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EL BESO

(de Facebook)

 

El otro día se me ocurrió una tontería: si en el rodaje de una escena amorosa atrevida el actor se sobrepasa, según lo establecido, con la actriz, ¿de qué se le puede acusar de acoso, y/o de abuso?.. ¿cómo se mide eso?.. Existe una historia real en que María Félix, gran actriz mejicana, interrumpió la escena de un beso, que debía ser apasionado según el guión, con nuestro Paco Rabal… pidió una cebolla, le arreó tres bocados, y luego dijo: “podemos seguir, a ver hasta dónde llega”… Un buen recurso, sin duda, que también hubiera funcionado con ajo… Pero, repito, en el oficio de hacer que parezca real, ¿qué o quién fija el criterio del disimulo?. Alguna vez puede que se plantee lo del “beso pasado de rosca” y armarse el barullo. MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ – www.escriburgo.com – info@escriburgo.com

EL DIOS QUE TE LLAMA

(de Answers)

 

Haciendo zapping (no sé hacerlo si no es secuencialmente, torpe que soy) me tropiezo con un canal de la Iglesia en el que está nuestro obispo disertando, así que aterrizo un rato en ese campo a ver qué se dice… Para que vean que no soy tan negativamente selectivo. Me gusta oir lo que se suelta en todos los foros, incluso en los que estimo rigurosamente ortodoxos, pues estos pueden tener la virtud de ratificarte en tus creencias, o, por el contrario, hacerte dudar de las mismas. Y ambas cosas son serias e importantes.

Y andaba predicando el prelado el discurso que dice que “Dios te llama”… y señalándote con el índice personalizador (como aquel viejo cartel de reclutamiento del Tío Sam) te repite que la llamada es en sí misma personal y única, y que te incumbe a tí y a mí aceptarla o rechazarla. La verdad es que, dicho así, tan ominosamente, te crea cierto sentido de culpa el negarte a ello… De hecho, ¿quién es capaz de rehusar al mismísimo Dios en persona?.. La cuestión es que sí, que vale, que Dios me llama, cierto, pero ¿qué Dios es el que me llama?..

Le siguió el discurso, a ver si me entero… Y pone condiciones, SUS condiciones, claro: el Dios que me llama exige una tríada de mí: disposición, participación y comunión. Pero, claro, entiéndanse, según el buen obispo, tienes que ponerte a Disposición de la Iglesia; debes Participar según sus indicaciones; y has de entrar en Comunión con ella y en ella… Esto es: Dios te llama para que te entregues a una iglesia que dice ser su Iglesia, incondicionalmente; y a su magisterio y autoridad, porque así lo establece ella misma a través de sus dogmas. Poco márgen deja para el libre albedrío; ninguna opción al librepensamiento; cero posibilidades a ejercer la apertura mental. O sea, o te entregas o te condenas.

Naturalmente, ese Dios que me llama no es el Dios que me habla dentro de mis entendederas. Creo creer, quizá quiero creer, a saber, que es el mismo Dios, pero en el caso del obispo me viene secuestrado, amordazado, condicionado y acondicionado; traducido por sus autonombrados representantes exclusivos en la Tierra; con un libro de instrucciones blindado por el dogma y la infalibilidad… Y eso no me vale. No me sirve. Porque, aunque bien sé que todos los dioses son prisioneros de sus iglesias, mi alma, o mi espíritu, o lo que fuere de mí que conecta con Él, lo necesita libre y sin intermediarios.

Los dioses libres engendran hijos libres, y se manifiestan a través de ellos mismos directamente. Y lo escribo en plural adrede, porque cada ser humano, cada persona, es un valor en sí mismo y tiene a Dios en el interior de sí mismo… “No buscad en templo alguno, buscad al Padre dentro de vosotros que allí lo encontraréis”, dijo aquel galileo al que hubo que quitar de en medio deprisa y corriendo porque urgía levantar una iglesia en su nombre malinterpretando sus palabras a conveniencias de sus vuecencias.

Mi Dios esá presente y patente en todo el mundo; se manifiesta en las órbitas de las galaxias y en todos los universos; está en la ciencia, que lo encuentra a cada paso, y en el pensamiento libre de la humanidad; reside en su propia obra, y nos habla desde la mente de todos y cada uno de nosotros… no necesita nada impuesto por catequésis alguna, porque su primer y principal principio, y quizá que el único, no es que malaprendamos, sino que descubramos. Que Lo descubramos en nuestro Interior… Mi Dios nació conmigo y yo moriré en Él, en su plan establecido. Dios es la totalidad en la unidad, y la unidad de la totalidad, no una curia tras la que ocultarse y desde donde explicarse, faltaría más…

Veo con tristeza que esas Conferencias Episcopales y esos Sínodos no han cambiado apenas nada en milenios, y absolutamente nada en siglos. De cuando me chantajeaban y atemorizaban y amenazaban de zagal y de después, a ahora, el único cambio, y tampoco es poco, es que ya no tienen la fuerza secular de su lado como brazo armado; de su parte al Estado para molerte el lomo y doblarte es espinazo. Ya no. Pero me apena comprobar que mantienen su discurso absolutista, prepotente y dominante. Y condicionante. Ya llegarán otros a los que convertir en sicarios…

Dios te llama, pero… Disposición, Participación y Comunión, advierte ominosamente desde su telepúlpito. Y me vuelve a dar escalofrios el oirlo. Que siempre estén bien dispuestos, que se avengan a participar y carnavalear; y a comulgar en ellos y con ellos, como lo han sentido en sus carnes millones de niños en todo el mundo, y que han salido malparados, y a los que hoy les vuelven las espaldas; incluso los que, gracias a Dios (al mío, no al suyo) no hemos tenido que experimentarlo con la crueldad de su ejemplaridad.

Todo les ha explotado en sus santas narices, pero ellos siguen erigiéndose en reclutadores mitrados del Dios que nos llama… a su través, claro, que no “por libre”. Yo no estoy homologado, no he obtenido título, ni sagrado diploma, ni he “recibido la bendición de Su Santidad” en modo alguno, como sello necesario a estampar en el último pasaporte, que me concederá el pase a Su Paraíso.

Me salto el tridente que ensarta la llamada del obispo. Entraré, o saldré, según a qué o de qué, con pasaporte turista, y con el ticket simple de la evolución por la experiencia cosido a mi visado de embarque… Ni espero más, ni necesito más que no me haya merecido por mí mismo y para mí mismo, que es a lo único que puedo aspirar después de todo… pero de ellos no me fío ni un jodido pelo.

Miguel Galindo Sánchez / info@escriburgo.com / www.escriburgo.com

¡ POBRE MAR MENOR!..

(de 20Minutos)

 

Vía libre al urbanismo, pese a que el 75% de los diputados quería una moratoria” (OP-18/4). Esto se llama “democracia a la murciana”, y esta es la Ley de Protección del Mar Menor, al que todos tanto quieren.

