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ES LO QUE VEO...
- Por miguel-galindo
- El 23/12/2020
Otegui pertenece a un partido que no se arrepiente de los asesinatos, y que aún homenajea a los terroristas... Rufián a otro que firmó una declaración unilateral de independencia y que declara importarle un ardite violar las leyes españolas... Iglesias quiere volver a lo de okupar el poder judicial y someter a los medios de comunicación...
Y los llaman "el tridente progresista"... ¿Es que eso es progresismo?.. ¿qué progreso supone el terrorismo, el separatismo y el absolutismo?..
Ees un tridente progresista - se dicen a sí mismos - que forman un gobierno progresista. Pero yo solo veo a un gobierno oportunista vendido a unos socios populistas...
PÁ TRONCHARSE...
- Por miguel-galindo
- El 21/12/2020
Lo último de los negacionistas es buenísimo, no me digan que no… Ustedes saben que la luciferasa es una proteína bioluminiscente que la ciencia utiliza en medicina porque le permite el seguimiento celular en su trazado orgánico, entre otras aplicaciones… Y que es un componente natural que abunda en las luciérnagas, ciertas algas y hongos, medusas, bacterias, pensamientos de mar, copépodos, etc… Lo que ya no sé si sabrán, pero se lo digo yo con mucho gusto, es que el nombre se lo puso un farmacólogo francés, un tal Raphäel Dubois, hace más de un siglo, por la razón tan simplemente simple que tal proteína resulta ser “portadora de luz”, sin mayores leches…
…Y, bueno, aparte también saben que, del latín lucifer, los poetas llaman así a la estrella de luz, o el lucero del alba, Venus… Y, ¿cómo no?, también es, o era, portador de luz nuestro insigne camarada alado de los ángeles rebelado: el jodido diablo, Lucifer, que tampoco se calentaron mucho la cabeza a la hora de bautizarlo con algo tan elemental y simple… A ver, lucifer, en latinus, es “ser de luz”, ¿no es así?.. pues, vale, eso mismo… Y así se le quedó puesto. Luego, lo de Satán, Belcebú, etc., son nombres añadidos a una parentela imaginada por una cultura de otras culturas.
Pero, a lo que íbamos, joer, que se me va el diablo al cielo… Ahora, los negacionistas se montan la de Cristo (Rey) como endemoniados que son, en las redes sociales. Y dicen y proclaman que la vacuna lleva luciferasa (este extremo, un servidor de las monjas lo ignora), y propagan el consejo de no vacunarse porque quieren meternos el diablo en el cuerpo, así, literalmente, y que esto bien puede ser el principio del fin del mundo… Hay millones de buenos ciudadanos que se lo creen a pies juntillas, aumentando el ruido mediático de un negacionismo que, lo que en realidad persigue, son otros intereses menos interesados en la angeología, precisamente, y válgame el Señor y la redundancia.. Si de algo sirve, yo me voy a permitir añadir algo de mi cosecha a tan brillante deducción. Atenta la tropa: sé de muy buena tinta y mejor tintero, que las autoridades sanitarias españolas, van a vacunar a todo ciudadano hijo de vecino bautizado, ante la discreta presencia de un exhorcista autorizado por la conferencia episcopal española…
Algunos científicos, ¡hay que joerse con la manera de perder el tiempo!, están intentando desmontar esta trola… (¿es que puede haber personas que se crean esto y puedan seguir siendo personas?), dando explicaciones de que en los componentes de las vacunas no tienen por qué llevar luciferasa, pues no tiene sentido práctico alguno, pero que, aunque la lleven, es un producto absolutamente inócuo y que tal y cual señor Pascual… Y que tampoco llevan ese microchip que dicen diseñado por Bill Gates para domeñar a la humanidad, pues, ya de paso, y puestos a negar bulos, aprovechamos hilándolo al anterior… Pues miren lo que les digo: si una humanidad está tan aborregada como para tragarse semejantes boñigas, que la adocenen aún más con un chip, me parece un gasto tan inútil como innecesario… Con un simple silbido acudimos tós, como las cabras.
El caso es que, ante tales brotes de irracionalidad, la Agencia del Medicamento americana, la FDA, ha optado por la transparencia, publicando todos los componentes de la vacuna Pfizer… Ya saben, sales, grasas, azúcares, aminoácidos… una lista que aburriría al santo Job, más, claro, el Arn modificado, que es el “mensajero” que toda vacuna que se precie lleva incorporado… A mí, francamente, todo esto me parece de una estupidez espantosa. Lo que los laboratorios deban de aclarar por ley – en unos folletones que nadie lee, por cierto – o no, es irrelevante, puesto que todo se basa en la fe, o no, en la ciencia. Los negacionistas pueden seguir diciendo que todo eso es mentira, o que le han cambiado el nombre al perejil del potaje… porque, claro, no van a poner en el papelico que nos están inoculando satanes de esos en vena…
Sin embargo, lo que es evidente y resulta innegable, precisamente eso, no queremos creerlo. Que nuestro Gran Satán es el cambio climático, la emisión de veneno a la atmósfera, la tierra y el mar, el descongelamiento polar, la contaminación como productora directa de las pandemias, no queremos verlo, ni admitirlo. Nos negamos a sentirnos corresponsables del desastre… Y eso sí que no es un bulo. Y eso sí que es la causa y el origen de todo. Y ahí sí que somos todos negacionistas, y metámosnos tós y sálvese el que pueda, como bien decía mi querido y buenamigo curantonio…
La realidad única es que somos tan gilipollas que no nos damos cuenta que los satanases somos nosotros, y que ya estamos metidos los unos en los cuerpos de los otros y ellos en el nuestro, y que ya no coge un demonio más dentro de cada cual, porque tendría que salir otro por el culo… Y que de lo único que no estamos vacunados es de nosotros mismos. Y que eso sí que es un riesgo grave…
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / El Mirador / www.escriburgo.com / viernes 10,30 h. http://www.radiotorrepacheco.es/radioonline.php https://miguel2448.wixsite.com/escriburgo
ADIÓS, MUY BUENAS...
- Por miguel-galindo
- El 21/12/2020
Estamos a punto de despedir un dos mil veinte, al grito de dos mil vete... y no vuelvas por aquí nunca más... Se irá, no se preocupen. Y lo peor es que se lleva con él cantidad de amigos nuestros, de familiares, de gente cercana a nosotros, y nos deja la pandemia para que hagamos con ella lo que queramos...
Pero nos deja mucho más huérfanos de nosotros mismos que de los que se marchan con él. Sobre todo a los que ya peinamos las últimas canas y las últimas caspas...
Cuando yo era crío, todos los días eran hoy. Al revés que ahora, que mis hoys están hechos de infinidad der ayeres y de apenas unos pocos mañanas... Enfín, adiós, 2.020...
¿CARIDAD O JUSTICIA?..
