zagal, no existía en España una sola macrogranja de nada, y miles de pequeñas explotaciones surtían a carnicerías y al personal de carnes y huevos a unos precios sobradamente razonables. Y todos vivían dignamente de su producción.

Entonces se podía porque se practicaba la verdadera, la auténtica, la genuina “Economía Circular” (no lo que ahora se nos vende por ello)… Pero vinieron los magos trileros de la globalización, y nos convencieron que lo rentable era lo “macro”, y la calidad (¿?), y lo chupiguay. Y que lo otro era miseria y muy señor mío… Y nos lo creímos; y picamos como los buenos besugos que somos; e hicimos cerrar nuestras granjas y lonjas, y nuestras tiendas de barrio; y lanzamos a los productores en manos de los “especuladores unidos jamás serán vencidos”; y en las zarpas de las distribuidoras; y entregamos nuestro propio pan, que producimos y comemos, a las oligarquías financieras y monopolistas que hoy nos tienen cogidos por la ignorancia de nuestra incultura.

Así que ellos, desde su Olimpo, planifican la subida del pavo o la caída del limón, se buscan las excusas pertinentes (tampoco han de escurrirse mucho los sesos) engrasan el aparato politicadministrativo, lo filtran desde el embudo de los medios informativos… ¡et voilá..!: el pavo subirá precisamente por efecto de su propia naturaleza: por no saber volar.

Y nosotros, el resto de todos y cada uno de nosotros, nos dolemos pero lo aceptamos. Y aquí es dónde, precisamente, está el “intríngulis”: en que damos por bueno todo lo que nos cuelan por los periódicos y por los catódicos… “claro, es que, como no vienen volando, que los transportan, y la gasolina está comostá”… Y el circuito se cierra con un plano general de los consumidores y consumidoras con marcado reciente de “pelu” petando las terrazas de la industria nacional única: la hostelería, que es la que no nos falla, gritando a coro y todos y todas a una: “ansí no se pué vivir, joel”…

Si algún/alguna se ve retratado/a en aqueste sainete perete, ruego encarecidamente sepa disculparme de mi ironía, pero tenía que pintar el óleo general en el que estamos todos incluidos y colgados de la pared hispana… Después de esto, que cada cual/a se descuelgue del paisaje y del paisanaje si quiere y puede, que querer es poder. Pero así es como somos tratados, y así mismo lo merecemos porque así lo aceptamos. Decía Aramburu en una de sus estimables columnas que “somos un país de mansos ruidosos”, y no le falta razón… Formamos mucho barullo picoesquinero, pero cuando y donde hay que dar la cara y sacar el morro, nos arrugamos como la tripa de matachín.

¿Y nuestros políticos?.. ¡Hay, nuestros políticos!.. Ellos están hechos a nuestra imagen y semejanza, pues son nuestro propio Génesis. Pero, claro, más espabilaos, pues son “los bien pagaos”; porque viven opíparamente de alimentarnos con nuestras propias mentiras y el mandato de los amos de las “perras”, ya saben… Nos dicen aquello que queremos oír (cada cual a los suyos); nos enfrentan a unos contra otros para que no nos unamos; se ponen de cara a la hora del reparto y de perfil cuando vienen mal dadas; se apuntan a la última chupeta que les engorde la nómina, mientras aumentan los índices de desigualdad y pobreza en la sociedad que administran; y hacen que nosotros asumamos el costo de sus errores como si fueran nuestros…

…Y a lo peor lo son, por no ponerles coto y remedio… “No existen malos políticos, existen malos ciudadanos”. (Voltaire).

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ – www.escriburgo.com – info@escriburgo.com

LA LIBERTAD

(de Derecho Romano)

 

 

Un día, un señor romano decidió conceder la libertad a sus esclavos. Así que los reunió, y les dijo: “sois libres, podéis marchar y hacer de vuestra vida lo que deseéis”…

Y sus esclavos le respondieron: “¿quién eres tú para quitarnos la libertad de optar por ser esclavos?.. ¿acaso no podemos ser esclavos libremente?”..