El origen de la contaminación del Mar Menor está en las aguas residuales urbanas” (Sos Rural)… Pues sí que el párrafo anterior va en consonancia con esto…

Cientos de manifestantes ante la Asamblea, entre agricultores y ecologistas, se manifestaron ambos encontrados. Tampoco dentro los cuatro grupos políticos se ponían de acuerdo… “El Mar Menor a muerto, Dios salve al Mar Menor”, grita la ignorante plebe…

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ – www.escriburgo.com – info@escriburgo.com

UNA COSA LLEVA A LA OTRA

(de GuiadeSalud)

 

Leyendo los estudios del famoso terapeuta norteamericano Dr. Brian Weiss, se me ha descolgado del desván de los recuerdos uno que tenía absolutamente olvidado (está muy claro que nada se olvida del todo, tan solo olvidamos dónde lo tenemos archivado)… Un día que no lo esperas, por alguna causa que tenga una mayor o menor relación con la naturaleza de ese recuerdo, ¡zas!, se abre la caja del expediente, et voilá!… te pasa por completo de punta a rabo por tu sorprendida cabeza. El día que se nos ponga a tiro el mecanismo “cerebro-mente” y lo descubramos (y no creo que estemos muy lejos de eso) habremos dado un gran paso en nuestros conocimientos evolutivos.

Mientras tanto, nos demos o no cuenta, funcionar, funciona… En este caso personal, pasó toda la película… ¿o fue solo un corto?, por mi pensamiento: yo era un crío apenas opositando a jovenzuelo, cuando llegó a Los Alcázares, mi pueblo, un tal Profesor Hassman, o un nombre que me suena a parecido, y que el pasquín lo presentaba como una especie de mago, pero que “no hacía magia” tal y como creíamos la magia, ya me entienden… Hoy lo llamaríamos mentalista, pero hace 65 años solo era un ser misterioso de extraños poderes.

Lo primero que ahora se me viene a la cabeza es aquella época de dictadura fría y plomiza, brutal y obsesiva, y un hombre vagando por pueblos de mala muerte para poder pagarse un colchón, un techo y un guisado caliente en su día a día, arrastrando sus trucos, o sus dones posiblemente, entre aquellos breves y descascarillados públicos de entonces, en audiencias de pueblos que no llegábamos a los habitantes necesarios como para montar cartelera… Si aquella persona esquivaba las ciudades que le daban visibilidad a su espectáculo, por algún motivo concreto, o es que su arte no le daba para más, es algo que ya nunca sabré.

Solamente a título de curiosidad, he intentado indagar la posible autenticidad de tal personaje, y he encontrado un catalán nacido en 1909, que iba de ilusionista, adivino y médium (los dos últimos atributos muy perseguidos por la Iglesia/Gobierno de entonces), y que, sacando las cuentas por su edad, bien podría haber sido aquel personaje, serio y estrafalario, que aterrizó por allí en aquellas calendas de la Historia. Lo recuerdo como hombre de mediana edad, muy delgado y alto, pelo abundante y agrisado, y repeinado, de tez tirando a pálida, y que aparecía en el escenario de negro absoluto, con un traje raído pero impoluto, y que a mí, y que me perdone su memoria, me recordaba al Conde Drácula.

Como yo tenía cierta facilidad, por relación paterna, para acceder al Cinema Carthago aquel, allí estaba sentado en las primeras filas del patio de butacas… Lo que más vivamente recuerdo es el número en que dijo que iba a hipnotizar a varios de los asistentes, tras explicar en qué consistía el experimento. Para eso, bajó del escenario, y, por el pasillo central, iba mirando someramente a los ojos a derecha a izquierda, y eligiendo personas a las que invitaba a subir (yo fui uno de los que miró, pero no me eligió).

Con una media docena de acompañantes, a los que todos conocíamos del pueblo, nos informó que había escogido a los que captó que eran más “hipnotizables”, y que el resto mostrábamos cierta resistencia natural, que nos pedía perdón pero que no había nada personal en ello… Los que sumergió en el trance hipnótico mostraron unas facultades físicas y psíquicas que doy fe no les conocía en absoluto como personajes normales de nuestro paisanaje. Sin menoscabo alguno para su dignidad de seres humanos, durante unos minutos los convirtió en otras personalidades diferentes y emergentes.

Aquello me hizo ver que los humanos somos de mente frágil. Aquél mentalista lo demostró decentemente solo en su faceta positiva, pero igual podría hacerse en su contrario, según la ética con que se utilice tal facultad… Hoy es al revés: estamos hipnotizados por los medios informativos; por los usadores de redes sin escrúpulos; por técnicas infames que nos hacen comprar lo que no necesitamos; incluso por la política manipuladora e insana de nuestros propios políticos… En la actualidad creemos ser libres, pero la realidad es que jamás ha existido una época en que se nos haya manejado tanto mentalmente como en la actual.

Los psicoterapeutas, y más que nadie, los hipnoterapéutas, lo saben por lo sobrado. Los hay que callan, aún reconociéndolo, por lo mucho que les trae a cuenta; los hay que intentan sanar y recuperar a mentes enfermas, o colonizadas y perdidas, de forma honrada; como hay que lo declaran y lo ponen de manifiesto, abierta y valientemente, se crea o no, y pase lo que pase.

Pero lo cierto es que estamos psíquicamente “tocados”, cuando no enfermos, captados u “ocupados” por intereses ajenos a nosotros mismos… Tenemos la mente envenenada y no nos hemos dado cuenta de ello. Si nos fijáramos, veríamos que actuamos en base a respuestas automáticas, sin pararnos a pensar. Eso son actitudes (que desembocan en aptitudes) parásitas, que han inoculado en nuestros cerebros para actuar compulsivamente y no intelectualmente. Y nuestras respuestas más automatizadas están disparadas hacia el narcisismo, el hedonismo y el consumismo. Analícense, a ver si no es verdad, Vds. mismos …

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ – www.escriburgo.com – info@escriburgo.com

A LA PORRA

(de ABC)

 

El próximo año se pondrá en marcha en Los Alcázares una planta de biometano que se sumará a la construida en Lorca, y que aprovecharán residuos agrícolas y ganaderos, a la vez que inyectará biogás a la red de distribución.

El “pequeño” problema es tan solo que de alto riesgo: el metano es uno de los gases más inflamables y con capacidad de explosión, incendio e intoxicación.

Pero esto es un detalle sin importancia para que Vox lo tenga en cuenta en su Ley de Protección del Mar Menor… Si contamina o no contamina es lo de menos. Total, ¿qué más dá?..

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ – www.escriburgo.com – info@escriburgo.com

POR EJEMPLO...