- Por miguel-galindo
- El 21/12/2020
Este año, mi día de programa radiofónico coincide con el Radio Maratón de Cáritas de mi pueblo. El director de la emisora, que colabora muy directamente en el evento, me insta a que participe haciéndolo mi tema de esta semana… Pero es que, además, no puedo olvidar, ni debo hacerlo, un par de circunstancias importantes que también coinciden: Una, que este Radio Maratón, ya instituído en el tiempo y en la efemérides navideña desde muchos lustros, fue plantado aquí por mi amigo y cura Antonio, aquel alcalde Pedro Jiménez que se involucraba hasta el tuétano en los requerimientos a todas sus relaciones, y un servidor de ustedes, que entonces peleaba en mil frentes… Y otra, que este año es un Radio Maratón muy especial, porque, precisamente, sobrevive y sigue haciéndose en “el año del cólera” (léase coronavirus)…
En aquella primera ocasión, ¿veinticinco?, ¿treinta años?, ya expresé, no sin cierto escándalo por parte de algunos y algunas, que aquello no era cuestión de caridad, si no de justicia. O se interpretó mal, o no se quiso interpretar bien… Cuando se dice, desde instancias administrativas (y la administración de justicia es parte de la Administración) esa frase de que “aquí no estamos para hacer caridad”, dice bien, pero lo hace mal… y es precisamente por eso mismo por lo que existe Cáritas, y existen las Ong´s, o cuanto “sinfronteras” hay. Pero la verdad es que si existiese una auténtica Justicia – y lo dice quién, a la vez que director de Cáritas era también Juez de Paz – entre otras cosas, no habría necesidad de caridad alguna.
La justicia del mundo, o en el mundo, es como un departamento estanco, que funciona con principios profesionales del Derecho y funcionariales. Son leyes, normas y reglamentos, no sentimientos. Y este sentimiento último es la dimensión que le falta, precisamente. A veces también son dogmas en la religión, que se convierten igualmente en normas y leyes. Sin embargo, no hablamos de un oficio, si no de un sentimiento del ser humano que, el que no lo tiene, es un humano a medio ser… La cosa es sencilla: cuando Jesús hablaba de “Los Justos” no se refería, en modo alguno, a los jueces, ni a los dignatarios de su época, ni tampoco de esta época, por supuesto. Él los nombraba Justos porque obraban según la justicia del Padre, no la justicia del hombre, o sea, según el Espíritu, no según el cerebro, que es para determinar las leyes y supuestos, o para castigar delitos y agravios… Hablamos de “justos” en otra dimensión (superior) de la Justicia. Por eso digo que si la justicia (minúscula) hiciera Justicia (mayúscula) no haría falta hacer caridad.
Y da la puñetera casualidad que Jesucristo lo puso muy fácil. Tan extremadamente fácil que hasta hace daño entenderlo: La Justicia – caridad – empieza y termina en los más débiles y necesitados de todos, en los que pasan hambre y sed… de esa Justicia precisamente: la suya, no la nuestra: Los refugiados entre nosotros… ¿cómo se puede hablar de justicia ante la existencia a nuestras puertas de campos de concentración?.. de personas que son desahuciadas de sus casas y tirados a la calle porque no pueden pagar el alquiler… o pagan o pasan hambre. De ancianos que mueren de frío porque no pueden permitirse comprar la electricidad con que calentarse. De niños, el 30% en España, que en vacaciones, sin comedores escolares, no tienen cómo alimentarse… En la galopante desigualdad y pobreza en nuestro país… En tres palabras: los más débiles.
¿Queréis ser Justos?.. luchad por ellos, a favor de los más pobres, nos dijo el nazareno aquel. No permitáis la pobreza ni la necesidad, luchad contra la desigualdad. Sed compasivos entre vosotros y con vosotros, pero sed Justos con los más débiles que vosotros. No consentid que nadie de vuestra comunidad pase necesidad, pues eso no es justicia, ni tampoco caridad… Se cuenta que en las primeras comunidades cristianas la gente compartía, nada era de nadie y todo era de todos. No era por caridad, era por un principio de justicia… humana y divina.
Aquellas comunidades se hicieron pueblos, los pueblos crecieron en ciudades, las ciudades formaron países… Las necesidades de los pobres sobrepasaron a los ciudadanos de esos países… “yo no puedo solucionar eso”, nos dijimos a nosotros mismos, eso es cosa del Estado… Y lo que debió ser un principio de Justicia Universal quedó en bienintencionados parches, o en bienaventurados grupos de personas y organizaciones que intentan paliar, aún muy levemente, la injusticia de la pobreza, procurando hacer lo que deben hacer esos mismos Estados.. “Cuidad de los más pobres, los más débiles, los más necesitados” fue la única petición que el Maestro nos dejó dicha. La única válida.
Pues bien, lo que hoy se hace en nuestro pueblo es lo poco de eso mismo que nosotros podemos hacer. Para solucionar el problema de la pobreza en los países y en el mundo no podemos hacerlo compartiendo, si no votando, presionando a nuestros gobernantes y dirigentes, eligiendo a los más justos (aquí es donde hemos de ubicar esos Justos de las Escrituras), y estamos aún muy lejos de elegir a los que piensen en los más necesitados antes que en su propia paga…Pero paliar en lo posible la desigualdad y la pobreza, y la necesidad de nuestros convecinos, de nuestros próximos prójimos, sí que alcanza con nuestra solidaridad personal, con el hecho de compartir, con el acercamiento a los más débiles… Fíjense que prójimos viene de próximos, y que hermanos viene de cercanos. La justicia está igual en las actitudes para con esos próximos que no son de nuestro color, de nuestra cultura o de nuestra fe. También la caridad, también… y hablo de actitudes, no de aptitudes.
…En fin, hoy se celebra en mi pueblo un Radio Maratón de una Solidaridad que debería ser todos los días del año para poder así convertir la Caridad en Justicia… Y yo no puedo sustraerme este día en hacerme, y hacerles a ustedes, estas reflexiones. Porque me lo han pedido y porque lo he sentido. Nadie tendría que pedir si nosotros supiésemos dar…
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / El Mirador / www.escriburgo.com / viernes 10,30 h. http://www.radiotorrepacheco.es/radioonline.php https://miguel2448.wixsite.com/escriburgo
PENOSO Y PELIGROSO
- Por miguel-galindo
- El 21/12/2020
Los de Vox etiquetan al gobierno, sin matices algunos, de socialcomunistas, con toda la carga maligna que conlleva como insulto. Aunque, semánticamente, hemos de reconocer que resulta impecable. Es como llamar negro a un negro, pero con mala leche...
Lo que pasa es que a ellos, y con la misma propiedad, se les puede llamar "los del nacionalcatolicismo", puesto que defienden los mismos principios franquistas. Así, ambos dos se llaman lo que son...
A mí me recuerda toda esta basura a lo de las guerras púnicas y todo eso. A guerras arcáicas y extinguidas por la historia, y a los que quieren resucitarse en sus fantasmas... Por nadie pase.
OCULTAMIENTO... ¿o enculamiento?
- Por miguel-galindo
- El 17/12/2020
Aunque parezca mentira, en España existe un organismo oficial, el CTBG, el Consejo de Transparencia y Buen Gobierno, que vela por el cumplimiento de la Ley de Transparencia… Otra cosa es que tenga poder ejecutivo – que no lo sé – o entidad jurídica – que también lo ignoro – o que tenga la suficiente personalidad para ser conocido y reconocido por la opinión pública – que lo dudo – pero que, si existe un culpable, no es precisamente tal organismo, si no la propia opinión pública que pasa hasta de lo que no ignora. O sea, todos nosotros. Una opinión pública que no ejerce, manejada por intereses mediáticos, con muy poca opinión propia, por cierto. En países más culturalmente democráticos que el nuestro (menos ignorantes de lo que son y lo que tienen) proliferan los Centros de Opinión Ciudadana, como aquí los bares, que influyen en las políticas locales, territoriales y/o nacionales, como factores condicionantes.