Es la imagen del hombre actual. Nos esclavizamos a un hedonismo y consumismo de los que no queremos liberarnos. Preferimos ser gente a ser personas. Somos pensados por nuestros amos y nos negamos a pensar por nosotros mismos… ¿Quién eres tú para liberarnos de nuestras cadenas, tradiciones, hormas, dogmas y hormas?, contestamos a nuestro señor.

DECÍAMOS AYER...

(de Rtve.es)

 

Bien jovencito yo iba para impresor, pero las circunstancias de la vida me empujaron a otro camino. Aprendí el oficio completo: desde los tamaños y cortes de papel; la impresión en diferentes máquinas, manuales y eléctricas; encuadernación en blocs, talonarios, etc… pasando, por supuesto, por el alma de todo: por la composición de moldes en tipos de plomo (de ahí lo de tipografía). Con don Emilio, al que mucho quise, que me enseñó a juntar y justificar las letras que componen los textos: tipos, tamaños, familias; regletas de dos, cuatro, seis, ocho o doce puntos… Y he terminado mi andadura juntando letras también, ¡qué cosas!, pero esta vez directamente sobre el soporte (ya casi nunca papel), y no copiadas del original dado, sino de mi mente que me las dicta, y me las elige, ora esto, luego lo otro… Empecé como impresor y termino como escribidor.

Pero esa mente es selectiva, aunque me conceda una parte de libertad creativa… Por ejemplo: leo en letras de molde bien gordas una cabecera de periódico regional (LO-20/11) algo que me sobresalta la atención, y es “el Mar Menor amenazado por fármacos y cosméticos”. Decenas de años echándole la culpa a la agricultura (toda la culpa, sin tenerla toda), y cuando se la condena aparece esto… Busco industrias cosméticas y farmacéuticas por acá y acuyá, y no encuentro ninguna, pues lo de las múltiples e incontrolables, y macro, piaras, de la cría de cerdos, no lo veo compatible con el perifollo.

Así que me pongo a leer el estudio… y me encuentro con que a eso se les llama “contaminantes emergentes”, osea, que empiezan a florecer ahora, en la actualidad. Vale. Un nuevo foco el que amenaza a la laguna. “La mayor presencia de estos contaminantes se dan en las zonas costeras, donde hay una mayor presión humana”, apuntan los investigadores. Esto es: los focos ya no vienen tanto del interior, sino que están “in situ”. Va a ser, me temo, que ahora toca prohibir que los visitantes, veraneantes, vecinos y turistas, se tiñan el pelo, usen rimmel y demás cremosidades, y, lo peor, que vayan enfermos y podridos, como los que tomamos una docena de pastillas al día para mantener nuestra apariencia de sanos.

Los fármacos de uso humano tienen su principal vía de entrada a través de los efluentes de las plantas de tratamientos de aguas residuales”, sigo informándome en el detalle de las causas… Está más o menos claro: evacuamos vía WaterClouse toda la porquería química con la que nutrimos y embadurnamos nuestros patéticos organismos (la alimentación propiamente dicha ya lleva su propia carga de contaminantes químicos), y todo va a parar al mar al que, matarile-rile-rile, le damos día a día, a todas horas, desde nuestras estancias costeras, en una transfusión lenta, pero mortal, acelerada a tope en temporada alta… Los propios de las manifas de “salvemos al soldado Ryan” son eliminadores activos de las sustancias farmacosméticas que joden mogollón a nuestro muy querido medio. ¿Qué hacer, pues, ahora?, ¿qué decir entonces?. A mí no me pregunten.

Decíamos ayer… Bueno, eso era Fray Luís de León desde su cátedra de la University of Salamanca; pero decía yo muy ayer desde mi cátedra de la vida; desde mi espadaña de ver las cosas y de recibir pedradas, sin dejarme llevar por la marea de lo que toca (o nos hacen que toque) en cada momento, y los sentimientos impostados de aluvión, que sí, que claro, que naturalmente, que la agricultura intensiva tenía-tiene una buena parte de culpa en el desastre ecológico y natural de la laguna… Pero eso: que solo una parte. Que había otra parte de producción de veneno aportada por los propios hacinamientos humanos que soporta el litoral, en espiral intensa creciente, y que no son ángeles que (con perdón) no comen, no mean, no cagan, no se lavan ellos ni lavan sus ropas, no usan lavavajillas…