(de Pekelandia)

 

Uno de mis comunicados recibidos reza así: “Si en tus escritos tocas temas de tan diversa naturaleza, es porque no eres un maestro en ninguno de ellos”… Naturalmente que no, ni tampoco lo pretendo. Siempre he dicho que lo que traslado aquí no es mío, sino recogido de mil y una lecturas, libros, fuentes, disciplinas y charcos; que esas sí que sí, son maestras en lo suyo. Yo solo me considero un transmisor, un divulgador, y, si acaso, un condensador, un compilador… Pero sí que tengo una facultad, si ustedes me permiten faltar a la modestia, y es la facilidad para poder relacionar esos “temas de diversa naturaleza” que cita mi comunicante, y exponerlos con el fin de abrir la mente de los que tienen el vicio de seguirme, para que puedan ejercitar el pensamiento. Les pongo un ejemplo real, taxativo y concreto:

Saben que suelo citar mucho la teoría del Big Bang, de Stephen Hawkings, famoso físico y cosmólogo, de que todo el Universo conocido nació de una explosión inicial, cuyo punto central expansivo fue de apenas un solo átomo de energía primigenia, y que ha sido corroborado por toda la física quántica… Bien. Pues ahora, una bióloga española, Eva Nogales, nacida en Colmenar Viejo pero investigadora en Berkeley (típico de España), premio Shaw – el “nóbel” asiático - en Hong Kong, publica:

Todas las personas fueron primero una célula única. Esa célula solitaria ya tiene un ADN inclusivo y exclusivo, un manual de instrucciones, para estallar y convertirse en un ser humano único de 30 billones de células destinadas a formar sus múltiples y diferentes órganos”… y sigue en su exposición explicando el qué, el cómo y el porqué de semejante fenómeno.

Ahora, por favor, díganme si no existe un paralelismo asombroso, un método idéntico, un calco extraordinario y exacto, con el famoso Big Bang de la creación del mundo… La conclusión lógica es que todo funciona con un mismo patrón… “Tan así es arriba, como es abajo”, que también dejó dicho Hermes Trimegisto en su Tabla Esmeralda hace más de cuatro mil años (filosofía hermética). Miren – y prosigo, prolongándolo, con el ejemplo – aquí tienen una coincidencia cuadruple: cosmología / biología / física quántica / filosofía, a la que podríamos añadir un par más si nos molestáramos en buscarlas: la química y las matemáticas… Evidentemente, todo esto no es achacable a la casualidad, si no a la causalidad; aquí no existe el Azar, sino un plan bien diseñado, y entonces entraríamos en otra más: la teología.

Si llegados a este punto está usted sorprendido, tómese unos minutos de reflexión, y luego, si le apetece, sigamos con otra aseveración de nuestra eminente biofísica nominada para el Nóbel: “… Estamos hablando de átomos, como todo lo demás. Nuestros átomos vienen de supernovas (explosiones de estrellas) y cosas así”. Aquí tienen otra inequívoca conexión con el cosmos, que confirma aquél axioma gratuíto, creo que del ufólogo Fáber Käiser, cuando aventuraba que “estamos hechos de polvo de estrellas”, y le conestaban que hablaba sin ningún tipo de respaldo científico… Pues bien, ya lo tenemos.

Pero, como no hay dos sin tres, volvamos de nuevo a Eva Nogales, que amplía el extremo: “Con solo veinte aminoácidos diferentes, que actúan como piezas de Lego, montándolos en distintas mezclas, obtenemos toda la belleza de la vida, desde una bacteria a un elefante, pasando por una esponja marina”… Así que, como más o menos decía el Jesús del Evangelio, el que tenga ojos para ver, oídos para escuchar y sesera para pensar, pues eso, que los ponga a funcionar, que para eso mismo están.

Como verán, todo está conectado, absolutamente todo. Einstein murió a punto de establecer su “Teoría unificada del Universo”, esto es: una sola y única fórmula con que explicar el Todo. Una lástima. Pero quedémonos con lo que nos dice el genetista estadounidense Francis Collins, exdirector del Proyecto Genoma Humano: “el ADN es el lenguaje de Dios”… Curiosamente, en la entrevista que hacen a nuestra Eva Nogales (EP-29/12) confiesa que de cría fue fervorosa creyente; que de catequista rompio con la religión, porque vió la falsedad de la Iglesia; y que de estudiante, la vocación por su carrera, le vino por influencia de sus profesores de física, química y matemáticas; y que ahora está en la fase de reconocimiento de Dios en la Ciencia.

Así que le digo a mi interlocutor del comienzo, que, si se fija en este artículo, nada es mío, sino de los que sí saben muchísimo más que yo… Bueno, una cosa sí es mía: las tijeras y el pegamento para recortar y unirlo todo en un mismo álbum de cromos con todo el sentido común y lógica del mundo mundial. El “aprendiz de mucho y maestro de nada” que es el castellano refrán que él sintetiza en su comentario, vale para eso: para poner mis distintos aprendizajes al servicio de un solo y único todo.

Es que tampoco creo que sirva para mucho más, ni tampoco aspiro a ello… A veces ato un par de cabos y saco una conclusión mía, propia, puede ser, aunque luego siga sin haber nada nuevo bajo el sol. Y es que, el nudo, a lo mejor, sí que es mío, pero los extremos de la cuerda, como la propia cuerda, no lo son.

Miguel Galindo Sánchez / info@escriburgo.com / www.escriburgo.com

IMPENSABLE

(de El Periódico)

 

Feijóo había llamado a Sánchez: “Oye, presidente, que siento lo del caso de corrupción que te ha saltado con lo del tal Koldo. Si quieres que presentemos un frente conjunto en las cámaras, aquí me tienes.”

Poco después, Sánchez llamó a Feijóo: “Alberto, que lamento mucho la mierda que os ha inundado con lo de la pareja de Ayuso. Es muy triste que todo un partido tenga que pagar por lo que hacen los miembros que están a su sombra… hemos de hacer algo al respecto”.

Me desperté de golpe y porrazo. Soñaba que vivía en Ganímedes, pero tampoco puedo decir que eso fuera una pesadilla.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ – www.escriburgo.com – info@escriburgo.com

¿QUÉ MAL O QUÉ BIEN?

(de Linkedin)

 

El otro día, leyendo un libro escrito al alimón entre un filósofo y un científico, me sorprendió una frase: “Si Dios no existe, no existe el mal y todo está permitido”, y recordé al Dostoyewski de Los Hermanos Karamazov, en aquel diálogo entre Alexei y Rakittin sobre, más o menos, la misma cuestión. Yo no pretendo, en modo alguno, ponerme por encima de científicos ni filósofos, faltaría más, pero les devolvería el planteamiento a modo de pregunta con un ejemplo más simple que el mecanismo de un botijo: ¿si no existieran los jueces, quiere decir que el delito tampoco existiría?..

Por supuesto que el primer planteamiento abarca cuestiones mucho más complejas, como, entre otras, asociar el mal a la existencia o no de Dios, que es lo que aparenta desprenderse de tal afirmación… Sin embargo, yo creo, permítanme exponerlo, que es una concepción un tanto simplista, porque estamos cayendo en el concepto judeocatólico de nuestra cultura occidental, donde Dios crea al bien y mal por igual, echándole la culpa de lo segundo al diablo, y con un árbitro terrenal que es la moral… católica, por supuesto.

Pero no va por ahí la cosa, me parece a mí. Es que eso sería un modo farisaico de resolver la cuestión: Dios creó al demonio, luego, de retruque, creó el mal; así que si nosotros hacemos el mal descargamos parte (si no toda) nuestra responsabilidad en el Satán vicario, quedando Él como subsidiario último… Ergo, si Dios no existiera, pues el mal tampoco, ya que sería una creación no creada por nadie. Elemental, querido Watson. Un razonamiento cuasi impecable.