Y traigo a colación esto, porque, por ejemplo, otra ciudadanía no dejaría pasar la falta de responsabilidad como en la que está cayendo un gobierno con respecto a la gestión de la pandemia, tal que el nuestro en este caso. Imagino que igual en otros casos y cosas, que nos pasan absolutamente desapercibidas, dada nuestra absoluta falta de interés en los asuntos públicos, a pesar de que público quiere decir de todos…
Aquí, en nuestro país, Transparencia está denunciando reiteradamente la opacidad de Sanidad durante la pandemia. Se da el caso que el Ministerio, de 17 requerimientos del organismo oficial realizados entre Marzo y Octubre, tan solo ha dado respuesta a dos, dejando los 15 restantes en el más vergonzoso (si no culpable) silencio administrativo… Y resulta significativa, y sospechosa, la ocultación sobre la información requerida, con respecto a puntos como oscuras compras de material sanitario, aclaración sobre la entidad de los componentes de las famosas “comisiones y comités de expertos”, el contenido de las Actas de tales Comités, que ni aparecen, o sobre informaciones estadísticas de la pandemia, entre otros… No me digan ustedes que no es mosqueante y abracadabrante… Asegura tal Consejo de Transparencia: “Este departamento (por Sanidad) está dificultando la adecuada protección y garantía del derecho constitucional al acceso a la información pública”. Más clarito, el agua clara.
En estas cuestiones, como en tantas otras, un servidor de las monjas ni quita ni pone rey (que luego vienen los defensores de las siglas a zumbarme las orejas), y me da igual el color y la ideología del gobierno que se enmascara en tales prácticas de tahúr. De todas-todas, resulta censurable y perfectamente criticable, y exigible de responsabilidades, por parte de la calificada por inexistente Opinión Pública… Y hasta por la propia Fiscalía del Estado, si me es permitido decirlo...
Pero, claro, repito, hablo de una opinión pública, en este caso, afantasmada, más preocupada por la falta de chiringuitos y terrazas que por la falta de salud y economía… No ignoro que en el resto de los países de esta Europa y de este mundo, sacudido por una pandemia que ha pillado a todos los gobiernos en bragas, no pueda – o incluso esté – ocurriendo tres cuartas de lo mismo. Puede ser, aunque “el mal de muchos…” solo le valga a los tontos. Pero estoy seguro que, una vez pasado el temporal, se demandarán explicaciones y se exigirán responsabilidades…
Sin embargo, aquí, permítanme que lo dude mucho… Jamás ha ocurrido. Nunca. Este es el país donde todo el mapa patrio está sembrado de ejemplos visibles en auditorios, aeropuertos, palaciosde… y otras magnificencias, que nos han costado dos de los tres ojos, de gasto público, o sea, de nuestros bolsillos, y que hoy son una ruina total. Los ejemplos invisibles no se ven, pero, como las bruixas, haberlos haylos en enorme cantidad.
Sin embargo, todos lo pagamos en buena hora, y en el buen grado de los carneros domesticados que somos. Igual ocurrirá con las requisitorias del CTBG sobre la pandemia. Y no es la culpa de los malhechores, si no de los consentidores… Algún día les contaré el cuento de Dickens en el que este infeliz crédulo, un día intentó, ¡pobre y gilipollas de mí!, organizar por aquí uno de esos Círculos Ciudadanos de Opinión del que les hablaba al principio de esto… Patético, berlanguiano, esperpéntico… Como decía el Sr. Calleja: Érase una vez…
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / El Mirador / www.escriburgo.com / viernes 10,30 h. http://www.radiotorrepacheco.es/radioonline.php https://miguel2448.wixsite.com/escriburgo
PUES DE ACUERDO...
- Por miguel-galindo
- El 17/12/2020
Alemania, Francia, Italia, Holanda, Gran Bretaña... toda Europa blinda la Navidad y cierra colegios, bares, restaurantes, comercios, ante el temor de una tercera ola incontrolable de Cóvid...
Aquí, en España, vamos justo por el camino contrario. Abriendo puertas y que corra el aire... y el virus, que ya veremos luego. Y eso, en un repunte de casos por el puentecico, tras cinco semanas a la baja. La pandemia nos avisa, pero no queremos verlo...
Al revés. La gente tan feliz y contenta, amogollonando terrazas, calles, comercios y luminarias. Tal y como las polillas de la luz antes de achicharrarse. Pos bueno, pos fale, pos cojonudo...
¿VACUNARSE..?
- Por miguel-galindo
- El 17/12/2020
Ahora tenemos puesto el foco de atención en las vacunas… El ”¿y tú, qué..?, ¿te vas a vacunar?”… es como una especie de jaculatoria, un tipo de mantra, que se va instalando entre las personas de buena voluntad, o sea, de trato normal y confianza formal. Los negacionistas del virus han cambiado el objetivo, y ahora apuntan a ser negacionistas de la vacunación. Es muy triste comprobar que, aún en su flagrante contradicción (si ahora niegan la vacuna están admitiendo la existencia del virus que antes negaban) encuentran huecos y nido en cantidad de gentes bienintencionadas, aún ignorantes unas, o malintencionadas, e interesadas otras, y tontos útiles en general… El caso es que la (in)cultura del negacionismo se ha instalado en España. Al menos, aparentemente, en un 50% del total personal.
Bueno, pero, al final, ¿qué, ¿tú te vas a vacunar o no te vas a vacunar?, me pregunta el quincuagésimo…así que lo que voy repitiendo por ahí con la misma letanía, lo escribo aquí hoy con la esperanza de que esto me ahorre unos cuantos preguntones de los que aún pueden quedarme por los rincones…
…Y sí, sí que me voy a vacunar. En cuanto me toque, si aún quedan. Sin dudarlo un momento. Pero les voy a dar las razones por las que creo que debo hacerlo, con el fin de que puedan servirle a ustedes para aclarar dudas. Después, si no les valen, pues nada, sin problemas, las tira usted a la papelera del intelecto, y actúa según su conciencia, que es lo importante: tener conciencia de lo que se hace… Miren, lo primero de todo es que las vacunas que están saliendo al mercado, si salen, es por una sola y única cosa: porque han pasado todos los controles previos y pruebas preliminares, que están contrastadas por la Organización Mundial de la Salud, y autorizadas por las Agencias del Medicamento oportunas, y todo esto, por encima y por si acaso de las autoridades sanitarias de los países en los que nos encontramos y donde vivimos…
Si todo eso no tiene ninguna garantía para mí, entonces tengo un problema: o no me puedo fiar de nada ni de nadie, o no quiero fiarme de nadie ni de nada. Si es lo primero, es cuestión de aptitud, estoy limitado, y debo formarme e informarme. Y si es lo segundo, es cuestión de actitud, y debo ir al psiquiatra. Sí. El negar por el solo hecho de negar, puede ser cualquier cosa menos inteligente, porque hay más hechos razonables que inclinan a vacunarse, incluso al margen de la menor o mayor efectividad de las vacunas, en el grado que sea, que no por ser menos efectivas van a ser más negativas. Y eso no es un sórdido bulo.