Pero esa parte, nunca, jamás, se ha querido ver. Seguimos masificando la costa de bares, servicios, hoteles, chiringuitos, urbanizaciones y proyectos constructivos a mogollón, y más los que vendrán a partir de la suspensión de la moratoria. Esas construcciones invasivas – para eso se hacen – se petarán de humanos que se maquillan por dentro y por fuera a diario (aparte, claro, el aporte de su cada vez mayor menage), y que, al tercer día, resucitará todo en forma de excremento, que, a pesar de toda su depuración – que no sé yo tampoco – al final, cuesta abajo como van todas las cosas, amanecen y aparecen en nuestros basureros de siempre: los mares.

El agente contaminante es el hombre, el ser humano, las personas. Directamente. Lo otro son los medios de los que nos servimos… El demonizar la agricultura masiva y santificar el turismo igual de masivo es una miopía consentida, disimulada e interesada, de según qué recorrido… Contaminar el Mediterráneo, o los océanos (que también lo hacemos) parece notarse menos gracias a las amplitudes (la mierda se nota más en envase pequeño que en envase grande), por eso hacerlo en un medio reducido, como nuestro Mar Menor, tiene sus graves y muy directas consecuencias, porque igual es directamente proporcional, como nos enseñan los profes de mates antíguos y modernos…

En realidad, reconozcámoslo, no hace falta que haya venido Vox ha pasarse por el rulé esos principios, y abogue por un campo produciendo a degüello y la producción turística a mayor tope aún… Eso ya lo hicimos nosotros antes, y deseamos seguir haciéndolo hoy. De hecho, para eso mismo hemos votado a ese partido, y aquí casi más que en ningún otro lado: para ahora tener a unas siglas a quiénes echarle la culpabilidad mañana de nuestra irresponsabilidad de siempre.

Estaba yo ayer, como decía, juntando los tipos de plomo bajo la batuta del Sr. Salmerón, sin parar en mi conciencia, menos aún en mi consciencia, lo que significaba aquello que estaba componiendo… Yo montaba línea sobre línea, según el modelo plantado ante mis narices. Luego, al final, en la prueba impresa, el Corrector haría su trabajo, desempeñaría su rol, corrrigiendo errores con oficio… Sin embargo, ¿quién corrige lo que hoy levantamos?, ¿quién es el corrector de todo este desaguisado?, ¿ánde andará?.

Miguel Galindo Sánchez / info@escriburgo.com / www.escriburgo.com

OPTIPESIM

(de Deia)

 

El otro día me llama un amigo mío, del que hacía tiempo no sabía… “Yo sí sé de ti”, me dice, “pues te sigo en tus escritos”, me halaga, pues él es un estupendo periodista en activo, y una persona positivamente comprometida, como pocos.

Me dá a entender, en nuestra corta charla, “lo acertado” de mis escriturajos, y yo le opongo el parecer de muchos que me dicen sin tapujos que me he vuelto un redomado pesimista.

Y me hace el mejor regalo que nunca he creído merecer, dadas las circunstancias: “Te seré sincero (me contesta) yo te veo como un optimista bien informado”… ¿Dios mío! – me digo a mí mismo - ¿cómo será  hoy un pesimista?..

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ – www.escriburgo.com – info@escriburgo.com

VALORES

(de Quora)

 

Me da la sensación de que estamos perdiendo el sentido de la proporción. Y me atrevo a decir que incluso el de la ética… Por otro lado me parece lógico, porque, miren ustedes: en el momento en que desproporcionamos las medidas, nos cargamos la estética; y como la estética es la madre de la ética; pues aquí lo tienen, blanco y en botella. Lo malo es que la ética afecta directamente a la justicia, que es, o debe de ser, el equilibrio de los casos y las cosas (por eso se simboliza con una balanza); de la buena convivencia; e incluso de la lógica, del razonamiento y hasta del sentido común.

Me voy a permitir poner dos o tres ejemplos sacados de la reciente cotidianidad, y que vienen a cuento de lo que quiero ilustrarles: leo en un periódico cercano el caso de un padre que, al tirarle su hijo de nueve años las gafas del abuelo al suelo, en una rabieta infantil, le propinó una cachetada en el culo, por la cual la Audiencia Provincial ha condenado al progenitor a no acercarse a su vástago a menos de trescientos metros del zagalico durante tres meses.