Y, perdonen mi atrevimiento, pero, ese error en un filósofo es disculpable, pero en un científico, y a estas alturas, me parece pueril, por no decir imperdonable… Lo primero que habría que decir es que el bien y el mal no están especialmente “creados” por Dios, sino, si acaso, por los seres humanos, que de alguna forma hemos de etiquetar todo lo que experimentamos. Existe, eso sí, una ley universal dispuesta por algún mecanismo inteligente, que es la causa y el efecto, y su funcionamiento produce comportamientos y resultados acertados o equivocados; respuestas erróneas o atinadas a planteamientos originalmente establecidos.

He aquí “el bien y el mal”. Un sistema autocorrector que se manifiesta a través de las experiencias para el desarrollo de las conciencias. Y punto pelota y bota… El mal y el bien no son valores absolutos en sí mismos, sino parte intrínseca de una misma estrategia. De hecho, no `pueden existir el uno sin el otro. Piénsenlo.

En cuanto a lo de la moral, ya lo he dicho en otras ocasiones, no es nada. Moral viene del latín “mor, mores”, que significa “costumbre”. Esto es: tan solo que cuestión de buenas o malas costumbres. Nada más; costumbres, buenas o malas, que dan buenos o malos frutos. Ya saben: “por ellos los conoceréis…”, que nos dijo aquél nazareno.

Ahora, ustedes, que supongo que piensan, vengan y especulemos juntos: primero, si esto no se parece, y mucho a un engranaje dispuesto para una especie de evolución (o una especie en evolución), y díganme que propósito tiene toda esta muy pensada molestia… Y segundo, qué puñetas ha diseñado todo esto, y, sobre todo, ¿por qué, y para qué?.. Si le ponen nombre como si no, está meridianamente claro que es mucho más causalidad que casualidad.

Por todo ello, lo de que si Dios no existe tampoco existe el mal no deja de ser una bobada… pues si no existe el motivo, no existe nada, ni el bien, ni el mal, ni el regular, ni la máter que nos parió. No sé si fue Parménides quién dejó dicho que “de la nada no puede nacer nada”, y resulta una afirmación tan de Perogrullo como acertada. Y tan brutalmente simple que escuece tan solo de pensarla.

Dostoyewsky también dejó escrito: “si Dios no existiera todo estaría permitido”… Acojonante. Ahora vengo yo y también dejo escrito: “…y si Dios existiera, igual todo estaría permitido”. Díganme cuál de las dos afirmaciones es la falsa y cuál es la verdadera. O quizá ambas son ciertas. Si existe el llamado “libre albedrío”, y sin duda existe, aparte exista o no exista Dios, todo está permitido (con sus consecuencias, claro). ¿O lo que estamos haciendo con nuestro planeta y con nosotros mismos lo está impidiendo Algo o Álguien?..

Nosotros mismos nos fabricamos nuestras leyes, y nosotros mismos las aplicamos, o las violamos, a nuestra conveniencia, ¿o acaso no?. Son los propios autodefinidos “creyentes” los que ponen en duda, precisamente, la existencia de “su” Dios, cuando se lanzan la pregunta a sí mismos de “¿cómo Dios permite que..?”, o “¿cómo Dios consiente esto o aquello?”… Y es porque creen en un Dios intervencionista; en un Dios erróneo y equivocado.

Tan solo espero que estas elucubraciones de este humilde gilipollas puedan servirles a algunos álguienes de algo. No he empleado otra cosa que la puñetera lógica a lo largo de su desarrollo, y nada más confío que ustedes hagan lo propio… Naturalmente, no deseo que me den la razón, sino la “posibilidad” de llevar razón. Con esto basta y sobra. Tan solo es un ejercicio de apertura mental, simplemente, y nada más que aplicando ideas básicamente racionales… Algún día, quizá, si ustedes quieren, podemos juntarnos y explicarles el método. Está al alcance de cualquiera, se lo digo yo que soy otro cualquiera.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / info@escriburgo.com / www.escriburgo.com

¡QUÉ MAL LE SALIÓ A YAHVÉ!

(de RPP)

 

Y le dijo Yahvé a Abraham: “Te haré padre de multitud de naciones”, y, a sus cien años, le mandó trajinarse a su mujer, Sarah, que ya tenía sus buenos noventa la moza… Y le nació Isaac, al cual, si ese mismo Yahvé no le para el brazo a tiempo, le da matarile por su misma órden y se jode el invento de haber sido “padre de naciones”.

Pero el patriarca ya había echado sus canas al aire con Agar, la esclava, de la que nació Ismael, medio hermano por parte paterna de Isaac. No sé si esos, o sus naciones: ismaelitas y agarenos, contaban en las que cantaba Jahvé, o no.

El caso es que hoy, los de uno y los de otro andan en odios mutuos. Los primeros masacrando a los segundos… Mala cama tiene el perro.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ – www.escriburgo.com – info@escriburgo.com

¡QUÉ MAL LE SALIÓ A YAHVÉ!

(de RPP)

 

Y le dijo Yahvé a Abraham: “Te haré padre de multitud de naciones”, y, a sus cien años, le mandó trajinarse a su mujer, Sarah, que ya tenía sus buenos noventa la moza… Y le nació Isaac, al cual, si ese mismo Yahvé no le para el brazo a tiempo, le da matarile por su misma órden y se jode el invento de haber sido “padre de naciones”. Pero el patriarca ya había echado sus canas al aire con Agar, la esclava, de la que nació Ismael, medio hermano por parte paterna de Isaac. No sé si esos, o sus naciones: ismaelitas y agarenos, contaban en las que cantaba Jahvé, o no. El caso es que hoy, los de uno y los de otro andan en odios mutuos. Los primeros masacrando a los segundos… Mala cama tiene el perro. MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ – www.escriburgo.com – info@escriburgo.com

¿LO QUE FUÉ, O LO QUE ES?..

(de Kuadros)

 

En mi época de chiquillo, cuando vivía en otro mundo, otra sociedad, otra vida, esos ritos vivenciales, entonces sometidos a la virulencia de un nacionalcatolicismo dogmático y programático, se preparaban con tiempo, pero se ajustaban a un calendario estricto y constricto, sin permitirse “alargaderas” algunas, como se hace en la actualidad con la Navidad, o la Semana Santa, que comienzan un mes antes en sus celebraciones festivas e inversivas por interés de puro mercado económico.

El Carnaval, como ejemplo, si bien en un principio estaba cabalmente prohibido por la dictadura politicoreligiosa de la época, por ser un tiempo de expansión carnal y pecaminosa, en realidad se tomaba como la espita previa de desahogo prevista antes de otro tiempo de Cuaresma; de castigar la carne para ahormar el espíritu; de cáustica preparación para la Semana Santa… Por eso que lo del “valle de carne”, que eso significa Carnaval, o las carnestolendas, que también se decía, era como una especie de pre-compensación a esa cuarentena cuaresmal de la carne con que se castigaba después a base de ayunos, privaciones y penitencias a mogollón. Como si aquella existencia conllevara pocos en sí misma.