Primero, por pura racionalidad: si la pandemia se vence con la virtual inmunidad del 70% de la población, es mi deber cívico vacunarme y colaborar a que eso se logre cuanto antes.- Segundo, por solidaridad. Aunque yo no lo crea, debo hacerlo por los demás, y en evitación de una prolongación de la pandemia y un mayor número de muertes. Luego es un deber social.- Tercero, por respeto a unos profesionales sanitarios, angustiados y colapsados, que están luchando en condiciones casi heroicas, y a quienes se lo pondríamos muy difícil en sucesivas olas de contagio. Porque se lo debemos.- Cuarto, como consecuencia a lograr la también mejoría económica de la sociedad, que vendría de la paulatina mejora de las condiciones sanitarias, y que redundaría en beneficio de todo el mundo.- Y quinto, por puñetero egoísmo y conveniencia… Pues no solo colaboraría y ayudaría, sino que, a la vez, me ayudaría a mí mismo…
En cuanto al estúpido miedo a unos irracionales efectos secundarios no probados (no más que lo considerado normal por su bajo nivel en todas las vacunaciones) es solo fruto de todas esas Fake News a las que me niego a someterme, y de las que sí que deberíamos estar vacunados todos de ellas. Y sería una deserción por mi parte hacerles caso, arrostrando, en conciencia, todo lo demás. No voy a disfrazar de prudencia lo que sería cobardía. Ni voy a escudarme en los demás – que se vacunen ellos antes, y a ver qué pasa – para cubrir mi egoísta seguridad.
Todas esas son mis razones. Pero, aún y así, se pueden resumir en una sola: es mi deber hacia la sociedad el vacunarme. Puedo huir de mi responsabilidad o afrontarla. La decisión es tan mía como de todos y cada uno de ustedes… Y todo lo demás son mandangas, compañero.-
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / El Mirador / www.escriburgo.com / viernes 10,30 h. http://www.radiotorrepacheco.es/radioonline.php https://miguel2448.wixsite.com/escriburgo
MEMORIA HISTÓRICA
- Por miguel-galindo
- El 17/12/2020
Lo del potaje de la Memoria Histórica en España tiene difícil solución. Para abordarlo son necesarias una honradez, sinceridad, humildad y generosidad que no existen en ninguna parte...
Se da el caso que los que más insisten en el hecho de la Memoria Histórica son los más desmemoriados con respecto a las décadas de terrorismo indiscriminado, amenazas, chantajes y tiros en la nuca de Eta, o las alianzas con "democracias" tipo chavista... Y eso también es Memoria Histórica.
No se puede reivindicar con una memoria de historia parcial cuando se es socio de los que ocultan, disculpan y justifican los mismos asesinatos desde trinchera contraria. Hay que ser cabalmente íntegros y honestos para llevarla a cabo integralmente y honestamente.
ALGO SE NOS PUDRE...
- Por miguel-galindo
- El 16/12/2020
Trump ha sido derrotado en las urnas, por un no exagerado margen, pero suficiente, y el trumpismo ha entrado en fase de resistencia, esperemos que no en fase bélica. En lo que le queda aún que estar en la Casa Blanca como presidente – por el incomprensible sistema americano de relevo presidencial – puede hacer (de hecho lo está haciendo) mucho daño. No importan todos los reveses judiciales que está obteniendo en sus impugnaciones electorales (no aporta una sola prueba del fraude de que las acusa), es que se está enrocando en el poder, porque, simplemente, no admite la derrota. Y los avisó: “si gano, es lo correcto, si pierdo, es porque ha habido trampas. Yo no estoy hecho para perder”… Aunque no lo crean, eso mismo dijo Hitler en el Bundesthag.
Así que, lejos de aceptar la derrota, ha destituido fulminantemente al jefe del Pentágono, Mark Esper, por negarse a hacer uso del ejército contra los manifestantes antiracistas y antitrump… Sin embargo, por el contrario, anima incesantemente a los suyos a manifestarse, incluso violentamente, como amedrentó con amenazas las mesas electorales. Todo vale. Es un perfecto Calígula al que no le importa usar cualquier medio con el fin de secuestrar el poder para sus enfermizos propósitos. El problema es la división creada en el pueblo americano que, aun incomprensiblemente, una buena parte apoya a este sátrapa loco…
Y es que Trump ha dado vida y poder a lo más reaccionario de EE.UU., que es donde reside el dinero del más rancio y peligroso absolutismo, y que se va a hacer fuerte en las calles y en el propio Capitolio, como ya se ha hecho en un partido republicano que ha consentido los excesos y barbaridades de su monstruo… El movimiento QAnon, por ejemplo, que ganó protagonismo en su campaña electoral, también ganó un escaño por Georgia de la mano de Marjorie Taylor, una empresaria conservadora considerada “posible futura estrella” dentro del partido, y que ha inaugurado su puesta de largo en el puesto con un vídeo de ella misma, armada con un fusil ametrallador, en actitud de ataque, y, según sus declaraciones, “preparada para disparar al socialismo”… Estos son los nuevos mimbres y viejos talantes del trumpismo.
También toda la Pensilvania rural se resiste a la racionalidad civilizada de Biden, y votó casi que en masa a la belicosa y maliciosa alimaña del tupé. Es la personificación de la América profunda y negrera, la de los “valores americanos”, que robaron, falsificaron y suplantaron los de los auténticos, los indios. Los de la fuerza. Los que ahora quieren volver a imponer su hegemonía por la violencia sobre los valores democráticos. Trump solo ha sido – y sigue siéndolo – el tótem, al símbolo, la encarnación, que los refleja y representa, y alrededor del cual se reagrupan y hacen fuertes…
Pero esto que está ocurriendo en esa primera potencia y democracia del mundo, que también está siendo amenazada por la división, es un modelo que se está reproduciendo, en mayor o menor medida, en todos los países de ese mismo mundo. Porque hay muchos Trumps, grandes o pequeños, repartidos en países como Brasil, Gran Bretaña, Turquía, Rusia, Polonia, Hungría, Venezuela… Y muchas larvas del mismo parásito distribuidas en otros tantos, enquistadas en sus sistemas, esperando dar el salto para alcanzar el poder desde donde ejercer, y encarnados en partidos populistas de izquierda y derecha…
Y, al igual que en Norteamérica, esta especie de anticristos, quiero decir, antidemócratas, no han nacido por generación espontánea. Están ahí, al acecho, desarrollándose en nuestros sistemas políticos, cada vez con mayor cuota de poder y representación, porque nosotros, los ciudadanos, los hemos dado a luz y amamantado, sacándolos de la parte más oscura de la historia…Y cada vez los votamos más, aunque no sepamos bien por qué, o para qué. Pero está claro que representan las fuerzas más regresivas y negativas de nosotros mismos y de nuestro pasado más reciente. Por eso, cuando nos preguntamos, asustados, cómo es posible que una bestia parda como Trump se comporte como se comporta y haga lo que hace, como un accidente democrático aislado, sería mejor preguntarnos a nosotros mismos por qué un engendro así nos ha nacido, crecido y encumbrado en una sociedad que presume de avanzada en valores democráticos… O mejor dicho, gracias a esa sociedad que creemos civilizada… Algo está fallando en lo que decimos ser…
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / El Mirador / www.escriburgo.com / viernes 10,30 h. http://www.radiotorrepacheco.es/radioonline.php https://miguel2448.wixsite.com/escriburgo
ERROR
- Por miguel-galindo
- El 16/12/2020
Los dos extremos de afectación de Europa por el coronavirus: Irlanda y España. A ambos países les separan más de diez puntos de caída del Pib. El primero mantiene muy bien el tipo, y el segundo se hunde miserablemente.