Otro, mucho más conocido, es el del escritor Fernando Sabater, que ha sido condenado socialmente a descrédito público, e incluso despedido como colaborador habitual de El País (periódico que yo creía liberal) por un artículo en el que critica lo que él cree como excesos del malentendido feminismo… Por un lado, decimos defender la libertad de opinión, y por otro la castigamos, aplicando además inquisitorialmente métodos desmedidos para lo que se estima “políticamente incorrecto”.

Entre medio de estos casos, leo un suelto en uno de esos dos mismos diarios, donde el recién estrenado Ministro de Economía, un tal Carlos Cuerpo, creo, nada más asumido el cargo, su primer acto ha sido nombrar a su mujer como Directora General de no sé qué cosa de su Departamento… Esto es, o así lo creo entender yo, un claro acto del más descarado nepotismo, y que ha pasado sin pena ni gloria, como la cosa más natural y normal del mundo.

Por supuesto, hay muchos, muchísimos más ejemplos, de estos carices tan distintos como distantes, y como opuestos… Me refiero a que castigamos desmedidamente actos más que superficiales y veniales, y, aún así, relativamente dudosos; y, por otro lado, dejamos escapar, sin un solo guiño, otros que, si no otra cosa, sí que son francamente amorales. Lo que demuestra, aparte la legalidad o ilegalidad en función a tales leyes, que la legislación no siempre se ajusta a un código ético… Yo siempre he dicho que la gente suele confundir Ley y Justicia. Pero son dos algos distintos. La Primera sirve a la segunda, pero no siempre la segunda tiene un sentido justo. Piensen – por mal ejemplo – que el genocidio nazi fue legal según las leyes alemanas de entonces. Aunque éstas fueran inhumanas en tal sentido.

Al final, todos estos matices, emanan y desembocan a la vez, de y en una misma tabla de valores, cuya escala la veríamos según los tiempos que nos toca vivir; y de esa escala de valores elaboramos unos principios que son los que usamos en nuestro día a día enmarcados en normas, reglas y leyes… Luego, a ese pack no tenemos empacho en llamarlo “moral”, y nos quedamos tan panchos. Nos decimos a nosotros mismos que todo lo que es legal es moral, pero nos engañamos.

Moral viene de la raíz latina “mor, mores”, y no significa otra cosa que “costumbre”… Entonces nosotros, como gente pensada, que no pensante, de las costumbres hacemos tradiciones, y a éstas les concedemos el valor de principio moral. Tremendo error, puesto que existen tradiciones abominables, y ningún valor, ninguno, es inamovible. Todos evolucionamos, o estamos obligados a evolucionar, para mejorar a la humanidad, no para su involución. Todos hemos de estar al servicio de las utopías, no de las distopías.

Sin embargo, al menos aparentemente, se adivina una crisis en el sistema (crisis de valores, la llamamos)… Están como trastocados, y, claro, lo que producimos son esas también aparentes inmoralidades en nuestras leyes, reglas y normas, que `producen esos disparates de los que al principio he hecho ejemplo: le damos importancia a lo que no tiene ninguna, y no se la damos a lo que debería tenerla; castigamos y absolvemos sin fuste ni principio alguno; y hemos perdido el sentido del justo equilibrio. Y lo que es peor, lo que hacemos mal, encima, lo utilizamos como excusa.

Está meridianamente claro – yo así lo veo – que vivimos tiempos líquidos (como bien analiza Baümann en su obra); tiempos de cambio profundo, tanto en pensamiento como en estructuras; que nos viene un cambio de paradigma en todas sus extensiones; un cambio de era evolutiva (algunos la llamarán astrológica, aunque sí que es astronómica), incluso impulsada por nuestros propios actos y acciones erradas; y que antes de salir a la nueva luz habremos de afrontar la imponderable oscuridad… Los cambios de ciclo llevan un tiempo de depuración, y eso es inevitable; como inevitable resulta las consecuencias de la Ley universal de Causa y Efecto.