Luego sobrellegaba la Semana Santa. Tiempo de lutos propuestos, tristezas dispuestas y amarguras impuestas; de agónica Pasión y fúnebre acción; de Vía Crucis penitenciales en todas las iglesias y lugares del orbe católico… “Ha muerto el Señor”, se nos decía desde la escuela, el púlpito y la calle con semblante severo… No es tiempo de músicas, ni de risas, ni de bromas, ni de diversión, ni de cine, ni de bares, ni de espectáculos ni de frivolidades. Incluso hablar bajo, en silencio, nada de ruido ni voces altas. Estamos de luto total, se nos advertía. Tampoco eran días de alegría en las tripas: o pagas bula, o los viernes ayuna; y nada de carne, ni de la una, ni de la otra… ni de la propia ni de la ajena. Ni siquiera en el sarmiento del pensamiento.

En la escuela, o desde su secuela, la sacristía, te hacían llegar, cuando te tocaba, el “velar el catafalco”, montado por la Iglesia en las iglesias… Horas de tarde o de noche (yo de mañana laboraba y no triscaba) en pie, firmes, en las cuatro esquinas del mismo, como soldados ante un artefacto cubierto de paños morados, en un clima espeso y ominoso, ni el rictus leve de una jodida sonrisa, te advertían… ¿Me puedo rascar si me pica algo?, preguntábamos, con la mosca, y nunca mejor dicho, en la oreja y en todas partes.

En contraposición, a tan tétricos y patéticos días,, el sábado noche o el domingo en la mañana, se podía dar rienda suelta a todo lo reprimido… hasta cierto punto, claro, sin tampoco pasarse. Eran los de Gloria, “El Señor ha Resucitado”, y tú puedes resucitar también. Algunos vecinos salían a la calle haciendo sonar cacharros; otros tiraban tiestos viejos guardado a tal efecto por la ventana; el ruido ya estaba permitido, ¡aleluya!, ¡aleluya!, ¡aleluya!.. ya nos podemos reír, incluso hasta carcajear. Se nos ha terminado el luto hasta el año que viene, salvo que se nos muera la abuela.

Así era aquella Semana Santa. Les pido, por favor, que lo comparen con lo que hoy es… y les ruego que sean sincero y honestos en sus opiniones, si es que ello les fuera posible. Salvo los ritos y los mitos, nada, absolutamente nada, es igual. No es lo mismo. Se parece como un huevo a una castaña, y no es necesario que emplee más espacio y tiempo en explicar lo que hoy es esa misma Semana Santa, incluso con todos los matices que los bienpensados justificadores quieran adornar la brutal y enorme diferencia. ¿Quieren decirme qué es tradición, y qué no lo es, por ejemplo?..

Porque si analizamos lo que se plantea por devoción, aún es más peliaguda la cosa… Ayer se decía que lo era, y hoy también se dice que lo es; y no creo yo, por pura lógica, que dos cosas tan drásticamente opuestas puedan ser lo mismo. El sentido común dice que una de ellas, al menos, es falsa, ¿no?.. Yo, desde luego, no voy a señalar, y prefiero que sean los que me leen los que dialoguen en la Paz de San Serenín del Monte, mojando sus bizcochos en el tradicional chocolate. Es un muy interesante tema.

Pos mú mal hecho”, me dice un prójimo próximo. “Está mal tirar la piedra y esconder la mano”, remacha el suscrito… Pero es que mi pobre y humilde opinión no le otorga el más mínimo signo de rigor devocional a ninguno de los extremos, mire usted… El primero, por el simple hecho que era todo bajo brutal obligación, y lo que es obligado será cumplido, pero no es sentido. Y si nos vamos al segundo, a lo de hoy, yo veo mucha fiesta, mucho ocio, mucho selfie y narcisimo, hedonismo y juerga pura. Pero lo que es devoción, por ningún lado. Fanatismo, sí, entonces y ahora; integrismo, también, pero tampoco eso es devoción. Un gran hispanista, creo que fue Ian Gibson, dijo que “la devoción de los españoles la centran en la tradición”, pero que lo segundo no es, en modo alguno, lo primero. No, no lo es. Existe una gran y enorme diferencia. Nuestra devoción nos viene por el “recocimiento”, no por el reconocimiento.

Y lo que se cuece, según la Iglesia, y lo que se vende, naturalmente, es la Resurrección de Cristo, pero apuntando al Cuerpo de Cristo, que no tiene mayor importancia que la materia que utilizó para manifestarse, y nada se dice de lo que en realidad importa: Su Espíritu, que, por cierto, al ser inmortal (como el de todos) no resucita para nada, sino que sigue en su evolución. Le damos culto a su Cuerpo como se lo damos al de sus imágenes… Acaparan más nuestra atención sus cientos de advocaciones distintas y sus aventuras y desventuras que su Mensaje, que, por otro lado, han hecho lo imposible por alterarlo conforme a sus intereses de influencia y dominio.

Como con la Navidad, o con cualquier otra fiesta de la catolicidad (permítanme respetar, al menos, lo de cristiandad) se hace lo mismo. Antes era solo dogma y horma. Ahora nos dan a elegir entre dogma y folklore. Incluso bendicen su rentable (que no respetable) hermanamiento.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ – www.escriburgo.com – info@escriburgo.com

INDIGNANTE

 

El dictamen de la Comisión de Venecia sobre la Amnistía es sobradamente razonable: 1) la considera legítima; 2) afirma que no hay que modificar la Constitución para su legalización; 3) dicta que no vulnera la separación de poderes, 4) aconseja esperar a que se fallen las acusaciones de presunto terrorismo pendientes; 5) opina que no existe ninguna prisa en su tramitación.

Pues bien: A) los del Psoe interpretan que es un SÍ absoluto e incondicional a la Amnistía; B) los del PP interpretan que es un NO frontal a la Amnistía.

Si ambos no son tendenciosos en sus interpretaciones, ya me dirán Vds… En los dos existe falsedad y mala voluntad. Y eso es un problema para España por tales políticos ruines, fulleros e irresponsables.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ – www.escriburgo.com – info@escriburgo.com

INDIGNANTE

 

El dictamen de la Comisión de Venecia sobre la Amnistía es sobradamente razonable: 1) la considera legítima; 2) afirma que no hay que modificar la Constitución para su legalización; 3) dicta que no vulnera la separación de poderes, 4) aconseja esperar a que se fallen las acusaciones de presunto terrorismo pendientes; 5) opina que no existe ninguna prisa en su tramitación. Pues bien: A) los del Psoe interpretan que es un SÍ absoluto e incondicional a la Amnistía; B) los del PP interpretan que es un NO frontal a la Amnistía. Si ambos no son tendenciosos en sus interpretaciones, ya me dirán Vds… En los dos existe falsedad y mala voluntad. Y eso es un problema para España por tales políticos ruines, fulleros e irresponsables. MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ – www.escriburgo.com – info@escriburgo.com

PERMÍTANME DECIRLO, AL MENOS.