Eso pasa por poner todos los huevos en la misma cesta. El ser una potencia turistica significa que, si solo apostamos a eso, cualquier cosa que afecte al turismo torpedea nuestra supervivencia.
Es lo mismo que ocurre con la hostelería. Si el grueso de nuestra actividad se cierne en un solo sector (somos el país con más bares del mundo), es lógico que cuando algo le ataca de lleno, no tengamos respuestas ni soluciones. Que todos somos presos de la actividad única.
¿COMERCIO?.. ¿QUÉ COMERCIO..?
- Por miguel-galindo
- El 15/12/2020
A causa de la pandemia, vengo observando una especie de vuelta a los orígenes en cuanto a la actitud de las administraciones públicas y/o locales, con respecto al comercio tradicional, el de calle y barrio, el de toda la vida. No sé si es una vela compensatoria por haber volcado toda la atención, medios y mimos, para con la hostelería, o es un paternalismo rascado del fondo de la conciencia, y de los anales de los tiempos… Pero, o me suena a tarde, o me suena a falsa…
Hace mil años, cuando empezaron a caer los primeros chispeos de las grandes cadenas de supermercados (luego vino el diluvio de las grandes áreas, aún más grandes superficies, parques comerciales, etc.) a mí me pilló guerreando desde Coec por los pequeños, por los míos de toda la vida, al fin y al cabo… Y me acuerdo en la puerta del viejo Ayuntamiento del pueblo, la noche del Pleno en que se decidía la primera licencia de instalación de las todopoderosas “caenas”, ¡que vivan..!, con unos cuantos que pudimos frenar su primer intento. Pero aquello era imparable. La suerte estaba echada, y los comercios de los pueblos, tras cientos de años de servicio a sus vecinos, fueron abandonados a su suerte…
Primero fuimos abandonados por los propios ayuntamientos a los que pagamos los impuestos. Lo otro era más goloso. Y enseguida, también abandonados por nuestros propios clientes y convecinos de siempre. Lo otro era más atractivo… El porvenir del comercio de proximidad había sido vendido a otros intereses… Por eso me sorprende ahora esos tímidos y tiernos recordatorios emitidos por lo del Cóvid, de que los pequeños hemos sido – y aún somos – de los tuyos de toda la vida y toda esa castaña plañidera. Me suenan a lágrimas de cocodrilo cosa mala. Siempre hemos sido de aquí y siempre hemos estado aquí. Ahora y antes. Es la gente, la ciudadanía, y nuestros ayuntamientos, los que nos vendieron en su día, los que nos dejaron plantados, y se lanzaron todos en brazos de los más grandes y poderosos, y dejaron de apoyar a su economía local. Por eso esta campaña me suena a cuento malayo.
Hace esos mismos mil años que yo supe (y así lo compartí con mis camaradas de entonces en aquella plaza aquella noche) que solo podíamos plantar batalla a la decadencia y muerte del pequeño comercio local uniendo nuestras fuerzas, organizándonos entre nosotros, montando estrategias comunes de concienciación y de ventas, a fin de retener a nuestros clientes de siempre, y que solo contábamos con nosotros mismos, aparte las buenas (y falsas) palabricas por parte de la administración de turno, ni de la comunidad, ni de nuestro pueblo…
Y así pasó. Y tal que así ocurrió. Los ayuntamientos y consejerías nos abrieron las taquillas y nos cerraron las puertas. Sonrisas y palicos en la espalda. Y nosotros no supimos, o no pudimos, o no quisimos (yo tengo clarísimo que fue lo tercero, que no quisimos, romper nuestra indolencia) hacer nada para evitarlo. Nos limitamos a quejarnos y hacernos las víctimas, pero no nos dio resultado alguno… Entonces teníamos todo a nuestro favor, pues todo estaba empezando, pero hoy hemos regalado décadas y décadas de tiempo y de ventaja a una competencia poderosa que se ha hecho ya hasta una costumbre. Por gentileza del pequeño comercio de proximidad.. De nada.
Es muy triste que ahora, los nuevos ediles y concejalarios varios, reinventen todas las viejas fórmulas y estrategias que cuatro locos visionarios quisimos poner en práctica, que tuvimos todas las herramientas necesarias en la mano, y que nadie quiso escuchar. Fuimos vendidos por segunda vez, pero en esta ocasión nos vendimos a nosotros mismos… Me gustaría decirles a todos estos jóvenes concejales que lo que ayer pudo ser un primer muro de contención y vuelta las aguas a su cauce, hoy ya es un parche viejuno e inútil… y un tanto ridículo, cuando no patético. No veo nada nuevo en lo que se anuncia hoy a bombo y cohete que no intentamos hace casi 40 años. Ni una sola cosa, y no solo eso, incluso por debajo del nivel de lo que entonces se planeó y se pudo hacer..
Eso sí, se pagan campañas entrañables de selfies, de un supuesto amor al comercio del barrio y de proximidad a la gente, al que se traicionó por las escaleras mecánicas y los grandes espacios, y al que enterramos entre todos con nuestras propias manos. Ahora, el coronavirus amenaza con cerrar el resto de los supervivientes de aquella masacre, y entonces nos damos cuenta de lo que, cuando pudo ser, no quisimos darnos cuenta. Y montamos hipócritas spots tras los que esconder nuestra responsabilidad. Como no sea que ahora quieran conservar ese comercio a modo de piezas de museo urbano… Algo es algo, ¿no?..
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / El Mirador / www.escriburgo.com / viernes 10,30 h. http://www.radiotorrepacheco.es/radioonline.php https://miguel2448.wixsite.com/escriburgo
A VER SI ASÍ...
- Por miguel-galindo
- El 15/12/2020
Dicen las malas lenguas que la regulación fiscal a la que voluntariamente se somete el rey emérito es por el "vuelveee a casa vuelveee por Navidad"... Que prefiere comerse aquí ell turrón mantecado que allí los dátiles confitados...
Pues qué quieren que les diga, emérita majestad... Yo de usía no lo haría. Menuda escandalera iba armar en el corral de las extremas, con lo revuelta que anda la cosa, que están a la que salta. No se iba a quitar a los medios de enmedio, aunque se ponga la peluca de Carrillo, que por ahí andará...
Mejor pregunte a los Magos si tienen alguna baja por Cóvid, y venga disfrazado de uno de los tres, a ver si cuela...