En esta tesitura, tan solo existen un par de posturas: Oponerse al cambio, o colaborar con el cambio. Optar libremente por la involución o por la evolución, eligiendo de qué lado de la revolución se pone uno… Sobrevivirán los que sepan escoger y su edad se lo permita, naturalmente… Yo, por la mía seré tan solo que un testigo del final, que no del principio, y crean que lo siento de veras, pero así son las cosas. En una década veremos tambalearse ideas e instituciones que creemos sólidas; sentiremos caducar principios que pensábamos increíblemente eternos; y asistiremos a cambios estructurales de enorme profundidad para lo que ha de seguir después…

Ojo, ni esto es el Apocalipsis ni yo soy San Juan. Los que empiecen a abrir su mente lo vislumbrarán, y los que la mantengan cerrada me lo achacarán en su ceguera, por ser “un agente de la disolución”, como últimamente me han sobretiquetado… Vale, con eso ya cuento: ¿qué más..?

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / info@escriburgo.com / www.escriburgo.com

CUMPLEAÑOS FELIIIIZ

(de Cope)

 

Me disgustan todas las modas anglosajonas, pero muy especialmente entre todas ellas la apagada de velas en cumpleaños con el tonto estribillo cantado y todo eso. Me parece estúpido y patético.

Y es que yo asocio vela apagada con vida apagada, y no le veo la gracia por ninguna parte… He cumplido muchísimos años, y los de mi generación, sin ese bobo protocolo, hemos sobrevivido sin ningún problema.

Pero lo que más me molesta es la absurda insistencia y la obligación que te imponen, porque “un cumpleaños sin velas no es un cumpleaños ni es nada”… No sé quién dicta las normas que se convierten en dogmas. Pero deberían respetar la voluntad del que cumple, al menos.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ – www.escriburgo.com – info@escriburgo.com

EL SER RELIGIOSO

(de MagisNet)

 

La religión (sentimiento religioso) y el ser humano nacieron juntos, se desarrollaron a la vez y se están cuestionando por separado, si bien el Plan, con mayúscula, es el mismo… En aquel Jardín del Edén que dicen, al que le cambiaron las “aes” por las “es” tras echar al inquilino con su Adn puesto, el sentimiento de haber pasado de animal a humano en aquel paraíso lo ha acompañado en su genética ética y estética hasta la más actual actualidad, valga la redundancia actualizante. Y lo ha sentido y vestido según su experiencia y trascendencia de cada momento histórico de su largo – o corto – camino, según se mire, o según se mida, en los eones del tiempo.

El hombre primitivo elaboró la religión del miedo como explicación a su desnudez y fragilidad: miedo al hambre, al clima, a los animales salvajes, a la enfermedad, a la muerte… Como en aquellas épocas primarias las personas no habían desarrollado la comprensión de las conexiones causales, tuvo que inventar dioses y diosas para cada efecto y asociarlos a los acontecimientos más sobrecogedores y menos entendibles… La religión del miedo intenta que las potencias deíficas (naturales) sean propicias a los mortales ofreciéndoles sacrificios, propios o ajenos, personales o sociales, esto es: comprándoles, sobornándoles, ofreciéndoles un trato.

Es en ese momento (se estaba pidiendo a gritos) cuando se gestan las castas sacerdotales, que se erigen como mediadores y representantes exclusivos, entre la tribu y el tótem primero, luego entre el pueblo temeroso y el diós al que temen, en base a una hegemonía propia, faltaría más… En el momento en que susurraron a la oreja de los reyes que ellos podían hacer creer que los monarcas recibían su corona y poder por la gracia de Dios, y que ese mismo Dios los entronizaba a través de los sacerdotes, el invento quedó sellado y patentado por milenios, prácticamente hasta los mismos umbrales de la era moderna. Una asociación muy rentable para ambos elementos: monarquía y religión.

Y de tal punto nació un concepto social de la religión: el Dios de la Providencia que protege, dispone, recompensa y castiga; e incluso añade en el kit, como oferta especial de lanzamiento, la custodia del alma de “nuestros” muertos, y entrecomillo lo de “nuestros”, porque no vayan a ser los de los otros… Aquí ya hay una especie de acuerdo contractual, que de ahí viene “contrato”: la religión se convierte en una especie de oficina de Aduanas en que, en base a misas, regalías y bulas subrogadas, pasaportes purgatoriales y venta de favores con el divino, diezmos y primicias, le dá el toque de religión social.