(de OkDiario)

 

Escribo éste de hoy en plena Semana Santa última, y esperaré a publicarlo a que se pasen los ecos, si fuera eso posible… Ahora estoy inmerso en plena vorágine. Si abro cualquier periódico, van rebozados por fuera y petados por dentro de pasos, procesiones, cofrades y hermandades a cientos; si veo la televisión, durante mañana tarde y noche en todos los canales solo es procesionaria continua, y no la del pino precisamente; cualquier radio o emisora que se precie ha de colmar su programación de más de lo mismo; vayas donde vayas y mires hacia donde mires, solo me asalta el ambiente socieconómicofestivo de un origen adulterado con pura iconografía idolátrica hasta el hartazgo… Hasta el escarabajo del Sudario me ha venido este año al campo.

Sin embargo, hete aquí que no tengo derecho alguno a sentirme abducido por lo que veo como iconolatría abusiva y enfermiza… No puedo, ni debo, ni se me permite, expresar ese pensamiento mío iconoclasta (como, por cierto, eran los primitivos cristianos). Si me siento agobiado, atacado e invadido por ese pensamiento único impuesto, unidireccional y establecido, debo de permanecer mudo y silenciar mi propia fe, creencia, pensamiento y sentimiento. Si digo o expreso algo en ese tiempo se me califica de ofensor, enemigo, y, lo más amable: cansino en mis manifestaciones – lo otro se ve que no es cansino – soy un ente molesto como mosca cojonera.

“He decidido dejar de seguirte, pues eres obsesivo y radical en tus planteamientos”, me dice uno; “ofendes mis creencias” me dice otra… ¿Y las mías no están siendo ofendidas y acosadas?, pregunto al vacío más nada de la nada, sin obtener respuesta alguna fuera de un virulento rechazo… “Es que no respetas”, se me dice desde los que tampoco respetan a los que sueltan un jodido y puñetero “pero”. Todo lo que esté fuera de su adoración generalizada y totemizada en el becerro de oro que cada año inunda las calles es reo de anatema.

Investigo en la propia Biblia, y a los tales que suelen basar sus ricos y opulentos festejos “biblicopasionales”, les muestro las propias citas de sus profetas, y la Historia misma que les ilustra de sus propias idolatrías, pero no se ve lo que no se quiere ver, ni se lee lo que no se quiere leer, ni se piensa lo que no se quiere pensar… “Es la Tradición”, me contestan rabiosos como dogma infalible… ¿y es que Isaías, el Levítico, Jeremías, el Eclesiastés, o el propio Concilio de Elvira, o docenas de orígenes más, no es Tradición?.. me atrevo a contestarles; pero siguen escupiéndome lo que ellos califican como agravios, insultos y ofensas… Incluso cito las palabras del verdadero Cristo sobre sus cien falsos cristos mil veces crucificados de que la ofensa no está en el ofensor, sino en el ofendido; pero es igual, es lo mismo… “No hay peor ciego…” me resuenan las palabras del Nazareno aquél.

Pero me encuentro tan en solitario, que debo estar equivocado, me digo a mí mismo. Tantos no pueden estar errados, que decía aquél y me repito en voz alta, y alguien me contesta: “pero sí herrados, con hache delante del hocico”… como me quedo un tanto perplejo, prosigue: “No se equivoca el ganado, sino el pastor. Y si el pastor anda errado y herrado, el ganado que lo sigue, también”, añade a la primera reflexión. Y es muy cierto, inapelablemente cierto. El ganado solo sigue al pastor; el ganado no piensa por sí mismo, si acaso, lo piensan, piensan por él, deciden por él, actúan por él… Y se me remacha: “sé oveja, pero no seas ganado”… En Murcia mismo, cambian nazarenismo por huertanismo en un plis plas.

Y eso me confirma y me confunde a la vez y al mismo tiempo… Yo siempre he creído, y lo que es imperdonable por los demás, he manifestado, que hay que ser personas pero no ser gente, que es la similitud entre oveja y ganado, pero, sin embargo, eso me hace vulnerable porque se me tiene por soberbio, y se me achaca querer erigirme en el pastor que jamás quise ser… Pero, al menos, da para echar una pensada, aunque sea descalabrada…

Vamos a despojarnos de “la pasión” y del apasionamiento con que solemos revestirnos en mayor o menor medida… Echemos una mirada fría y cabal a la sociedad que formamos y al mundo de hoy, sin prejuicios ni perjuicios en lo posible: ¿qué vemos y cómo lo vemos?.. Vale. Ahora yo me pregunto y pregunto a todos ustedes: ¿qué pastor/pastores guían al rebaño que todos formamos?.. y vuelvo a buscar respuesta en el Galileo cientos de miles de veces crucificado por los denarios de plata del comercio y el negocio: “Por sus frutos los conoceréis”…

Cuando las personas nos volvemos personal, gente; cuando el paisano se hace paisaje y paisanaje, el pensamiento individual se convierte en colectivo; no pensamos por nosotros mismos, sino por el común; el librepensamiento propio se diluye en el pensamiento único; no es ya que deje de ser analítico, es que hasta se rechaza el análisis como perverso y torcido. A la humanidad siempre se nos ha colocado delante a un “buen pastor que nos lleva al redil”; pero… cuando es un mal pastor, ¿a qué rediles nos lleva?..

En las Democracias se supone que elegimos a nuestros pastores. ¿Sabemos elegir bien?.. porque la escala de populismos, extremismos y panycirquismos nos está diciendo todo lo contrario: ¿Qué quiere un pastor, un ganado sumiso o un ganado libre?.. ¿qué es mejor, una democracia representativa o una democracia participativa?.. ¿por qué nos hemos dejado deseducar y engatusar para no responsabilizarnos de la segunda?.. Demasiadas preguntas certeras para tan pocas certezas como respuestas.

Lo único cierto y verdad es que nos encanta ser ganado. Que nos piensen otros; que nos marquen nuestros apriscos y abrevaderos a través de nuestras “sacrosantas” tradiciones; que nos alimenten con el pienso de no pensar, de no querer saber, de no preguntar… No permitir a ninguna oveja un “béee” fuera del yugo y del brazal.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / info@escriburgo.com / www.escriburgo.com

LO QUE DEBEMOS

(de MurciaPlaza)

 

A nuestro Gobierno Regional solo se le oye presumir de todo… de sanidad, de educación, de economía. Vamos como un tiro, a pesar de Pedrosanchez, claro, naturalmente… La verdad es que con Rajoy tampoco íbamos mejor, no lo crean Vds…

Luego lee uno que la Comunidad ha superado los 12.100 millones de deuda pública; que ha sobrepasado el 31% del Pib; que ya somos los terceros más endeudados de España… y que si hemos contenido esa deuda los años anteriores ha sido por los Fondos Cóvid.