REFLEXIONES COVÍDEAS
- Por miguel-galindo
- El 14/12/2020
…Pues resulta que tenemos la Navidad encima, y yo con estos pelos. Y sin ná que ponerme. Pero no es eso lo peor, amigo y amiga mío y mía, es que tampoco sé dónde ponerme. Si aquí, allá o acullá… Este año el Coronavirus parece venir a recordarnos una lección olvidada en el tiempo, y es que el misterio de la Navidad nada tiene que ver con el montaje consumista, hedonista y populista, festero, chamarilero y populachero, por la que la conocemos. Y viene el jodido virus éste a susurrarnos a la oreja que el lanzarnos a todo eso es jugarse el pellejo y jugarnos el de nuestros prójimos más próximos, que allá nosotros con lo que entendamos por responsabilidad… Y que este año se nos brinda la oportunidad de soltar lastre al que nos hemos atado, y nos paremos a pensar – si no nos vá la hernia en ello, claro – recapacitar, reflexionar, lo que es la genuina y auténtica Navidad, y en lo que lo hemos convertido. Lo que pasa es que ya no sabemos celebrar la otra, ni dónde ni cuando la perdimos…
De momento (estoy convencido de ello) mandaremos las recomendaciones sanitarias a tomar el relente a la esquina de enfrente, pues ¿cómo no voy yo a cumplir con la sagrada juntaera con la familia entera, a la que tanto quiero? (una forma de amarse es arriesgarse los unos a los otros)… Uno me decía el otro día: “Acho, ¿no es cierto que para que la pólice entre en mi casa ha de ser con una órden judicial?.. Pues más vale que la traiga esta Nochebuena”… Estos son los propósitos. No sé si unos pocos, unos regulares, o unos muchos propósitos, pero me temo que va a ser la tónica cuasi-general, dadas las circunstancias… Y las circunstancias no son otras que hemos bajado de nivel extremo a nivel grave y ya nos creemos con el derecho social y personal a relajarnos hasta el extremo de hacer el idiota congénito, que, por otro lado, es lo nuestro… Pues bien, pues bueno, pues vale, pues nosotros mismos…No se me escapa que los seres humanos somos seres sociales por naturaleza. Y que nos vemos compelidos a socializar nuestras relaciones en gran medida. Y lo he de reconocer, no lo voy a criticar. Incluso forma parte intrínseca del carácter mediterráneo (y qué le voy a hacer, yo soooy del Mediterraaaneo), y de todos los países, España el que más. La medida la da en que somos los que tenemos el mayor número de bares del mundo entero. Y eso es por algo.
La cuestión que yo me planteo es la siguiente: Admitido que los meridionales llevamos en la genética la relación interpersonal, el roce, el compartirnos nosotros mismos, el interactuar a nivel ombliguero, estrechamente, no en el “a ver si quedamos”, si no en el “a ver si quedamos y nos las tomamos”…Bien, vale, es casi un instinto. Pero mi pregunta es: ¿acaso no tenemos también el instinto de supervivencia?.. ¿Alguien se ha preguntado cual de los dos instintos es más fuerte y arraigado en nosotros?.. Hace poco leí un estudio de investigación serio y fiable: el porcentaje de contagio entre personas departiendo y/o comiendo o bebiendo, que bajan las elementales pautas de seguridad, es de un 64%... O sea, cada vez que compartimos riesgo alrededor de un velador, estamos jugando a la ruleta rusa. Pero es que, además, lo sabemos y nos importa un sanparapapucio…
Por eso que lo de la batalla planteada por el sector hostelero-y-yo-el-primero está fundamentada sobre estrategias falsas… No es que los bares tengan la culpa de nada (solo es el lugar, no el acto) por supuesto que no son culpables. No. Es que los bares trabajan con material de riesgo, viven de manejar un producto altamente peligroso: sus clientes. Porque el peligro no está en los establecimientos en sí mismos, ni en sus terrazas y hogazas, ni en sus medidas sanitarias o lo que sean éstas, ni en sus protocolos, se cumplan o no. El peligro está en el comportamiento de su clientela. En la gente. En nosotros. En las personas que acudimos allí y nos relacionamos de la forma en que lo hacemos, como si nada de esto fuera con nosotros… Cuatro, seis o diez, junticos, desenmascarillados, riendo, gritando, comiendo y bebiendo…
Y no… no me demonicen tampoco. Lo hacemos todos, viejos, maduros, adultos, jóvenes y odiolescentes, aunque estos últimos sectores, por lógica casi natural, sea la edad más celebrada por menos cerebrada. Absolutamente todos en su justa proporción. Luego está lo otro, la otra cara de la moneda, lo anecdótico si quieren, aunque para mí no lo sea… Les pongo un ejemplo gráfico, si vuecencias me lo permiten: Paso por una plaza donde un par de bares han acomodado sus servicios al “para llevar”. Sirven a través del exterior, y los consumidores se las toman como pueden, y donde pueden, y como quieren… en un banco público de la plaza, muy junticos, apoyados en el toldo de lo que fue una terraza, dejando los cafés en la pila de mesas y sillas arrinconadas, otros tantos a pié, firme el ademán, charleteando entre ellos… De pronto, llega un equipo de Swafts municipal, tris, tras, nadie se mueva cagondié… Y multan al hostelero que estaba sirviendo tras su ventana de Santa Ana… por la actitud que mostraban sus clientes en la calle… Esto es; si yo estoy sin mascarilla y sin distancia de guardar con otro prójimo, pum, se me cae el pelo, pero si sostenemos en la mano una taza, el pelo se le cae al del bar…
De momento, hoy por hoy, las vacunaciones serán y se harán efectivas a partir del verano (no la bola interesada y largada por los políticos de 1º de año). La casi plena inmunidad poblacional se logrará en el 2022, con suerte, y, mientras tanto, habremos de convivir y sortear un virus que ha venido para quedarse entre nosotros, porque no es un invento chino, si no una de las consecuencias directas del cambio climático, ya prácticamente irreversible. Este, y no otro, es el planteamiento, nos guste o no nos guste, lo aceptemos o no lo aceptemos… “Y el virus se hizo carne y habitó entre nosotros”, parafraseando a S. Juan con todos los respetos. Así que, al final de todo, la única realidad que nos queda, será el número de muertos, el número de personas con secuelas, y la devastación de recursos públicos, sanitarios y económicos, que esto nos deja… Y lo único que tenemos que hacer nosotros es estar en uno de los dos bandos: contra la pandemia o a favor de la pandemia. Basta con hacer lo que debemos, o hacer lo que no debemos. Es así de fácil. Elijamos pues en qué lado estamos, y obremos en consecuencia.
Pero, joer, no nos hagamos trampas a nosotros mismos diciéndonos que los niños no cuentan en los “númerus cláusulus”, ni que, llegadas estas fechas, los amigos y parientes se convierte en convivientes. Es tan burdo como absurdo… Se nos dá muy bien armar el Belén. Así que montémoslo, y pidamos a los Reyes Magos, como final de nuestras pantagruélicas fiestas, los tres tradicionales regalos que más vamos a necesitar: cordura, mesura y cultura, que lo demás, como nos dijo el del pesebre cuando se hizo mayor, se nos dará por añadidura…
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NO LO ENTIENDO
- Por miguel-galindo
- El 14/12/2020
Murcia es la región con el menor índice de atención en enfermería por habitante de toda Europa, que se dice pronto... Sin embargo, es el lugar de España que más enfermeros y enfermeras exporta a los países europeos: Alemania, Inglaterra, Francia...
Luego, vienen los políticos autonómicos y declaran que quieren contratar los profesionales que nos hacen falta, pero que no encuentran. Que se ve que no hay...
Algo se está haciendo rematadamente mal. Estas personas no se marchan al trabajar al extranjero porque les pagan más, se van porque aquí no tienen trabajo... Todo lo demás son excusas, mentiras y disimulos. No son administradores, son trileros de la administración.