La Iglesia es la cúpula visible, la puerta del cielo en la tierra; y la curia y sacerdocio es el inmenso funcionariado que la sirve y que se sirve sin contemplaciones. Ya no son necesarios los sacrificios de la religión del miedo, luego basta con pagar las tasas e impuestos y gabelas pertinentes para evitar que el alma sea pesada en la balanza de Anubis. Pase por taquilla y será salvo, se dice en los confesionarios, como fielato de absoluciones.

El paso evolutivo a la religión moral se empezó a intentar - a suponer - a partir de Jesucristo, que descubrió un trato directo con un Dios que era más padre que diós. Lo moral y normal es el trato directo, cordial, íntimo, confiado, abierto e incondicional… Y digo que se comenzó a suponer, porque en realidad fue un intento más que un logro, pues la propia religión entonces dominante desbarató un tanto el intento, quitando de en medio al mensajero y manipulando su mensaje; y erigiendo una nueva, remozada y retocada religión con los restos del tal mensaje. Osea, más de lo mismo salvando los detalles…

Pero aquél Cartero de aquél Zar, dejó dicho que el Dios-Padre había que buscarlo en nuestro interior y no en Templo alguno, incluso soltó que “no dejaré piedra sobre piedra”; y en el cemento de la falsa religión, gemelar a la judia, incrustó una carga que estalló en el Concilio Vaticano II de Juan XXIII (1.962), en que comenzó a abrirse grietas que han ido a más aún y a pesar de los vanos y frenéticos intentos de meter el freno y marcha atrás; y que Francisco quiere revisar lo que su curia quiere seguir ocultando. Se empezó a vislumbrar la religión moral donde hasta sus curas tenían que trabajar para poder comer, como los antíguos cristianos; y donde la “Palabra de Dios” se daba nueva, gratuíta, conciliatoria, entre obreros y andamios. Todo estaba entonces en deconstrucción para su reconstrucción.

Mas todo quedó en agua de borrajas. La todopoderosa curia se dio cuenta que se estaba desmantelando el montaje, y se dio prisa en cancelar la apertura, satanizarlo todo (el humo de Satanás había entrado en la Iglesia, mentían, y les creimos); y si había que pasar por las armas a algún Papa, pues se pasaba, tampoco sería la primera vez, ni quizá la última (recuerden a Juan Pablo I)… Y la tumba volvió a cerrarse, y el oscurantismo volvió a la religión. Pero la semilla moral quedó plantada, y ya nunca, jamás, después, se ha secado del todo. Y está pronta a dar su fruto.

Hoy, en la actualidad, a pesar de la aparente ruindad y ruinosidad, empieza el amanecer de la… yo la llamo Religión Cósmica… Newton, Képler, Galileo, fueron abatidos, pero ya Laplace, Einstein, Hawkings, tuvieron que ser escuchados. Ya no sirve la concepción antropomórfica de Dios. Incluso en Salmos de David y en algunos antíguos profetas ya lo anunciaban. El budismo y el aire fresco de Shopenhauer se han hecho presentes en el mundo, pese a la oposición pétrea de la aún vigente religión del miedo mantenida por una Iglesia santoral-profesional.

Acusan a la ciencia de socavarle la moral, pero eso es porque las religiones se han apropiado la tal moral, cuando la moral no es suya ni de nadie. Nunca lo ha sido. Como tampoco la fe… La religión cósmica, universal, holística, no necesita de Iglesias. Para nada. Cristo tampoco las necesitaba. La Iglesia ya no sirve al hombre, ya tan solo se sirve a sí misma.

Es el sentimiento religioso cósmico lo que proporciona fuerza al hombre… en estos tiempos materialistas que vivimos la única gente profundamente religiosa que conozco son los investigadores científicos honestos y serios” (Albert Einstein)

Miguel Galindo Sánchez / info@escriburgo.com / www.escriburgo.com

DEBERÍAMOS FIJARNOS MÁS

(de Gurena)

 

Lo mismo que en un tren, si miras el paisaje cercano, te parecerá ir a una velocidad increíble; si te fijas en el lejano, por el contrario, te parecerá viajar a una gran lentitud…Igual pasa con la vida.