El caso es que gracias a tal magnífica gestión, cada murciano debemos más de 800 euros al agujero, niños de teta incluidos. Así cualquiera.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ – www.escriburgo.com – info@escriburgo.com

NO SOMOS CUERPOS

(de Área Humana)

 

Cuidar el cuerpo no es vivir para el cuerpo. Como tampoco se trata de vivir del cuerpo, sino con el cuerpo, en el cuerpo… Los términos suelen confundirse entre ellos y acabar por confundirnos a nosotros. O quizá sea al contrario: que los confundimos adrede porque hemos construído una cultura hedonista y narcisista del cuerpo humano. A poco que lo pensemos, si miramos a nuestro alrededor, vemos que hemos hecho un mundo de poses, donde manda el selfie y la autosatisfacción, en una concepción existencial de “espejo, espejito mágico…”

Y es un tremendo error, pues el cuerpo es un medio, pero nunca un fin. Hemos pasado – o estamos pasando – de mantener sano el cuerpo, a mantenerlo jóven, guapo, bonito y atractivo; lo primero es nuestro deber para con ese cuerpo, que, al fín y al cabo, es un vehículo que nos sirve para llevar a cabo nuestra experiencia de vida; pero lo segundo es absolutamente superfluo… Estamos poniendo la belleza en el exterior, cuando habríamos de cultivarla en nuestro interior, y eso es porque anteponemos la estética y la estática a la ética. Esto es una enorme equivocación en nuestra escala de valores que la propia ley de Causa-Efecto se encargará de corregir en nuestro más inmediato futuro. Lo peor de todo es que tampoco sepamos aprender de las consecuencias.

En el fondo de todo, la lectura que se deduce de ello es nuestro miedo a la muerte. Creemos (o queremos creer) que manteniendo el cuerpo jóven y espléndido no moriremos, y aquí tropezamos en un doble y errado sentido: en que nosotros no somos nuestro cuerpo; y que lo que “muere” es precisamente ese cuerpo, no nosotros… En realidad, el cuerpo muere a cada instante de nuestra vida en contínua renovación y, a la vez, decadencia: el que tuvimos al nacer no es el de la infancia; ni éste el de la juventud; ni ese el de la madurez; ni tampoco el de nuestra senectud. Se parecen unos a otros por el factor genético, pero no son los mismos, que cambian (mueren) a cada instante.

La existencia real viene de la eternidad y se prolonga en y hacia esa misma eternidad; y el cuerpo, o los cuerpos, son meras vestiduras físicas temporales que usamos durante cortos espacios de tiempo intermitente dentro de lo infinito… Voy a ponerles un ejemplo que puede resultarles incómodo, triste, quizá violento: Un chiquillo, un niño, un crío, que muere, y que tanto nos impacta su pronta muerte, lo único que hace es prescindir de su vehículo un tiempo antes de lo que a nosotros nos parece que debería ser, para seguir viviendo sin él su verdadera, genuína y auténtica existencia evolutiva. Para nosotros será todo lo doloroso que creamos, vale, de acuerdo, pero nuestra querencias y creencias son trascendidas por una realidad superior que es la que realmente cuenta. Y es que aquí estamos para experimentar nuestra evolución, no para “lucir body”…

Les podría recomendar muchos libros, y muchas lecturas, y muchos ensayos de reconocidos filósofos, científicos e investigadores; o los podría contactar con algunas personas hermanas que tienen conciencia y consciencia de este estado de cosas, pero no lo voy a hacer por la sencilla razón de que no encuentra el que se le pone en bandeja, sino el que se pone a sí mismo en situación de búsqueda… Es éste un principio universal recogido en un antíguo y muy sabio aforismo que a lo mejor ustedes conocen: “el maestro solo aparece cuando está dispuesto el alumno”.

Pero sí que voy a ponerles delante de las narices una perla de Teilhard du Chardín, jesuita, filósofo, teólogo, antropólogo y unas cuantas cosas más; famoso en el pasado siglo por sus libros, estudios y aportaciones al campo espiritual y científico de conocimientos: “No somos seres humanos que tienen una experiencia espiritual; somos seres espirituales que tienen una experiencia humana”.

Yo tan solo me voy a permitir aconsejarles que relean tan corta máxima tantas veces les haga falta hasta, si ello fuera posible, grabarla en el subsconsciente… Sé que es un atrevimiento por mi parte el pensar que la van a hacer suya, pero me siento en la obligación moral de intentarlo compartiéndolo con ustedes. A partir de aquí ya no es cosa mía. El punto de evolución personal de cada cual hará el resto en cada caso.

Pero nuestros cuerpos son tremendamente temporales. Los que los animamos somos eternos… ergo los fines de ambos son distintos; la expectativas de cada uno son diferentes. Somos seres espirituales en eterna evolución que utilizamos la materia en nuestra inicial experiencia, pero que llegamos a confundirla con nosotros mismos. Tan solo la usamos, nada más… En el momento en que la energía espiritual toma posesión de la materia, la anima (de ahí lo del concepto ánima: alma), mas no deja de ser un tomado a préstamo. Luego, la materia vuelve a su ciclo físico, que es la segunda ley de la termodinámica, por cierto, y nosotros seguimos a lo nuestro.

Por eso que rendir culto al cuerpo al extremo en que lo hacemos es un tipo de autoidolatría como el que profesamos a las imágenes. De hecho es la misma cosa: adorar nuestra propia imagen. Adoramos a Dios a través de cáscaras vacías de Cristos, Vírgenes y Santos; y nos adoramos a nosotros mismos a través de nuestra propia imagen; cuando, contrariamente a ello, Dios y todos y cada uno de nosotros somos lo mismo… Lo del “estar hechos a su propia imagen y semejanza” no es otra cosa que adorar nuestro cuerpo transfiriéndoselo a nuestro diós en imagen y sacarlo en procesión.

Ahora, con esta última frase, ya pueden llamarme blasfemo, si así se sienten mejor; o “accionista del anticristo” como también algunos y algunas ya me llaman… No se preocupen. No me ofenden. Al final será lo que tenga que ser.

Miguel Galindo Sánchez / info@escriburgo.com / www.escriburgo.com

PODEMÍTICA OCURRENCIA

(de Cadena Ser)

 

A Podemos le da una subida evangélica: “Jesucristo estaría hoy en el Naval”, declara en Plena Semana Santa… Y critica: “los ataques a los migrantes de esa derecha que exhibe su fe en las procesiones, y se dice cristiana” (María Marín dixit).