RETROAVANCE
- Por miguel-galindo
- El 10/12/2020
Progresamos hacia atrás. Hace poco me enteré de la existencia de un nuevo deporte, o de una nueva modalidad de lo ya inventado, no sé… Creo que se llama Retrorunning, o algo así (si no se inventa en inglés, ni es invento, ni es nada, ni siquiera existe), y consiste en correr hacia atrás, como los cangrejos. Ignoro si, al correr de espaldas ganará el que llegue el último – según se mire, claro – pero me doy cuenta que es el paradigma del mundo actual. Que el “retro” es la tendencia de una sociedad que avanza hacia atrás, creyendo que son pasos hacia delante…
Por ejemplo, el que desde hace unos años hayamos instaurado en los gobiernos de las naciones democráticas fuerzas políticas retroactivas (las hemos elegido nosotros, nadie nos las ha impuesto) que nos hacen retroceder en el tiempo y en las mentes, y que destruyen los sistemas democráticos desde dentro. Desde los países más poderosos, como EE.UU., hasta los más mediocres, como el nuestro, hemos incorporado tipos que defienden ideologías reaccionarias y populistas, y que van desde la extrema derecha a la izquierda extrema, con unos discursos retrógrados que, eso mismo, nos retrotraen, valga la redundancia, a esquemas del nazismo o a modelos del estalinismo…
Si es en economía, la apariencia de crecimiento contínuo nos está llevando a la ruina, en la realidad. Han aumentado las desigualdades sociales hasta extremos inconcebibles, y va en progresión. Hoy la riqueza se reparte en apenas el 15% de los ricos y la pobreza supera el 90% restante, en constante gradación (yo diría degradación, pero, bueno…). Y todo ello, basado en un modelo de consumismo atroz y desbocado, y de esquilmar los recursos naturales en una espiral suicida que nos está abocando a desastres naturales (cambio climático) y pandemias derivadas (coronavirus) como lo que estamos sufriendo. Esos dos malditos ejemplos son parte de las “Metas” de este Retrorunning en el que competimos toda la humanidad. Unos, voluntaria y entusiastamente, otros, inducidos, y otros, arrastrados, pero todos corremos hacia atrás…
Y somos tan ciegos que creemos que vamos hacia adelante, sin darnos cuenta que la naturaleza no nos ha dotado de ojos en la nuca, ni la técnica de espejo retrovisor en el culo… Naturalmente, llegados a este punto de retroceder avanzando, ya solo nos queda teorizar para poder justificar. Y teorizamos sobre la política, para justificar la presencia de nuestros Trumps, Orbans, Bolsonaros y otros monstruos menores. Como teorizamos sobre la pobreza y la riqueza desde una economía hedonista que cada vez tiene menos justificación. Teorizamos sobre sistemas de salud, intentando justificar la cada vez mayor división y distancia entre los científicos y los políticos. Teorizamos sobre un sistema de pensiones a punto de estallar. Teorizamos sobre el calentamiento global justificando la destrucción en nombre de la sostenibilidad…
Muchas ong´s, las asociaciones de ayuda de cualquier tipo, los bancos de alimentos, o los “sinfronteras” de cualquier actividad se convierten en bienintencionados parches que intentan mantener en pie un modelo neoliberal que se tambalea, porque ha perdido la cimentación moral sobre la que se sostenía, y que hoy es un inestable esqueleto a punto de derrumbarse sobre sí mismo. Hemos ido progresando hacia atrás. La existencia de buenos samaritanos solo se explica en sociedades desiguales e injustas de escabrosos chamarileros. Existen porque esas sociedades no han empleado sus recursos de riqueza en eliminar la pobreza, si no que han provocado esas carencias por repartirse los beneficios en ciertos bolsillos…
Sánchez Ferlosio acuñó una frase: “seguimos progresando hacia el mal”. Yo digo, como en este nuevo deporte, lo que al principio de este artículo, que adelantamos hacia atrás. Lo del mal o el bien es un concepto que nosotros mismos hemos trastocado en esta carrera de cangrejos, y lo entendemos al revés de cómo es: progresar es bueno, retroceder es malo, y progresar retrocediendo es peor…
Sí, ya sé… no deja de ser una teoría. Yo también teorizo. Pero existe un mecanismo de lógica interna en todo esto que cada vez se vé más claro y nítido… Tanto, que el que no es capaz de verlo es porque no quiere, o porque lleva un dorsal en su retrorrúning con el número cambiado que le impide ver.
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VERGÜENZA AJENA
- Por miguel-galindo
- El 10/12/2020
Dos noticiones el mismo día y en el mismo periódico: 1).- Doce mil euros para restaurar un órgano histórico del un coro de iglesia lorquino. Seguimos gastando dinero público en patrimonio ajeno. Y la iglesia, recibiendo, que no agradeciendo...
Y 2).- En letras gordas: La Comunidad Autónoma dona, a través de Croem, 20.000 euros para actuar en el Mar Menor... ¿Y qué van a arreglar con ese capitalazo?. Como no se coman entre todos ellos un caldero...
Pero con ambas tontunas hubieran podido ayudar mucho y mejor, que lo necesitan más, a los bancos de alimentos, por ejemplo. Mejor destino y mayor y muy justo empleo. Tenemos muy poca dignidad...
LOS HIJOS SON DE...
- Por miguel-galindo
- El 08/12/2020
El tristemente popularizado y populista lema pancartero y carpantero, mantra y garbancero, de “los hijos son de los padres”, torpemente resucitado a cada cambio de Ley de Educación, esta vez a cargo de la Ley Celáa, no es mas que una falacia. Una media verdad que esconde toda una mentira. Ni moral ni intelectualmente pertenecen los hijos exclusivamente a los padres. En ningún país del mundo. En ninguno. Si así fuera sobrarían todas las escuelas del planeta, todos los institutos y universidades, entre otras cosas… Lo primero, es que son sus tutores (no sus dueños) hasta la mayoría de edad legal y formal de los hijos. Y lo segundo, es que todos, ellos, nosotros y toda la comunidad de compatriotas, estamos sujetos al gobierno que nos da un estado de derecho, y nos damos a nosotros mismo a través de un régimen democrático (si fuera una dictadura, sí que sería mucho peor).
Las áulas son para trascender lo escuetamente familiar y entender lo social, enseñando, ampliando y educando en alternativas que complementen lo que se aprende en casa… Incluso, a veces, corrigiendo ciertas enseñanzas viciadas y/o desviadas de la convivencia social y constitucional del país en el que se vive y del que se vive… ¿O no es así?.. Por muy padres y muy selores míos que se sea de los hijos, no es de recibo educarlos en el odio a la policía o en la prepotencia ideológica, por ejemplo, o en el tiro en la nuca, o para inmolarse por la fé con un cinturón de explosivos a la puerta de cualquier lugar público… también un colegio de la fé contraría, también…O en principios que nieguen transfusiones sanguíneas que salvan vida, como otro ejemplo, o en el rechazo a otras etnias, a la libertad sexual, o étnica, o religiosa. O que se eduque en cualquier supremacía que justifique la violencia y la imposición…
¿Es esa la libertad que se exige?.. La libertad paterna es disponer a su alcance de una escuela pública – apolítica y laica, a ser posible – aséptica y respetuosa en los derechos humanos y principios ciudadanos, de la mayor calidad posible, costeándose de sus bolsillos cualquier otra que incluya otras opciones ideológicas y/o confesionales, siempre y cuando, naturalmente, no atente contra la ley y los principios básicos de respeto y tolerancia… No es democrático ir contra tales principios, ni prudente lanzar la ignorancia de la gente a la rebelión, por motivos de exclusivo interés partidista.