Si quieres manejar los acontecimientos cercanos, te sobrepasan, actúas sin pensar, por reflejo, con precipitación… Pero si los ves venir de lejos, cuando llegan ya los conoces, los tienes estudiados, y obras con mayor sabiduría.

Y es que, si nos fijáramos más en las leyes físicas, nos educarían en nuestro comportamiento, pues ellas no son ajenas a nosotros, y nosotros estamos sujetos a ellas… A veces nos creemos por encima de lo que no lo estamos.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ – www.escriburgo.com – info@escriburgo.com

LO QUE SE COCINA

(de Imida)

 

“Profesionales de la cocina acuden al Banco de Semillas del Imida en busca de recuperar sabores tradicionales” (LO,28.11) Esta noticia pone a las claras que los sabores que nos suministran en la cesta de la compra no son los tradicionales.

Son otra cosa, otros sabores y otros saberes…La manipulación en la explotación alimentaria los han convertido en sucedáneos de lo que fueron, así que se nos hace olvidar el sabor que tuvieron, y listo…

Por lo que los dioses del guisado, que lo saben mejor que nadie, procuran rescatar la pureza inicial de los alimentos, para hacernos adeptos a sus depuradas cocinas y cantarles aleluyas de adoración… No es cuestión de arte, sino de rescate.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ – www.escriburgo.com – info@escriburgo.com

LA VERDAD OS HARÁ LIBRES

(de NoDualidad)

 

Imaginaos a Catalina Emmerich misma, por ejemplo entre otros conocidos, bajo su estructura mental archicatólica de entonces (creo que ya fue santificada por la Iglesia) que hubiera accedido a un nivel de percepción en el que su visión le manifestara lo que ella creería a pies juntillas como el mismísimo infierno: fuego, clamor de las almas en pena, talmente convencida y abducida por la imagen del mismo creada por la religión. Nada que objetar y mucho que transmitir en aquella época (1.774)… Algo perfectamente plausible, dadas las circunstancias.

Hoy, en la actualidad, podríamos pensar que, casi, casi con seguridad, le fue dado a ver lo que ahora conocemos por un “Agujero Negro” de nuestra misma galaxia… La imagen y el sonido, captado por Hubble, y que ha difundido la Nasa, no necesita de muchos comentarios:

https://Youtube.com/shorts/ioR5np1fmEc?si=EWT2kaBMqYm73al

Si logran conectar con este link y ponen atención, ustedes mismos podrán escuchar el ulular doloroso de las almas en un medio absolutamente infernal, según nuestra percepción… o mejor dicho, según nuestra concepción de las cosas; según nos las han hecho ver desde confesionarios y púlpitos. Que el Papa últimamente se cayese de la santa higuera y dijese que el infierno no existe, dice muy poco a estas alturas.

Primero, claro, forzado por los hechos, y segundo, porque el infierno sí que existe… lo que no existe es “su” infierno, el montado por la curia, eterno, rebozado de demonios y con pecadores como pelets en estufa, y toda su interesada parafernalia. Porque sí que existe el que nos hacemos la propia humanidad aquí, entre nosotros mismos, sin la ayuda ni colaboración de más diablos que los que aquí somos, y que es parte de nuestra propia experiencia de vida… Resulta pateticurioso pensar que el Santo Oficio de esa misma Iglesia, creía (porque quería) mandar al infierno a todos sus perseguidos, cuando, en realidad estaba librándolos de él precisamente. Esa es la precisa justicia divina, y no la que ellos se auto-otorgaban practicar.

Las últimas investigaciones en fotónica han dado un paso mágico, un cuasi milagro: se ha logrado transmitir imágenes sin que la información viaje entre dos puntos (nada de emisor-receptor); lo llaman teletransportación quántica, y se ha usado hasta ahora en estados bidimensionales. Lo que la nueva física dice es que pueden estar en dos lugares al mismo tiempo… En 1887, el milagroso y apabullante Padre Pío de Pietrelcina practicaba la bilocación sin pestañear y sin conocimiento de las redes quánticas. En el caso de los santos, la Católica lo justificaba como milagros; en el caso de las consideradas brujas, decían que era cosa del diablo. La Iglesia, como siempre, tendiendo puentes… Menos mal que la ciencia está a lo suyo.