No es que la izquierda extremosa sea muy católica – no confundir con cristiana – pero la crítica está muy bien traída al caso, las cosas como sean…

Pero esto ocurre aquí, y en Ucrania, y en Gaza ni le cuento, mientras el mundo catolipráctico se reboza en una muy poco santa semana que dicen santa… Eso es porque no se pone fé en los valores, sino en tradiciones que son traiciones.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ – www.escriburgo.com – info@escriburgo.com

PODEMÍTICA OCURRENCIA

(de Cadena Ser)

 

A Podemos le da una subida evangélica: “Jesucristo estaría hoy en el Naval”, declara en Plena Semana Santa… Y critica: “los ataques a los migrantes de esa derecha que exhibe su fe en las procesiones, y se dice cristiana” (María Marín dixit). No es que la izquierda extremosa sea muy católica – no confundir con cristiana – pero la crítica está muy bien traída al caso, las cosas como sean… Pero esto ocurre aquí, y en Ucrania y en Gaza ni le cuento, mientras el mundo catolipráctico se reboza en una muy poco santa semana que dicen santa… Eso es porque no se pone fé en los valores, sino en tradiciones que son traiciones. MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ – www.escriburgo.com – info@escriburgo.com

LA JUBILACION

(de lamasesoría)

 

Hace una docena de años que me jubilé. No es que me jubilara de mí mismo, evidentemente, pero sí que me jubilé de una parte de vida (la mayor, dadas las circunstancias) en que podría dividirla en tres partes: una inicial (creo que común a todos) de toma de tierra en un mundo y/o sociedad que te es dada por previamente aceptada – o así lo creo yo – y que la tomas como un juego que, o lo juegas, o te juega él a ti, así que… Una segunda parte seguida, apenas sin darte cuenta, en la que tomas conciencia, y no sé si consciencia, de lo que vale ese peine con el que te estás peinando. Un conocimiento somero del tablero en el que has de mover tus fichas, donde se te dice lo que se espera de ti, aunque tú aún no te hayas preguntado lo que esperas de ti mismo.

La tercera parte es una especie de asunción de responsabilidades. De responsabilidades mundanas, naturalmente, pero en las que se van filtrando sutilmente algo de ese Tí mismo con el que no contabas. Y es que Tú no eres el tú que te han construido y te has construido, sino que viene de viejo y te susurra cosas que no estaban en tu plan de vida consciente, y que pugnan por salir de lo que sea que fuere tu ser inconsciente… Y luchas por tratar de cumplir en ambos casos: por los y por lo que ya consideres de tu responsabilidad, y por mantener vivo ese atisbo de conciencia que se va formando en la consciencia. O al revés.

No es nada fácil. Tratas de mantener tu herencia biológica y mejorar tu sociedad dentro de tus posibilidades humanas (siete ong´s y multitud de trabajos y servicios sociales), a la vez que vas alimentando tu mundo interior de otra herencia no material, el cual, en demasiadas ocasiones, choca frontalmente el uno con el otro. No pocas veces he tenido la sensación de estar haciendo lo opuesto a mí mismo, sin saber a qué Mí me refiero.

La cuarta y ya última parte, y más corta de todas, por cierto, dado lo que me resta, es, quizá, la más auténtica de ese Mí mismo, al que aludía antes… Puede que sea, aunque no lo sepa con absoluta certeza, en la que mejor pueda cumplir con mi propósito interior, o quizá debo decir anterior: hacer lo que más me satisface, que es compartir con todos ustedes lo que pienso, sé, y creo que es. Información trascendental (para mí, claro) de un conocimiento acumulado y atesorado durante todo ese tiempo, que creo que debo comunicar, compartir, y no guardar para mí solo, pues no es de naturaleza propia, sino universal.

Puede sonar a presuntuoso por mi parte, pero lo siento como una necesidad más que como una obligación, si les soy sincero. Así que dedico mi jubilación a esto que ven: a leer más aún de lo que he leído en mi vida, dentro, claro, de los cauces que dispongo y que se me han facilitado para hacerlo, y esforzarme por mantenerlos abiertos y activos (aunque entramos en aciagas épocas de censura), que de todo hay en la viña del Señor, como reza el dicho.

Doy por supuesto que podría haberlo hecho mejor, mucho mejor… Si hubiera elegido otros caminos de salida; si hubiera tomado otras decisiones en su momento y día; otros rumbos, posiblemente habría obtenido resultados mejores a ese aún no muy bien definido propósito. Es muy posible… Y no voy a aducir nada en mi descargo, pues cada cual ha de juzgar sus propias debilidades y sus propias responsabilidades independientemente de como las juzgan los demás. Al fin y al cabo, usamos de un Libre Albedrío que nos fue dado sin haber recibido el folleto de instrucciones del mecanismo de Causa y Efecto. Es algo que debemos adquirir sobre la marcha. “Aprende mediante su uso”, se nos dice.

Pero es curioso si comparamos tan breve, brevísima, fugaz, fantasmal apenas, estancia, con los catorce mil millones de años desde que pusieron a rodar este invento… Y aunque la medimos con los hace cincuenta millones de años solo, en que levantaron al hombre del polvo de la tierra como escenario preparado al efecto de la evolución, y el porcentaje resulta sumamente ridículo… ¿En qué puedo haber influido yo, ni nadie, en este 0,00000002% del total existencial del que estamos hablando?.. Sin duda, resulta tan potencialmente patético y absurdo que dan ganas de reír o llorar, o ambas cosas a la vez, con tan solo planteárselo. Necesariamente ha de existir, por p… lógica, otro factor que desconocemos, o que no queremos conocer…

La única explicación razonable resulta tan tremendamente lógica que llega a asustar: Nuestro núcleo interno existencial; nuestro átomo primigenio personal; nuestro auténtico ser original, ya estuvo por aquí en y con la primera humanidad… Hemos estado evolucionando, al menos durante esos cincuenta millones de puñeteros años, y acumulando vidas a través de nuestra propia e individual existencia, que no es otra cosa que nuestra propia e individual experiencia. Hemos formado parte de toda la historia de la humanidad, pero tenemos la sensación de empezar siempre de nuevo… Todo esto, claro, a nivel general a la vez que particular.

A nivel colectivo, sinceramente, yo no sé si estamos evolucionando o involucionando… Ignoro si ésta, sin duda decadente, etapa de nuestra civilización, es un paso atrás contante y sonante, y tronante, o es un paso atrás para tomar impulso y saltar a una sociedad mejor. Que nuestra cultura está dando las últimas boqueadas, lo tengo pero que muy claro. Las señales de la entropía son inequívocas… y lo que yo pueda haber aportado o desaportado va más allá de lo que creo, o quiero, creer. Tan solo confío en la “justicia” del irrevocable “sistema”. Y metan entre esas mismas comillas tanta cosmología y cosmogonía sean capaces ustedes de creer saber. En esas comillas no existe jubilación alguna. Tampoco vacaciones…

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ – www.escriburgo.com – info@escriburgo.com

LA SINPECADO

(de Diez Minutos)

 

No… Isabel Díaz Ayuso no es responsable, otra cosa es ser culpable o inmoral, claro. Los responsables son los madrileños que la votan y la vuelven a votar. Porque no la votan para mejorar su sanidad de pena, ni su sistema educativo, ni para reducir la desigualdad con sus amigos los ricos, a los que beneficia hasta con becas. Eso les trae sin cuidado.

La votan para que sea la chulapa de Madrizzz; y para que sus allegados roben y defrauden; y para convertir sus asilos en morideros de viejos; para vivir en un pisazo de nuda propiedad por desfalco familiar presumiendo de no tener casa; para llamar hijoputa a Pedro Sánchez…

Pero no es de ella la culpa sino de quienes la tienen como a una de ellos... ¡Total, ná!..

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ – www.escriburgo.com – info@escriburgo.com