El problema es que este gobierno bipartito es – supongámosle - ideológicamente tan agresivo como los que le han montado la campaña ésta, y ello produce suspicacias sobre los contenidos de su enseñanza pública: una Memoria Democrática parcial y unilateral, que es, por ejemplo, antifranquista, sí, pero tolerante con el terrorismo etarra, con los separatismos, o con las dictaduras de izquierdas… O que sustituye unos catecismos por otros dogmáticos de género o de otras latrías… O que trapichea con el castellano como lengua escolar a cambio de unas matemáticas presupuestarias y de mantenerse en el poder… Y hemos de reconocer, que también existen padres laicos que tampoco quieren canjear los cromos de la Conferencia Episcopal Española por los de la ministra Montero, por ejemplo…
Por supuesto, esto no justifica el inculto aserto de que los hijos son míos, les inculco la tendencia que a mí me dé la gana y hago con ellos lo que me salga de… Y si creo que la Armada tiene que cañonear a las pateras que se nos acercan en busca de pan y trabajo, aún a costa de vidas humanas, que mi derecho a educarles en ese bárbaro principio sea inalienable. Eso es una enorme estupidez. Pero eso es lo que se está pidiendo. Por lo menos, eso es lo que se escribe en los libelos, lo que se lee en las pancartas y lo que se grita desde las gargantas. Eso veo yo en las manifestaciones, salvo, claro, que no sepa apreciar las sutilidades…
Mi opinión, personal y humilde, por supuesto, es que una burrada no se debe corregir con una burrada mayor. Por cierto, el que ciudadanos de un país se dejen llevar por semejante manipulación e ignorancia, es la más clara demostración de nuestros deficientes, cambiantes y tendenciosos sistemas educativos. ¿No se le había ocurrido pensarlo?..
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ESO MISMO
- Por miguel-galindo
- El 08/12/2020
En lo de la inmersión linguista, Sánchez se ha bajado los calzoncillos hasta los tobillos. Es una concesión flagrante y cobarde al independentismo, poniendo sus dialectos territoriales por encima de un indioma nacional como el castellano...
Habrá que ir haciendo en el resto de España como aquel Juzgado de Paz de por aquí, que recibió un requerimiento de otro de Catalunya, en su lengua... Que el juez se puso a tocar el piano con las teclas de la máquina y los ojos cerrados, enviándole lo que salió de tal ejercicio..
Al poco se recibió un oficio: "No lo entendemos", decía... Al que se le contestó de inmediato: "Nosotros tampoco el suyo...". Pues eso mismo.
AZAÑA Y LA CICAÑA
- Por miguel-galindo
- El 08/12/2020
Se preparan homenajes de reconocimiento (si los cerriles no se los cargan) a la figura de Manuel Azaña – 80 años de su muerte – como intelectual, escritor y Presidente de la II República que fue. Cuando este artículo salga a la luz, es más que posible que ya se hayan celebrado, aún tímidamente, y que llegue un poco tarde… Lo que pasa es que no quiero escribir una crónica de los eventos, ni comentar los actos que puedan celebrarse en el Congreso, o en la Biblioteca Nacional, con una exposición ilustrativa sobre su figura… No es eso lo que me interesa.
Lo que a mí me interesa es que sea posible hacerlo. Tras la guerra civil, la dictadura condenó toda mención al republicanismo, por meritorio que éste fuera, se silenciaron a escritores, investigadores, intelectuales, científicos, artistas, aún mundialmente reconocidos, por el solo hecho de haber seguido siendo fieles a la república. Pero eso casi que se podía considerar natural, dado el cerril celo de los vencedores en borrar todo atisbo izquierdista y republicano, todo indicio democrático al fin.. Lo que ya no era normal es que, tras otros cuarenta años de democracia, apenas escuetos reconocimientos llegaron a aflorar, por miedo a reacciones cavernarias y virulentas de una derechona que apenas logra superar su envenenada herencia.
Ahora ha podido ser (¿?), y deberíamos felicitarnos por ello. Todos los partidos políticos están de acuerdo en sumarse a tales actos, comenzando por el de recuerdo celebrado en la Cámara baja… Todos, menos Vox, claro, que más que partido es una fasci-falange. Hasta el PP de Casado sigue con la actuación inteligente emprendida cuando escenificó sus distancias de los ultras en la moción de censura contra Sánchez. Enhorabuena por entrar en el club de las ideologías civilizadas. Vox se queda voluntariamente fuera por decisión propia, ya que representa ese franquismo atroz, trasnochado pero enquistado en la sociedad actual más rancia y dañina. Su propia existencia así lo demuestra… Y es de respetar que no se sumen a lo que atenta contra la esencia de sus creencias, aunque en su naturaleza no esté el respeto a lo que piensan los demás. Esa es la grandeza y la servidumbre de los Estados democráticos.
Pero, si este acto de reconocimiento debiera ser una lección para la extrema derecha, no es una lección menor para la extrema izquierda, representada por esa Unidas Podemos de conveniencia. Y lo digo porque la Monarquía igual va a rendir tributo a ese gran pensador y jefe de estado republicano que fue Manuel Azaña. Esa Monarquía, que, aún siendo constitucionalmente, parlamentaria, Iglesias se empeña en atacar bajunamente y sin concesión alguna, le está mostrando mayor respeto, educación, cultura, inteligencia, liberalidad y mano izquierda que la que ellos demuestran en su rabiosa y ciega reciprocidad, si comparamos ambas manifestaciones con respecto a cada uno de ellos…
Este monarca ya lo demostró en Francia hacia “La Nueve”, la columna de republicanos españoles que liberó Paris. Ahora lo hace con uno de sus jefes de gobierno más preclaros. Sin ningún reparo ni complejo. La españolidad, la libertad y la democracia por encima de la monarquía. Una monarquía que respeta más a la república que los actuales republicanos a la monarquía, dice mucho a favor de la primera y en mucho en contra de los segundos… Lo que pasa es que no son las instituciones, si no las personas que las representan, las que se demuestran más dignas o más indignas.
Por eso mismo no me resulta extraño, aunque sí paradógico, el aparente contrasentido de que, los que se consideran defensores de la República, reciban una lección de bonhomía en un acto de respeto a una de sus figuras más ilustres, por parte de una Corona a la que ellos denigran tan ignorantemente. Lo que demuestra, otra vez, de nuevo, lo que digo y repito: que no es la bondad de una forma de gobierno u otra, si no la preparación de los líderes de ambas, y, sobre todo, de que ninguna de ellas tiene el marchamo de la democracia. Eso está en sus aptitudes, no en sus actitudes.
Aquí, el exquisito “savoire faire” de Felipe VI deja en fuera de juego la adustez y zafiedad de un Pablo Iglesias sin más formación que la que le dicta su odio ciego, por muy funcionariuniversitario que sea. Al igual que trasluce su republicanismo demagógico y cizañero de opereta, que falsea más que retrata, la imagen de lo que es (o debe ser) una República…
Así que, tan ningún favor le hace Vox a la Corona como Up a la República. Todo lo contrario. Por lo tanto, ante tan malos embajadores ambos dos de lo que dicen defender, prefiero, de momento al menos, un buen monarca republicano como el que tenemos.
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