Pero uno de los últimos más acojonantes descubrimientos de la Nasa (en realidad no lo son, lo cierto es que son re-descubrimientos), es lo que han venido en llamar la “luz prohibida”, y que aseguran que desafía hasta a las propias leyes quánticas… Está en una remota galaxia en espiral, a 275 millones de años luz de la Tierra, y lo comparan a un gigantesco e inimaginable Acelerador de Electrones. Esto es, nosotros aquí, “inventando” mierdecicas de Aceleradores de Partículas, y resulta que Algo/Alguien ha estado construyendo e instalando por el Cosmos macroaceleradores para dar energía y ponerle las pilas a los Universos… Y eso, infinitamente antes que nos hicieran a los humanos de aquí.

Comentando en voz alta este último… acontecimiento (pues es lo que es) científico, ante un próximo – por cercanía – abre los ojos como platos, y suelta: ¡Arrea!, si ya descubrieron la “Partícula de Dios” (el Bossón de Higgs), a ver si han dado con el propio Dios… No caerá esa breva, pienso yo, pues cuando lo encontremos nos habremos encontrado a nosotros mismos, y habremos vuelto a la casa paterna de la que nos escapamos echando leches, o algo muy parecido nos sopló el mismo Cristo. Y no, no caerá esa breva, dados los caminos que aún andamos, y lo que es peor: cómo los andamos.

Además, no me imagino yo a Dios así, como una tormenta de rayos y truenos, y fogonazos, por muy inteligente que sea ese chisporroteo. Así lo vieron los antiguos patriarcas (leer Libro de Enoc), o Elías y otros profetas… Como tampoco me veo charlando con un Dios antropomorfo, con su barba, su nube, y su boina triangular, aunque la empoderada mente es sobradamente capaz de disfrazarlo de lo que nosotros íntimamente queramos, con el fin de darnos la razón nosotros mismos.

Yo creo que a Dios no lo veré, que lo sentiré; que me diré a mí mismo: esto es Dios, estoy en Dios; resulta que no es que haya llegado, es que ya estaba aquí y no lo sabía; que lo creía perdido y estaba encontrado; o sea: lo veía fuera de pista, y por eso estaba des-pistado; y resulta que no me he movido del sitio… Así mismo creo que será, como el que despierta de un sueño jodido que había tomado por la realidad sin serlo ni parecerlo, pero sí padecerlo.

Vivimos un mundo de sensaciones que nos hemos construido a nosotros mismos… Y me da el tufo que estamos empezando a deconstruirlo sin tener ni p… idea de lo que hacemos; como deconstruye la nueva cocina cuentista una tortilla de patatas. Igual nos construimos a Dios, a nuestra mala imagen y peor semejanza; y ahora la ciencia parece deconstruirlo también. Sin embargo, corremos la aventura de identificarlo POR su obra; estamos descubriéndolo EN ella, pero no debemos confundirlo CON ella… El día en que la Libertad venga de manos de la Verdad, puede que lo entendamos.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ – www.escriburgo.com – info@escriburgo.com

MENUDA ELEMENTA !!

(de Adobe Stok)

 

Un embuste más de Isabel Díaz Ayuso: “Madrid aporta al fondo común casi el 70% de todo con lo que sufragan los servicios públicos de España entera”… Mentira. La aportación es del 24%, según la Fundación de Estudios de Economía Aplicada.

Y lo que calla esta reina católica son las descomunales ventajas por ser capital de España; el ser el núcleo del poder político, financiero y empresarial del país, con más de 150.000 funcionarios, entre otras enormes chupetas...

Deberíamos terminar con esa estructura radial que viene de Felipe II, y que no encaja con la filosofía federal de las Comunidades Autónomas… Esta política es infinitamente peor que sus denostados separatismos. Quiere acaparar a España entera para ella sola. ¿A esto no dice nada López Miras?..

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ – www.escriburgo.com – info@escriburgo.com